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A una semana del fallecimiento de Takumi los actos fúnebres, sōshiki, han concluido. Todavía acongojados por la pérdida de quien en vida fue un pilar fundamental para ellos, están todos reunidos en el despacho jurídico para la lectura del testamento, demostrando que la vida continúa a pesar de la tristeza y los lamentos. Incluyendo a Yong, quien está apretando posesivamente la mano de Taeyang.
La voz formal del abogado familiar da comienzo a la lectura del testamento
"Yo Takumi Kaneko en pleno uso de todas mis facultades mentales declaro como único heredero a mi primogénito Akihiro, y como legatarios a Taeyang hijo de Lee Ming y a Alicia única hija de Roberto Guzmán, de todos mis patrimonios heredables. Siempre y cuando cumplan con las siguientes condiciones que se especifican a continuación:
Cláusula 1: El heredero y los legatarios deben dar inicio al cumplimiento de las cláusulas en un período no mayor a seis meses a partir de mi deceso. En caso contrario todo mi patrimonio al igual que los de la familia de Lee Ming deberán ser entregados de inmediato, exclusivamente, a Alicia Guzmán, sin opción de involucrar en un futuro a Akihiro y a Taeyang o cualquiera de sus familiares directos o indirectos de estos.
-¡No!- grita Alicia. -Yo no quiero nada para mí. No puedo permitir que las familias de Otto y de Nampyeon queden en la calle, papi diles que no queremos nada de nada -interrumpe Alicia, a pesar de que el abogado le clava la mirada.
Cláusula 2: En un período no mayor de seis meses Alicia debe contraer matrimonio tradicional japonés con mi hijo Akihiro. Así Kimi estará con su Otto legalmente.
-¿Qué?... ¡No, no y no!... Yo tengo novio... No me quiero casar con Otto -mira aterrada a Akihiro, mientras miles de opciones se acumulan, atropelladamente, en su garganta.
-¿Qué?... Esto debe ser una mala broma, Kimi no me ama... ¿Cómo nos vamos a casar? -bufa poniéndose de pie Akihiro... -¡Oh Madre!, no puedes apoyar esta locura- intenta, infructíferamente, buscar algo de raciocinio en su progenitora. Pero ella mantiene una mirada estoica.
Cláusula 3: Luego de contraer nupcias los cónyuges y Taeyang vivirán en la casa que ya fue elegida y acondicionada por Lee y por mí en Japón.
-¿Qué?, ¿cómo?, ¿por qué me tengo que mudar con ellos?- pregunta extrañado Taeyang, -si serán un matrimonio yo estaría de más en esa casa. A demás tengo novia- protesta con sobrada razón, aferrándose a la mano de Yong.
Cláusula 4: Kimi tendrá la opción de elegir si comparte su lecho matrimonial solo con su Otto o si quiere compartirla, conjuntamente, con su Nampyeon.
Cláusula 4.1 En caso de la primera opción bajo ningún concepto Kimi puede pasar ninguna noche sola, en las ocasiones que Otto se encuentre lejos de casa por motivos de trabajo, salud o alguna emergencia, Nampyeon deberá dormir con Kimi en el cuarto matrimonial, deberá tomar y asumir todas las funciones del cónyuge hasta que Otto retorne al hogar. Esto es para garantizar que Kimi nunca se encuentre sola y así pueda sentirse protegida, segura y amada.
-Eso responde a tus preguntas -Le dice Yong a Taeyang con desagrado.
Cláusula 5: La descendencia nacida en este matrimonio tendrán como padre biológico a Akihiro, pero serán adoptados bajo las leyes de Corea por Taeyang. De esta manera Alicia y sus hijos estarán, doblemente, protegidos.
-¿Qué? -Una alargada y casi terrorífica pregunta unida a una carcajada llena de incredulidad, rebota sobre las paredes del despacho.
»¿Están tratando de decir que yo no seré el padre de mis hijos biológicos? ¿De qué se trata esta locura tío Lee? -espeta iracundo Akihiro.
-¡Ah, no!... Espera un momento... ¿Quién te dijo que yo tendré a tus hijos? -Alicia, mira de manera acusatoria a Akihiro.
-¿Por qué tengo que adoptar a los hijos de Akihiro?; cuando es él quien se casa con Anae... Dios que alguien me despierte de esta pesadilla -espeta Taeyang, soltando la mano de su novia Yong para presionarse la cabeza.
Cláusula 6: Luego de que el descendiente cumpla tres años de edad se procederá a un kyogi rikon; es decir un divorcio por mutuo acuerdo.
-¿Qué?, ¡mierda, no!... Esto debe ser ilegal... -Akihiro cae sentado abruptamente.
-No, no, no- repite Alicia una y otra vez... -Ya he dicho que no quiero nada, la familia de Otto puede quedarse con mi parte.
»Yo no quiero nada de nada -grita desesperada.
Cláusula 7: Luego del divorcio. Alicia y Taeyang contraerán matrimonio según dicta la tradición coreana en un lapso no mayor a dos meses.
-¿Qué?... ¡No!... ¡Dios no! -Alicia cae desmayada al piso.
El "tic tac" del tiempo les entrega quince minutos para tranquilizar a los tres jóvenes y así continuar con la lectura del testamento.
Cláusula 8: Luego de contraer nupcias los cónyuges y Akihiro vivirán en la casa que ya fue preparada por Lee y por mí en Corea. Vivirán bajo cumpliendo las mismas cláusulas, anteriormente, expuestas invirtiendo los roles de Akihiro y Taeyang.
Cláusula 9: A partir del divorcio amistoso según la ley de Duson, con Taeyang. Alicia podrá decidir si desea retomar matrimonio con algunos de los dos. Si, por el contrario, Alicia decide mantener su posición de divorciada de ambos; ella podrá rehacer su vida en cualquier lugar del mundo con o sin sus descendencias, como ella y solo ella decida.
Cláusula 10: Si Alicia ha cumplido con todas y cada una de las cláusulas heredará la mitad de cada una de las dos fortunas".
Luego de un silencio por parte de los presentes el notario le entrega a Alicia una carta sellada. La joven se aleja para leerla con algo de privacidad.
"Querida y amada Alicia.
Sabes que te amo como si fueras de mi sangre, esto lo hacemos para garantizar tu solvencia económica por el resto de tu vida. De igual manera evitaremos que seas usada o manipulada por un mal hombre.
Es importante que mi honor permanezca intacto aun después de mi muerte. ¿De qué vale una vida honorable si mis huesos secos no formaran parte de una vida digna para la siguiente generación?
Prométeme que cumplirás con lo solicitado. Solo tú y tus futuros esposos serán los únicos capaces de mantener el honor de las familias.
Esperamos que logren la felicidad entre los tres".
Luego de releer, reiteradamente, la carta Alicia ingresa con pasos lentos y ligeramente tambaleantes, intercambia miradas entre los ojos de Otto y Nampyeon. Arruga el papel llevándoselo al pecho, a la vez que intenta forzar una voz gruesa, firme y segura que sabe que, difícilmente, saldrá de su garganta.
-No, no lo acepto -dice, contundentemente Alicia.
»Pueden quemar el testamento, prometo no volver a encontrarme nunca más ni con Otto ni con Nampyeon. Papi diles que no queremos nada y que esto es una locura -Derrotada, deja salir gruesas lágrimas de sus ya enrojecidos ojos.
-Hija quemar el testamento no resuelve nada, ya que está registrado. Además, recuerden ustedes tres- señala a cada uno de los jóvenes. -Prometieron cumplir con el testamento en el lecho de muerte de Takumi, ahora no pueden rehusarse. Está en juego el honor de nuestras tres familias -Son las palabras que le terminan de romper el alma a Alicia.
-Bien, yo acepto -dice Akihiro, tomando las manos de Alicia y buscando el apoyo de Taeyang.
-¡No!... grita Alicia desesperada.
»Te lo ruego no lo aceptes Otto... ¡No! -Alicia, rompe en llanto, mientras se deja caer de rodillas.
-Yo también acepto -confirma Taeyang, a la par que baja para abrazar a quien será en años su Anae.
-¡No, no, no!... Por favor, no me hagan esto -cae desplomada otra vez al piso.
Nuevamente, el "tic tac" del tiempo les entrega diez minutos para tratar de aceptar su futuro. Alicia mira con infinita tristeza a Akihiro.
-¿Otto, ¿por qué?, lo aceptas tan fácilmente? ... Sabes que esto es una locura total, podemos impugnar el testamento -dice Alicia tratando de librarse de esa locura.
Cuando una voz fuerte, decidida y gruesa pronuncia -Mi testamento reza, exactamente, lo mismo. Sí se atreven a impugnar este. Les aseguro que acabaré con mi vida y ustedes serán los únicos responsables de mi muerte. -Les advierte Lee con voz de pocos amigos.
Los dos jóvenes abrazan, varonilmente, a la temblorosa fémina. Permitiendo que una maraña de cuatro brazos intente con desesperación darle calor y apoyo para afrontar las consecuencias de la decisión que acaban de tomar. Solo les resta esperar por la aceptación de Alicia.
Los tres se quedan abrazados y arrodillados por un largo rato, esperan que Alicia internalice un poco la situación. Al cabo de un tiempo es Otto quien acaricia y besa la cabeza de Alicia. Por fin ella tiene fuerzas para verle a los ojos.
-¿Por qué aceptas esta locura?, ¿te das cuenta de que en menos de siete años estaré divorciada por segunda vez?, ¿quién va a quererme después de esto?... Tendré que envejecer sola. -presagia su solitario futuro, mientras que su llanto lastimero se incrementa.
-¡Oh, mi Kimi!, cuanto lo siento -Se excusa, mientras la mece suave entres sus firmes brazos.
-No debes sentirlo mucho, ya que tú aceptaste -mira con resentimientos a los ojos de Otto.
-¡Oh, mi kimi!, prometí en el lecho de muerte de mi padre cumplir con el testamento, yo no puedo permitir que el alma de mi amado padre permanezca en el limbo; por no honrar una deuda de honor -Las lágrimas de Otto ruedan por su rostro y mojan la cabeza de la joven.
Allí lloran juntos los tres por más de media hora. Es un espectáculo tan lamentable y desgarrador que incluso el notario que leyó el testamento no soporta y se retira al jardín para darles privacidad a los jóvenes.
-¿Y tú, Nampyeon?, ¿Cómo puedes aceptar esta locura?, teniendo a tu novia aquí presente ¿es qué no la amas? -Lo presiona Alicia con voz temblorosa.
-¡Oh!, mi gentil Anae, la promesa hecha en el lecho de muerte de un familiar es algo que no se puede romper, ya que condenaríamos a dos almas a no poder descansar en paz. Y, por otra parte, Yong no es la persona a la que amo realmente -expresa con resignación dejando revelar una gran, pero oculta verdad.
Pasan dos días, y Alicia ha permanecido callada, sin apetito, sus movimientos son casi robotizados, solo se limita a llorar. Dadas las circunstancias deciden que lo mejor es regresar a Venezuela para que en las próximas semanas Alicia pueda asimilar lo que deberá ser su pronto futuro.
Ya en el aeropuerto Otto abraza Kimi, dándole mil besos castos en su inexpresivo rostro. Nampyeon toma y besa las manos de Anae. Pero ella no tiene ninguna reacción; es como una persona sin vida ni alma. Minutos después la ven alejarse, caminando por inercia al lado de su padre.
-Que imagen tan dolorosa es ver a Kimi así. No se parece a la chica alegre que llegó aquí hace unas semanas -Otto opta por bajar la mirada sin tener más nada que decir.
-Tienes razón, esto es más doloroso para Anae; ya que ella, definitivamente, se lleva la peor parte, solo espero que nadie la juzgue -reconoce Nampyeon, mientras aprieta firme el hombro de su amigo.
Dos meses pasan en un abrir y cerrar de ojos. Alicia no ha querido tocar el tema del nefasto testamento con nadie. Se niega a activar las redes sociales, evitando así cualquier contacto con Otto y Nampyeon, al igual que se niega a responder sus llamadas. Y cada vez que su padre intenta tocar el tema ella lo deja hablando solo.
Para el tercer mes tanto Otto como Nampyeon están muy intranquilos por la actitud tan despreocupada que Alicia ha tomado. Por lo tanto, deciden viajar a Venezuela para hablar con ella, pues hay mucho en juego.