Al día siguiente
Ya era un hecho, hice la bendita audición, la verdad es que no tenia ánimos de hacer nada, pero la oportunidad se presentó y por supuesto que no iba a desaprovecharla.
Investigué a los Praxton y la verdad es que son personas con dinero, han hecho publicidades de las marcas que me gustan, sobre todo de comida. La verdad es que me sorprendió muchísimo que necesitaran a una chica, creí que era para una publicidad y esas cosas pero no, era para hacerme pasar por su prometida, lo mas extraño es que tenia que ser la prometida de los dos. Es la primera vez en mi jodida vida que haría algo así, pero como quien dice, el que no arriesga no gana, lo voy a tomar como un entrenamiento, ya que según mis amigos y hermano, actúo de la mierda. Bueno, creo que solo un poco, pero ¡Vamos! ¿Quién en esta vida nació aprendido? Nadie. Así que esto me podría servir para mi curriculum.
Desde que tengo memoria siempre he querido ser actriz, hacer alguna serie, película o teatro, pero eso se quedo solo en un sueño frustrado por mi madre, la amo pero a veces odio cuando me dice que jamás podre lograr algo en la vida, que soy un desastre de persona y que debía poner en orden mi vida ¿O sea? Ya soy grande, demasiado diría yo y si, soy un poco desordenada pero eso no le da el derecho de decirme que jamás podre logar algo en mi vida, confío en mi y en mis capacidades para poder lograr mi sueño de ser actriz.
Hoy iría a verme con los Praxton, que por cierto me dan miedo, sobre todo el gruñón, se llama Damian, el hombre parece sacado de un personaje de un Manhwa BL, parece un Seme, pero que semejante hombre, todo serio, antipático, odioso y falta de humor en su vida ¿Quién le habrá hecho tanto daño en la vida para que fuese así? Seguramente fue algo malo, en cambio su hermano, Azael, es apuesto porque si o sea Gina tiene ojos y se hicieron para ver lo bonito que nos brinda la tierra.. El parece ser el buen tipo de los dos, pero eso no le quita lo intimidante que es, por que con ese tamaño, intimidaría a cualquiera. En pocas palabras, son guapos, millonarios, el típico sueño de una mujer.
Vine vestida como una secretaria, falda de tubo, camisa de vestir y tacones, los tacones más incómodos de la existencia, sinceramente odio vestir así, no es mi estilo, lo mío es oversize, cómodo, así soy, pero quería dejarles una buena impresión a los hermanos Praxton.
-Buenos días, tengo una cita con el señor Damian Praxton -su secretaria me observo con un poco de recelo.
-¿Nombre?
-¿En serio? ¿No me recuerda? -entrecerré los ojos-ya sabe, la audición.. Fui la ultima.
Me quede esperando que me recordara, es una señora un poco mayor que mi mamá, esperaba que no tuviera demencia o fuese de esas señoras tipo tronchatoro.
-Si, ya la recuerdo, Gina Anderson -asentí-, sígame.
Se puso de pie y la seguí por un largo pasillo un poco oscuro, me hacia recordar a Silent Hill, bueno, tampoco tan aterrador, pero si tiene sus aires. Ella toco la puerta y entro dejándome parada como idiota, luego salió y se hizo a un lado para darme el paso, le agradecí y entre a la oficina del anticristo, digo de Damian, mire todo lo que había en la oficina, con solo ver el lugar, pude ver que tiene un aura oscura, casi todo es negro, gris y Vinotinto, a este hombre le hace falta mas color a su vida, que triste.
-Señorita Anderson, veo que es muy puntual.
Mi vista se fue hacia la voz moja bragas que tiene, se puso de pie y se abrocho el saco, éste era gris, debo decir que le luce bastante bien. Ahora que lo veo bien, se parece a Dan Reynolds de Imagine Dragons, alias el amor de mi vida, claro después de Harrison Ford, Bill Skargard y Tom Hiddleston.
-¿Le han dicho que se parece a Dan Reynolds?
-Ehmm no ¿Quién es?
-No puedo creerlo ¿no sabe quien es? -negó- el vocalista de Imagine Dragons -negó de nuevo- es cantante, que por cierto es demasiado atractivo, es hermoso -volvió a negar- ¿en que mundo vive usted? Me sorprende que siendo dueño de una agencia no lo conozca.
Me sorprende que no sepa nada de lo que le dije.
-En el de los negocios, no tengo tiempo para perderlo en tonterías señorita Anderson.
¿Me acaba de llamar tonta? Menudo idiota.
-Entiendo.
-A lo que vino, hablaremos sobre lo que tiene que hacer y por supuesto le haremos algunas preguntas..
-¿Tengo que contestarlas?
-Si -parece que esta perdiendo la paciencia.
Mejor me quedo callada por ahora, no vaya a ser que se altere y explote la vena que tiene en la frente y me salpique la camisa.
Tomó el teléfono y llamó a su hermano quien entró casi que de inmediato, el si se veía aun mas lindo, con un traje azul claro, más alegre.
-Señorita Anderson, que bueno volver a verla.
-Igualmente -estreche su mano.
-Vamos a sentarnos -espetó Damian.
Uy pero qué mandón.
Nos sentamos en los sofás, Praxton uno sacó algunos papeles al igual que Praxton dos, obvio que el uno es Damian y el dos es Azael, eso hay que dejarlo claro, ya entendido el punto, volvamos a la narración que la escritora de ésta historia tiene hambre y sueño.
-Eso que tienes en tus manos en un acuerdo de confidencialidad, tienes que firmarlo, ahí claramente dice que no debes hablar con nadie sobre esto.
-Bien -murmuré.
El acuerdo no era tan largo, resumido dice que debo quedarme callada la boca o si no me demandaran por abuso de confianza e incumplimiento de contrato, genial. Soy buena guardando secretos así que estaré bien con ello, tomé el bolígrafo y firmé.
-Ahora hablemos de lo importante, lo que harás y cuales serán tus funciones como nuestra prometida.
-No digan funciones, suena a que soy una esclava o algo así.
-Como sea, puedes usar tu nombre y apellido para que no haya sospecha -asentí- nos conocimos hace seis meses en un viaje, en Polonia específicamente.. Y estabas de viaje por Argentina, por eso no estabas aquí.
-Lo entiendo -lo interrumpí- ¿Qué hago si me preguntan sobre la relación? Ya saben, somos tres y nadie lo vería con buenos ojos, por mi no hay problema, soy una chica abierta de mente y a las posibilidades y estar con dos hombres a la vez es una fantasía que me gustaba hace años y ahora.. se hace realidad pero como no quería..
Ambos se quedaron en silencio ante mis palabras, creo que se me fue un poco la lengua, Joder Gina, tienes que calmarte.
-Lo siento, a veces hablo sin parar.
-Ya me di cuenta -Praxton uno estaba serio, mientras que el otro quería reírse.
-Tu solo di que querías estar con ambos y ya -se encogió de hombros- a nuestro padre no le importa mucho, lo que quiere es que tengamos pareja.
-Creo que ya entiendo como va la cosa.. Hare lo que pueda para que todo salga bien. Ahora tengo una pregunta ¿nos vamos a casar? Porque soy su prometida.
-Le diremos a nuestro padre que nos casaremos en seis meses, nos casaremos en Las Vegas y nos divorciaremos seis meses después, le diremos a todos que no funcionó y listo.
Vaya, este tipo tiene todo fríamente calculado, mis respetos.
-Tendrás un sueldo de mil a la semana -Azael sonrió- ya que lo que haces es un trabajo, también recibirás una compensación de cincuenta mil cuando nos divorciemos.
-Joder... -murmuré sorprendida.
-Ese vocabulario -Damian me regañó, en otra circunstancias le hubiese pateado la cara por haberme regañado, pero ahora no era momento de pensar en eso, pensaba en la cantidad que me darían sólo por ser su prometida.
Ya estaba pensando en que hacer con esos cincuenta mil, podría pagar un curso de actuación y oratoria, comprar muchas cosas, pero sobre todo comprarle la prótesis a mi papá, definitivamente tendría que hacer un buen trabajo.
-Lo ultimo, vendrás a vivir con nosotros.
-¿Que? No -negué-, no puedo hacerlo..
-Créeme que a mi no es que me agrade mucho la idea de tener a una desconocida en mi departamento -mire mal a Damian-, pero hay que hacerlo creíble.
No quiero hacerlo, pero no me queda de otra.
-Bien ¿sería para cuando?
-En una semana, ahora tienes que decirnos que te gusta y que no para saber que comprar, ya sabes..
-E imponer reglas por supuesto -Damian se fue a su escritorio- puedes seguir con tu vida, trabajar y esas cosas, pero no debes hacer nada para perjudicarnos, tenemos mucho en juego, si fallas, créeme que no dudare en reemplazarte.
Este hombre esta empezando a caerme de la patada, pero debo soportarlo, eso no es nada Gina, soporté a Sebastián por años que es peor que estos dos juntos, esto no es nada.
-Supongo que yo también tengo derecho a poner reglas ¿no? -me crucé de brazos.
-No preciosa, no puedes -negó con una sonrisa de lado.
-Gina para ti -dije seria.
-Ya puedes irte.
(...)
Estaba almorzando con Sebas y Ava, queriendo que no me pregunten nada, soy un poco pésima mintiendo.
-¿A donde fuiste hoy? -me preguntó Sebas, joder.
-A buscar trabajo y lo conseguí, voy a renunciar a la cafetería.
-¿Renunciar?
-Si Sebas, no pienso seguir trabajando en ese lugar mientras Louis siga ahí.
-Claro enana.. ¿Y de que es ese trabajo?
-Tengo que cuidar a un anciano amargado, la verdad no tengo mucho que hacer, pagan bien así que el dinero no será un problema, tengo que quedarme a cuidarlo y tendré los fines de semana libre.
Lo de los fines de semana es mentira, no quisiera tener que verlos también los fines de semana, prefiero venir aquí. No podía seguir trabajando en ese lugar mientras veía a Louis, no puedo hacerlo.
-Cómo la paga es buena, no me preocuparé por ahora por el departamento, con el anillo que tengo, voy a comprarle la prótesis a papá.
Mi papá hace tres años tuvo un accidente, un hombre ebrio lo atropelló, jamás supimos quién fue ya que esa persona huyó del lugar, debido a eso mi papá perdió la pierna y usa una prótesis de madera que le resulta incómoda para caminar, la prótesis que el necesita vale casi cien mil dólares ya que es una prótesis de metal y completa, porque a mi papá le falta la pierna completa y esas son más costosas.
Por mas que trabajemos, una prótesis de esas cuestan demasiado.
Terminé mi almuerzo y fui hasta donde trabajaba, como era de esperarse, Louis estaba aquí.
-¿Llamarias al jefe? -detuvo su acción y volteó a verme.
-Gina.. Yo..
-¿Llamas al jefe?
El asintió se fue a buscarlo, tengo que ser madura ahora, mi papá me enseñó a tomar las cosas con madurez y así será, no pienso rebajarme al nivel de ellos dos.
Mi jefe, el señor Homero llegó hasta mi, es un buen señor de unos casi sesenta años, es hombre muy dulce y amable con todos.
-Gina estaba preocupado -me abrazó-, no has venido a trabajar en dos días.
-Ah es que vine a renunciar.. -dije de manera simple.
-¿Renunciar? ¿Porque?
-¿Podemos sentarnos?
El asintió y fuimos hasta una de las mesas.
-Ahora si, cuéntame porque quieres renunciar.
-Necesito un tiempo para pensar -le mostré mi mano sin el anillo- mi compromiso terminó y la verdad necesito alejarme un poco de todo.
-Oh linda, lo siento tanto... Pero esta bien, tomate el tiempo que desees, si algún día quieres volver, recuerda que tu puesto estará aquí.
-No se preocupe -sonreí-, mejor contrate a alguien que lo necesite, yo no se cuánto tiempo me tomaré.
-Claro que si, entonces ya regreso, iré por tu liquidación. Todos van a extrañarte.
-Lo sé -reí.
El se levantó y se fue. Mi paz se terminó cuando Louis se sentó frente a mi.
-¿Que quieres? -pregunté tajante.
-Quiero aclarar las cosas Gina..
-¿Aclarar? ¿Qué me dirás Louis? Marco me engañó contigo.. Yo los encontré en la cama ¿que quieres aclarar? Fuiste mi amigo, confíe en ti y me traicionaste.. Tu eres un hipócrita.
-Lo siento Gina.. -dijo desesperado- fue un error..
-No lo fue y lo sabes, ambos sabían lo que estaban haciendo, tu sonreías cuándo hablabas por teléfono llamando a esa persona "Cariño" -hice comillas- y yo estaba feliz por ti porque al fin habías superado a tu chico.. Pero para mi sorpresa, tu nuevo amorío era mi prometido, lo tuyo con Marco no fue un error.
Me levanté y fui hasta el señor Homero quien venía con un sobre en su mano.
-Tu liquidación -me lo entregó- espero que puedas mejorar linda.
-Gracias jefe.
Le di un último abrazo y salí de la cafetería, pero como el universo me odia a escalas estratosféricas, Marco iba entrando a cafeteria con una bolsa de regalo en su mano.
-Gina.
Lo ignore por completo y seguí mi camino hacia la salida, por supuesto que me siguió porque me detuvo por el brazo.
-Suéltame antes que grite y diga que me estas acosando sexualmente.
Me soltó.
-Lo siento.. Yo quería hablar contigo.
-Dios.. Ahora no quiero hablar con nadie Marco, mejor ve a darle el regalito a tu Amante y me dejas en paz..
-Lo único que quiero es que me regreses el anillo que te di.
No puedo creer lo que me esta diciendo, me reí por el increíble chiste.
-Que gracioso.. Pues fijate que no voy a devolverte nada -negué- porque eso fue una indemnización por haberme engañado con un hombre..
Estaba alzando la voz y las personas nos estaban mirando. Marco me tomó con fuerza por el brazo.
-Cállate Gina -habló entre dientes.
-¿Qué? -rei- ¿te duele aceptar que te gusta un hombre? No sientas vergüenza querido Marco, estamos en tiempos diferentes y puedes amar a quien quieras libremente..
El agarre se hizo más fuerte y joder que dolía, pero no iba a dejarme intimidar por el, ahora si esta mostrando su verdadera personalidad.
-Suelta a la señorita.
Oh no, esa voz, es Praxton.