-¿Han oído de Gakusei?- Jun puso la voz más escalofriante que pudo.
Todos rieron.
-No, ¿Quién es?- preguntó Haru.
Jun aclaró su voz y continuó.
-Voy a contarles su historia... Pónganse cómodos.
Haru, Katsuro y Masaru escucharon con atención.
-Hace muchos años, aproximadamente veintinueve años atrás, Gakusei era una estudiante llamada Madoka Izumi, dicen que siempre era burlada por sus compañeros, incluso la golpeaban y debido a ello para ocultar los golpes siempre llevaba mascarilla y un día antes de salir de la preparatoria fue abordada por un grupo de compañeros- Jun hizo una pequeña pausa y continuó- No estaban tan alejados del colegio sin embargo ellos comenzaron a golpearla hasta dejarla inconsciente- Jun fue interrumpido.
-¿Qué les hizo Madoka para que estén enfadados con ella y hacerle eso?- preguntó Katsuro.
-¿Enfadados? Ni la furia se compara al odio que tenían contra ella, sin embargo dicen que solo lo hacían como diversión, pero al verla inconsciente decidieron llevarla al depósito escolar durante cuarenta y cuatro días.
-¿Por qué cuarenta y cuatro días?- esta vez se oyó la voz de Haru.
-Según los reportes médicos, Gakusei estuvo con vida durante cuarenta y dos días sin embargo fue encontrada el día cuarenta y cuatro. Luego de eso, muchos estudiantes comenzaron a desaparecer repentinamente e incluso los estudiantes que fueron posicionados en el mismo lugar en la sala de clases que los victimarios de Madoka morían sin razones, es por eso también que se le dio el nombre de Gakusei, porque solo ataca a los estudiantes en busca de venganza, luego de eso la preparatoria fue cerrada y abandonada.
Haru, Katsuro y Masaru largaron una risa.
-¡Qué gran leyenda!- se burló Masaru.
-Bueno, dicen que es una historia verdadera, pero la mayoría cree que solo es una leyenda... De hecho hay un ritual para invocarla- dijo Jun con emoción.
-¡Hagámoslo!- propuso Katsuro.
-No creo que sea una buena idea- Haru se encontraba incómodo.
-¡Vamos Haru, es solo una leyenda!- ánimo Masaru.
-¿Vas a decirme que crees en historias de fantasmas?- indagó Jun con diversión.
-¡No seas gallina Haru!, nada va a pasar- tranquilizó Katsuro.
Haru se encontraba intranquilo, los rituales nunca le daban un buen presentimiento, pero no podía acobardarse en frente de sus compañeros.