Pasión Desatada: Embarazada del Hijo del Presidente
img img Pasión Desatada: Embarazada del Hijo del Presidente img Capítulo 1 Los hombres son más peligrosos después del anochecer
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Capítulo 5 Señor Presidente img
Capítulo 6 Intimidad en el estudio de arte img
Capítulo 7 Presionada sobre él img
Capítulo 8 Documento img
Capítulo 9 Un mero error img
Capítulo 10 Godfrey y Claudia img
Capítulo 11 Se preocupaba por ella img
Capítulo 12 Tienen y quieren más img
Capítulo 13 Un beso indirecto img
Capítulo 14 La verdadera hija de la familia White img
Capítulo 15 Se fue a casa con él img
Capítulo 16 Fue duro con ella esa noche img
Capítulo 17 No tengo planes de casarme con ella img
Capítulo 18 Un desconocido img
Capítulo 19 Sin razón para volver img
Capítulo 20 La futura Primera Dama img
Capítulo 21 Verlo con otra mujer img
Capítulo 22 Roselyn no es digna en absoluto img
Capítulo 23 Dormirás mejor aquí img
Capítulo 24 ¿Necesitas que te abrace img
Capítulo 25 Para Nathan, el beso no significó nada img
Capítulo 26 ¿Enviaron el perfil equivocado img
Capítulo 27 La señorita White está en una cita a ciegas img
Capítulo 28 Te desenamoras muy rápido img
Capítulo 29 Le gustas img
Capítulo 30 Acompañarlo en un viaje img
Capítulo 31 Una crisis repentina img
Capítulo 32 Ella se desmayó del dolor img
Capítulo 33 Ya he visto tu cuerpo img
Capítulo 34 También sentiste algo, ¿verdad img
Capítulo 35 Me encargaré de ella img
Capítulo 36 La llamó mocosa ingrata img
Capítulo 37 Esperando a que ella diga que lo ama img
Capítulo 38 Una tercera persona en esta relación img
Capítulo 39 El señor Presidente siente lástima por ella img
Capítulo 40 Puedo probarlo img
Capítulo 41 Las palabras fueron como una bofetada img
Capítulo 42 No me extrañes demasiado img
Capítulo 43 Quiero la verdad img
Capítulo 44 Ella no se atrevía a amarlo img
Capítulo 45 Un dolor suave y lento img
Capítulo 46 No estoy dispuesto a poner en riesgo a Roselyn img
Capítulo 47 Una mirada fría y hostil img
Capítulo 48 ¿Me estabas esperando img
Capítulo 49 ¿Debería hacerte compañía img
Capítulo 50 Gruñón img
Capítulo 51 Él perdió la compostura frente a ella img
Capítulo 52 Verla abrazar a otro img
Capítulo 53 No aceptes flores de otra persona img
Capítulo 54 Sabotear su trabajo img
Capítulo 55 Algo en Nathan había cambiado img
Capítulo 56 Encontrarse con él después de ducharse img
Capítulo 57 La señorita White tuvo una cita img
Capítulo 58 El señor Ward y Roselyn img
Capítulo 59 Él nunca le sonrió img
Capítulo 60 Sí, es mi nuevo novio img
Capítulo 61 Perdiste la cabeza img
Capítulo 62 Roselyn, sé buena img
Capítulo 63 Está siendo malo img
Capítulo 64 La mordedura en el labio img
Capítulo 65 El mayor peligro para él es ella. img
Capítulo 66 Vestida con una camisa de hombre img
Capítulo 67 Expulsarla de la escuela img
Capítulo 68 Señor Presidente, ¿me perdonaría img
Capítulo 69 Rumores sobre el novio img
Capítulo 70 Se sintió un poco enferma img
Capítulo 71 Un recuerdo que vale la pena conservar img
Capítulo 72 Esta persona era simplemente un peón img
Capítulo 73 Náuseas matutinas img
Capítulo 74 No lastimen a mi bebé img
Capítulo 75 Empezó a enamorarse de ella img
Capítulo 76 Mantén la distancia con él img
Capítulo 77 Decepcionado de ella img
Capítulo 78 Monopolizar la bondad de Roselyn img
Capítulo 79 Ella se esconde img
Capítulo 80 Consecuencias de enfadar al señor Presidente img
Capítulo 81 Una noche agradable img
Capítulo 82 No podrá escapar esta noche img
Capítulo 83 La toalla caída img
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Capítulo 1 Los hombres son más peligrosos después del anochecer

"Si no haces ruido, no te haré daño. Parpadea si entendiste", murmuró suave pero autoritariamente una voz desde un asiento trasero. La calma en sus palabras contrastaba con la intensidad de su aguda mirada.

Roselyn White sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sin embargo, enseguida parpadeó para dar su confirmación.

El cañón de la pistola de ese hombre estaba apuntando a su cabeza; cualquier movimiento en falso, y definitivamente sería su fin.

Ella acababa de terminar su primer viaje de Uber de la noche cuando un extraño se subió a la fuerza y la secuestró.

El miedo la hizo quedarse completamente inmóvil. A poca distancia, varios hombres de traje negro avanzaban con armas desenfundadas mientras escaneaban con la vista el área como cazadores acechando a su presa.

"Él está solo hoy; es nuestra mejor oportunidad para asesinarlo. Además, inhaló una dosis alta de ese fuerte afrodisíaco, y está a punto de hacer efecto. No puede haber ido lejos. Si no encontramos a Nathan Lawson, el jefe nos va a lanzar a la Bahía de los Cocodrilos".

A medida que los pasos del grupo se desvanecían, Roselyn miró por el espejo retrovisor y notó que el hombre en el asiento trasero tenía el rostro inusualmente rojo.

Era obvio que se trataba de Nathan, el objetivo que esos tipos buscaban.

Curiosamente, ese nombre le sonaba familiar. De hecho, sentía que lo había escuchado en algún lugar antes.

"No intentes nada estúpido. Enciende el auto", ordenó Nathan, como si leyera los pensamientos de la mujer. Y con expresión feroz, desactivó el seguro del arma.

Los latidos de Roselyn iban a mil por hora, pero permaneció rígida. A fin de cuentas, tenía una pistola apuntándola directamente.

"Oiga, señor, puedo darle dinero para que pida otro viaje, ¿está bien? Mi abuelo está en la UCI, y yo solo estoy tratando de ganar un poco de dinero para ayudarlo. Últimamente he estado trabajando muy duro en dos empleos, y ahora de repente usted me pone una pistola en la cabeza. ¿Por qué me pasa esto a mí?". Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras se aferraba a cualquier atisbo de misericordia que ese hombre pudiera tener.

En ese momento, él se desplomó en el asiento trasero, y su respiración comenzó a volverse irregular mientras sentía su cuerpo arder desde dentro. El afrodisíaco con el que lo habían drogado estaba haciendo efecto, por lo que su percepción de la realidad estaba algo nublada.

No obstante, captó el genuino temblor de agotamiento en la voz de la chica.

Lo cierto era que no había planeado poner en peligro a nadie esa noche. Es decir, solo había asistido a la fiesta de cumpleaños de su mentor, sin guardias, y ahora estaba allí, sin otra opción que involucrar a una extraña.

"Llévame a este lugar. Rápido...", murmuró, apenas logrando controlarse, y le entregó la dirección.

Roselyn pensó en resistirse, pero el frío cañón de la pistola sobre su piel la disuadió.

A pesar de que las piernas le temblaban, la sensación de peligro la hizo actuar rápidamente y, tras introducir la dirección en el GPS, sacó el auto del estacionamiento subterráneo. Mientras tanto, Nathan ya estaba jadeando en el asiento trasero.

Después de meses dedicándose a eso, Roselyn conocía todas las rutas de la ciudad como la palma de su mano.

Sin embargo, el destino en su pantalla estaba muy lejos de su ruta habitual, de modo que no conocía la zona. Incluso el GPS lo marcaba con una estrella, lo cual le pareció extraño.

De todos modos, no había tiempo para pensar demasiado en ello.

Ella siguió el camino hacia un denso bosque y, cuando finalmente se detuvo, miró hacia atrás. "Señor, ¿es aquí?".

Nathan estaba desplomado contra el asiento, pero todavía se aferraba al arma como si su vida dependiera de ello.

Al no recibir respuesta, la chica soltó una exhalación pesada mientras desabrochaba su cinturón de seguridad. Luego salió del auto y abrió la puerta trasera.

En el instante en que se inclinó, unos dedos se aferraron a su muñeca. Entonces perdió el equilibrio y cayó hacia adelante, aterrizando justo encima de Nathan.

El cuerpo de este emanaba un calor bastante intenso.

"Debería al menos pagarme", comentó Rosalyn con voz temblorosa mientras presionaba su palma fría contra el pecho ardiente del hombre para apartarse.

La compostura de Nathan había estado pendiendo de un hilo, y ese toque la terminó de destruir.

Al instante, la chica notó lo que sucedía. En cuanto sintió la gran mano sujetar su barbilla, notó el deseo desenfrenado y voraz en los ojos del hombre, y supo exactamente lo que él quería.

Dentro de las sombras del asiento trasero, el peligro se sentía en el aire mientras la brisa nocturna se agitaba afuera.

            
            

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