La Boda que Nadie Esperaba
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Capítulo 1

He renacido.

El olor a uva fermentada y tierra húmeda de La Rioja me confirma que no es un sueño.

Esta es la bodega de mi padre, el lugar donde crecí, el lugar que perdí por un hombre.

En mi vida pasada, mi padre, un renombrado productor de vino, arregló mi matrimonio con Alejandro, el hijo del alcalde. Creía que aseguraba mi futuro y el prestigio de nuestra familia.

Pero Alejandro estaba enamorado de otra, Sofía. Me culpó por su infelicidad, y su resentimiento se convirtió en un veneno que destruyó a mi familia.

Nuestra bodega quebró, mi padre murió de pena y yo... yo terminé mis días sola y rota, mientras Alejandro lloraba a Sofía, quien murió joven y se convirtió en su mártir personal.

Ahora, el destino me ha dado una segunda oportunidad.

Hoy es la fiesta de la vendimia, el día en que todo comenzó.

Las jóvenes del pueblo lanzan coronas de flores, y el hombre que la atrapa se convierte en su prometido.

En mi vida anterior, lancé mi corona directamente a Alejandro. Él la atrapó con una sonrisa forzada, sellando nuestra desgracia.

Esta vez, no cometeré el mismo error.

Veo a Alejandro entre la multitud, guapo y carismático como siempre. Sofía está a su lado, mirándolo con adoración.

Cuando llega mi turno, lanzo mi corona de flores al aire, sin mirar a nadie, dejándola al azar.

Alejandro, como esperaba, se lanza para atrapar la corona de Sofía, ignorando la mía por completo.

Mi corona vuela sin rumbo, hasta que un hombre alto, de aspecto humilde y manos curtidas por el trabajo, la atrapa por accidente.

Es un jornalero, uno de los muchos trabajadores de temporada.

La multitud murmura, algunos se ríen. La hija del gran bodeguero prometida a un simple trabajador. Es un escándalo.

Mi padre palidece. Mi madre parece a punto de desmayarse.

Pero yo camino hacia el jornalero con la cabeza alta.

"Acepto", digo con voz clara y firme.

Todos se quedan en silencio. Alejandro me mira, confundido, como si no entendiera por qué no estoy llorando.

Prefiero a un jornalero honesto que a la serpiente que me destruyó. Esta vez, elijo mi propio camino.

Esta vez, protegeré a mi familia.

            
            

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