Capítulo 2 Capi 2

Destinado a vivir o morir, era una de las historias que siempre su madre le contaba como cuento para dormir, terrorífico ¿no?, pero sin embargo era la que le gustaba oír antes de ir a la cama. La manera en que su madre relataba el cuento de alguna manera lo hacía sentir como si de su vida se tratase, los hechos a su alrededor hacia que todo tuviera sentido, pero en su inocencia creía que todo es producto de su imaginación, el mundo no debía ser tan malvado como se relataba en la historia de su madre.

- Mamá ¿cómo sabes si tu destino es vivir o morir? - Preguntaba Matías cuando tenía tan solo 7 años.

- Pues depende cariño. - Responde con cariño acariciando la cabellera negra de su pequeño.

- ¿De qué mami?.

- Cuando luches con esa otra persona, si quieres que viva entonces tú debes de morir.

- Y ¿por qué no pueden vivir los dos? Yo no quiero que muera nadie. - Decía con la mirada triste, no podía entender esa lógica, acaso todo debe acabar con la muerte de una persona?

- La lógica de esta historia cariño es que uno debe morir para que el otro viva, lamentablemente el final debe llegar para uno de ellos.

- No me gusta esa lógica mami, no puede uno dejar de pelear para que el otro viviera?.

- Es solo una historia cariño, deberíamos de leer otras más adecuadas para ir a dormir, con esta tendrás pesadillas. – Decía su madre intentando persuadirlo.

- Me gusta esta, sé que no debe de terminar de esa manera mamá...

* * * * * * * * * * * * * *

Cuando su madre estaba con trabajo de parto, se encontraba dentro de su casa viendo el televisor en la comodidad de su sala, de inmediato en cuanto sintió los fuertes dolores que anunciaban su venida llama a la estación de taxi para que la buscaran, mientras estaba de camino llama a su esposo que estaba en su lugar de trabajo para que fuera al hospital donde había realizado todos sus controles. El hombre se encontraba emocionado, esa noticia lo hizo dar un brinco de alegría, en cuanto colgó la llamada avisa a sus superiores que debía retirarse e ir al hospital, toma sus pertenencias para subir a su vehículo para ir de prisa, estaba tan emocionado y nervioso a la vez, el tráfico era bastante pesado a esa hora que sin medir el riesgo decide adelantarse al auto que se encontraba frente suyo, pero un vehículo de gran porte que venía a gran velocidad porque había perdido los frenos lo lleva por delante provocándole la muerte de inmediato.

Su nacimiento fue un momento de felicidad y tristeza para su madre. La noticia de la muerte de su esposo llegó a ella tras horas luego del parto.... solo podía ver al pequeño en sus brazos alimentándose de su seno ignorante a la ausencia de ese ser que lo esperaba con tanto anhelo. Podía recordar el día que le ha dado la noticia del hijo que tanto habían buscado, luego de muchos intentos por fin lograron el tan ansiado momento de ver las dos rayas en la prueba de embarazo, con una gran sonrisa su mirada se había iluminado en gran manera, que su esposa se sentía dichosa. Pero este era un momento que no se dejaría derrumbar, gracias a ese pequeño ser que dependería de todo su amor y atención.

Matías, ha crecido y se convirtió en un joven muy pacifico de pocas palabras, amado por su madre que lo acompañaba a donde iba, como era único hijo toda la atención fue puesta en él.

Matías amaba su vida, a pesar de que lo único que lo marcaba era que donde iban la tragedia los seguía, su madre y él se mudaba cada año de ciudad pero esta vez decidieron quedarse en una para que este pudiera terminar sus estudios en la universidad. Esa fue una de las razones de por qué no hacia amigos, odiaba el hecho de tener que mudarse para mantenerlo resguardado.

Buscando donde podría inscribirse, le recomendaron una que no quedaba muy lejos de su hogar, pero si una distancia considerable como para ir en bus todos los días. La carrera que decidió seguir no era muy fácil de estudiarla, por eso no había mucho de donde elegir en cuanto a universidad. Pero quería intentar estudiar algo que lo ayudara a entender que sucedía a su alrededor.

- Matías cariño, mañana iremos a inscribirte - Decía su madre llevándose una cucharada de la sopa que había hecho para la cena.

- Esta bien mamá... - Responde con una sonrisa emocionado.

- Habiendo tantas carreras, ¿por qué preferiste esta?

- No lo sé, solo me interesó y creo que puedo seguirla, este será mi segundo año.

- Ya lo sé cariño, pero no todas las universidades tienen esta carrera, me preocupa que tengas que viajar todos los días en bus.

- Mamá ya no soy un niño, puedo cuidarme solo. – Dice ladeando los ojos.

- Sé que crees poder hacerlo solo, pero no puedo dejar de preocuparme, sabes que cualquier cosa por más mínima que sea debes de avisarme, ¿no?

- Sii mamá, llevamos mucho tiempo mudándonos de diferentes lugares, solo espero que esta vez podamos quedarnos aquí, me gusta esta ciudad.

- Yo también deseo lo mismo - Dice su madre con la mirada triste.

- No te pongas triste mamá, siento que este es nuestro lugar...

- Es lo que me aterra amor, que este sea el lugar... - Su madre poniéndose de pie toma los cubiertos para llevarlos a lavadero. No quería que la vea con lágrimas en sus ojos.

- Mamá, tu siempre dices cosas sin sentidos... - Dice mirándola desde la mesa, está dándole la espalda de sus ojos comenzaban a brotar esas lágrimas que trataba de retenerlas.

- Ya duérmete, que tenemos mucho que hacer en la mañana... - Intenta con esfuerzo que no notara su voz raspada.

- Descansa mamá... - Responde poniéndose de pie para ir a su habitación.

- Tu también...- Dice su madre para apagar la luz e ir a su habitación luego de haber lavado todos utensilios.

Te amo tanto hijo mío, que solo de pensar que este pueda ser el último lugar donde pueda tenerte conmigo, quisiera alejarte de aquí y de cualquier lugar que podría llevarte a ese evento, pero ya no podemos huir de lo inevitable, solo tú eres dueño de tu destino... yo solo puedo estar a tu lado todo el tiempo que pueda...

            
            

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