Capítulo 7 Me emborraché en el bar

En ese momento, estaban dando un programa de farándula.

Originalmente, ese tipo de programas consistía solamente en una conversación por diversión y no llamaba mucho la atención de las personas. Sin embargo, esta vez, la diferencia era que el protagonista de ese día era Jeremy Ou.

Obviamente, lo habían filmado en secreto, y el video mostraba claramente a Jeremy visitando a Jessie Liang por la noche. Ambos se abrazaron en la puerta y entraron juntos a la casa.

El video mostraba incluso el momento exacto de la entrada y salida del hombre en la casa de su amante.

La noticia no fue larga y, tan pronto como Sherry y Linda levantaron la cabeza, vieron la escena en que Jessie se lanzaba a los brazos de Jeremy.

Después de ver el video, esta última entendió la situación y, al volver a mirar a su amiga, la encontró bebiendo su refresco con una expresión apagada.

Frunciendo el ceño y mordiendo la pajita, Linda dejó escapar un largo suspiro.

Ella tenía una buena relación con Sherry e, incluso, la conocía mejor que el mismo Jeremy. Ella era una de las pocas personas que sabía que su amiga estaba casada con ese hombre. Además, era quien más sabía sobre el estado de su relación.

"Sherry, no le des tantas vueltas. Esos paparazzis casi siempre publican noticias malas y la mayoría ni siquiera son ciertas. Después de todo, fui testigo de lo amable que era contigo antes de que se casaran. Ustedes...", Linda no terminó su oración y lo único que podía hacer era consolar a su amiga, aunque estaba segura de que lo que había aparecido en la televisión era cierto.

"Estoy bien. No te preocupes", le sonrió Sherry sacudiendo la cabeza.

Ella tenía muy claro lo que era verdad y lo que no, pues ya lo había visto todo y una noticia no significaba nada para ella.

Su expresión y su respuesta fueron muy naturales, pero eso no tranquilizó a Linda. Por el contrario, se sentía muy nerviosa, preocupada de que esta tomara el asunto con demasiada frialdad.

"No tienes que hacerte la fuerte conmigo. Pase lo que pase, siempre estaré a tu lado", le dijo la muchacha, y pensó mucho en el asunto por un momento, así que decidió hacer algo por su amiga. Media hora después, llevó a Sherry a un bar.

"Sherry, puedes divertirte aquí. ¡Es mi regalo para ti!", le dijo ella con confianza, pues, como era millonaria, le preocupaba poco el dinero.

Como la joven sabía que Linda provenía de una familia acomodada, sonrió y, finalmente, se sintió acogida.

Afortunadamente, todavía tenía a su mejor amiga.

"De verdad que estoy bien. Linda, este lugar es un desastre. ¡Mejor vámonos!", le dijo ella, quien, al echar un vistazo a su alrededor, no pudo evitar fruncir el ceño.

La mirada cobarde de su amiga molestó a Linda, así que la agarró de la mano y la sentó en un sofá, diciendo:

"Apenas llegamos al bar. ¿A qué le tienes miedo? Jeremy tiene muchas mujeres". '¿Por qué él puede lastimarla sin escrúpulos, pero ella no se atreve a lastimarlo ni una sola vez?', pensó Linda.

Incapaz de convencerla, Sherry no pudo hacer nada más que quedarse sentada ahí en ascuas.

El camarero rápidamente les sirvió frutas, vinos y algunas otras bebidas. La mesa estaba llena de todo tipo de platos. Sherry se sintió aliviada cuando se dio cuenta de que los tragos tenían poco alcohol.

Varios hombres guapos, aparentemente camareros del bar, se acercaron a ellas uno tras otro.

"Linda, ¿te volviste loca?", le dijo la joven, quien casi saltó del sofá cuando vio que un camarero se acercaba directamente a ella.

Esta suspiró, se levantó y la empujó de vuelta al asiento.

"Sherry, ahora que estás aquí, déjate llevar. ¿Por qué estás asustada?", le dijo Linda con valentía y evitó que su amiga se pusiera de pie nuevamente.

"Acabo de pedirles a estos hombres guapos que nos sirvan. Hay demasiados chismes sobre Jeremy y a él nunca le ha importado cómo te sientes. ¿Por qué tendría que importarte a ti? Llevas casada tres años, has tolerado muchas cosas y te has menospreciado. ¿No estás cansada de eso, Sherry?", le dijo su amiga.

Los hombros de Sherry se contrajeron, al igual que su corazón.

¿Acaso no estaba cansada? Claro que sí, por eso firmó el acuerdo de divorcio y ya no tenía nada que ver con Jeremy.

"Linda, ¡bebamos! ¡Sí, hagámoslo! ¡Bebamos!", dijo Sherry, y le dio un fuerte abrazo a Linda con los ojos llorosos mientras, a su vez, agarraba el colorido cóctel y se lo bebía.

Los camareros se sentaron con ellas y trataron de alegrarlas.

La luz era imparable, lo cual hacía que la sonrisa de todos se volviera verdadera o falsa.

Sherry bebió un vaso tras otro y, cuando sintió que la cara se le sonrojaba, comenzó a reír fuertemente con los demás.

Sabía que estaba borracha, de lo contrario, no se reiría así, tan feliz. Todavía tenía el corazón dolorido, así que quiso emborracharse aún más.

Los camareros la persuadían para que siguiera bebiendo y ella no los rechazó.

De repente, una voz tímida sonó: "¡Paren! Se intoxicará con tanto alcohol". Cuando Sherry tomó el vaso, el hombre que les había hablado a los camareros se lo arrebató.

Antes de eso, él estaba sentado en una esquina, pero ella no lo había visto.

"¡No es asunto tuyo! Si no quieres beberlo, entonces...", La muchacha frunció el ceño con impaciencia, y planeaba decirle que se fuera, pero cuando vio sus ojos evasivos, quedó estupefacta y olvidó todas las palabras.

Esos ojos.