Capítulo 5 Ella no me pidió ni un centavo

Hoy fue un día pésimo para Killian. Originalmente, pensó que era algo bueno divorciarse de Vanessa.

Desafortunadamente, poco después de que la noticia de su divorcio se extendiera, el teléfono de Killian fue bombardeado con llamadas de sus amigos.

Todos lo cuestionaban por el divorcio.

Bueno, no era una pregunta difícil de responder, y Killian tampoco tenía la intención de mantenerlo en secreto. Además, después de lo que había pasado por la mañana, ¿cómo podría la gente no saberlo?

"Sí, estamos divorciados", respondió Killian con sinceridad y voz fría.

La persona al otro lado de la línea respiró hondo. "Dios mío, ¿esa tonta por fin se rindió contigo? Killian, por un momento, ni siquiera sé si debería felicitarte o compadecerte. En nuestro círculo, Vanessa es la única que hace girar su vida en torno a su esposo. Va a ser difícil encontrar otra mujer como ella. Aparte de ser un poco estúpida, débil, pobre y materialista, en realidad es una dama bastante fina".

Killian se quedó atónito, y se preguntó qué clase de gente eran sus amigos. Al fin y al cabo, había pensado que escucharía palabras de felicitación.

Lo peor fue que recibió llamadas de ese tipo tres veces seguidas. Su rostro se ensombreció como una tormenta. Sin embargo, la cosa no acabó ahí. Después de lidiar con sus amigos regodeándose por teléfono, Gavin de repente le dijo que Julia estaba allí.

La noticia de su divorcio de Vanessa se extendió como la pólvora en Internet. Era evidente para qué había venido su madre.

Julia se llenó de alegría al escuchar que Vanessa y Killian se habían separado. Sin embargo, cuando vio el artículo en la lista de tendencias, se sintió contrariada. No podía entender cómo Edmund se había involucrado con Vanessa.

Se decía que él había estado enamorado de Vanessa durante años. A pesar de saber que era imposible que estuvieran juntos, él aún esperaba que Vanessa pudiera dejar a la familia Bates para terminar con su sufrimiento. Ahora que ella se había divorciado, Edmund, que era su buen amigo y también su antiguo admirador secreto, se sentía en la cima del mundo.

Aunque el texto no era largo, Julia pudo sentir los significados implícitos detrás.

Entró directamente en la oficina de Killian y preguntó: "Dime la verdad. ¿Vanessa te pidió el divorcio porque te estaba engañando?".

Aunque su matrimonio de tres años había sido nominal, ningún hombre estaba dispuesto a que le pusieran los cuernos.

La expresión de Killian se oscureció al instante. "Mamá, ¿de qué hablas?".

Después de ser confrontada por Vanessa unos días atrás y descubrir que a su hijo probablemente le habían puesto los cuernos al leer los artículos en línea, Julia no podía calmarse.

"¡Mira! ¡Tan pronto como saliste del juzgado, su pretendiente fue a recogerla! ¿Quién sabe si ya llevaban mucho tiempo juntos? ¿Cómo podemos soportar esto?".

Killian había estado abrumado por el trabajo desde que volvió del juzgado. Esperaba que la noticia de su divorcio se filtrara en línea, pero nunca se le había ocurrido que acabaría así.

Cuando vio que se decía que Vanessa había sido el amor platónico de Edmund durante muchos años, sintió una punzada en el corazón. Se preguntó si lo que decía su madre era cierto, considerando lo decidida que había estado Vanessa a divorciarse de él.

Sin embargo, volvió en sí poco después. Aunque no le gustaba Vanessa, sabía que su madre le había pedido que hiciera las tareas del hogar durante todo el día. Era imposible que ella tuviera tiempo para engañarlo.

"Mamá, ya me separé de Vanessa. Fue un divorcio amistoso y ella no me quitó nada. A partir de ahora, pensemos que no existe. Será mejor que pases menos tiempo leyendo esas noticias de farándula".

Julia se quedó de piedra. No solo estaba furiosa por el tema en tendencia; también porque pensaba que Vanessa debía haberles exigido una gran cantidad de pensión alimenticia.

No podía creer lo que escuchaba. "¿No se llevó nada? ¿No se casó con nuestra familia por dinero? ¿Cómo pudo no pedir nada?".

Killian no quiso hablar más con su madre, así que llamó a Gavin. "Muéstrale a mi madre el acuerdo de divorcio". Luego, agarró su abrigo y se fue.

Mirándolo de espaldas, ella preguntó: "¿Vienes a casa a cenar conmigo?".

"Tengo algo más que hacer".

Killian rara vez regresaba a la residencia Bates por la presencia de Vanessa. Además, su relación con su madre tampoco era tan buena como parecía.

Cuando Killian volvió a su apartamento, por fin sintió la tranquilidad. Había estado tan ocupado todo el día que no había tenido tiempo de pensar con calma en su divorcio de Vanessa. Esta mañana fue al juzgado solo para ver qué tramaba ella.

Sin embargo, nunca se le pasó por la cabeza que realmente se divorciaría de él. Vanessa era materialista y lo amaba con un corazón sincero, justo como dijo su amigo, Caleb Adam, era una persona codiciosa que quería tanto su dinero como su amor, así que ¿cómo podía estar dispuesta a divorciarse tan fácilmente?

Por eso, Killian fue al juzgado sin llevar el acuerdo que ella le dio ese día. Para su sorpresa, en cuanto lo vio, ella le entregó otra copia idéntica del acuerdo.

En ese momento, él estaba un poco confundido y solo hizo lo que Vanessa le dijo. Cuando se dio cuenta, el certificado de divorcio ya estaba en su mano.

Para ser más exactos, en ese momento lo tenía en el bolsillo. Lo sacó y le echó un vistazo. De alguna manera, le dolían los ojos al mirarlo, así que lo tiró a la papelera que había cerca.

De repente, sonó su teléfono. Killian lo miró y no tuvo intención de contestar.

Sin embargo, la otra persona no parecía rendirse.

Con cara larga, agarró el teléfono. Su rostro se volvió aún más sombrío al ver el identificador de llamadas. "¿Qué pasa?".

Era Caleb, que se había regodeado de su desgracia hacía solo dos horas. Killian no podía pensar en otra cosa que su amigo pudiera hacer que burlarse de él otra vez.

"¿No vas a celebrar tu divorcio?".

"¡Cállate!". Maldijo, sin querer hablar con Caleb.

Justo cuando estaba a punto de colgarle a su amigo, Caleb dijo de repente: "Por cierto, ahora estoy en la fiesta de Vanessa. Tu exesposa es muy generosa. Esta noche está pagando todas las consumiciones de la primera planta de Nite Tavern. Debe de haberte pedido una fortuna, ¿verdad?".

Killian frunció el ceño: "Ni un centavo".

Caleb se quedó de piedra.

Todo el mundo en la ciudad sabía lo materialista que era Vanessa.

Cuando Julia se desmayó por hipoglucemia, Vanessa estaba allí y la llevó al hospital. Incluso pidió 10 millones de dólares a cambio de su favor. Sin embargo, antes de que Killian pudiera aceptarlo, cambió de opinión y pidió 100 millones de dólares en su lugar.

En aquel entonces, alguien grabó un video y lo publicó en Internet. Killian se puso furioso de inmediato, pero ella seguía sin estar satisfecha. Luego le pidió que se casara con ella.

En resumen, 100 millones de dólares no bastaban para satisfacer la codicia de Vanessa por el dinero. Quería aferrarse a Killian por su estatus y su riqueza.

Nunca fueron una verdadera pareja en sus tres años de matrimonio. Todo el mundo en el círculo se reía de Vanessa. Pensaban que Vanessa le pediría al menos cientos de millones a Killian después del divorcio.

Sin embargo, en ese momento, Killian dijo que ella ni siquiera le había quitado un centavo.