Enamorado de la diosa vengativa
img img Enamorado de la diosa vengativa img Capítulo 2 Un desempeño mediocre
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Capítulo 7 Un gesto inesperado img
Capítulo 8 Bajo la mesa img
Capítulo 9 Alergia img
Capítulo 10 La burla de Charles img
Capítulo 11 Un juego de apariencias img
Capítulo 12 Una escena comprometedora img
Capítulo 13 Un matrimonio innegociable img
Capítulo 14 Ver para creer img
Capítulo 15 River Conner img
Capítulo 16 La enfermedad de la abuela img
Capítulo 17 Fuera de peligro img
Capítulo 18 Una invitada indeseada img
Capítulo 19 El precio del arte img
Capítulo 20 Un gesto inesperado img
Capítulo 21 Semillas de duda img
Capítulo 22 El mundo en línea y la realidad img
Capítulo 23 Contragolpe img
Capítulo 24 Cortina de humo img
Capítulo 25 Quererlo todo img
Capítulo 26 Acoso img
Capítulo 27 Buen trabajo img
Capítulo 28 Brindis img
Capítulo 29 Un amargo consuelo img
Capítulo 30 La furia de una amiga img
Capítulo 31 : La acusación img
Capítulo 32 : Un violento despertar img
Capítulo 33 Corazón artificial img
Capítulo 34 Recurrir a él img
Capítulo 35 Una oferta ineludible img
Capítulo 36 Ocúpate de tus asuntos img
Capítulo 37 : Irritación img
Capítulo 38 Un golpe bajo img
Capítulo 39 Sin rodeos img
Capítulo 40 Una mentira bien contada img
Capítulo 41 Derek McKay img
Capítulo 42 : Siempre hay una manera img
Capítulo 43 Wayne resultó herido img
Capítulo 44 El precio del regreso img
Capítulo 45 Un pretendiente indeseado img
Capítulo 46 Un rasgo de familia img
Capítulo 47 : No eres la primera img
Capítulo 48 Habitación 888 img
Capítulo 49 : Una extraña obsesión img
Capítulo 50 Complácelo img
Capítulo 51 El precio de un favor img
Capítulo 52 : ¿Estás ciego img
Capítulo 53 Me obligaste a ser rudo img
Capítulo 54 : ¿Se te comió la lengua el gato img
Capítulo 55 Estoy aquí img
Capítulo 56 : Un as bajo la manga img
Capítulo 57 : Una oferta sin valor img
Capítulo 58 : Una larga historia img
Capítulo 59 Un acuerdo de conveniencia img
Capítulo 60 La provocación de Rylie img
Capítulo 61 Una decisión inalterable img
Capítulo 62 Un matrimonio apresurado img
Capítulo 63 : Las condiciones del pacto img
Capítulo 64 La señora Wilson img
Capítulo 65 : Vine por lo que es mío img
Capítulo 66 Déjala marchar img
Capítulo 67 Cien mil dólares por una canción img
Capítulo 68 : Una condición innegociable img
Capítulo 69 El dinero no es problema img
Capítulo 70 El precio del silencio img
Capítulo 71 Una grieta en el hielo img
Capítulo 72 Una cruel piedad img
Capítulo 73 ¿Por qué estás aquí img
Capítulo 74 Tienes suerte img
Capítulo 75 Familia img
Capítulo 76 : Ya lo sabrás img
Capítulo 77 Llámame Charles img
Capítulo 78 Stanley Desmond img
Capítulo 79 Una ausencia inesperada img
Capítulo 80 Manjares en la vigilia img
Capítulo 81 : De nuevo en tendencia img
Capítulo 82 : Bajo control img
Capítulo 83 La medida de la gratitud img
Capítulo 84 Celos img
Capítulo 85 : Celos inesperados img
Capítulo 86 Molesto otra vez img
Capítulo 87 Una pieza fuera de lugar img
Capítulo 88 El objeto del deseo img
Capítulo 89 : No desperdicies la comida img
Capítulo 90 El mundo es un pañuelo img
Capítulo 91 El peso de un apellido img
Capítulo 92 ¿A quién le dices perra img
Capítulo 93 Sé quién es mi gente img
Capítulo 94 Tengo una hermana img
Capítulo 95 : La promesa de un hogar img
Capítulo 96 Una cama para dos img
Capítulo 97 Furia y confusión img
Capítulo 98 : Conoce a tu cuñada img
Capítulo 99 La muñeca herida img
Capítulo 100 Una elección img
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Capítulo 2 Un desempeño mediocre

Charles y Sabrina apenas se habían visto un par de veces.

En esos encuentros, ella siempre se había mostrado dócil y sumisa junto a Liam, el retrato de la novia perfecta. Aquella dulzura contrastaba por completo con la irritación que ahora crispaba sus facciones.

Las palabras de Charles desataron una furia indescriptible en Sabrina. "¿Vengarme de él? No vale la pena", espetó, con la voz cargada de desprecio.

Antes, cuando hablaba de Liam, sus palabras rebosaban admiración y amor. La amargura y el desdén que ella mostraba ahora desconcertaban a Charles.

Ajena a los pensamientos de él, Sabrina tenía claro que no cometería la imprudencia de usarlo para vengarse de aquel embustero de Liam.

Charles era famoso por su frialdad implacable; no era un hombre con el que se pudiera jugar. Usarlo para vengarse de Liam equivalía a firmar su propia sentencia de muerte.

Además, el corazón de Charles ya le pertenecía a otra mujer, y Sabrina no tenía ningún deseo de verse envuelta en esa complicación.

Lo suyo con Charles no había sido más que un accidente, y recordar la noche de pasión que habían compartido solo le provocaba una profunda amargura.

No solo había perdido su virginidad, sino que ahora, además, debía enfrentar aquel malentendido.

"Qué tonta eres, Sabrina", se recriminó.

Finalmente, alzó la vista, con los ojos llenos de lágrimas que se esforzaba por contener.

"Lo de anoche fue un accidente", aclaró. "Liam y yo ya no estamos juntos, así que no te usaría para vengarme. No soy tan insensata, ¿o sí?".

Muchas mujeres anhelaban formar parte de la familia Wilson, pero Sabrina ya no albergaba ese deseo.

¿Venganza?

Qué idea tan absurda.

Ella solo intentaba lidiar con su propio dolor.

Aunque Sabrina era la heredera legítima de la familia White, había sido criada por su abuela en el campo. Era el polo opuesto de Rylie, la hija adoptiva que, tras usurpar su lugar, había recibido todos los mimos de sus padres.

Desde que regresó con los White, solo su abuela y Liam, su prometido desde la infancia, le habían mostrado algo de cariño.

Para una Sabrina que sentía que se ahogaba, Liam había sido su salvavidas, su única ancla en el mundo.

Pero encontrarlo con Rylie había destrozado su último hilo de esperanza.

"No me importa lo que haya pasado entre tú y Liam, pero lo de anoche debe quedar solo entre nosotros. Después de todo, soy su tío".

Charles mantenía una expresión severa. Su encanto maduro era innegable, pero aun así se sentía distante.

Sabrina sorbió por la nariz, consciente de la advertencia implícita en sus palabras.

La idea la golpeó: ¿el tío de Liam? El asco la invadió. Acababan de pasar la noche juntos.

¡Los hombres no eran más que bestias disfrazadas!

Decidida a quebrar su fachada de compostura, Sabrina le sostuvo la mirada sin vacilar.

"¿Algo más?", preguntó Charles con el ceño aún más fruncido.

Sabrina guardó silencio un instante. Acto seguido, buscó en su bolsillo y le arrojó un billete de diez dólares.

"Tienes razón, lo de anoche es un secreto", concedió. "Pero, ¿sabes una cosa? Tu técnica está algo oxidada. Siendo generosa, diría que tu desempeño fue mediocre; cualquier novato lo haría mejor. Para serte sincera, me dejaste insatisfecha. Aquí tienes diez dólares. Considera que estoy siendo muy generosa".

El billete aterrizó suavemente frente a él.

El rostro de Charles se ensombreció y su habitual compostura saltó en pedazos.

"¡Sabrina White!".

La voz furiosa de Charles la alcanzó cuando ya se estaba alejando. "Permíteme recordarte algo: tu cuerpo anoche fue mucho más honesto que tus palabras".

Sabrina se detuvo un instante, pero reanudó la marcha de inmediato, con la ira y la vergüenza carcomiéndola por dentro.

La mirada de Charles, normalmente gélida, destelló con molestia al posarse sobre el billete de diez dólares.

Al reparar en una mancha de sangre sobre la sábana, un destello fugaz e indescifrable cruzó su mirada, antes de que esta recuperara su frialdad habitual.

            
            

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