Capítulo 5 Autosuficiencia

Aún aturdida, Sabrina le contó a Pauline lo que había ocurrido la noche anterior.

Pauline la miraba con los ojos como platos, sin poder articular palabra. "Espera... ¿de verdad le diste los diez dólares a Charles?".

"Sí", asintió Sabrina, con una punzada de arrepentimiento. "Busqué en mi cartera y era todo lo que llevaba encima. Si lo hubiera sabido, no habría sido tan generosa en el bar".

"¿Y ese es el principal problema aquí?", exclamó Pauline. "Sabrina, ¿acaso te das cuenta de con quién pasaste la noche? ¡Era Charles, mujer! ¡Te sacaste la lotería!".

"¿Hablas en serio?", replicó Sabrina, frustrada. "Intentaba alejarme de la familia Wilson. Liam sigue rondando y ahora aparece Charles. Simplemente no puedo librarme de ellos".

"Tal vez sea el destino", reflexionó Pauline. Luego, agregó: "Olvídate de Liam. Con Charles no tienes nada que perder". "¿Tienes idea de cuántas propiedades tiene a su nombre? Si te casas con él, tal vez ya no necesites dedicarte a esto de los streams. ¡Quién sabe!".

"Basta", la interrumpió Sabrina, harta. "No creo que pudiera soportar una vida tan fácil. La autosuficiencia me parece la opción más segura".

Pauline frunció los labios, pero decidió no insistir.

Como su mejor amiga, sabía que cuando Sabrina tomaba una decisión, no había marcha atrás.

"Bueno, volvamos a lo importante", dijo Pauline, poniéndose seria. "Esta mañana me contactaron de Radiance Entertainment. Quieren que produzcas un álbum y están dispuestos a negociar el pago".

¿Radiance Entertainment?

¿No era ahí donde trabajaba Rylie?

Sabrina sabía que Radiance Entertainment contaba con algunos de los mejores compositores y letristas de la ciudad. Y Rylie era, ciertamente, una artista reconocida y talentosa. Entonces, ¿por qué necesitarían subcontratar la producción de un álbum?

Sabrina intuyó que había algo extraño en todo el asunto.

"¿Y qué les respondiste?", preguntó Sabrina.

"Aún no les he dado luz verde", contestó Pauline, sacudiendo la cabeza ligeramente. "Es una decisión importante y creo que lo mejor es que la tomes tú. Sin embargo...".

Hizo una pausa antes de continuar: "En los últimos años has generado muy buenos ingresos, pero entre los altos gastos médicos de tu abuela y tu horario de trabajo irregular, nuestros ahorros han disminuido bastante". "Cuando paguemos las facturas médicas de tu abuela del próximo mes, no nos quedará casi nada".

Sabrina se sorprendió.

Como una popular creadora de contenido con millones de seguidores, ganaba una suma considerable. Sin embargo, había estado inactiva por casi medio año para cuidar de su abuela. Pensaba que sus ahorros les alcanzarían por un tiempo, pero al parecer las reservas se agotaban más rápido de lo que había previsto.

Se lamentó en voz alta: "Rayos, ojalá no hubiera regalado ese dinero esta mañana. ¡Hasta diez dólares sirven! Podría haberme comprado un plato de fideos calientes en lugar de dárselos a ese imbécil de Charles".

Sabrina respiró hondo y tomó una decisión pragmática. "De acuerdo, contacta a Radiance Entertainment. Veamos qué proponen".

"Muy bien".

"Ah, ¿y recuerdas a la persona que quería comprar mi cuadro? ¿Podrías organizarme una reunión?".

"¡Claro!".

Una vez que terminaron de hablar de trabajo, sonó el teléfono de Sabrina. En la pantalla brillaba el nombre de Liam. Su mirada se clavó en la pantalla y sus ojos se endurecieron, volviéndose gélidos.

Desde que ella había regresado con la familia White, Liam se había mostrado excesivamente atento. Al principio, creyó haber encontrado a un buen hombre, pero no podría haber estado más equivocada.

A pesar de ser una mujer de negocios astuta, había caído en su engaño.

El recuerdo del romance entre Liam y Rylie le provocó una oleada de náuseas.

Aun así, atendió la llamada con un tono casual para ocultar sus verdaderos sentimientos. Liam preguntó: "Sabrina, ¿dónde te metiste anoche? Te llamé muchísimas veces y no contestaste. ¡Estaba a punto de llamar a la policía!".

¿Llamar a la policía?

Sabrina soltó una risa burlona. Si la desfachatez fuera un delito, Liam estaría cumpliendo cadena perpetua.

"Estoy bien", respondió ella con indiferencia. "No me sentía bien, bebí un poco de más en el bar y terminé quedándome en casa de mi mejor amiga".

"¿No te sentías bien?", se escuchó la voz de Liam, seguida de una risita. "¿Es porque estás nerviosa por nuestro inminente compromiso?". "Nos casemos o no, la forma en que te trato no va a cambiar. Pero la próxima vez no salgas a beber sola. ¿Y si te hubiera pasado algo?".

En el pasado, escuchar esas palabras de Liam habría hecho que Sabrina rompiera en llanto.

Pero esos días habían quedado atrás; para ella, él ya no era el mismo.

Había estado viéndose en secreto con Rylie incluso antes de su compromiso, así que, ¿quién podría decir cómo sería después de la boda?

"¿Solo me llamaste para esto?". Sabrina sintió que se le revolvía el estómago y ya no quiso seguir fingiendo.

"También llamé a tu madre", continuó Liam tras una breve pausa. "Esta noche cenaremos con mis padres. No tienes de qué preocuparte, son gente muy tranquila". "Hice que te enviaran un vestido. Pasaré a buscarte más tarde".

Sabrina quiso negarse, pero lo pensó un segundo y aceptó a regañadientes. "Está bien".