Capítulo 5 Promesas rotas

...

El rostro de Damien se ensombreció al instante:"Rori, ¿qué estás diciendo?".

"A Noah le encantaba su avión. Ella lo rompió. Ahora Noah va a llorar".

Chloe lanzó un chillido:"¡Papi, dijo que un muerto va a llorar!".

"¡Basta! ", la orden de Alfa estalló. "Rori, pídele disculpas a Chloe. ¡Ahora!".

"¿Por qué?".

"¡Estás usando a tu hermano muerto para maldecir a una niña enferma! Qué atrevida".

¿Atrevida?

"Damien, ella solo intentaba proteger las cosas de Noah...".

"¿Protegerlas?", el hombre esbozó una mueca burlona, "¡Está maldiciendo a Chloe! Tú y tu hija son iguales. Egoístas. Malvadas. Desagradecidas.

Lágrimas rodaron por las mejillas de mi hija: "¡Te odio! ¡Odio esta casa!". Dio media vuelta y salió corriendo de la habitación.

Intenté seguirla, pero Damien me agarró.

Al día siguiente, llevé a Rori a ver al sanador de la manada.

No había dicho una palabra desde la noche anterior.

El sanador me dijo que era grave.

Estrés postraumático severo.

Al salir de la consulta, recibí una llamada de Jessica.

Jessica era mi amiga de la infancia. Su familia dirigía la red de inteligencia de todo el Territorio del Norte.

"Aquí tienes la lista de bienes de Damien. Y los antecedentes de Clara", dijo, dejando una carpeta sobre la mesa.

Miré los documentos, y el mundo empezó a dar vueltas.

Durante los últimos dos años, mi marido había estado usando nuestros bienes conjuntos para mantener a otra mujer.

"Y hay más", dijo Jessica, pasando a otra página, "Lo de que Clara 'le salvó la vida'".

Presté total atención.

"Revisé todos los registros de hace ocho años. La misión ocurrió, pero Damien nunca resultó herido. Y a Clara... su loba no fue destrozada por una cuchilla de plata".

Jessica señaló una línea de texto.

"Un accidente automovilístico grave hace tres años. Eso fue lo que destrozó a su loba. No tuvo nada que ver con Damien".

Miré el informe y no sentí ira. Solo me reí.

Me reí hasta que mi cuerpo tembló, hasta que las lágrimas corrieron por mi rostro. Riendo de mi propia estupidez. Llorando por mi hijo muerto.

La "responsabilidad" en la que había creído no era más que una mentira patética. Una excusa que él inventó para mantener a su amante cerca.

"No es momento de llorar, Sera", dijo Jessica, tomando mi mano, "Es hora de la venganza".

Alcé la vista, una chispa de esperanza se encendió en mis ojos por primera vez.

No por amor. Por venganza.

"Todo. Quiero saberlo todo".

Escondí la carpeta.

Damien había prometido darle a Rori una fiesta de cumpleaños de compensación, y yo no quería que nada la arruinara.

Perdón por llegar tarde. El Alma Desvanecida de Chloe volvió a repuntar anoche. Estuve en el hospital toda la noche", dijo, mirando las decoraciones de la cocina, "Voy a compensar a Rori".

Parecía recordar que Rori era su única hija de sangre Alfa.

Su última esperanza.

"Quiero hacer algo por ella. Déjame hacer la torta".

Yo estaba atónita.

Durante las siguientes dos horas, lo vi moverse torpemente por la cocina, hasta que logró un pastel apenas presentable.

Estaba desnivelado, pero se notaba el esfuerzo.

Quizás lo había hecho por su futura heredera.

A las tres de la tarde en punto, comenzó la fiesta de cumpleaños.

Solo nosotros tres.

Por un momento, pude olvidarme de Clara y su horrible hija.

Damien encendió las velas, con una sonrisa que parecía genuina. "Pide un deseo, Rori. Papá estará contigo todo el día, no voy a irme".

Rori lo miró, sus ojos llenos de una incredulidad esperanzada. "¿De verdad?".

"De verdad. Hoy es tu día especial".

Mi pequeña cerró los ojos y hizo su deseo.

Justo cuando comencé a titubear, a pensar que quizás realmente estaba cambiando, sonó el timbre.

Fui a la puerta.

Al abrirla, me encontré con Clara y Chloe.

"¿Seraphina? ¿Está Damien en casa?".

"Sí", respondí, haciéndome a un lado.

Clara entró en la sala. Su expresión se tornó complicada al ver la decoración de cumpleaños y la torta.

Sus ojos se encontraron con los de Damien.

"Damien...", la voz de Clara tembló. "Dijiste que hoy era para nosotras...".

Y así, lo supe todo. Nos había engañado a ambas.

"¡Papá!", gritó Chloe al ver a Damien y corrió hacia él de inmediato, abrazándolo. "¿Por qué no viniste por mí? ¡Te estuve esperando mucho tiempo!".

La sonrisa de Rori desapareció lentamente.

Observó a Chloe abrazar a Damien, y la luz en sus ojos se apagaba con cada segundo que pasaba.