Lujuria en la isla
img img Lujuria en la isla img Capítulo 4 Viaje a otras tierras
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Capítulo 6 Insistencia de Leandro img
Capítulo 7 Una cita con Max Ferrer img
Capítulo 8 Encuentro previsto img
Capítulo 9 El novio el problema y es descubierto img
Capítulo 10 Afligido img
Capítulo 11 Propuesta img
Capítulo 12 Su asistente img
Capítulo 13 Su exnovio estás celoso img
Capítulo 14 Secuestro img
Capítulo 15 Max se preocupa por el regreso de Dana img
Capítulo 16 Decepción de Dana img
Capítulo 17 Advertencias img
Capítulo 18 Lourdes visita a su hijo, Max img
Capítulo 19 Naufragio img
Capítulo 20 Huracán img
Capítulo 21 Rechazado por ella img
Capítulo 22 Obsesión de Max img
Capítulo 23 Tentación y lujuria img
Capítulo 24 Pasión de amarla img
Capítulo 25 Rescatados img
Capítulo 26 Enamorado de ella img
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Capítulo 4 Viaje a otras tierras

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Viernes, 4 agosto, 2017

Max se levanta a las 11:00 pm, él tiene un vuelo en la tarde hacia la República Dominicana.

Él desayuna tarde, luego empieza a alistarse mientras ya su empleada le ha cotejado sus maletas.

En su mente, él solo vislumbra aquel lugar con gran emoción de conocer por primera vez al igual que un niño con juguete nuevo.

Posteriormente, llega la hora de marcharse, ya está listo para ir al aeropuerto, entonces se dirige al vehículo donde sus guardaespaldas esperan por él.

Axel Blake Domínguez es uno de ellos y es de su total confianza quien siempre está a su lado.

Mas tarde, Max entra a su avión privado y cabe destacar que serán pocas horas de vuelo.

No tendrá problema con el idioma, ya que lo habla perfectamente porque su padre era español, quien se casó con una linda mujer puertorriqueña, su madre Lourdes Vega.

Después del gran disfrute en Miami, él se dirige a un nuevo destino, otras tierras desconocidas que deleitaron sus ojos cuando sus socios le instaron y mostraron videos de tal belleza.

-Axel quiero comprar un yate y en el Caribe es un buen lugar para tenerlo. -comenta él al guardaespaldas mientras están en pleno vuelo.

-Así es, señor. Hay varias empresas de yate en Miami.

-Por supuesto, ya empecé a hacer los trámites para tener uno, vale.

Ellos siguen conversando sobre diversos temas, no obstante la azafata lo ha estado observando y esta que babea por él mientras le sirve, pero a Max no le gusta tener sexo en un avión, ni cuando se siente estresado, así que solo es amable con ella y le es indiferente en cuanto a cortejarla.

Tiempo después

Posteriormente a volar varias horas en su avión privado, él llega al aeropuerto y ya es la noche. Enseguida, se marcha hacia una habitación de su hotel.

Minutos después, Max queda maravillado con la hermosura de estas tierras, aunque en la hora nocturna no la aprecia muy bien.

Él camina queriendo explorar el lugar mientras conversa con Axel.

-¡Madre mía, también compraré una villa! ¡Todo aquí es hermoso! ¡Ay, ay, incluyendo las mujeres, joder! -él habla, y está emocionado al mirar las bailarinas que ambientan el lugar en el club del hotel.

-¡Solo son bailarinas, señor! -expresa exaltado su guardaespaldas, que al parecer no está apreciando lo mismo que él.

-Sí, Axel lo sé, y no solo las he mirado a ellas, sino a todas las que me han cruzado delante.

Ellos se ríen a carcajadas.

-¡No hombre, joder, no cambias! ¡Ja, ja! -exclama su guardaespaldas español.

-Si no estuviera muy cansado, haría una orgía hoy mismo con dos chicas hermosas y mulatas. Ja, ja.

Siguen riendo y hacen un recorrido hasta que Max no soporta más seguir caminando. Luego ellos se marchan a cenar.

Posteriormente

Luego que culminan, él se dirige a su habitación para descansar, pero antes conversa con su amada madre Lourdes.

-Hola, mamá. He llegado y te digo que esta tierra es hermosa y aún no he mirado bien las playas.

-¡Oh, hijo, lo sé porque visité a la República Dominicana varias veces con tu padre y por supuesto que es un país hermoso!

Él está sentado en un sofá y ya el sueño hace su aparición. Empieza a dormitar.

-Así es, mamá... -pronuncia y se queda dormido.

-¡Hijo...! ¡Hijo! -Se escucha la voz de su madre del otro lado del teléfono.

De pronto, Max vuelve en sí ante la voz insistente de ella.

-¡Ah, sí! ¡Perdona, me quedé dormido!

-Adiós, mi amor. Descansa. Ve a dormir, ya. Dios, te guarde.

-Adiós, mamá.

Enseguida, él se dirige al baño y una vez culmina de asearse, se dirige al dormitorio e inmediatamente, cae rendido de sueño en la cama.

            
            

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