Reina deslumbrante desenmascarada: ¡nunca fue ordinaria!
img img Reina deslumbrante desenmascarada: ¡nunca fue ordinaria! img Capítulo 5 El hombre al que le quería quitar la máscara
5
Capítulo 9 Esos ojos img
Capítulo 10 Nuestras órdenes vienen del señor Walsh img
Capítulo 11 Se estaba pasando de la raya img
Capítulo 12 ¿Qué tal si te muestro algunos movimientos img
Capítulo 13 Mudarse a la villa de Mateo img
Capítulo 14 Bahía Tamarindo Núm. 1 img
Capítulo 15 Una pista sobre Céfiro img
Capítulo 16 La cirugía es necesaria img
Capítulo 17 El señor Walsh fue a buscarla en una moto img
Capítulo 18 ¿Es su novio img
Capítulo 19 Ayudar a la familia es tu responsabilidad img
Capítulo 20 Cambio repentino img
Capítulo 21 Mantenerte a salvo img
Capítulo 22 ¿Todo era una coincidencia, o había sido planeado img
Capítulo 23 Lección práctica img
Capítulo 24 ¿Qué te parece si apostamos para hacerlo más interesante img
Capítulo 25 Caylee ganó img
Capítulo 26 ¿Realmente no sabía nada img
Capítulo 27 Entrenamiento paso a paso img
Capítulo 28 Almuerza conmigo img
Capítulo 29 No se había rendido img
Capítulo 30 El arreglo matrimonial img
Capítulo 31 Caylee contra Stacey img
Capítulo 32 Ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos img
Capítulo 33 La provocación de Stacey img
Capítulo 34 Nunca lo acepté img
Capítulo 35 ¿Aún debería ir img
Capítulo 36 Mudanza img
Capítulo 37 La misteriosa familia Medina img
Capítulo 38 La fiesta prometía un espectáculo img
Capítulo 39 El impostor img
Capítulo 40 Las dos recién llegadas img
Capítulo 41 Los cuatro se encontraron en el centro del salón img
Capítulo 42 Una confrontación pública img
Capítulo 43 No puedo recordar cada detalle img
Capítulo 44 Verdaderamente impresionante img
Capítulo 45 ¿Raymond ya está aquí img
Capítulo 46 Nunca podría confundirlo img
Capítulo 47 El escándalo del año img
Capítulo 48 Caída en desgracia img
Capítulo 49 Lamentable img
Capítulo 50 Él no me importa img
Capítulo 51 Una segunda oportunidad img
Capítulo 52 ¿Qué rostro elegirá para esta noche img
Capítulo 53 El entrenador img
Capítulo 54 . ¿Lastimé tu ego img
Capítulo 55 ¿Quién eres tú img
Capítulo 56 ¿Te divertiste img
img
  /  1
img

Capítulo 5 El hombre al que le quería quitar la máscara

Durante los tres días siguientes, Caylee se volcó de lleno en la preparación del próximo tratamiento de Gerald, sin permitirse la más mínima distracción.

Casi podía imaginarse a Brett fracasando en todos sus intentos para acercarse a Mateo. De repente, como si fuera una señal, el nombre de su exesposo apareció en la pantalla.

"Firma el contrato de Walsh. Te doy un millón por las molestias", le pedía él por mensaje.

Ella soltó una risita sin humor. El contrato con la familia Walsh valía miles de millones, así que esa mísera oferta era ridícula.

Momentos después, dejó su celular a un lado y salió a despejarse. Cuando regresó, descubrió que tenía cientos de mensajes. Brett había subido su "oferta" de un millón a cincuenta millones. Aun así, la cifra seguía siendo risible.

Caylee puso los ojos en blanco y, sin dudarlo dos veces, bloqueó su número. Le quedó claro que algunos hombres necesitaban ser eliminados por completo.

Finlamente, llegó el día de la carrera. Caylee salió temprano, con el corazón latiendo de emoción.

Todos los pilotos debían llevar una máscara, y el ganador podía exigir que uno de sus contendientes revelara su identidad.

Solo había una persona a la que ella quería quitarle la máscara: al misterioso hombre que le había salvado la vida años atrás.

Sin embargo, antes de que pudiera asimilar la escena, una voz que conocía demasiado bien resonó entre la gente.

"¿Qué haces aquí? ¿Por qué no respondiste a mis mensajes?", le preguntó Brett, avanzando hacia ella con pasos largos y decididos.

Por el rabillo del ojo, ella notó a Stacey mirándolos. Eso era justo lo que quería.

Enroscó un dedo, para acercar más a su exesposo. Él se inclinó, y la cercanía entre ellos podría haber engañado a cualquiera, haciéndole creer que esos dos compartían un momento íntimo.

En lugar de una palabra amable, Caylee habló en voz baja y fría. Soltó enfáticamente cuatro palabras, que cayeron sobre el hombre como un martillazo: "No es asunto tuyo".

Acto seguido, giró sobre sus talones y su coleta rozó la mejilla del hombre, mientras se alejaba.

Brett se tensó. Durante sus tres años de matrimonio, ella siempre había sido la esposa dócil y respetuosa, viviendo prácticamente para él.

Y ahora, apenas unos días después del divorcio, se movía con la gracia y la confianza de una reina intocable y orgullosa.

Por un instante, se quedó atónito, hasta que sus ojos se posaron en Mateo, que estaba de pie junto a ella.

¿Acaso su ex creía que podía ganarse el favor del magnate haciéndose pasar por "Céfiro"? Todos sabían que Mateo no tenía tiempo para los juegos de las mujeres.

Entonces recordó lo fácil que ella había firmado los papeles del divorcio, sin protestar. ¿Acaso Caylee lo había estado engañando con ese hombre todo el tiempo? La sola idea lo hizo apretar los puños, mientras la sangre le ardía de ira.

***

"Señorita Jenkins", dijo Mateo con voz suave.

Caylee lo miró. En ese momento, su interlocutor no era el ejecutivo pulcro y de traje impecable; en cambio, desprendía un encanto relajado y peligroso, del tipo que podía cautivar a una mujer con una sola mirada.

"No seas tan dura conmigo en la pista", murmuró él con una media sonrisa.

"¿Tú también vas a correr?", preguntó ella, sorprendida.

Él se inclinó para susurrarle algo al oído, pero la cacofonía de la multitud casi ahogó sus palabras. Aun así, a ella le pareció que le decía: "Vine por ti".

Sin embargo, antes de que pudiera estar segura, Mateo se alejó y desapareció entre la multitud.

Ella sabía que no tenía tiempo para distraerse en eso, pues la carrera estaba a punto de comenzar.

El estadio zumbaba, los motores rugían y la multitud vitoreaba con fuerza.

En las gradas, Stacey sostenía la mano de Brett con fuerza, mientras le susurraba con ansiedad: "¿Qué te pasa? Te ves muy tenso".

"No es nada. Solo mira la carrera", murmuró él, aunque seguía desviando sus ojos hacia su exesposa.

'¿Caylee está aquí por Mateo? ¿Acaso están juntos?', se preguntó, y la idea le revolvió el estómago.

Stacey notó que los ojos de Brett se detenían en Caylee, lo que solo alimentó su envidia.

'Esa mujerzuela no puede seguir con vida. Tiene que desaparecer', pensó.

La carrera comenzó con el estallido de las pistolas de salida y la multitud estalló en vítores. Las pancartas ondeaban al viento, mientras los autos aceleraban sobre la pista. En la delantera se desató una batalla feroz: un elegante auto negro, lado a lado de uno rojo y brillante, lideraban la competencia.

El carro negro le pertenecía al "Dios de la Velocidad", el campeón invicto durante tres años. El rojo era el de Caylee.

Vuelta tras vuelta, ninguno de los pilotos cedía. Sin embargo, en la última curva, ella aceleró y se adelantó, cruzando la línea de meta en primer lugar.

El estadio explotó, el rugido de la multitud resonó en el aire.

Caylee salió de su auto, con la adrenalina corriendo por sus venas. Su mirada se dirigió hacia el vehículo negro que estaba estacionado cerca. Con los ojos entrecerrados logró ver, a través de la ventana tintada, a un tipo que todavía llevaba casco.

Ese era el hombre al que le quería quitar la máscara.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022