CUIDANDO A LA HIJA DEL MULTIMILLONARIO
img img CUIDANDO A LA HIJA DEL MULTIMILLONARIO img Capítulo 1 LOS DEDOS DE THANOS
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Capítulo 11 SALIDA (1) img
Capítulo 12 SALIDA (2) img
Capítulo 13 ¡SÚBELO ARRIBA! img
Capítulo 14 UN MONSTRUO (1) img
Capítulo 15 UN MONSTRUO (2) img
Capítulo 16 EL VESTIDO SEXY (1) img
Capítulo 17 EL VESTIDO SEXY (2) img
Capítulo 18 SU TOQUE img
Capítulo 19 DESORDEN LAMENTABLE (1) img
Capítulo 20 DESORDEN LAMENTABLE (2) img
Capítulo 21 ¡HAGAMOS MÁS! (1) img
Capítulo 22 ¡HAGAMOS MÁS! (2) img
Capítulo 23 JUGAR (1) img
Capítulo 24 JUGAR (2) img
Capítulo 25 HASTA QUE TE HAGA MÍA img
Capítulo 26 HASTA QUE TE HAGA MÍA (2) img
Capítulo 27 CONSTRUYENDO PLACER (1) img
Capítulo 28 CONSTRUYENDO PLACER (2) img
Capítulo 29 DI MI NOMBRE, GRACE (1) img
Capítulo 30 DI MI NOMBRE GRACE (2) img
Capítulo 31 Haciéndote mía (1) img
Capítulo 32 Haciéndote mía (2) img
Capítulo 33 ERES DIFERENTE img
Capítulo 34 LLAMAS DEL DESEO img
Capítulo 35 KYLE (1) img
Capítulo 36 KYLE (2) img
Capítulo 37 CHOCOLATES Y PALABRAS DULCES (1) img
Capítulo 38 CHOCOLATES Y PALABRAS DULCES (2) img
Capítulo 39 UNA PISCINA EN FORMACIÓN (1) img
Capítulo 40 UNA PISCINA EN FORMACIÓN (2) img
Capítulo 41 HOLA, TÚ (1) img
Capítulo 42 HOLA, TÚ (2) img
Capítulo 43 SUS CÁLIDOS BRAZOS img
Capítulo 44 ERES ESPECIAL img
Capítulo 45 CONOCIENDO AL SR. POWERS (1) img
Capítulo 46 CONOCIENDO AL SR. POWERS (2) img
Capítulo 47 CUMMING img
Capítulo 48 PLANES Y PROMESAS img
Capítulo 49 UN PASEO CON AQUELLOS QUE LA AMAN img
Capítulo 50 UN PASEO CON AQUELLOS QUE LA AMAN (2) img
Capítulo 51 REINA DEL DRAMA (1) img
Capítulo 52 REINA DEL DRAMA (2) img
Capítulo 53 SU MOLESTA PERSUASIÓN img
Capítulo 54 SU MOLESTA PERSUASIÓN (2) img
Capítulo 55 CULPARSE A SÍ MISMA img
Capítulo 56 CULPARSE A SÍ MISMA (2) img
Capítulo 57 OPCIONES img
Capítulo 58 MANTENER LA CALMA (1 ) img
Capítulo 59 MANTENER LA CALMA (2) img
Capítulo 60 LOCA img
Capítulo 61 MIEDO Y AMOR img
Capítulo 62 MIEDO Y AMOR (2) img
Capítulo 63 HASTA EL FINAL O PARA SIEMPRE (1) img
Capítulo 64 HASTA EL FINAL O PARA SIEMPRE (2) img
Capítulo 65 CRECIMIENTO, PROPUESTAS Y NUEVA VIDA img
Capítulo 66 CRECIMIENTO, PROPUESTAS Y NUEVA VIDA (2) img
Capítulo 67 FAMILIA, NAVIDAD Y LA LLAMADA DE DAVID img
Capítulo 68 ESA SENSACIÓN CELESTIAL img
Capítulo 69 NUESTRA PEQUEÑA FAMILIA img
Capítulo 70 ¿SAMANTHA O NO SAMANTHA img
Capítulo 71 DESPEDIDAS Y MÚSICA DE NOCHE img
Capítulo 72 LÁGRIMAS Y ALEGRÍA DE LA BODA img
Capítulo 73 ESA MUJER img
Capítulo 74 ENAMORADOS PARA SIEMPRE img
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CUIDANDO A LA HIJA DEL MULTIMILLONARIO

Lola Bonita
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Capítulo 1 LOS DEDOS DE THANOS

GRACE

"Buenos días, cariño."

Esa voz extraña pero reconfortante hizo que abriera los ojos de golpe, más rápido que los dedos de Thanos. Por un instante, fijé la vista en el techo familiar sobre mí, pues ya sabía que, una vez más, había traído a casa a otro desconocido tras una larga noche de copas.

Mi cabeza empezó a dar vueltas, tratando de averiguar qué había pasado la noche anterior.

Aunque una cosa era segura -entré borracho al club y luego me emborraché aún más- era necesario que recordara con quién me acosté.

Uf... ¿a quién engaño? No me acordaré de nada. Mi vida nocturna es un ciclo de mierda.

Un ciclo de mierda, de mierda.

Una vez que se confirmó mi estupidez, me preparé para enfrentar al hombre al que, tontamente, había traído a mi casa con la intención de tener sexo desenfrenado y borracho. Es el tipo de sexo que jamás recordaré, y eso es perfecto, porque no soporto la vergüenza.

Con suavidad, me incorporé.

Pero me dolía muchísimo la cabeza; tenía que gemir y agarrarme las sienes. Te digo, los efectos de beber en exceso son diferentes cada dos días; es como si aún no me acostumbrara a las consecuencias de mi vida nocturna desenfrenada.

Después de apartar mi largo cabello negro de mi rostro con un leve movimiento de cabeza, mientras mis manos aún me sujetaban la cabeza, finalmente me di cuenta del extraño que había traído a casa.

Sentado frente a mí había un chico asiático, probablemente indonesio, muy simpático y sonriente. Le habría devuelto la sonrisa, porque era contagiosa, pero en mi interior seguía una batalla.

-Buenos días, Rose -saludó.

Mierda. Debo haber adoptado otra identidad otra vez.

-¡Hola...! -Quise fingir que me alegraba verlo, pero mi boca no respondía. Me daba pereza.

"Te preparé un jugo para la resaca. Es la receta especial de mi abuela."

Entrecerré los ojos al ver el zumo verde que me acercaron a la cara.

"¿Tu abuela también tiene resaca?"

Soltó una risita, y su movimiento hizo vibrar la endeble cama de tal manera que sentí un fuerte tirón en la cabeza. «¡Ay! ¡Ay!». Apreté el ceño para expresar el dolor que sentía.

"¡Ay, Dios mío! ¿Estás bien?" Escuchar continuamente la ternura en su voz curaba mi dolor, pero lamentablemente no era suficiente.

Tampoco lo era su linda cara.

-¿Podrías, por favor, no reírte? Me duele la cabeza... -Enarcó una de sus pobladas cejas e instantáneamente comencé a observar el líquido verdoso en su taza.

Segundos después, sin molestarme en preguntar cuál era el contenido exacto del vaso, le arrebaté el objeto de la mano y me bebí la mitad del zumo sin parar.

Cuando por fin dejé de beber, sentí el regusto amargo. Disimulé mi malestar con una breve sonrisa y el hombre me devolvió una gran sonrisa.

Sin perder aún su atención, dijo: "Te sentirás mejor muy pronto".

Tras un rápido asentimiento, comencé a inspeccionar la habitación con la mirada. Era necesario saber qué daños podríamos haber causado durante nuestro, posiblemente, apasionado encuentro.

Pero todo parecía ordenado. Incluso mi cajón estaba impecable. Normalmente, nunca lo está. Volví a mirar al suelo y me di cuenta de que no había ni rastro de ropa tirada.

Con expresión confusa, me enfrenté al Sr. Lindo, que seguía sonriéndome como si yo fuera su videojuego favorito.

«Eh...» Hice una pausa porque enseguida me di cuenta de que seguía sin saber su nombre. La verdad es que no estoy acostumbrada a saber el nombre de los hombres con los que me encuentro al día siguiente al despertar.

Un simple gracias y un adiós siempre bastaban.

Como si supiera lo que estaba pensando, el hombre respondió: "David. Me llamo David".

Dejé la taza medio llena sobre el pequeño taburete junto a mi cama y le dediqué una rápida sonrisa antes de preguntar: "David... ¿Por qué mi habitación parece una habitación de hotel sin usar?".

"Ay, anoche, cuando volvimos del club, no parabas de preguntarte cómo sería tener un genio que te ordenara la habitación. Fue divertido verte fingir que eras Aladino."

Mis ojos se abrieron un poco mientras procesaba lo que acababa de decir. "¿Entonces, no... tuvimos sexo?"

Se levantó y dijo: "No".

-¿Eh? -Mi sorpresa no pudo ocultarse-. ¿Estás seguro?

-Sí. Dijiste que querías tener sexo, pero pensaste que era gay porque hablaba con el camarero de una forma que te pareció sospechosa. Así que me dijiste que te llevara a casa y aquí estamos. -Se puso las manos en la cintura y esbozó otra gran sonrisa.

«¡Guau!». Seguía en shock. Mi cruel rutina nocturna se ha roto gracias a David, y eso me sorprende muchísimo. Porque David no parece gay en absoluto.

O...

Entrecerré ligeramente los ojos y pregunté: "¿Eres gay?"

-No. La verdad es que tenía muchas ganas de acostarme contigo, pero por alguna razón no pude. -Se encogió de hombros, con una expresión de falsa indiferencia en el rostro.

¡Guau! Creo que es bueno que no haya pasado nada. Es agradable saber que estoy progresando en mi forma de vivir.

Tal como dijo David, mi dolor de cabeza había disminuido, lo que significaba que era hora de ir a trabajar. Intenté recordar qué día era: ¿lunes? ¿martes?

Sea lo que sea, tengo que prepararme para el trabajo. Ojalá no vea un zombi cuando me mire al espejo.

-Tengo que revisar lo que estoy cocinando -anunció David mientras se acomodaba la camiseta y nos miraba a los ojos-. ¿Te gustaría desayunar, verdad?

Asentí con la cabeza en señal de afirmación y me levanté de la cama.

¿No es adorable? Me está preparando el desayuno aunque no hayamos tenido nada.

-Espera... -detuve a David, cuya figura de complexión normal ya estaba en la puerta. Se giró, arqueó una ceja y le pregunté: -¿Qué hora es?

"Eh... la última vez que lo comprobé eran las diez y media más o menos."

-Ah, vale... ¡¿Qué?! -grité-. ¿Estás seguro de que la hora es correcta?

Sí. Ya deberían ser las once.

Mis ojos se abrieron aún más y sentí que mi cabeza daba vueltas de una manera desagradable.

"¡David... llego tardísimo al trabajo!"

¿Por qué le estoy gritando como si él fuera el culpable de que me emborrachara hasta las trancas?

¡Argh!

Rápidamente me quité el vestido que llevaba puesto para dejar al descubierto mis pechos cubiertos por el sujetador y mi zona púbica desnuda ante David, quien juraría que dejó escapar un gemido en algún momento.

Pero antes de excusarse rápidamente, me instó a que intentara darme prisa.

¡Por favor, prepárame el desayuno! ¡gracias!

Agarré mi toalla doblada del pie de la cama y corrí al baño para darme una ducha rápida.

Podría haber optado por rociarme el cuerpo en exceso con perfumes de diferentes marcas, pero el olor que emanaba de mi cuerpo era desagradable, así que dedicar cinco minutos a bañarme no me pareció una tarea pesada.

En un abrir y cerrar de ojos, me puse un pantalón de cuadros azules y plateados, una camiseta azul y mis comodísimos zapatos negros sin cordones. Agarré el móvil y el maletín y salí corriendo de la habitación.

-David, ¿está listo mi desayuno? -Miré rápidamente a mi alrededor en mi pequeña sala de estar mientras jugueteaba con el pendiente que me estaba poniendo.

David salió de la cocina puntualmente y me extendió una bolsa de papel marrón que llevaba en la mano.

Tras expresarle brevemente mi agradecimiento, saqué las llaves del coche del bolso y salí corriendo del apartamento. Al subir al coche, recordé que había olvidado decirle a David que se asegurara de irse antes de que yo volviera.

Ya era bastante extraño que un hombre que no conocía me preparara el desayuno.

Pero, ahora mismo, David es el menor de mis problemas.

Agradecido de que mi apartamento estuviera en la planta baja, saqué mi coche del garaje subterráneo con brusquedad y pronto me incorporé a las concurridas calles de Manhattan.

            
            

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