Capítulo 7 7

Pensó que encontraría paz en esa luna de miel, pero solo consiguió un buen bronceada, largas horas en el agua, paseos interminables y su mente, que no dejaba de torturarla, obligándola a pensar en toda la situación.

La última charla con su padre fue muy extraña, no entendió mucho de lo que dijo al respecto y esa fue una de las razones por las que Chiara decidió ponerse en contacto con un bufete en San Francisco. Tenía una cita dentro de una semana, pero su primer destino, luego de la luna de miel, no era San Francisco, sino Milán.

Atendiendo a la constante comunicación que había tenido con Fiorella Queen, Chiara decidió que la primera en saber su respuesta tenía que ser su suegra.

Llegar a una decisión no fue un camino fácil, porque evaluar las ventajas y desventajas de toda la situación sin ponerse emocional, fue complicado. Pero lo logró.

Lo último que le había dicho a Fiorella fue la hora de llegada de su vuelo.

Durante el aterrizaje, Chiara miró por la ventanilla, las nubes cubrían todo y luego apareció la ciudad. Una sonrisa surcó sus labios y se sintió tranquila, sus manos se aferraron al asiento y luego, cuando acabó el movimiento brusco, suspiró sonoramente.

-He llegado-susurró para ella-. Ya estoy aquí.

El proceso de salida fue bastante rápido y allí, mientras buscaba un rostro conocido entre toda la gente que salía, pues Fiorella dijo que enviaría a uno de sus hijos a buscarla, Chiara se topó con esos ojos verdes que la buscaban entre todos los que iban de un lado a otro.

Tenía en sus manos un pequeño cartel hecho a mano con su nombre.

Todavía Dante no la veía, por eso Chiara aprovechó para mirarlo un poco más. Sintió un pequeño salto en su pecho, pero fue gracioso para ella, pensando un poco en que no se imaginó que fuera Dante quien iría a buscarla.

Se acercó despacio, arrastrando su maleta, mirando a aquel hombre de alta estatura, hombros anchos y sonrisa escasa.

Al acercarse, Dante vio esa mujer que iba en su dirección y sus ojos se abrieron al darse cuenta de que era Chiara Moretti.

Por unos breves segundos no la había reconocido, pero solo por unos segundos.

Sus ojos se quedaron contemplándola y ella sonrió, sonrojándose por la intensidad de esa mirada.

Estaba aún más bella de lo que la recordaba y solo habían pasado dos semanas y media desde la última vez que la vio.

-So...yo-dijo, llevando un mechón de su abundante cabellera negra detrás de su oreja.

-Chiara.

-Moretti. Chiara Moretti, como dice aquí-Tocó el cartel y amplió su sonrisa, viendo que estaba hecho a mano y probablemente por él.

-Lo siento, casi no te reconozco-dijo con franqueza.

-Ah, claro. Es por el bronceado. Mi piel está más morena. -No era el bronceado. La Chiara frente a él no tenía un maquillaje cargado, intentando ocultar los rastros de una pelea, sus ojos no lucían hinchados, enrojecidos y cansados.

-¿Cómo ha estado tu viaje?

-¿Mi luna de miel? -Giró su rostro hacia Dante, ya no sentía vergüenza al respecto, porque fue algo que estuvo fuera de su control y de lo que ella no tenía nada de culpa. -Estuvo muy bien, de hecho. Jamás pensé que se podría tomar una luna de miel sola, pero fue "graciosa", sobre todo cuando preguntaban por el señor Queen, o que, si era mesa para dos, si estaba esperando a alguien o si... esperaba un poco más para pedir la cena. Un poco de eso.

-Parece que la pasaste bien-se acercó un poco más para tomar la maleta de ella, tocando sus dedos cuando hizo el primer intento. Chiara retiró su mano y Dante tomó la maleta, ambos un poco nerviosos por el roce.

Al salir, el coche los esperaba. El chofer les abrió la puerta, guardó la maleta y ellos subieron detrás.

Sentados uno al lado del otro, iban en silencio. Chiara frotaba sus manos, lanzando miradas de vez en cuando hacia Dante, pero este iba centrado en la pantalla de su teléfono. Algunas veces miraba hacia ella, pero de modo que Chiara no se diera cuenta.

El silencio no era incómodo, sino tenso. Había cierta tensión en el pequeño espacio.

Cuando llegaron, antes de bajar Chiara contempló la maravillosa mansión que había frente a sus ojos.

-¿Vienes? -preguntó Dante, esperando junto a la puerta-. La verás mejor desde dentro.

-¿Vives aquí?

-No, solo mis padres. Pero nacimos y nos criamos aquí.

-Es muy grande solo para tus padres.

-No te creas, esta casa tiene mucha vida, más de lo crees.

-¡Chiara! -la señora Queen salió con una enorme sonrisa y rebosante energía a recibirla-. Ya estás aquí. ¿Cómo ha estado tu viaje? ¿Se ha comportado bien Dante durante el camino? No quería que vinieras sola para que no te aburrieras durante el camino, aunque este es más callado que una tumba. No se lo tomes en cuenta, no es de mucho hablar.

-Es agradable-dijo Chiara y Dante sonrió, borrándose rápidamente su sonrisa al notar la mirada de ella. Dejó la maleta al lado de su dueña y luego se retiró.

-¿Ya tienes tu decisión? Perdona que sea tan directa, pero es que mientras tú estabas de vacaciones, yo estaba muy inquieta.

-Sí, he venido aquí por eso. Ser directa es lo mejor.

-Perfecto, entonces pasemos al salón-sujetó la mano de Chiara y la guió por la espléndida casa.

-Es muy bella su casa, señora Queen.

-Somos familia. Puedes llamarme Fiorella. Toma asiento-Chiara pasó sus manos por el elegante sofá, sintiendo como sus dedos resbalaban por la tela-. Entiendo que has tenido tiempo de sobra para pensar sobre la situación. Y, antes de que digas nada, quiero que sepas que lo que sea que decidas, seas consciente de los beneficios y también las complicaciones que te traerá, tanto si aceptas o si quieres acabar con esto.

-Sí, lo he pensado fríamente.

-Bien, dame tu respuesta.

-Seguiré con este matrimonio. -las palabras se deslizaron suavemente de sus labios.

-Niña hermosa, es una sabia decisión. Ahora, imagino que has pensado en los beneficios de eso y algunas condiciones que quieras poner.

-¿Para eso no debería de estar Davide presente?

-No, descuida. Con que las cosas se hablen entre tú y yo, es más que suficiente.

-Comenzaré por las cosas que creo importante-Chiara tomó una respiración profunda, deseando en su mente que Fiorella aceptara todas sus condiciones, sin oponerse, aunque no eran la gran cosa, cuestiones básicas que debía dejar claras, como no pretendía tener ninguna interacción con los Queen entonces no había mucho que agregar, cada quien por su lado-. No quiero que se me relacione públicamente con el apellido Queen o con relación a nuestro matrimonio.

-¿A qué se debe eso? No lo comprendo. Explícate, por favor.

-Tiene otra mujer. No quiero ser la esposa engañada, ni nada de eso. Si no se sabe que estamos casados, pues es mejor. De cualquier modo, vi que él sabe mantener su vida personal bastante privada-Lo decía por la búsqueda que hizo en internet semanas atrás.

-Mm. Le dejas el puesto a la amante, ¿eh?

-¿De qué me sirve lucir el título de esposa si él ama a otra mujer? Tampoco es que yo esté enamorada de Davide, cada uno cumplió con su deber. Pensándolo bien, además de la humillación en la boda, no me importa en lo más mínimo lo que él haga con su vida privada.

-Creo que es una buena postura. Aceptada.

Chiara sonrió, obteniendo la primera victoria.

-No deseo que me quieran incluir en su familia-Eso fue algo que pensó detenidamente, llegando a la conclusión que era mejor estar lejos de los Queen, después de todo era la familia de Davide y ella no quería incomodar la situación con su presencia.

-Pequeña... esa no te la puedo conceder. Eres mi nuera, incluso si quieres ocultarlo.

-Pero... Fiorella, es mejor de ese modo.

-Si es por los roces con Davide, olvídate de él, vive a una exagerada distancia de aquí, de nosotros. Y no visita esta casa desde hace un par de años, eso no tiene que preocuparte.

-Bueno... Entonces retiro esa petición. Quiero saber cuáles son las cosas que usted me ofrece. Frente a mi familia quiero lucir como la señora Queen, si usted me lo permite.

-¡Eres la señora Queen! No tengo que permitirte nada, pequeña. Restriégale ese apellido a quien desees, sin miedo. -A Chiara le agradó la mirada que Fiorella le dio, comenzaba a sentirse cómoda a su lado-. Es uno de tus mayores beneficios y espero que pronto aprendas a usarlo. Puedes contar conmigo y mi familia para lo que sea que necesites y me refiero también a dinero. ¿Cómo o quién lleva tus finanzas?

-Mi padre... Hace poco me di cuenta de que mi madre había dejado algunas cosas a mi nombre, pero no sabía nada.

-Eso suena grave. ¿Tienes abogado?

-Ya tengo una cita con un bufete en San Francisco.

-No te andes de lenta con eso y que te asesoren bien. Si necesitas ayuda no dudes ni por un segundo en pedírmela.

-Muchas gracias. Ha sido un poco confuso, pero creo que lo podré resolver a mi regreso.

-Hay un tema importante en todo esto.

-Espere...-Chiara se frotó las manos, otra vez regresando la ansiedad-. Hay una cosa que es muy importante dejar clara y que tiene que llegar a Davide.

-Te escucho.

-Es un matrimonio de papel, así que... en ninguna circunstancia, tan solo por ser su esposa o figurar como tal, no habrá intimidad entre nosotros dos.

Fiorella se puso de pie, siendo esa otra petición a la que no podía ceder.

¿Cómo iba a dejar que el hijo de Rosel fuera su único nieto de parte de Davide? Incluso si tenía más hijos de aquella mujer, Fiorella jamás los iba a reconocer como parte de su familia.

Tomó la mano de Chiara y la sintió fría, ahora sus ojos lucían asustados por la expresión de Fiorella.

-Esa parte es imposible aceptar, puesto que la unión de ustedes dos lleva por medio un heredero. ¿De qué nos vale que se casen si no tendrán hijos?

-Pero usted dijo que podíamos estar cada uno por nuestro lado.

-Y será así si ambas partes están de acuerdo. Y lo están. Pero negarme un heredero no está a discusión. Necesitamos un heredero. Queen Moretti. No menos.

-Fiorella...

-¡No me interesa como suceda! Pero tú y Davide tienen que darnos un nieto. Sin importar el método que usen.

El rostro se Chiara se puso pálido, asimilando la sentencia.

-¿Cómo se supone que pasará eso?

-Eres joven, tienes tiempo de sobra. No te pido que este año me des un nieto. Solo te digo que es algo que tendrás que hacer, Chiara. Tú y Davide deberán tener un hijo.

            
            

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