El aire en la Sala de Estrategia se había vuelto tan denso que parecía sólido. Thormond, el abuelo y presidente, apenas terminaba de articular su desaprobación cuando fue interrumpido por una voz firme y resentida.
OLAV (Hermano Mayor de Sigrid): (Golpeando suavemente la mesa con el puño, mirando a Astrid y luego a Sigrid) Suficiente con las proyecciones, Astrid. El problema no son los números, Sigrid. El problema es la fuente.
Olav, el heredero aparente hasta la llegada de Sigrid, se inclinó hacia adelante, sus ojos estrechos.
OLAV: Iricai es un nido de intereses oscuros. Tu obsesión por la "victoria" te ciega ante el riesgo reputacional. ¿Qué pensarán nuestros socios si saben que la dueña de NorseTech se asocia con los restos de ese escándalo de manipulación de mercado del sector B-12? ¿Es eso lo que significa tu triunfo, Sigrid? ¿Manchar el legado que el abuelo construyó?
SIGRID: (Una risa corta y seca escapó de sus labios) ¿Intereses oscuros? Olav, ¿estás hablando de negocios o de chismes de cafetería? El sector B-12 es irrelevante ahora. La adquisición nos da el 40% de la patente de fusión fría que Iricai compró hace tres meses. Eso es lo único que importa.
OLAV: ¡Y el precio es demasiado alto! No solo en créditos, sino en confianza.
SIGRID: (Señalando a Olav directamente) La confianza es para los débiles, Olav. Yo compro patentes.
Olav acababa de acusar a Sigrid de manchar el legado con la adquisición de Iricai, citando el riesgo reputacional. Sigrid no se inmutó, su mirada se endureció al enfocarse en su hermano mayor.
SIGRID: (Su voz era una cuchilla envuelta en seda) Qué resentimiento, hermano. Soy mejor que tú a tu edad y no me burlo; me jacto de mis ganancias.
Ella se enderezó, dominando la sala con su presencia.
SIGRID: Tú tienes tu puesto por la sangre que compartes con el fundador. Yo tengo el mío porque, mientras tú te dedicabas a temer a los fantasmas del B-12, yo estaba asegurando el verdadero poder: la patente de fusión fría. Mi "victoria" no mancha el legado; lo actualiza. Si no puedes soportar que tu hermana pequeña esté a la cabeza, puedes unirte al abuelo en su nostalgia. Pero no detendrás Iricai.
El silencio que siguió fue demoledor. La madre de Sigrid, hasta ahora silenciosa, intervino con una voz tensa, intentando mediar o quizás tomar partido.
MADRE: ¡Sigrid, eso es suficiente! Respeta a tu hermano y al Consejo.
SIGRID: (Sin mirar a su madre, hablando al resto del Consejo) ¿Alguien más tiene una objeción basada en hechos, no en celos familiares?
La Madre de Sigrid intentó imponer orden, pero fue su segundo hijo, Brynjar, quien rompió la tensión con un tono de voz que contrastaba con el resentimiento de Olav.
MADRE: ¡Sigrid, eso es suficiente! Respeta a tu hermano y al Consejo.
SIGRID: (Ignorando a su madre, mirando fijamente a Olav) ¿Alguien más tiene una objeción basada en hechos, no en celos familiares?
Fue entonces cuando Brynjar, el segundo hermano, habló, su voz resonando con una lógica pragmática que a menudo se perdía en las disputas familiares.
BRYNJAR (Segundo Hermano): Acepta el punto, Olav. El resentimiento es un lastre. Sigrid tiene razón: el mercado ha cambiado. Ella empezó con lo del legado; nosotros simplemente lo estamos manteniendo a flote con miedo. ¿Ya no estamos en los tiempos del tatatarabuelo Odín o cuántos tataras eran? El futuro no se gana mirando estatuas de bronce. Si Iricai nos da la ventaja en fusión fría, es una inversión, no un escándalo.
La defensa de Brynjar era un golpe directo a la autoridad de Thormond, cuyo poder se basaba en la tradición ancestral. El abuelo palideció ligeramente.
THORMOND (Abuelo): ¡Brynjar! ¡Traición!
SIGRID: (Una sonrisa genuina, aunque breve, aparece en su rostro. Por primera vez, parece que tiene apoyo real). Gracias, Brynjar. Ahora, ¿quién más vota por el futuro? Astrid, prepara la votación para la aprobación inmediata de Iricai.
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El aire se tensó aún más mientras todos los ojos se posaban en el Padre de Sigrid, Alaric, un hombre que siempre había preferido la sombra de su padre a la luz de su hija.
ASTRID: (Dirigiéndose directamente a su padre, con una voz que sonaba profesionalmente deferente) Sr. Alaric, usted es una de las mayores figuras de seguimiento de la Sra. Bjornsdottir. Su apoyo hoy no solo aseguraría la adquisición, sino que enviaría un mensaje claro sobre la unidad de la nueva guardia.
Alaric dudó. Miró a Sigrid, cuya expresión era de pura expectación, y luego a su padre, Thormond, quien lo observaba con una advertencia silenciosa grabada en el rostro. El pragmatismo, alimentado por el miedo a quedarse fuera del futuro, ganó la batalla contra la lealtad tradicional.
Alric (Con voz grave) A favor de la adquisición de Iricai. Pero Sigrid, que esto sea lo último que se decida sin un consenso real. La unidad es más valiosa que cualquier patente.
ASTRID: (Registrando el voto) Voto a favor registrado.
El Sr. Halvorsen, el abogado, hizo una anotación rápida. La votación estaba increíblemente reñida. Con el voto de Einar, la balanza se inclinaba peligrosamente.
ASTRID: El Consejo se compone de siete miembros. Llevamos cuatro votos a favor (Sigrid, Brynjar, Einar, y el voto del consejero neutral que se abstuvo en el punto anterior pero votará a favor por la regla de desempate). Thormond, su voto es el decisivo.
Todos los ojos se volvieron hacia el abuelo.
THORMOND (Abuelo): (Su voz temblaba ligeramente de rabia contenida) Si apruebo esto, es bajo protesta. Y si esta adquisición nos cuesta un solo cliente por esa asociación, Sigrid, te aseguro que no será la única cosa que perderás.
El aire se volvió gélido. Einar, el Padre, miró a su hija y luego a su propio padre, Thormond, quien lo observaba con una mezcla de esperanza y amenaza.
EINAR (Padre): (Con voz grave) No puedo apoyar esto, Sigrid. La unidad de la familia debe prevalecer sobre la ambición de un solo proyecto. Mi voto es En Contra de la adquisición de Iricai.
Olav sonrió con suficiencia. La sala quedó en un silencio tenso.
ASTRID: (Su rostro impasible, pero sus dedos tecleando rápidamente) Voto en contra registrado. El Consejo tiene siete miembros. Llevamos dos a favor (Sigrid, Brynjar) y dos en contra (Olav, Alaric). La Sra. Madre aún no ha emitido su voto formal. Sr. Halvorsen, ¿cuál es su posición formal en este punto de empate?
SR. HALVORSEN (Abogado del Consejo): Mi función es asegurar la legalidad del proceso. En ausencia de una mayoría clara y con la posibilidad de conflicto de intereses, sugiero que la votación se suspenda hasta que el Presidente del Consejo emita su voto decisivo.
Todos los ojos se volvieron hacia Thormond. Su voto decidiría si la adquisición se aprueba (si vota a favor) o si se paraliza (si vota en contra).
THORMOND (Abuelo): (Se puso de pie, mirando a Sigrid con ojos de hielo) Esto termina ahora.
El aire se volvió gélido. , el Padre, miró a su hija y luego a su propio padre, Thormond, quien lo observaba con una mezcla de esperanza y amenaza.
Alaric (Padre): (Con voz grave) No puedo apoyar esto, Sigrid. La unidad de la familia debe prevalecer sobre la ambición de un solo proyecto. Mi voto es En Contra de la adquisición de Iricai.
Olav sonrió con suficiencia. La sala quedó en un silencio tenso.
ASTRID: (Su rostro impasible, pero sus dedos tecleando rápidamente) Voto en contra registrado. El Consejo tiene siete miembros. Llevamos dos a favor (Sigrid, Brynjar) y dos en contra (Olav, Alaric). La Sra. Madre aún no ha emitido su voto formal. Sr. Halvorsen, ¿cuál es su posición formal en este punto de empate?
SR. HALVORSEN (Abogado del Consejo): Mi función es asegurar la legalidad del proceso. En ausencia de una mayoría clara y con la posibilidad de conflicto de intereses, sugiero que la votación se suspenda hasta que el Presidente del Consejo emita su voto decisivo.
Todos los ojos se volvieron hacia Thormond. Su voto decidiría si la adquisición se aprueba (si vota a favor) o si se paraliza (si vota en contra).
THORMOND (Abuelo): (Se puso de pie, mirando a Sigrid con ojos de hielo) Esto termina ahora.
El aire se había congelado tras las palabras de Thormond.
THORMOND (Abuelo): Si quieres mi voto, si quieres mi lugar y mis empresas, no me hables de patentes. Háblame de legado. Cásate antes de los 30, y te daré mi lugar y mis empresas.
Mientras Olav y Alaric esperaban, y la Madre se cubría la boca, Sigrid miró fijamente a su abuelo. Por un instante, su máscara de acero se resquebrajó. Apenas audible, un susurro dirigido solo a sí misma, se escapó de sus labios:
SIGRID (Susurrando): Perfecto. Mi propio abuelo me amenaza. ¿Qué quieres que haga para ganarme el voto de todos? Haré lo que desees, abuelo...
El momento de debilidad pasó. Sigrid enderezó su espalda, y su rostro volvió a ser la máscara de hielo.
SIGRID: (En voz alta, mirando a Thormond) Abuelo, su visión del legado es tan obsoleta como el B-12.
ASTRID: (Susurrando a Sigrid) Sra., si acepta, el voto es suyo... pero el precio es personal.
Sigrid ignoró el susurro de Astrid y se centró en Thormond, quien esperaba su respuesta al ultimátum matrimonial. El desafío público de Sigrid se había convertido en un ataque directo a su capacidad de liderazgo.
SIGRID: (Su voz era clara y cortante, dirigida a Thormond) ¿Sordo? Pensé que estabas sordo, Abuelo, pero no del todo. Después de todo, fuiste tú quien, hace veinte años, diseñó el amplificador neural Serie-IV para la fábrica de drones. Un aparato para la audición perfecto, ¿recuerdas? Si puedes diseñar tecnología para escuchar mejor, entonces escuchaste cada palabra de mi propuesta sobre Iricai.
Ella hizo una pausa dramática, permitiendo que la referencia al pasado calara.
SIGRID: Así que, si escuchaste mi propuesta de negocio (la que asegura el futuro de esta familia) y aun así prefieres hablar de mi estado civil, entonces el problema no es mi audición, ni mi edad. El problema es que usted está más interesado en mantener el control que en el progreso.
El Consejo quedó en silencio. La referencia al aparato auditivo era un golpe bajo, recordándole a Thormond que él también había sido un innovador, y que ahora se aferraba a tradiciones que él mismo había ayudado a superar.
ASTRID: Sr. Thormond, la Sra. Bjornsdottir ha ofrecido una garantía personal sobre Iricai, y ha refutado su punto sobre su capacidad de liderazgo. El empate persiste, con la Madre y el Abogado pendientes de su voto decisivo.
Sigrid había ofrecido poner su carrera en juego por el proyecto. Thormond, el patriarca, se rió, un sonido seco que no contenía alegría.
THORMOND (Abuelo): (Señalando a Sigrid con el dedo tembloroso) ¿Poner tu cabeza en el bloque? ¡Ingenua! Yo no te amenazo con perder tu trabajo, Sigrid. Te amenazo con perder tu derecho a tenerlo. No se trata de Iricai; se trata de quién lidera a los Bjornsdottir.
Se enderezó, infundiendo a su voz la autoridad de generaciones.
THORMOND: Si quieres mi voto, si quieres mi lugar y mis empresas, no me hables de patentes. Háblame de legado. Cásate antes de los 30, y te daré mi lugar y mis empresas. Es la única garantía de estabilidad que aceptaré.
El silencio cayó como una losa. Olav y Alaric se miraron, esperando la reacción de Sigrid. La Madre se cubrió la boca con la mano, horrorizada por la crudeza de la exigencia.
ASTRID: (Susurrando a Sigrid) Sra., si acepta, el voto es suyo... pero el precio es personal.
El aire se había congelado tras las palabras del Abuelo. Olav y Alaric esperaban, la Madre se cubría la boca. Astrid mantenía el silencio profesional. Sigrid miró fijamente a Thormond, pero sus pensamientos eran un torbellino interno.
SIGRID (Pensando para sí misma): ¿Casarse? ¿Acaso cree que soy una de sus reliquias? El precio del poder nunca es justo, pero este... este es arcaico. Cásate antes de los treinta, y te daré mi lugar y mis empresas. Él no me está amenazando con perder mi trabajo; me está amenazando con perder mi derecho a tenerlo. Si digo que sí, Iricai es mío. Si digo que no, pierdo todo por una fecha en el calendario. El legado no se gana esperando, pero tampoco se gana con un anillo.
Ella respiró hondo, su expresión volviendo a ser la máscara de hielo que usaba para el Consejo.
SIGRID: (En voz alta, mirando a Thormond) Abuelo, su visión del legado es tan obsoleta como el B-12.
El rostro de Thormond se endureció como granito al escuchar el desafío público de su nieta. El susurro de resignación había sido reemplazado por una declaración de guerra.
SIGRID: (Mirando a Thormond directamente, sin pestañear) ¿Y si no quiero casarme, Abuelo? ¿Y si quiero que mis empresas sean mías por mérito, no por una dote matrimonial? Si su legado depende de que yo me someta a un calendario, entonces su legado es más frágil de lo que pensé.
Thormond se hundió lentamente en su silla, su rostro transformado por una furia fría. El trato había sido rechazado.
THORMOND (Abuelo): (Su voz era un siseo peligroso) Entonces no tienes nada que me obligue a apoyarte. El voto del Presidente del Consejo es En Contra de la adquisición de Iricai.
El Sr. Halvorsen se aclaró la garganta, su papel ahora era formalizar el desastre.
SR. HALVORSEN (Abogado del Consejo): Con el voto del Presidente, el recuento final es:
*A favor: (Sigrid y Brynjar)2
*En Contra: (Olav, Alaric, Thormond)3
La adquisición de Iricai ha sido rechazada por el Consejo.
ASTRID: (Con una calma impresionante, mirando a Sigrid) Sra. Bjornsdottir, la votación ha concluido.
Sigrid se mantuvo firme ante el rechazo del Abuelo a su propuesta profesional. El silencio de la derrota de Iricai fue roto por la voz glacial de Thormond, quien ahora apuntaba directamente a su futuro financiero y familiar.
THORMOND (Abuelo): (Su voz era un siseo peligroso) Pues si no te casas, le daré todo a tus hermanos, nada a ti. Ni siquiera a tu hermano menor, Alaric II, que está en primaria, le dejaré más que a ti. ¡Serás una extraña en tu propia casa!
Olav y Alaric intercambiaron una mirada de triunfo cauteloso. Astrid observaba, lista para documentar cualquier cambio en la estructura de poder.
ASTRID: (Ajustando sus notas) El voto del Presidente ha sellado el destino de Iricai. Si el Sr. Thormond procede con la reestructuración testamentaria, la Sra. Sigrid Bjornsdottir quedaría excluida de la línea sucesoria principal.
Sigrid sintió un pinchazo de dolor, no por la pérdida de Iricai, sino por la traición de su sangre. Había perdido el voto, pero no había cedido en el principio.
SIGRID: (Con una sonrisa fría que no llegó a sus ojos) Entonces, Abuelo, parece que la guerra acaba de empezar.
El rechazo de Sigrid al matrimonio había sido su última carta, y había perdido el juego. Olav, viendo la furia contenida en el rostro de Thormond, sintió que era el momento de la estocada final.
OLAV: (Inclinándose sobre la mesa, con una sonrisa cruel) Entonces, ¿te casas? ¿O prefieres perderlo todo por orgullo?
Sigrid no respondió a la pregunta, su mente aún procesando la amenaza de desheredación. Fue entonces cuando la hermana de Olav (o una aliada de su facción) actuó. Ella le lanzó una mirada de desprecio a Sigrid y levantó su teléfono.
ALIADA DE OLAV: (Mientras apunta la cámara) Día 1 de mi hermana fracasando en el amor.
OLAV: (Riendo a carcajadas) Espera, ¡siempre lo has hecho! No has tenido novios serios, Sigrid. ¿De qué sirve el imperio si estás sola? Nos vamos todos. ¡Adiós, hermanita!
Olav y Alaric se levantaron y comenzaron a salir de la sala de cristal, dejando a Sigrid, Astrid y la Madre atrás.
ASTRID: (A Sigrid, en voz baja) Sra. Bjornsdottir, la votación ha terminado. El Consejo se disuelve.
Olav y Alaric estaban a punto de cruzar el umbral, sus rostros iluminados por el triunfo, cuando un grito resonó en la sala de cristal, cortando el aire enrarecido.
SIGRID: (Grita con una voz que no admite réplica, mirando fijamente a su abuelo) ¡Esperen!
Todos se detuvieron. Olav se giró lentamente, con la burla aún en los labios.
SIGRID: (Dirigiéndose a Thormond, su voz ahora firme y fría, desprovista de la emoción anterior) Me casaré.
Un silencio atronador cayó sobre la sala. Thormond se quedó petrificado. Alaric palideció. Olav pareció perder todo el color.
SIGRID: Cumpliré tu condición, Abuelo. Me casaré antes de los treinta. Por lo tanto, según tus propias palabras, ahora debes ceder mi lugar y mis empresas.
ASTRID: (Interviniendo con precisión quirúrgica, mirando a Thormond) Presidente Thormond, la Sra. Bjornsdottir ha aceptado los términos que usted estableció para la transferencia de poder. Esto anula su voto en contra de Iricai, ya que su posición como Presidente del Consejo ahora está sujeta a esta nueva condición. Su voto en contra queda formalmente invalidado por la aceptación del acuerdo de sucesión.
OLAV: (Gritando) ¡Esto es una trampa!
THORMOND: (Luchando por recuperar el control) ¡Tú no te casarás! ¡Te desheredo!
SIGRID: (Sonriendo por primera vez, una sonrisa peligrosa) No puedes desheredarme de algo que ya me has prometido a cambio de mi obediencia. El acuerdo es vinculante. Ahora, Sr. Halvorsen, ¿cuál es el estado de la votación si el voto decisivo del Presidente queda invalidado por la transferencia de poder?
Sigrid ha forzado a Thormond a cumplir su promesa bajo el peso de sus propias palabras. La votación de Iricai está en el limbo, y el poder de Thormond se desvanece.
Abuelo esperare tanto tu transferencia y respuesta a mi boda como he des saber falta mucho para ella pero me casaré.
Conquien niña no tenemos conexión con algún
Tengo poderes de mi y sabes lo que significa mi nombre Victoriosa. Les veo luego.
Lo vieron se volvió loca esta mal pero salvaré a la familia de la suma vergüenza de la que se nos haga pasar por culpa de esa niña.
Esa niña ganó más que tú en...3 meses de lo que haz ganado Olav déjala ser sonrió su hermano...