Capítulo 4 Bellos ojos color miel

Al día siguiente cuando acabo él turno salieron poco a poco los empleados, Mildred tuvo que quedarse dos horas mas ya que según, el señor Smith tenia que ayudarle a acomodar, el almacén, no era su trabajo, pero ella sabia que el le hacia la vida imposible cuando quería.

Al llegar al almacén empezó a acomodar las toallas y todo lo que eran articulos de baño. Cuando estaba agachada recogiendo la basura de repente se abrió la puerta y así como se abrió se cerro sintió unos brazos que la empujaban hacia un sillón que estaba en una esquina, ella empezó a lanzar patadas y manotazos para zafarse del hombre que la tenia inmovilizada, al mirar su rostro...

"¡Suelteme, señor Smith que diablos le pasa!"

"¡SUELTEME!" gritaba mientras seguía luchando para tratar de escapar.

"Vamos Mildred, yo se que esto te gusta, se que no tengo el mismo dinero que él viejo de Russo, pero la podemos pasar mejor, soy mas joven que el y puedo complacerte mejor..."

Mildred gritaba, mientras el hombre le arrancaba los botones de su blusa, y subía su falda, le tapó la boca para que nadie la escuchara.

"Suelteme... Auxilio... Ayuda..." "¡callate, estúpida no hay nadie que te salve, esta vez vas a ser mia quieras o no!" sin que se lo esperará Mildred tomo una lámpara que estaba aun lado en la mesa, y golpeo en la cabeza al hombre, así pudo salir de su agarre, pero cuando paso a su lado, la volvió a agarrar de la mano y la abofeteó, Mildred quedó mareada por el golpe, aun aturdida, trato de ponerse en pie, justo cuando pensaba que nadie la salvaría, alguien abrió la puerta de una patada, y le quito al hombre de encima, dándole un puñetazo en la cara lo desmayo, corrió al lado de Mildred quien se estaba levantando.

"¿Mili estas bien?" "¿que te hizo ese bastardo?" le preguntaba mientras le ponía su saco sobre sus hombros para tapar su cuerpo.

"Estoy bien el solo me golpeo, no me alcanzo a hacer nada"

Al salir llamo a la policía, y llevo a Mildred al cuarto que le habían dado, ahí la ayudo a sentarse y llamo al doctor, después de que la revisaron, tuvieron que despertar al señor Russo, ya que tenía que ayudar en la demanda como dueño del hotel.

"Mili segura que estas bien dime si algo te duele por favor"

"Estoy bien señor no se preocupe"

El señor Russo abrazo a Mildred, él la quería como a una hija, al momento del abrazo se abrió la puerta de la habitación.

"Anthony nos informaron que estabas..."

Al mirar la escena se quedo callada Sandra, ella confiaba en su marido pero, lo que veía la puso un poco incomoda, hasta que el señor Russo dio la vuelta para mirar a su mujer, pudo ver el rostro de Mildred el cual tenía un gran golpe en una de sus mejillas.

Antes de que ella dijera algo se adelanto él hombre que estaba a su lado.

"¿Papá?, por eso querías venir antes, esta era tu urgencia en llegar al hotel?

Mildred volteo a ver a la persona que había hablado, se quedó sorprendida, era un hombre guapo, alto de 1.8 mtrs de altura, con un cuerpo bien trabajador, una mirada hermosa, y un voz que hipnotizada a cualquier mujer.

"¡Alessandro! Cuida tus modales, le dijo su madre"

"¿pero..?

Sandra se acercó a su marido y a Mildred, saludo l señor y después abrazo a Mildred.

"¿pero que te paso, quien te hizo esto?"

"Fue Smith.."

Volteando a ver a su hijo le dijo: "Alessandro necesito que me ayudes a refundir a ese hombre esto que le hizo a Mildred no se puede quedar así.." dijo el señor Russo tenia tanto coraje, le dolía lo que le habían hecho a Mildred, si Alex no hubiera pasado por ahí, todo hubiera terminado mucho peor.

Alessandro al entender lo que había pasado, rápidamente asintió y puso manos a la obra.

Alessandro, era un abogado de 28 años, aunque estudio leyes, también sabia llevar muy bien el negocio familiar, el era el hijo mayor de Anthony Russo, tenía dos hermanas mas pequeñas Mia de 27 y Melanie de 25 ambas eran unas mujeres trabajadoras y no dependían del buen nombre de su padre. Ambas estaban en el extranjero y venían dos o tres veces al año a visitar a sus padres.

Después de dos horas fueron a la estación de policía y presentaron la denuncia, Alex fue con Mildred, todo el tiempo la tuvo abrazada.

Alessandro, en todo el tiempo que estuvieron juntos los miraba de reojo, parecía que ellos se conocían muy bien, él ya había escuchado un poco de ella su padre una vez le dijo que habia una empleada que valía la pena en ese hotel, aun que no le puso mucha atención ahora que la veía, no era nada parecido a lo que el habia pensado, ella era un mujer muy hermosa y tenia unos bellos ojos color miel.