-¿Tomas la píldora?
-Si, te quiero sin nada, no quiero que uses preservativo, quiero recordar esta primera vez.
-No suenes triste, no será la única.
-Lo será o como mucho tendremos unas noches más, porque así eres, las mujeres son algo fugaz en tu vida.
-No tu Anna, no te compares con ellas.
-Ámame solo esta noche, por favor.
-No me crees, pero hablo en serio. Seguiré en tu vida Anna, en la posición que me permitas.
Los embistes de Luka eran poderosos, su pene, grueso y carnoso, se deslizaba dentro de ella sin necesidad de lubricante, ella estaba empapada, por él.
-Mas fuerte, por favor.
Mirándola con adoración, mostrando sus sentimientos y siendo vulnerable, cosa que nunca había hecho con otra mujer, golpeo fuerte, tanto que pensó que ella se quejaría pero ella era una amante increíble, la mejor que había tenido porque le gustaba rudo y él amada hacerlo rudo.
Anna se puso de pie, mirando el endurecido y chorreante pene de su jefe, lleno de su semen, de su humedad, y se acercó a él, sujetó la base con fuerza, su mano, no podía siquiera rodear el pene de Luka.
-Eres grande...necesito probarte.
Ninguna mujer nunca había hecho algo así, siempre era él quien les daba placer...y dinero y joyas.
Anna saco la lengua y la paso por el eje de su pene y él gimió mientras hacia su cabeza hacia atrás.
-Anna...
Ella introdujo su pene dentro de su boca y aunque no pudo manejarlo todo, tenía más de la mitad dentro. Empezó a mover la cabeza adelante y atrás fallándolo con avidez.
Al mismo tiempo ella deslizó las manos entre sus pliegues y se abandonó a una estimulación lenta.
-Anna, voy a correrme...
Cuando ella lo liberó para hablarle, se sintió vació, extrañaba la sensación de su boca sobre su piel.
-Eso espero, que me dejes tragar tu semilla.
-La quiero en tu vientre Anna, quiero llenarte...
-Lo quero también. Pero esta primera vez lo tragaré, vamos Luka, dime que no deseas mi lengua golpeteando tu punta palpitante, mis labios recogiendo la humedad que sale de tu pene.
-Anna...
-Déjame tenerte, déjame chuparte Luka, dame eso.
Anna no espero su respuesta, soplo suavemente sobre su punta, y lo introdujo en su boca, pero Luka, el no se quedaría así, lo necesitaba duro y sabría si ella podía manejar su novel de dominio y sadismo.
Le agarro el pelo, sostuvo su cabeza y bombeo con fuerza, metiendo un tanto más, su vaina dentro de la boca de Anna.
Los sonidos de ahogo lo ponían a mil, so rostro enrojecido por la falta de aire, se sacudía, ayudándolo a aumentar el ritmo de los embistes.
-Sigue así, mi pequeña putita, fóllame fuerte con esos labios, muéstrale a tu dueño como sabes chupar...
Anna hacia gemidos de placer y Luka sintió el orgasmo golpear. Ella tragó, tragó absolutamente todo.
La levantó con calma y la beso, no importaba si acababa de tener uno de los orgasmos más fuertes de su vida, seguía duro y ella, sus ojos no tenían el color azul claro de siempre, sino más bien un azul oscuro, su miraba aun nublada por el placer le mostraba que ella estaba lejos de terminar.
La llevo a la cama y entro en ella, con fuerza y mientras la escuchaba gritar, se abandonó a un nuevo orgasmo.