Capítulo 4 Óbito

Ella estaba sufriendo, temblando de dolor mientras que él había traspasado todos los obstáculos, tomándola por la fuerza, convirtiéndola en una mujer, su mujer. Ella necesita conseguir a el dinero para así pagar las facturas médicas de su hermana. No le quedaba otra opción, la casa estaba muy tranquila después del sexo. El hombre se fue a la ducha, Liv se tumbó como una marioneta en la cama mientras dos lágrimas fluyeron desde las esquinas de sus ojos.

El teléfono sonó en ese momento rompiendo la tranquilidad, el hombre salió rápidamente de la ducha, con un tono muy suave susurro.

- Alexia ¿Por qué sigues despierta? - Su tono era muy suave, como si estuviera hablando con su amante. Liv sonrió con amargura, los hombres realmente eran actores naturales, acaba de hacerle el amor con locura dos veces. El hombre dijo:

-Bien, me iré a casa enseguida, no me esperes, acuéstate pronto, así es cariño. -El hombre colgó el teléfono, comenzó a limpiarse las gotas de agua del cuerpo y la máscara negra seguía cubriendo su rostro.

Liv miró al techo, ignorándolo. El hombre se vistió, pero vio la sangre en las sábanas, su corazón estaba algo tocado, el hombre dijo en voz alta y con algo de locura.

-Levántese y vaya a bañarse, mañana cambie las sábanas, no deje que nadie más las vea.

Acaba de hacer el amor con una chica de 19 años, su pureza lo puso un poco nervioso y se volvió loco, Liv no se movió y más lágrimas brotaron de sus ojos, este hombre realmente tenía un fetiche, con la limpieza, el hombre se vistió, se puso delante de ella y la miró con desdén.

-Sólo eres una mujer de alquiler, haz un buen trabajo y no la trataré mal. – A lo que Liv contestó.

-Gracias por el dinero -Pero lo dijo sin expresión y en ese momento sonó el teléfono de Liv, la cual salió volando en la cama sin importarle su desnudez, ni que estuviera a la vista, porque la única persona que llamó a su teléfono fue Ava su hermana, la única pariente que le quedaba.

- Hola Ava, ¿qué ha pasado? -Preguntó Liv con ansiedad, pero en su lugar, una voz desconocida le contesto.

-Hola, soy el médico que atiende a Ava, lo siento, su hermana ha fallecido esta tarde se puso histérica a no encontrarla, sabe que los pacientes con problemas cardiacos no pueden ser estimulados, nosotros también lo sentimos.

-¿Qué ha dicho?- Liv se metió los dedos en la boca y las lágrimas no pudieron ser controladas.

-No, no es posible como no morirá, no lo hará.

El hombre se giró sorprendido, mirando a Liv desde su hermosa forma en su espalda desnuda, se estremeció, se sintió un poco movido, ¿ha muerto alguien?. Se acercó y se sentó frente a ella, vio la que la sangre por la comisura de su boca, cuatro dedos fueron mordidos por los dientes y frunció ligeramente el ceño, la carita de Liv tenía un aspecto lamentable.

- Ahora mismo, ahora mismo voy - Liv colgó de repente el teléfono y se levantó, pero como le dolía demasiado la pierna estuvo a punto de caerse el hombre extendió la mano para ayudarla.

-¿Qué ha pasado? ¿señorita?.

No levanto la vista, las lágrimas fluyeron en silencio. Ava estaba muerta, no le quedaba nada, el único miembro de la familia se había ido, ella iba a buscar a Ava.

-Quiero salir, no quiero el dinero, nuestro contrato está cancelado, no quiero el dinero, ¿no hay taxis por aquí de noche?.

-¿Qué ha pasado?.

Se le llenaron los ojos de lágrimas.

-Quiero ir al hospital.

El hombre no dijo nada más y sus ojos oscuros se entrecerraron.

-La llevaré al hospital.

En el camino las lágrimas de Liv no dejaban de fluir y el hombre que conducía en su lado guardaba silencio, la llevó directamente al hospital.

-Si no quieres hacerlo más, no la obligaré, le daré la mitad del dinero como compensación por su primera vez.

Liv se bajó rápidamente del coche sin decir nada, mirándola correr hacia el hospital, sus largos dedos agarraron con fuerza el volante, se quitó la máscara con fastidio, reveló su puesto rostro, hermoso como el de un Dios, tenía las cejas fuertemente fruncidas como si estuviera muy triste. Liv se precipitó a la sala, la enfermera acaba de cubrir el cuerpo de Ava con una sábana blanca.

-¿Dónde está mi hermana, dónde está mi hermana?- Pregunto cómo loca al ver a todos.

-Liv, lo siento mucho, no se pudo hacer nada más. -El médico que la atendió se disculpó con culpa, sin embargo, era muy común que los pacientes murieran, como médico no había visto nada extraño, pero esta niña sólo tenía 12 años, es una verdadera lástima que se muera, en la cama del hospital, su delgado cuerpo yacía en silencio, cubierto por una sábana, ella dejó escapar un grito.

-¡Noooo!.

Los médicos y las enfermeras la aconsejaron con simpatía, luego levantó las sábanas con las manos temblorosas y vio la cara pálida y los labios morados de Ava, no pudo contener las lágrimas por más tiempo, en el momento más doloroso sólo lloro en silencio puso toda su fuerza para no dejar salir ningún sonido.

-Ava, Ava. -Como si su hermana pudiera volver a su lado, gritó desesperadamente en su corazón.

Un mes y medio después.

Liv parecía sin espíritu, finalmente aceptó el hecho de que Ava había fallecido y esta vez también descubrió que estaba embarazada. Sólo una noche basto para quedar embarazada, aturdida, apenada y luego sorprendida, esta sería la persona más cercana a ella en el mundo, nueva vida se estaba gestando en su vientre.

Salió por la puerta del departamento de ginecología, tenía en sus manos el informe de la prueba y miraba el signo de positivo que parecía en él, por primera vez en estos 2 meses sonrió feliz de verdad pensando en aquel hombre que realmente no había vuelto a buscarla, si él supiera que ella iba a tener un hijo suyo, ella no sabía lo que pasaría pensando y en esto Liv entró en pánico, tenía que escapar. Escapar inmediatamente a un lugar donde nadie la reconociera, paso rápidamente por el pasillo, se apresuró a chocar con un amplio brazo.

-Uy, lo siento.

Instintivamente miró hacia arriba. Una figura vuelta en traje negro envolvía su robusto cuerpo, el cuerpo parecía largo y experto, su rostro delgado pero robusto, parecía la frialdad de la nieve invernal, los ojos profundos y oscuros que eran como estrellas que brillaban con una luz deslumbrante, pero vagos y sombríos, su nariz recta como una antigua escultura griega, los labios finos y angulosos, carecían de emoción.

-Señor, lo siento.

Liv se disculpó una vez más inexplicadamente sintió que esta persona le resultaba algo familiar, pero por un momento no puedo recordar donde lo había visto, el hombre bajó la cabeza mirando a Liv se congeló y luego asintió.

-No pasa nada.

La voz baja era tan fría como el hielo, Liv inexplicablemente se estremeció, se inclinó ligeramente, se dio la vuelta y se fue, el hombre no la detuvo y se volvió para observar la espalda de la mujer, con ojos misteriosos se dio cuenta que ella parecían estar pensando en algo, pero nadie podía hacerse una idea.

Cuando bajó la cabeza, encontró un sobre de laboratorio tirado en el suelo, al ver el nombre escrito la hoja con el resultado de estar embarazada, los ojos del hombre entrecerraron, una vez más miró a la mujer de lejos, sus peligrosos ojos eran como los de un leopardo que veían a su presa con horrible precisión.

            
            

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