Yo quedo como bobo mirando, pero no soy el único, alrededor mío hay varias personas que tampoco la ayudaron y ahora me están mirando como si yo fuera... "Una bestia". ¡Qué horror! Ni que lo hubiera hecho de aposta.
Llego al último piso en donde está el rooftop bar y allí veo a Henry con Marcus y Rodrigo.
-¡Qué bueno verte! -se pone de pie Marcus y me abraza.
-¡Me alegra verte también Marcus! ¿Cuánto tiempo estarás con nosotros?
-Un par de días, pero regreso en dos semanas para quedarme definitivamente.
-¡Vaya! Eso no me lo esperaba.
Saludo a mis otros amigos
-Es totalmente inesperado y también el que viniera con su medio hermana, por fin la conoceremos después de tantos años -dijo Rocco (Rodrigo)
-¿Enserio? -decimos unísono Henry y yo.
-Así es, por cierto, ahí viene ella -dice Marcus.
Volteamos a ver (no disimulamos nada). Fijé mi mirada en la loca que me gritó hace poco, ¡ay no! Que no sea ella.
-Leo, ¿a quién miras? -me pregunta Marcus.
Giro para verlo y a su lado está una chica morena.
-¿A quién mirabas? -me pregunta nuevamente.
-Ehhh, a nadie, ¿ella es tu medio hermana?
-Dejémoslo en hermana y sí -se dirige a nosotros tres -Muchachos, les presento a mi hermana y Lizzy, ellos son Henry, Leo y Rodrigo, mis amigos de la preparatoria.
La chica es muy linda, aunque no tiene algún parecido a Marcus.
Mientras hablábamos, de vez en cuando (yo) volteaba a mirar a la mujer gritona, quien tenía un pantalón negro, a cambio de la falda beige que yo le había dañado
(Altaír*)
Entro al rooftop bar con una amiga, me quiero distraer y qué mejor que este lugar; me encanta la vista de Manhattan, me gusta la comida de aquí, la atención...¡Me encanta todo!
Saludo a mi ex jefe que está con su prometida, ¡Qué chico es el mundo! menos mal no accedí a sus propuestas indecentes porque si no, aquí estaría sintiéndome como mosco en leche, pero ...pobre de ella.
Miro a mi lado y no está mi amiga, la busco con la mirada y la veo caminar hacia el fondo, voy hacia ella cuando escucho la voz de un hombre detrás de mí.
-Hola linda, ¿Cómo estás?
Me giro para verlo, no lo conozco. Lo miro de arriba – abajo, no está nada mal, pero no puedo ser tan fácil, no volveré a lo mismo.
-Bien, gracias -seguí mi camino cuando lo veo, mier***
¿Qué carajos hace él aquí?, bueno, eso es obvio, pero no puedo creer que el tipo que me pisó, dañó la maxi falda que me regaló mi mamá en mi cumpleaños y que por poco me la baja, sino fuera porque alcancé a sostenerla, se hable con Lizzy y con Marcus, y es que lo que más me molesta es que yo sí cuido lo mío como para que venga otro a dañarlo y más si es de mi madre.
Suspiro largo y profundo, doy media vuelta y decido ir en busca del tipo que me habló ahorita. Necesito distraerme.
Pasaban los minutos y el tipo con el que hablo aún sigue dolido porque lo ignoré hace un rato, lo que tiene de guapo, lo tiene aburrido y para completar no puedo evitar mirar a... ¿cómo se llamará?; lo cierto es que pareciéramos adolescentes, pues cuando volteo a verlo, él ya estaba viéndome y se hace el loco, al rato, me quedo viéndolo, él me mira y yo giro levemente mi cara hacia otro lado y así nos la hemos pasado.
En el momento menos pensado, Lizzy me hace señas y yo me debato entre si voy o no, pero con este aburrimiento me despido del tipo cuyo nombre aún no sé y voy a la mesa de ellos, quizás me den ganas de fastidiarlo.
(Leonardo*)
Veo a la loca esa venir hacia mi mesa, sólo espero que no me haga un escándalo.
-Chicos, les presento a mi gran amiga Altaír -dice alegremente Lizzy.
-Un placer conocerlos -ella extiende su mano solamente a H y a Rocco.
¡Vaya! Qué resentida.
-¿Qué quieres tomar? -le pregunta Marcus.
-Hmmm -ella mira mi copa, la toma y se bebe todo de una sola.
Quiero mandarla a comer ***
-¡Tranquilo! Puedes pedir otra copa ¿no?, al final es más fácil que ir al cuarto a cambiarse de prenda de vestir -me dice con una de sus cejas levantadas.
-Pues ya que eres tan rencorosa, con gusto te pido toda una botella, es más todas las que quieras.
-Tras del hecho me quieres decir alcohólica.
-Si eso es lo que entendiste... -la miro fijamente colocando mi brazo izquierdo sobre la mesa y apoyando mi mano sobre el mentón.
Nuestros amigos tienen cara de incógnita.
Ella abre su boca y aquí va otra vez, está furiosa, aunque para mi fortuna Henry interrumpe.
-¿Qué pasa entre ustedes?
-Lizzy, te juro que él no es así -dice Rocco
-¿Ah no? -Inquiere ella
Todos me miran como si yo fuera el malo, ella tiene esa cara de victoria, ahora entiendo su juego, solo quiere fastidiarme, hasta llegué a pensar que la falda había sido un regalo especial para ella, pero ya veo que no.
-Está bien, lo siento Altaír y cuando digo lo siento es verdad porque sé que me pasé contigo, pero te juro que lo de la pisada no fue intencional, solo fue producto de andar despistado y lo de la falda, yo te la compro y si tenía algún valor sentimental, pídeme lo que quieras. Yo te aseguro que no soy así de grosero, de verdad.
Ella me mira como incrédula, pero quiero ver hasta dónde llega.
-Está bien, te creo y acepto que exageré un poco, espero no me odies.
¿Un poco?
-Para nada.
Ojalá se crea el cuento la desquiciada, nunca antes alguien me había hecho un numerito.
Henry y Marcos desvían la atención cambiando el tema, ellos hace unos días se habían enterado que una nueva marca de autos salía al mercado y según ellos eran grandiosos y ya hasta nos estaban convenciendo a Rocco y a mí en comprar.
...
Nos empezamos a despedir, aunque yo me quedé un rato más pues estaba esperando a Fabio (mi padre), porque por alguna extraña razón me había acabado de llamar para pedir que habláramos y curiosamente la loca gritona volvió sentándose a mi lado.
-¿Así que te crees mucho no? -me dice ella mirando el panorama.
-¿Acaso te afecta?
-Cualquiera de 60 años se ve más joven y menos desagradable.
-¿Desagradable?
-Dejémoslo en sangrón.
-¿Sangrón?
-Ya tienes la idea de lo que quiero decir.
-Y si es así ¿Qué haces aquí?
Se hace un silencio incómodo.
-Aún no me respondes.
-Porque me parece haberte visto antes, pero no recuerdo donde y pensé que tu si me recordabas de algún lado.
-Y dices que me creo mucho, ¡pues no!, no tengo idea de quien seas y no me interesa saberlo.
-Está bien sangrón.
-¡Buenas noches! -mi padre habla detrás de nosotros.
-Hola Fabio -respondo.
Nos giramos para verlo, pero noto que ellos se quedan mirando, es evidente que se conocen.
-¿Qué haces aquí? -le pregunta a ella.
Altaír no responde, quedó pasmada, él la agarra del brazo izquierdo.
-Te estoy hablando ¿acaso le dijiste?
Ella solo se safa del agarre y sale corriendo sin decir nada.
Fabio está nervioso.
-Hijo, todo lo que te haya dicho esa mujer es falso, solo quiere dinero, es una interesada.
-Ella no me dijo nada en particular, ¿acaso es tu amante o tu hija?, si es así no me importa, ya nada me sorprende de ti.
-No, ninguna de las dos -agacha la cabeza.
-Si te esperé es porque quiero decirte por última vez, que me dejes en paz, no me busques, si quieres dinero trabaja, ¡aléjate de mí!
Salgo del hotel, no sé dónde se conocieron, pero sé que no es algo bueno y de tanto pensar solo se me ocurre lo que le pregunté, que fue una de sus amantes o que es su hija, pero mis padres hacen mucho se divorciaron y la cara de ella era como si le tuviera miedo, algo me dice que hay algo malo y lo averiguaré.