Todos los invitados llegaron a la fiesta y como iban entrando le daban un abrazo, para felicitar a Samanta por ser su cumpleaños, la mayoría eran amigos de su padre, que había conocido a lo largo de su carrera, entre los cuales habían personas muy reconocidas por su estatus social, la mayoría habían conocido al padre de Samanta, por alguna demanda o algún problema caso en el que les había ayudado su papá. Con la mayoria de sus clientes se había formado una amistad, ya que el padre de Samanta siempre habia sido un hombre muy entregado a su trabajo y siempre trababa de que sus clientes salieran ganadores en cada caso, por lo mismo se convirtió en un abogado muy reconocido. Por lo tanto en este día tan especial para él, sus amistades aceptaron gustosos su invitación ya que todos sabían que solo tenía una hija, a la cual él amaba mucho, al igual que uno que otro deseaba poder llegar a tener a Samanta en sus familia, ya que por lo poco que habían podido convivir con ella, se habían dado cuenta de lo encantadora que era esa jovencita, además de que a su corta edad se veía tan hermosa, y de hecho varios jóvenes ya habían intentado acercarse a ella, pero a todos los había rechazado, con el pretexto de que todavía no quería iniciar una relación y quería disfrutar de su juventud sin compromisos, ya que ella no quería que ellos se sintieran mal.
Pero lo que solo ella sabía, es que en su corazon solo había lugar para Javier. Aunque su padre nunca le había prohibido el tener novio, ella decidio que no quería ilucionar a nadie con ella, no quería dar falsas esperanzas a nadie por tal motivo prefería estar sola.
- Muchas gracias amigos, por acompañarnos en este día tan especial, les agradezco que se ayan tomado el tiempo para acompañarnos y estar aca con nosotros, sean todos bienvenidos, quiero proponerles un brindis en honor a mi hija que hoy está de manteles largos. ¡Salud! - Entonces el papá de Samanta levantó su copa. Todos los presentes levantaron sus copas, ¡salud!- dijeron todos al unísono.
Durante la fiesta, no faltó comida ya que habían preparado diferentes platillos, bebidas, la música todo era perfecto, cuando llegó el momento del vals, todos aplaudieron. Terminando llegó el momento en el que padre e hija bailarina, fue una escena tan linda el ver a ambos juntos en esa pista de baile, todos volvieron a aplaudir. Al finalizar ellos se dirigieron a sus asientos.
Mientras tanto don Antonio tomaba el micrófono y dijo, - pido otro fuerte aplauso para la cumpleañera, que hoy anda de manteles largos por estar celebrando sus 15 primaveras, felicito también a mi amigo porque a hecho un buen trabajo, al a ver educado solo a su hija, el dio lo mejor de él, para que Samanta llegara a ser la joven que es ahora, quiero que brindemos por que él es un hombre digno de admiración, al igual que por su hija, que pueda cumplir muchos años más. - ¡salud! . Ahora les pido que me acompañen para cantarle las mañanitas a la cumpleañera.
Estas son las mañanitas ......... ahora a llegado el momento de que pasemos a felicitar a la cumpleañera, para lo cual le pido que venga acá al igual que su padre, mi gran amigo.
-En es momento empezaron a pasar de manera ordenada, a felicitar a Samanta al igual que le daban sus regalos, los cuales ya eran bastantes, por lo cual le pidió a algunos de los empleados que los llevaran y los dejarán en la mesa que estaba dispuesta para que se pusieran.
Toda la fiesta transcurrió muy alegre con la música y unos que otros que bailaban alegremente disfrutando de todo.
- Samanta por su parte, esta más nerviosa que en la mañana, ya que ella quería confesarle a Javier sus sentimientos, antes de que él y sus padres se fueran otra vez y quien sabe hasta cuándo se iban a poder ver otra vez en persona, por lo que ella estaba pensando en el momento en que podría decírselo, pero por lo que podía ver eso estaba muy difícil, porque durante toda la fiesta Claudia se le había estado todo el tiempo a su lado, él único momento que había podido platicar un poco con él fue cuando bailaron juntos. Samanta no se le confesó en ese momento porque no lo vio apropiado, pero ahora ya se estaba arrepintiendo de no haberlo hecho, porque ahora no podía estar a solas con él. Mientras ella estaba en su transe Alexandra aprovechó para sorprenderla.
- ¿En que piensas querida Samanta?, o más bien dicho ¿quién?, a ver déjame adivinar, ¡es un chico que te trae loca! ¿O me equivoco?, es tu amor platónico, y su nombre es ...... - ya no pudo terminar de decir lo que quería, por que Samanta le tapó la boca.
- ¡Alexandra te quiero mucho, pero si sigues así te voy a matar!.
- A Alexandra le causó gracia, el comentario de su amiga y la siguió molestado. - ¡Oye amiga, yo no tengo la culpa de que te traigan de un ala!, al igual de que no tengo culpa alguna de que no se lo hayas confesado aún. Y siguio riéndose de Samanta muy triunfal. Aunque rápido cambio de expresión y se puso seria y le dijo, - Samanta porque no se lo confiesas ya y dejas de suspirar por él por las esquinas , porque por lo que veo anda muy feliz con esa resbalosa que no lo deja ni respirar, dile ya tus sentimientos y así si él no siente nada por ti, ya le podrías dar una oportunidad a mi primo, porque ya sabes que él babea por ti y tal vez con el tiempo te enamores de Luis. Porque como dicen un clavo saca otro clavo.
- Alexandra por favor!, Ya sabes muy bien que no me gusta jugar, con los sentimientos de los demás, tu me conoces muy bien y sabes que no soy de ese tipo de personas, - dijo Samanta y agachó la cabeza, porque no pudo evitar sentirse mal al ver a Javier muy feliz con Claudia, entonces se armó de valor y se dirigió hacia donde estaba Javier.
En eso Claudia no pudo evitar quedarse viéndola y se dirigió hacia la dirección donde venía Samanta, al estar lo suficiente cerca de ella la agarró del brazo y le dijo,- si piensas confesarle tus sentimientos a Javier olvídalo, porque él y yo iniciamos una relación, te lo digo personalmente porque no quiero que te rechase directamente, porque el me dijo que no le gustan las niñas y que me ama, se que si te lo dice el te va a doler más y eso es lo que te quiero evitar. Espero que me entiendas. Y si me disculpas me voy con él, porque no puede estar lejos de mi por mucho tiempo. - Claudia se dio la vuelta, ya no esperó que le contestara Samanta, apenas se dio la vuelta se le formo una sonrisa en la cara y pensó para si misma . - lo siento pequeña, pero te
Samanta como pudo evito que la salieran las lágrimas, y se regresó al lado de su papá, para despedir a los invitados que empezaban a retirarse.