Mal romance (juegos de seducción y traición)
img img Mal romance (juegos de seducción y traición) img Capítulo 3 LA FIESTA
3
Capítulo 7 ENTRENAMIENTO img
Capítulo 8 SOSPECHAS img
Capítulo 9 SALIDA PT1 img
Capítulo 10 SALIDA PT2 img
Capítulo 11 SALIDA PT3 img
Capítulo 12 SALIDA PT4 img
Capítulo 14 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) img
Capítulo 15 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT2 img
Capítulo 16 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT3 img
Capítulo 17 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT4 img
img
  /  1
img

Capítulo 3 LA FIESTA

Iba detrás de sus nuevos amigos, le habían propuesto ir a una fiesta fuera del instituto, no le agradaba mucho la idea ya que era su primer día en ese lugar y ya se escaparía, suelta un largo suspiro y ve a Damián

-¿Están seguros que es lo correcto?

-Sí, tranquilo, lo hemos hecho cientos de veces -ríe y voltea a ver a los otros dos

-Sí no te sientes cómodo podemos llevarte de regreso al instituto -sonríe levemente Jimena

-No, no, para nada, también me gustaría divertirme un poco -suelta una risa nerviosa y continúa caminando con ellos.

Pronto ve que llegan a un edificio algo viejo y abandonado, al verlo con detalle trata de reconsiderar sus opciones, quería amigos, pero tampoco quería arriesgar su seguridad al entrar en un edificio que parecía que caería en pedazos, sale de sus pensamientos al escuchar que lo llamaban y va hacia donde estaba el trío que lo habían llevado a ese lugar

-Kairi te presento a Irina, ella es quien organiza estas fiestas junto con su amigo Abel -Sergio apunta a un chico rubio con un rostro aniñado que se acercaba dando varias vueltas como si estuviera en una danza de ballet, lo que le pareció demasiado tierno y gracioso a Kairi

-Bonjour mi querido amigo -habla con un pequeño acento francés, Kairi había escuchado rumores sobre que llegaban alumnos de otros países a ese instituto pero pensaba que sólo eran rumores para subir la popularidad, algo que era claramente erróneo-. Mi nombre es Abel y yo soy el hôte de esta maravillosa fiesta

-¿El que? -lo mira confundido haciendo que los presentes rieran ya que estaban acostumbrados al francés de Abel

-El anfitrión de la fiesta Kairi -le responde Sergio riendo levemente haciendo que Kairi se avergonzara un poco.

Pronto comenzaron a llegar más personas al lugar sintiendo un poco de nervios y emoción, de reojo logra ver al chico con el que había tenido esa pequeña riña, si algo lo molestaba era tener roces con las personas por peleas que para él eran ridículas, así que tomó aire y se acercó a él a paso lento.

Llevaba media hora esperando a Kenny que parecía estar hablando por teléfono con alguien importante, cosa que lo hacía enojar porque tardaba demasiado y lo dejaba solo con gente desconocida, odiaba convivir con la gente, prefería mil veces estar encerrado en su habitación a estar rodeado de personas que eran irritantes según él.

Visualizo como un chico pelinegro con mechones rojizos se acercaba a él, rueda los ojos fastidiado al reconocerlo como el idiota dueño de su mal humor de la tarde.

-¿Qué quieres perdedor? -su voz era áspera y seria para ahuyentarlo

-Disculpa, Bastián ¿verdad? -se recarga en la pared junto a él confundiendo al otro chico que creyó que se iría después de reclamar o que iniciaría una nueva pelea-. Quería disculparme por lo que te dije en la tarde, no quería sonar grosero contigo, fue una primera mala impresión mía -suelta una leve risa nervioso.

El rubio al escucharlo frunce el ceño, le resultaba raro que el chico se disculpara cuando el que lo había había golpeado en el rostro era él, pensó que tal vez estaba loco.

-¿De acuerdo? -veía al chico cuestionandolo con la mirada.

-Mi nombre es Kairi, mucho gusto -extiende su brazo para poder saludarlo, Bastián estrecha su mano de mala gana viéndolo.

-Ya sabes mi nombre -lo vio asentir sonriendo.

En cuestión de segundos se formó un silencio que para ambos no parecía incómodo, al contrario, les agradaba, escuchaban la música sonar y después de unos minutos veían a los estudiantes comenzar a bailar y beber.

-¿No iras a bailar con los perdedores de tus amigos? -preguntó al notar como veía embobado a los demás.

-¿Eh? No, no soy bueno bailando -ríe ligeramente y ve hacia la mesa de las bebidas-. Que descuidado ¿quieres algo de beber? Yo iré por una cerveza

-Si, ¿Por qué no?

Ve a Kairi alejarse hacia la mesa de las bebidas, de cierta forma no le molestaba su presencia en esos minutos que estuvo con él, no parecía ser un chico que se sentía intimidado por estar junto al que consideraban el peor estudiante, pero eso no era por tener malas calificaciones ya que estas eran excelentes, sino por el hecho de su mal carácter.

Su vista se ve cubierta por una sombra un poco grande frente a él haciendo que desviara su mirada de Kairi hacia la persona que le tapaba la luz del lugar.

Al notar que era Kenny quien lo miraba con una sonrisa amplia bufó con fastidio.

-Cariño, debo irme por asuntos importantes -acaricia el rostro del chico, a lo que el otro quita su cara con enfado

-¿Asuntos importantes? -ríe con ironía-. La basura inflamable te llamo ¿No es así?

-Solo iré a resolver unos asuntos de trabajo, puedes quedarte a divertirte con tus compañeros de clases -Bastián rueda los ojos molesto

-Lo que menos quería era estar solo en un lugar lleno de gente que no tolero idiota -escupió con enfado.

-Solo has un pequeño esfuerzo -se acerca a su rostro para tratar de besarlo pero el contrario desvía el rostro-. Te llamo después -se aleja de ahí haciendo que él solo apriete los puños del enojo.

Detestaba que lo dejara plantado en un lugar que el mismo hombre de las alas de cuervo lo había invitado, tomó aire y regresó su mirada a Kairi, lo vio de arriba abajo, su mente iniciaba a trazar un plan que para él parecía demasiado perfecto, tal vez una pequeña venganza hacia Kenny lo haría sentir mejor, después de todo él ya había recibido demasiadas humillaciones por parte del chico alado, pero tampoco quería usar al chico que parecía querer ser amable con él.

-Toma amigo, te traje una cerveza también -le entrega la botella ajeno a lo que había pasado en el poco tiempo de su ausencia sólo bebió de su cerveza a pequeños tragos ya que no estaba acostumbrado a beber y no quería terminar ebrio en el primer trago.

Bastián notó eso y sonrió de lado, le parecía gracioso la forma en que el chico bebía la cerveza.

-Venga hombre, bébela bien o no la disfrutarás -exclamó bebiendo de su cerveza como si nada

-Esta bien -ríe y bebe con algo de velocidad de la botella y al terminarla siente un leve mareo haciendo reír a carcajadas a Bastián.

-Cómo se nota que eres nuevo en esto de las fiestas -continúo riendo y Kairi sólo hizo infló sus mejillas avergonzado.

Pronto hicieron acto de presencia los amigos de Kairi, por primera vez Bastián no se sentía para nada incómodo con la compañía de esas personas, incluso llegó a divertirse con ellos, sin embargo no se despegó del lado del moreno.

La mayoría de los jóvenes forman pequeños grupos con los cuales charlaban o jugaban algunos retos, con ellos no era la excepción, reían y platicaban anécdotas graciosas hasta que el alcohol se adueñó de los sentidos de todos y perdieron el pudor y la razón de lo que pasaba a su alrededor.

-Bueno, bueno, muchas charlas, comencemos con los juegos, estoy realmente aburrida -exclamó Irina haciendo un puchero, estragos de las bebidas que había ingerido.

Sus compañeros y amigos la escucharon y se acercaron, incluido aquellos dos y un par de jóvenes que habían llegado antes.

-H-hola Bas -saludo nervioso Isaí al verlo y el rubio solo rodó los ojos.

-Tu voz es irritante perdedor.

Kairi los veía hablar sin decir nada.

-Pensé que no vendrías a esta fiesta -comentó el pelirrojo cenizo tratando de sonar amable.

-Yo voy a donde me de la gana bastardo

-Si, tienes razón -ríe nervioso Isaí dirigiendo su mirada a Kairi-. Hola ¿Eres uno de los nuevos?

-¿Eh? Si, acabo de llegar hoy, mi nombre es Kairi, puedes decirme Kai

-Mucho gusto, el mío es Isaí, puedes llamarme como quieras

-Bastardo te queda bien -hablo irritado Bastián.

Isaí solo suspiró, estaba acostumbrado a los insultos del chico.

-Oye no seas descortés -recriminó el pelinegro-. Un gusto Isa

El oji-verde sonrió ante la amabilidad del chico.

Kairi posó su mirada en Stephan saludándolo con la mano.

-Mi nombre es Stephan, un gusto conocerte.

-Es un gusto, una disculpa por la forma de saludar de Bastián

Bastián solo rodó los ojos por la disculpa del moreno, ¿Quién se creía para disculparse en su nombre?

-No te preocupes Kai, ya conocemos a Bastián -aclara el oji-verde.

-¿En serio? -cuestionó el chico y vio a Bastián.

-Nos conocemos desde hace un tiempo y ya estoy acostumbrado a su vocabulario -comenta queriendo reír pero la mirada seria de Bastián lo hacía callar-. ¿De dónde lo conoces tú?

-Yo lo conocí hoy -rasca su nuca-. En una pequeña discusión

-No me sorprende -esta vez comentó Stephan-. Siempre se la pasa peleando

-¿Algún problema con eso bastado? -interroga entre dientes el rubio que solo escuchaba la conversación.

-Mientras tus peleas no afecten a nosotros, no lo hay

-Pierde cuidado, no me gusta perder el tiempo con idiotas

Ambos jóvenes se veían apenados y se disculpaban en silencio con el otro por el comportamiento de ambos jóvenes.

-Estas provocando una pelea justo ahora -afirmó casi dispuesto a levantarse.

-Tomalo cómo quieras -le dedica una mirada desafiante-. Nunca me acobardo

Los chicos bajos no sabían que hacer ante las miradas pesadas de esos dos, querían hacerse más pequeños de lo que eran.

-Iniciemos los juegos -sonríe ladina la chica de melena verdosa.

Isaí y Kairi se sentían salvados por la campana al escuchar a la chica que había evitado una posible pelea.

-Dale, pero no pongan retos como los de la anterior fiesta, quiero retos fuertes -ríe algo torpe Damián ya con algunas copas de mas haciendo que todos rieran.

-Bien, pero no me hago responsable de posibles consecuencias de esto, puede que salgan quemados o con una buena victoria

Ve a los presentes posando su mirada en Kairi y Bastián que permanecieron juntos después de la pequeña riña del pelirrojo y el rubio.

Kairi al sentir la mirada de Irina trago grueso.

-«Esto parece no pintar bien» -pensó al ver cómo seguía viéndolos con insistencia y curiosidad.

-Ustedes dos -se acerca a ambos casi gateando-. ¿Quién de los dos es más tímido? -ambos chicos la ven confundidos-. Bastián, ¿verdad o reto?

-por supuesto que reto perdedora

-Te reto a que hagas que Kairi se vuelva del color de sus mechones rojos -Kairi sonríe bajo y trata de huir disimuladamente.

Bastián sonríe de lado y lo sujeta de la camisa acercándolo a su rostro casi rozando sus labios con los de él mientras tarareaba bajo el coro de la canción que sonaba en ese momento.

Los jóvenes presentes veían asombrados la escena, a sus ojos no parecían que se conocieran de apenas unas horas o que hubieran peleado, incluso creían que se encerraron en su propia burbuja ignorando que era sólo un reto.

Kairi sonríe con nerviosismo viendo con sumo detalle esos ojos azules que parecía que le estrujarían el alma mientras sentía su respiración demasiado cerca de sus labios, no sabía si era el alcohol o simplemente sus hormonas de la adolescencia, pero tenía un impulso por terminar con esa pequeña distancia que los separaba, negó mentalmente cuando Bastián lo soltó.

Realmente su rostro parecía querer estallar por el gran sonrojo que se le había formado, lo que ocasionó que los presentes se rieran por un momento de él, Bastián lo observó con una sonrisa de triunfo al ver que no le era indiferente al chico, lo que hizo que su mente siguiera trabajando en su plan.

Después de tantas risas de burlas hacia él Irina apuntó a Damián

-No te salvas mi estimado colega, tengo un pequeño reto para ti

-¿Qué es? Sabes que no le tengo miedo a los retos

-Pues esta vez si deberías, allá esta Simón, te reto a que te acerques y le robes un beso -proclamó sabiendo sobre la atracción que el rubio tenía por el chico de cabello negro.

-¿¡Qué!? Estás loca, no haré eso -siente los colores subir a su rostro y comienza a mover sus manos negándose a cumplir el reto.

-Vamos, será por fin la oportunidad que necesitas para decirle sobre lo que sientes -se burló al ver lo avergonzado que estaba.

-Pero yo no quiero de esta forma, además dije que solo quería una amistad, no pienso cumplir este reto

-Dijiste que no le tenias miedo a los retos pequeña pila de automóvil -ríe con mofa haciendo que Damián se sintiera acorralado-. Pero ahora pareces algo cobarde -sonrió de lado viendo al rubio.

-D-de acuerdo, pero será un beso pequeño -se levanta del asiento tomando aire para acercarse al chico que estaba en un grupo algo alejado de ellos-. Simón... -el chico de tez pálida y cabello desordenado volteo a verlo.

Damián tomó valor para tomarlo del cuello de la camisa y depositar un beso en sus labios.

Simón quedó estático ante el beso, no entendía la situación muy bien, trató de articular palabras cuando Damián lo soltó pero simplemente no pudo decir nada y vio cómo el chico se alejaba corriendo con sus amigos.

-¿Qué demonios fue eso? -preguntó uno de los chicos que estaban con Simón.

-No lo sé, posiblemente un reto -contestó como si nada viendo de reojo a Damián.

-Un fenómeno te beso, que horror -mascullo casi enfadado el chico.

-Ya te dije que no los llames así, no son fenómenos -defendió Simón viéndolo con seriedad.

El otro sólo rueda los ojos viendo con algo de coraje al grupo de amigos que se divertían.

-Que valentía Damián -ríe con mofa la chica al ver el rostro sonrojado del rubio.

-Cállate Irina, eso fue vergonzoso -habla algo apenado mientras veía de reojo al pelinegro que disimuladamente tocaba sus labios pero él sí logró distinguir lo que hacía provocando una diminuta sonrisa.

Bastián rodó los ojos fastidiado, realmente no comprendía porque simplemente no eran sinceros con sus sentimientos.

Kairi por su parte observaba a sus amigos sintiéndose un poco perdido por el alcohol.

-Muy bien, ahora le toca al chico más tierno del aula -se levanta y jala por el cuello a Isaí-. ¿Verdad o reto?

-Supongo que reto -sonríe con un claro nerviosismo.

-Bien, te reto a que bailes sobre la mesa

Todos soltaron una carcajada, Isaí respiro aliviado, había creído que le pondrían un reto parecido al de Damián.

-Esta bien, no suena tan mal -bebe lo último de su cerveza para tomar valor y se levanta tomando aire para después comenzar a bailar al ritmo de la música mientras subía a la mesa.

Stephan lo veía embelesado ante sus movimientos, se mentiría a sí mismo si dijera que no le atraía el chico de dulce mirada.

No ocultó para nada el como casi devoraba con la mirada al chico, su mirada se posaba en el movimiento de sus caderas y piernas que le parecían adorables.

Isaí al sentir la mirada penetrante del joven dejó de bailar y bajó de la mesa avergonzado sintiéndose casi desnudo por cómo lo seguía viendo.

-Pero que buenos movimientos -Irina lo abraza del cuello mirándolo con picardía-. Eres toda una joya

-Eso fue vergonzoso

-No tanto como lo que me hizo hacer a mi -reclamó Damián con el ceño levemente fruncido.

-Eso es porque aún no se quien es el interés amoroso de nuestro lindo chico rizado -suelta una risa torpe por el alcohol.

-Yo si se quien es -comentó Sergio que parecía también afectado por la bebida.

Isaí se arrojó sobre el cubriendo su boca.

-¿Porqué no quieres que se enteren? -preguntó Stephan algo confundido pero algo dentro de él se removía pensando que tal vez él no era el causante de ese nerviosismo.

Isaí trago saliva nervioso por la mirada inquisidora que le daba Stephan, así que optó por mentir.

-Es que aún no me siento listo para decir su nombre -lo vio con un pequeño rastro de nervios y miedo, era el miedo a ser rechazado por el chico que le atraía.

Stephan por otra parte no se sentía merecedor del cariño del oji-verde y comprendería si él no correspondía sus sentimientos.

-¿Seguirán con sus cursilerías? -habló Bastián algo molesto por las miradas de ambos chicos.

-Bien, sigamos con el juego -contestó Irina buscando con la mirada a alguien a quien retar.

Kairi notó que pondrían retos subidos de tonos y se levantó de su lugar, Bastián lo vio confundido y sostiene su mano.

-Iré por otra cerveza -explicó usando eso como excusa por si el reto llegaba a él.

-Es eso o ¿Quieres huir del juego? -sonrió de lado al notar los nervios del pelinegro.

-N-no, solo iré por algo más de beber -ríe tratando de mantenerse tranquilo.

Bastián se cruzó de brazos.

-Tienes una cerveza completa ¿Y quieres ir por otra?.

Fue cuando se dio cuenta que por estar entretenido viendo a los demás ser retados y por el momento que había pasado con el rubio, no había bebido nada de la botella que tenía en la mano.

-Lo siento, no había notado que estaba llena -se sienta de nuevo rezando tuvieran piedad de él y no lo hicieran realizar cosas que lo avergonzaría.

-Ahora me toca a mí cumplir un buen reto -presume la peliverde llevando un dedo a su mentón viendo a los presentes hasta que se posó en el rubio- Bastián -canturro acercandose a él con una sonrisa pícara-. Me reto a besarte por un largo rato

-Me niego -corto de un solo tajo haciendola a un lado.

-¿Qué? ¿Porqué? -preguntó casi ofendida por la negativa.

-Porque no me interesa besarte -contestó como si nada

Irina emitió un grito ahogado de molestia al ser rechazada.

-¿Es por Kenny? -soltó con coraje llamando la atención de las miradas de los demás.

-No es por nadie idiota -se defendió con coraje al escuchar el nombre del otro.

-¡Mientes! Él es tu amante secreto, pero tranquilo que no pienso decirle nada

Bastián la ve con coraje y maldiciendo internamente a la chica, vio de reojo al pelinegro que también lo veía con curiosidad ante la acusación.

-Lo que tú creas me viene importando poco, así que déjame tranquilo

Se levanta del lugar yendo a la barra para estar más tranquilo.

Irina vuelve a sentarse con los brazos cruzados por el coraje.

El moreno decidió levantarse disculpándose con los demás y acercandose al rubio.

-¿Estás bien? -preguntó con un tono preocupado.

-No te interesa -espetó ante la pregunta del chico.

-Oye, tranquilo amigo -se sienta a su lado-. Admito que no me gustan estos retos porque siempre debe haber un problema.

-Supongo -fue lo único que pudo decir viendo atento a Kairi.

Damián trataba de consolar a la chica molesta por el amargo momento que había pasado.

Sus otros dos amigos solo se hacían los desatendidos para no escuchar los reclamos de la joven, querían solo beber de forma tranquila sin inconvenientes.

Jimena vio a la chica de la cafetería y se levanta de su lugar para poder seguirla.

-Regresó después

-¿A dónde vas? -preguntó Damián al ver que tomaba el resto de su bebida.

-Voy con Maia -fue lo único que dijo para después salir del edificio.

Toca el hombro de la chica llamando su atención.

-Hola Jimena, ¿necesitas algo? -habló con una sonrisa amigable.

-Necesito hablar contigo

-¿Sobre qué? -preguntó nerviosa ante la mirada algo seria de la chica.

-Quiero saber cuanto tiempo estaremos así, ocultando todo esto

-Oh eso -suelta un leve suspiro y sonríe acercándose a ella-. Creo que ya ha pasado el tiempo suficiente

Jimena la vio asombrada, su interior estaba emocionado por las palabras de la chica, pero una parte de ella sentía que era una ilusión.

-¿Es en serio? -preguntó aún dudosa.

-Por supuesto, no quiero seguir ocultando lo que siento por ti -hablo segura la joven de melena azabache.

-Pero tus padres dijeron que no querían que te involucrarás conmigo... ellos no quieren que estés con un fenómeno como yo -susurro bajo apretando sus puños.

La azabache toma las manos de Jimena con delicadeza sonriéndole de forma tierna.

-No me importa lo que ellos digan o piensen, no eres un fenómeno, eres la mujer más hermosa que he visto, sin importar tu condición, no eres la única que presenta algo como esto, lo sabes y mis padres deben entender que mi felicidad es primero y mi felicidad eres tú -se acerca a la chica y la besa con ternura.

Jimena sonrió entre el beso y corresponde abrazándola de la cintura.

Tanto tiempo estuvo con ese miedo de no ser aceptada por ser una chica con la condición de la intersexualidad, pero ahora eso no le importaba, lucharía por el amor que le tenía a la joven.

En la parte de la barra estaba un oji-verde de cabello rizado algo abrumado y avergonzado por el anterior momento, observaba el lugar con aburrimiento, quería irse del lugar pero no había llevado su billetera para poder regresar al instituto, se golpeaba mentalmente por ser olvidadizo y miedoso.

Estaba a nada de dejar caer una lágrima de impotencia hasta que sintió una mano en su hombro, con desgano volteo a ver al dueño de dicha mano.

-Stephan, ¿Sucede algo? -cuestiona nervioso ante la mirada imponente del otro.

-Te vi aburrido y quise venir a acompañarte, espero no aburrirte o cansarte más

-Por supuesto que no, nunca me cansaría de ti -sonríe hasta que cae en cuenta de cómo sonaron sus palabras-. Digo, es que eres un chico interesante -ríe con un leve rubor tratando de disimularlo pero su piel blanca parecía no cooperar.

Stephan sonrió enternecido y acaricia su rostro provocando que el sonrojo aumentará.

-Me gusta verte nervioso -susurró casi cerca de los labios entreabiertos.

-Stephan... -susurró de vuelta con sus nervios a flor de piel rozando también sus labios con los del pelirrojo.

Ambos corazones latian como si de un estruendo se tratara, ambos con una gran ola de sentimientos encontrados, ¿alcohol? Era el principal causante de que se comportaran así, pero tampoco podían negar la atracción que tenían esos dos, solo esperaban no equivocarse y sólo caer en los brazos de la dulce pero peligrosa seducción.

Damián vio que ya estaba solo, trataba de buscar a Sergio pero parecía que estaba coqueteando con una chica morena, Kairi parecía perdido con Bastián en alguna conversación y no quería molestarlos.

Optó por levantarse del suelo tomando su bebida y yendo a la barra a seguir bebiendo, a los pocos segundos sintió que alguien se paro a su lado y dirigió su mirada a este individuo.

Sus ojos se abrieron de sorpresa al ver a Simón de pie frente a él observándolo, no sabía cómo reaccionar o que decir, tenía miedo que le reclamará por el beso o le dijera algo que lo hiciera sentir mal.

-¿Está ocupado este asiento? -señaló la silla que estaba al lado de él.

Damián lo vio sorprendido y negó con la cabeza.

-Esta libre -susurró muy bajo viendo que se sentaba a su lado.

Se sentía realmente nervioso al tener al joven a su lado, solo quería que le reclamará de una vez para tener una excusa e irse del lugar y no insistir más en tratar de llevarse bien con él.

-Necesito preguntarte algo

Trago saliva nervioso, el aire le faltaba en ese momento, no sabía como es que ahora era un manojo de nervios.

-C-claro, dime -se golpeo mentalmente al tartamudear, jugó con sus dedos nervioso y concentró su mirada en la mesa.

-¿Porqué fue ese beso? -soltó la pregunta directamente, no quería llegar con rodeos, necesitaba respuestas inmediatas.

El chico tomó aire antes de voltear a verlo.

-Fue un reto de Irina, y te ofrezco una disculpa si eso te hizo sentir incómodo o molesto, no quería que eso pasará, te prometo que no se repetirá

-No me molesto, en absoluto

Damián volteo a verlo impresionado.

-¿Lo dices en serio?

Simón solo asintió y le dedico una media sonrisa, a lo que Damián solo correspondió.

-Se que no soy el mas sociable, pero me gustaría que tratáramos de llevarnos bien, como amigos

El joven sonrió y asintió emocionado.

-Claro, por mi no hay ningún problema

-Perfecto -sonrió viendo a Damián.

Decidió quedarse un poco más platicando con el chico, sentía muy grata su compañía y quería pasarla bien en aquella fiesta aún sin tener que embriagarse.

Ambos se sentían cómodos con la compañía del otro, era como si el beso fuera lo que necesitaban para romper la tensión que nunca hubo durante el tiempo que habían permanecido peleando contra sus subconscientes para poder hablar con él otro.

Bastián veía a su alrededor aburrido, quería salir cuanto antes de ese lugar lleno de gente, vio de reojo al chico que parecía estar ya ebrio, sonrió y alboroto su cabello llamando su atención.

-¿Pasa algo? -preguntó al sentir como tocaba su cabello.

-No, solo que pareces un niño pequeño así -sonríe de lado al ver una leve mueca en el contrario.

-Pero no soy un niño, tengo la misma edad que tú

-Y parece que el alcohol te mata el sentido del humor -habla rodando los ojos.

-Lo dice el amargado de la escuela

El rubio sólo frunció el ceño al escucharlo.

-No soy ningún amargado

-Si lo eres, he notado en el poco tiempo que llevamos en la fiesta que no te gusta hablar con nadie y que no quieres que nadie se te acerque

Bastián solo enarco una ceja.

-Entonces ¿Porqué te estoy hablando?

Un silencio corto se produjo mientras Kairi trataba de buscar algo coherente para responderle, pero era claro que el alcohol no lo ayudaba.

-No lo sé -voltea a verlo-. Dime tú el porque

Ahora él fue quien calló, tenía la respuesta, pero tampoco le diría al chico que lo único que buscaba era una noche de sexo y ya, no, eso sería muy directo y tal vez hasta haría que se alejé.

Dirigió su mirada al pelinegro que no dejaba de verlo con gran curiosidad.

-Tampoco lo sé -fue lo único que se le ocurrió contestar y le pareció ridículo, aunque el pelinegro ya no siguió preguntando y siguió bebiendo, se sentía demasiado mareado y fuera de sí, pero aún podía mantener sus cinco sentidos agudizados.

Bastián lo vio de reojo y sonrió, se acercó a su rostro provocando un pequeño salto en el chico.

-¿Qué sucede? -cuestionó nervioso al sentir el rostro del rubio muy cerca del suyo.

-Nada, solo quería ver esos ojos -sonríe ladino provocando un escalofrío en Kairi-. Son realmente interesantes

-G-gracias supongo -desvío la mirada y tomó la botella vacía para llevarla a sus labios tratando de disimular.

El rubio sonrió en sus adentros acercándose más al pelinegro, acercó su rostro a su oído dejando que su aliento caliente provocará que la piel de Kairi se erizara.

-Espero eso no sea lo único interesante

-¿Disculpa? -preguntó alzando una ceja.

Bastián sólo se acerco más a él casi rozando sus narices.

-Que me gustaría que hubiera algo más interesante

Kairi frunció el ceño y se levantó de su lugar alejándose de él.

Bastián vio como salía del edificio, no entendía que pasaba, creía que no se molestaría tanto con ese acercamiento, tal vez lo había asustado, pero vio que el chico se había puesto así por cómo le había susurrado, decidió levantarse y seguirlo hasta afuera.

El pelinegro logró verlo y se detuvo dándole la espalda para tratar de calmar sus nervios.

-¿Qué quieres?

-Saber porque te fuiste así, eres demasiado tímido

-No soy tímido, me incomode un poco, es todo-dio la vuelta para ver al chico a la cara, el cual aún mantenía el ceño fruncido-. Escucha, eres un buen tipo, pero si solo quieres satisfacer tu curiosidad por lo que soy, será mejor que de una vez lo sepas que no quiero.

-No quiero hacer eso -comenzó a acercarse hasta quedar frente al pelinegro-. Simplemente dije la verdad, eres un chico bastante interesante -sonríe de nuevo y toma la mano de Kairi produciendo nuevos nervios en él, poco a poco se fue acercando a su rostro-. Y también fue verdad que quiero que haya algo más interesante.

-¿No se supone que tienes un amante famoso? -inquirió algo molesto y nervioso quitando su mano.

-¿Qué? -rió con burla

-Esa chica, dijo que Kenny, uno de los mejores capitanes de la tropa de los halcones, era tu amante, no pienso meterme en problemas por eso.

El rubio solo rió con burla volviendo a tomarlo pero está vez de la cintura, Kairi solo trató de luchar contra su agarre.

-Entre ese hombre y yo no hay nada -lo empujó sin casi fuerza hacia la pared acorralandolo con su cuerpo-. Pareces un chico celoso

-N-no debería porque ponerme celoso, no somos nada, apenas te conozco

Bastián sonrió ladino acercandose a su oído.

-¿No te gustaría ser algo más? -murmura ronco mordiendo el lóbulo de su oreja.

El chico se soltó de él pero está vez empujándolo contra la pared del edificio con algo de fuerza.

-Te he dicho que no, no pienso enredarme con alguien tan idiota y de sexualidad curiosa

De nuevo vio esa sonrisa en el rostro del rubio, una sonrisa que lo ponía nervioso a cada momento.

-¿Qué te hace pensar que soy de sexualidad curiosa?-Sin resistir más lo tomó de la barbilla para seguir jugando con los nervios y la paciencia del moreno-. Eres realmente perfecto-esbozo una sonrisa ladina.

Ya no pudo soportar más y decidió dejarlo ahí para dirigirse a la barra a seguir bebiendo.

Bastián sólo rió al verlo, noto su nerviosismo y algo le decía que pronto lo tendría para él, sin embargo, en el fondo sentía que estaba haciendo algo erróneo sin saber que era.

Se acercó de nuevo a Kairi quedando del otro lado de la barra, este solo le dedico una mirada seria y fría.

-¿Puedes dejarme beber en paz? -tomó otra botella de cerveza y dirigió su mirada a otro punto del lugar.

El rubio subió su pierna al asiento y tomó de la playera al chico viéndolo a los ojos.

-¿Porqué actúas hostil? Hace un momento actuabas cómo si quisieras besarme -soltó burlonamente.

El pelinegro se sentía descubierto, sus mejillas se tornaron con un tenue sonrojo, rechisto y desvío su mirada hacia sus amigos.

-Eso no es verdad -fue lo único que pudo decir, sentía que su autocontrol se estaba yendo por el caño.

El rubio sonrió en sus adentros y volvió a acercarse al rostro del pelinegro.

-Entonces ¿Por qué siempre que me acerco así vez mis labios? -rozó suavemente sus labios con los del contrario provocando un cosquilleo en ambos-. ¿Te gusta?-rió al ver la expresión acalorada del chico.

Kairi se sentía abochornado, en ese momento parecía que su mente quería jugarle una mala broma.

Haciendo todo el uso de su razonamiento volvió a empujarlo pero este no cedió, solo sirvió para que el rubio lo sujetará con más firmeza del brazo y lo atrajera a su cuerpo apegándolo a él.

-Suéltame por favor -habló en un leve susurro tratando de no verlo a los ojos.

-¿O qué? -sonrió con arrogancia dispuesto a volver a rozar sus labios con los de él.

Kairi no acepto esto y lo tomó de los brazos empujándolo contra la pared sin importar las miradas de los pocos interesados en su riña.

Coloco una de sus manos en el cuello del rubio, su respiración pesaba cada vez más y sentía que su sentido común lo abandonaba en ese momento, dirigió su mirada a los labios carnosos del chico, pronto su mente le dio la respuesta para esa situación: regresar la jugada.

Sonrió para si mismo y tomó a Bastián del cuello de la camisa sorprendiéndolo.

-Ya no pareces confiado -susurro cerca de sus labios dejando que su aliento caliente golpeara la boca entreabierta del rubio.

Bastián mentiría si decía que no se sorprendía del cambio de actitud de Kairi, no entendía a donde había ido ese nerviosismo y actitud defensiva, parecía alguien completamente diferente, pero sin duda algún interruptor se encendió en él y lo aprovecharía al máximo.

Tomó la mano que estaba en su cuello acercándola a su boca para besar la palma morena del chico.

-No me provoques niño, ambos podemos jugar el mismo juego y puedes salir de otra forma -susurró ronco acercándose a su rostro haciendo que la piel del chico se erizara.

-Entonces comencemos a jugar Bastián -acercó su rostro rozando ambas narices creando un nuevo escalofrío en ambos.

Bastián tomó de la cintura al chico apegándolo a su cuerpo para por fin unir sus labios en un lento beso dejando algo anonado al chico pero sin dudar correspondió al beso.

Pronto como si de un golpe de realidad lo sacudiera, regreso en sus cinco sentidos y se separó empujando al rubio.

-¿Qué sucede? -Lo veía confundido, parecía que ambos los disfrutaban, pero al ver los ojos del pelinegro pudo notar todo lo contrario, se veía ofendido por lo que había hecho.

-Es todo lo que vas a obtener -se sentó de nuevo para seguir bebiendo, no quería parecer patético, pero sin duda ese momento lo estaba disfrutando, pero el miedo a ser utilizado lo invadía, y no era para menos, ni siquiera conocía al chico y ya estaba besándolo, se sentía fatal.

Bastián comprendió todo al ver la mirada y sólo optó por acercarse a beber con él viendo a su alrededor, pero su plan seguía en pie al ver cómo Kairi veía a los demás bailar.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022