Mal romance (juegos de seducción y traición)
img img Mal romance (juegos de seducción y traición) img Capítulo 5 DEMOSTRACIÓN
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Capítulo 7 ENTRENAMIENTO img
Capítulo 8 SOSPECHAS img
Capítulo 9 SALIDA PT1 img
Capítulo 10 SALIDA PT2 img
Capítulo 11 SALIDA PT3 img
Capítulo 12 SALIDA PT4 img
Capítulo 14 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) img
Capítulo 15 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT2 img
Capítulo 16 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT3 img
Capítulo 17 REVELACIÓN (PRIMER TRAIDOR) PT4 img
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Capítulo 5 DEMOSTRACIÓN

Las horas pasaron y les permitieron conocer a los integrantes de las clasificaciones y escuadrones, Kairi simpatizo con sus compañeros, sin embargo no se sentía emocionado por donde estaba a pesar de compartir escuadrón con Jimena.

Vio de reojo a Damián que pedía la prueba para cambiar a combate, esperaba que le fuera bien con la prueba y al menos él pudiera cumplir con lo que anhelaba, desvío su mirada al rubio que estaba del otro lado del lugar, se veía imponente recargado en la pared con una mirada seria.

-¿Me disculpan un momento? -preguntó a los chicos con los que hablaba y se dirigió con el rubio al ver que aceptaban-. Hola Bastián -se para junto a él recargando su cabeza en la pared-. ¿Pudiste clasificar? -lo ve asentir y una gran sonrisa apareció en su rostro-. ¿En serio? ¿Dónde?

-Combate -soltó serio y volteo a verlo.

-Oh vaya, que suerte -ríe levemente y siente un pequeño nudo en su garganta.

Se alegraba por él, sabía por boca de los demás alumnos que era uno de los mejores y por eso el instituto le dio la oportunidad de ingresar sin mucho problema.

Algo completamente diferente a él, quien tuvo demasiados obstáculos para poder ingresar y se sentía pequeño al lado de ese chico.

-¿Estarás en el cuerpo de búsqueda?

Kairi solo asintió.

-Es genial -sonríe fingiendo emoción-. Es una gran oportunidad para mi

Bastián frunció el ceño.

-Pero tu atributo puede servir para combate

Ve el sobre amarillo de los resultados en las manos de Kairi y se lo arrebata creyendo que las palabras del chico eran una especie de broma.

-Si lo sé, pero creo que no lo ven de esa forma -ríe nervioso tratando de recuperar el sobre.

Bastián alza un poco el papel para poder leer mejor agradeciendo ser unos centímetros más alto que el moreno.

La mirada seria del rubio sobre el papel lo ponía inquieto, quería hacerse pequeño en ese preciso momento.

-Esto debe ser una broma, ¿Están perdiendo un elemento importante solo por algo como esto? -regreso su mirada al pelinegro que bajaba la mirada-. ¿Pediste la prueba extra?

Él solo negó con la cabeza agachada.

-No lo veo necesario, si ellos consideran que no puedo entrar en un combate debe ser por un motivo importante -hablo con la voz suave pero quebradiza.

-Un motivo demasiado tonto, ven conmigo -lo tomó del brazo llevándolo casi arrastras frente a Suri.

-Espera Bastián ¿Qué planeas? -cuestionó nervioso al ver la mirada fruncida del contrario.

-Pedir una explicación para esto

-No es necesario, por favor detente -trato de zafarse del agarre del chico pero este solo lo ignoro.

Kairi veía las miradas y escuchaba los murmullos de todos los presentes.

Bastián se detuvo frente a Suri y con algo de fuerza golpeó la mesa con la hoja.

-Queremos una explicación para esto

Suri los vio seriamente y tomó la hoja para leerla.

-Es su clasificación, punto final

Dejó de nuevo la hoja en la mesa aún viéndolos.

-Él tiene un buen atributo ¿Y lo mandara al cuerpo de búsqueda? Debe ser una jodida broma

-Señor Kent, le pediré que mida su tono de voz -habló serio Herman al escuchar la disputa-. Esta hablando con su futura superior

-Al carajo eso -escupió con enojo viendo a los profesores-. ¿Está perdiendo un elemento valioso solo por tener una condición como esta? Y no sólo eso -toma el papel con algo de enojo señalando una línea-. ¿Prohibirle el derecho a una prueba extra? Deben estar jugando, quitan su oportunidad para defenderse

-Como usted lo está haciendo -señala Suri-. Usted está hablando en nombre del señor Eisen sin siquiera dejar que el opine

Kairi solo tragó saliva nervioso ante la mirada inquisidora de la pelinegra.

-Yo también quiero saber porque se me prohibió el derecho a prueba -hablo algo nervioso pero con la mirada firme tratando de no titubear ante la mirada de los demás.

-Deberá comprender que no sólo es por la situación de tu intersexualidad, presentas problemas con la sobreproducción ovárica de andrógenos y eso puede acarrearte problemas futuros y con esto, puede traer consecuencias si peleas, entendemos que eres alguien que estaría a la par de él -señala al rubio que se mantenía escuchando-. Pero también lo hacemos por tu bien

-¡Esto no es ningún bien! -reprochó Bastián a la mujer-. Usted misma está diciendo que puede estar a mi nivel, pero se niega a darle una oportunidad, solo están viendo algo superficial -golpea con fuerza la mesa con sus puños provocando que los demás jóvenes voltearan a verlos por el alboroto.

-Entendemos que es una decisión egoísta de parte del instituto -ve a Kairi con una mirada comprensiva-. Pero si al menos nos entregaras pruebas y exámenes médicos donde demuestras que esto no es un impedimento para que estés como combatiente, yo sería la primera en abogar por ti para que te dieran esa oportunidad

-Entonces permítame demostrarlo, hagan las pruebas que necesiten por favor, quiero al menos una oportunidad para mostrar mi capacidad -hablo con desesperación viendo a los profesores.

-Eso tardaría semanas y aunque lo hagamos no sabemos cómo eres en combate -hablo uno de los maestros que se encontraba en el lugar observándolos.

-Si de eso se trata -protesto Bastián y jalo con fuerza a Kairi del brazo llevándolo a la parte central del lugar-. ¡Háganse a un lado imbéciles! -empujó hacia adelante al moreno y le dedico una mirada seria-. Vas a demostrar que eres el mejor peleando o te terminaré matando

-¿Qué? ¿De qué demonios hablas Bastián? -exclamó preocupado el chico que no entendía las intenciones del otro.

Los profesores se alertaron ya que conocían el carácter poco paciente del chico.

-Señor Bastián, deténgase inmediatamente o habrá grandes consecuencias -grito exasperado Herman con la intención de acercarse, pero fue detenido por el brazo de su compañera Suri

-Espera Herman, déjalos que sigan -ordenó viendo a ambos jóvenes.

-Pero Suri, comenzarán una pelea sin sentido -protesto preocupado.

-No es ninguna pelea sin sentido, se trata de compañerismo a su manera, el señor Bastián está tratando de demostrar que nos equivocamos pero para eso debe hacer que Kairi también lo demuestre

Herman logró entender lo que ella le explicaba y sólo se quedó de pie viendo a ambos chicos con clara preocupación.

-Si no inicias tú, lo haré yo.

Chasqueo ambos dedos creando pequeñas explosiones brillantes.

Kairi estaba maravillado, parecían pequeñas luces artificiales que brotaban de sus dedos, era un espectáculo maravilloso que captaba su atención debido a su atributo, ni siquiera escuchaba el bullicio de su alrededor.

-¡Kairi cuidado!

Reconoció la voz angustiada de Damián, pero cuando regresó en sí algo impactó contra su cuerpo evitando que se cubriera siendo lanzado contra una pared.

Soltó un quejido fuerte al ver que eran esas mismas explosiones que Bastián había producido lo que había golpeado parte de su cuerpo que se había vuelto escamoso por el impacto.

-No te desconcentres pelo flameado, te dije que demostraras tu capacidad y que se equivocaron, no que te distrajeras como un lagarto crecido

Kairi solo lo veía sorprendido, su mirada no parecía ser enojada o presumida, parecía una mirada decidida y llena de confianza.

Solo asintió y cruzó sus brazos creando escamas en todo el resto de su cuerpo.

-Estoy listo -sus ojos parecían de un tono miel y rojizo.

Bastián esbozo una sonrisa de lado y chasqueo de nuevos sus dedos creando una gran ola roja de fuego y explosiones.

Kairi se cubrió por completo con sus antebrazos y corrió atravesando la ola roja dando un salto grande para dar un golpe fuerte al rubio sin contar que este esquivaría el golpe del contrario haciéndose a un lado aprovechando el momento para lanzar una patada hacia la espalda del moreno con gran fuerza.

El pelinegro dio la vuelta sujetando su pierna dándole vueltas para después arrojarlo contra el muro del campo haciendo que todos se alejaran del lugar con temor a que este cayera sobre ellos.

El rubio se puso de pie sonriendo con emoción al ver la fuerza de su adversario.

-¡Anda! ¡Se que esta no es toda tu fuerza Kairi! -grito con una gran sonrisa que atemorizó al resto de los jóvenes que no comprendían el porque de ese enfrentamiento-. ¡Demuestra que tu puedes ser digno de pelear!

Los amigos del pelinegro estaban confundidos y preocupados por éste, sin embargo también estaban asombrados por la forma de pelear de ambos jóvenes.

-¿No se supone que se estaban haciendo amigos? -cuestionó confundido Damián.

-Parece que no -respondió con el mismo tono Sergio observando la escena.

-Esto no es cuestión de amistad, Bastián está tratando de demostrar que Kairi no necesita exámenes médicos para entrar a una pelea -trato de explicar la peli-azul.

-Pero eso implicaría lastimarse entre ambos -comentó aún más preocupado Damián.

-Eso es evidente y parece que los profesores lo saben, pero entienden que si esto llega a otro nivel, la profesora Suri intervendrá con su atributo

Los tres jóvenes dirigieron su mirada a la mujer adulta que observaba la pelea con una mirada serena.

-Suri, para la pelea, se terminarán lastimando peor -suplico el rubio viendo como ambos jóvenes ya tenían heridas leves.

-Solo espera -habló casi en un susurro esperanzado.

Kairi trataba de calmar su respiración pesada sin bajar la guardia, se sentía cansado pero su orgullo le impedía abandonar la pelea y sabía que su oponente no lo dejaría rendirse tan fácil.

-¿Qué pasa Kai? -preguntó burlón Bastián al ver el cansancio del otro-. ¿Es todo lo que tienes?

El pelinegro chasqueó la lengua y se abalanzó sobre él para atinarle un fuerte golpe en el rostro.

Bastián sonrió de lado y en cuanto el puño del atacante tocó su rostro este le propinó un fuerte golpe en el abdomen cortando la respiración de Kairi provocando que se doblará en su lugar jalando bocanadas de aire desesperado y tosiendo con fuerza.

-«¡No te rindas!» -se gritaba internamente desesperado al ver que su cuerpo pesaba tanto y no podía ponerse en pie-. «¡Muévete o te verán como un débil!» -emitió un gruñido sintiendo como el aire poco a poco regresaba a su cuerpo.

El rubio lo observaba dispuesto a atacar en cualquier momento en que el moreno se pusiera en pie.

-«Levántate por favor Kai» -proclamaba Bastián en su mente algo desesperado notando la falta de aire en el cuerpo del pelinegro.

Veía de reojo a los presentes y al chico que se encontraba en el suelo luchando contra su cansancio.

Kairi como pudo se puso en pie viendo con furia al joven frente a él.

Soltó de nuevo un gruñido algo audible, su cuerpo comenzó a cubrirse por completo en una pared de escamas tan duras como la piedra, su cabello comenzó a ponerse en punta como si de varios cuernos se tratarán, sus ojos se tornaron de un rojo vivo y sus dientes se hacían más grande dándole un aspecto aterrador.

Los presentes no caían en cuenta de lo que veían, les era difícil reconocer al chico pelinegro frente a ellos, parecía alguien distinto, alguien intimidante.

Bastián sonrió al ver que su cometido se había cumplido, veía a los profesores con soberbia al notar que estos no salían de su asombro ante el cambio de Kairi.

El pelinegro se lanzó hacia el rubio con la intención de darle un puñetazo en el rostro mientras esté estaba distraído observando a su alrededor.

Como si de un sexto sentido se tratara, pudo notar el acercamiento del chico a una corta distancia, detuvo el golpe con el antebrazo y lo regreso hacia el pecho del chico, pero este se quejo al sentir su mano estrellarse en el duro pecho de Kairi.

-Buen golpe -susurro sonriendo el moreno.

Bastián solo sonrió con arrogancia.

Kairi aprovecho el momento para regresarle el golpe de unos momentos atrás haciendo que el rubio se doblará en su lugar.

Por supuesto que no se dejaría ganar fácil, aun con la respiración pesada creo una fuerte llamarada explosiva cortando la trayectoria de vista de Kairi que sacudió su rostro al tener una fuente de luz cerca de sus ojos.

Sintió un golpe fuerte en su cuello que provocó que cayera al piso casi inconsciente.

-¡Levántate! -grito furioso el chico al ver cómo Kairi cerraba sus ojos-. ¡Maldición! ¡Ponte de pie!

Sujeto al moreno del cuello de la camisa viendo que se encontraba inconsciente.

-¡Suficiente! -habló de forma intimidante la pelinegra viendo con total seriedad al rubio-. Si ya acabaron su espectáculo será mejor que lleven al señor Eisen a que sea revisado

Dirige su mirada a Herman quien entiende y se acerca a ambos jóvenes tomando en brazos al pelinegro.

Bastián veía a Suri de forma seria y retadora.

-Espero que con esto quede claro que él si es digno de estar aquí

Suri vio alrededor del lugar notando pequeños destrozos ocasionados por la pelea.

Regreso la mirada al chico y sonrió con altanería.

-Felicidades, lograste que un estudiante se metiera en problemas

-Debe ser una jodida broma -habló exasperado-. Tuvieron su demostración... ¿¡Que más quieren!?

Los presentes sólo se alejaban un poco al ver las miradas fulminantes de la profesora y el rubio.

-Es todo por ahora gracias al señor Eisen y Kent -recogió los papeles que había tenido en una pequeña mesa y camino pasando de largo al joven furioso-. Pero antes -dio la vuelta viendo a Damián y Sergio-. Ustedes tienen un castigo, se dedicarán a limpiar el lugar, cortesía de sus compañeros -sonrió burlándose de Bastián y entró al edificio.

Ambos jóvenes vieron a su alrededor y después se vieron entre sí con una mirada de pesadez.

El rubio sólo apretó sus puños y comenzó a caminar hacia adentro con los demás.

La peliazul al verlo caminar se acercó tocando su hombro.

-¿Qué quieres? -preguntó reacio hacia la chica.

-Esto no sólo fue por la clasificación ¿Verdad? -cuestionó con curiosidad.

Bastián frunció el ceño, él creía que era sólo por eso, pero ahora que lo pensaba con más claridad, había algo más que no comprendía.

Optó por ignorar a la chica y entró detrás de los demás.

Ella solo soltó un suspiro pesado y regresó con los otros dos chicos.

-No nos dejes solos -susurro con ojos de cachorro el rubio.

-Lo siento, debo ir al resto de las clases y a ver a Kairi -sonríe tímida.

Damián se abrazó a ella fingiendo llorar.

-Al menos salúdalo de nuestra parte -pidió Sergio.

-Lo haré -contestó con una leve sonrisa separándose de su amigo-. Vendré más tarde

Entra hacia el edificio dejando a ambos limpiando.

-¿Cómo es que dos chicos pudieron hacer esto en unos minutos? -cuestionó Damián barriendo el lugar.

-No lo sé, pero esos hijos de la... fregada me las pagarán después -habló exasperado levantando los escombros del lugar.

El rubio se recargó en la escoba viéndolo.

-Te estás dejando llevar por tu lado latino

-A veces me hacen sacar eso -hablo encogiéndose de hombros-. Y no es como si me avergonzara

-Tienes razón -tomó de nuevo la escoba para seguir barriendo.

Ambos estaban sumergidos en lo suyo hasta que escucharon caer algo ocasionando que voltearan a ver a la causante.

-Lo siento -habla apenada Olivia al sentir ambas miradas.

Ambos jóvenes se vieron y Sergio le dedico una sonrisa.

-No te preocupes, Eres Olivia ¿Verdad? -la vio asentir y se acercó a ella extendiendo su brazo-. Un gusto, soy Sergio, y el idiota de allá es Damián

La castaña sonrió amable hacia el rubio que la saludaba desde su sitio.

-Mucho gusto -les sonríe a ambos de forma amable.

-El gusto es nuestro -expresó Damián con una gran sonrisa.

-Se supone que debería estar en clases, que haces aquí? -cuestión el otro chico observándola detenidamente.

-Estaba buscando a Teiji, uno de nuestros compañeros

-Creo haberlo visto entrar -señaló Sergio hacia el edificio con su pulgar-. Ese chico es estricto consigo mismo

-Si lo se -ríe rascando su nuca-. Lo perdí de vista cuando esos dos empezaron a pelear

-Si, creo que todos olvidaron lo que hacían por culpa de ese par -argumento el azabache haciendo una leve mueca de molestia que hizo reír a la chica.

-Pero fue increíble ver a dos personas tener tal magnitud de fuerza

Ambos chicos sonrieron.

Sergio iba a hacer una pregunta hasta que sintió una mano en su hombro que hizo que volteara a ver al dueño de esta.

Observó a Teiji que parecía sonreír de una forma sutil sin demostrar la hipocresía detrás de ella.

-Disculpen la intromisión, pero Olivia debe ir a clases y se supone que ustedes dos tienen un castigo que cumplir -mencionó Teiji con una leve sonrisa y vio hacia la castaña.

-Es cierto, perdón por haberlos distraído -sonrió apenada ante la situación.

-No te preocupes, fue un placer haber hablado unos segundos contigo -contestó el chico viendo a Teiji de forma seria-. Podemos seguir hablando después -le dedico una sonrisa a la chica de forma amable.

-Claro, ¿En la comida está bien?

-Me parece perfecto -volvió a sentir la mano en su hombro y ladeo su rostro para ver al chico-. ¿Qué se te ofrece?

Teiji sólo vio a Olivia sonriendo con algo de ¿arrogancia tal vez?.

-No te sugiero que te involucres con estos chicos Olivia, solo les gusta meterse en problemas

Sergio lo miraba con el ceño fruncido mientras que la chica veía confundida a Teiji.

-Ahora el chico que no se mete en problemas ¿habla mal de uno compañero? -ríe con ironía Sergio-. Que ejemplo tan gracioso

-Solo veo por nuestra compañera, así no se distraerá metiéndose en problemas como tú y Damián

-Me temo que te equivocas mi estimado amigo -intervino Damián al ver el ambiente muy tenso-. Nosotros no nos metemos en problemas, los problemas se meten con nosotros -giño su ojo hacia Olivia con un tono coqueto.

Olivia solo rió por lo bajo al ver la intención del chico por aminorar el malestar.

-Entonces nos veremos en la comida Sergio -se despidió amable la castaña y tomó del brazo a Teiji para alejarlo de los chicos

El rubio volteo a ver a su amigo.

-¿Qué demonios fue eso? ¿No se supone qué ese tipo no es de problemas? -inquiere el rubio confundido viendo a su amigo.

-Tal parece lo contrario, creo que le está llegando a los talones a Bastián el cascanueces

Damián emitió una risilla al escuchar como el chico refunfuñaba.

-Ya, ya entendí, ahora a ponernos a limpiar o no llegaremos a la hora de la comida y no pienso quedarme con hambre y esperar hasta la noche.

Sergio asiente tomando de nuevo la escoba barriendo los escombros que habían cerca aún maldiciendo entre dientes al rubio y al pelinegro por haber destrozado casi todo el campo de entrenamiento.

Sintió de pronto una mirada detrás de él haciendo que una incomodidad se alojará en su cuerpo, volteaba en cualquier dirección pero no veía a nadie, alzó sus hombros restándole importancia para seguir con lo suyo hasta que sintió algo pesado caer en su espalda ocasionando que cayera boca abajo también.

-Pero ¿Qué? -dio la vuelta viendo a una chica de tez oscura y cabello castaño completamente rizado como un algodón

-Por fin te encontré -sonrió amplio acercandose melosa al rostro del pelinegro-. Pensé que no te alcanzaría después de la pelea

Sergio la veía de forma rara e incomoda por el acercamiento, vio hacia Damián que parecía contener la risa al ver la escena de ellos dos.

-. Disculpe señorita... pero ¿la conozco?

-Pero que olvidadizo que eres cariño, nos vimos anoche en la fiesta de tu amiga Irina

El chico trataba de recordar a la joven frente a él pero simplemente la resaca no dejaba a su cerebro trabajar de manera correcta.

-Discúlpeme, pero me es difícil recordar su nombre -sonríe apenado ante la joven.

-Me llamó Marina, patán -se dio la vuelta caminando ofendida por lo dicho.

Damián se acercó a su amigo viendo el movimiento del pelo de la joven.

-No me digas, le dijiste que era de una noche, ¿No?

-Ni siquiera recuerdo si pasó algo

-Amigo -resopló el chico-. Anoche pasaron demasiadas cosas que tú y Jimena se perdieron por estar tan ebrios

-¿Qué? Explícate copia de mini cargador

-Contando el hecho de que fui prácticamente chantajeado para besar a Simón, Irina hizo un berrinche porque no pudo besar a Bastián pero Kairi casi obtiene un beso de él, también que Isaí bailo y se estaba besando con Stephan en el jardín del edificio oh y que tú y la morena que acaba de irse estaban en un momento... ¿Cómo te lo digo sin que suene mal?

-Solo suéltalo y ya -mascullo rodando los ojos

-De acuerdo, pero no te enojes... Cuando ya me regresaba hacia el instituto vi como tu y ella estaban en un beso demasiado fogoso -ríe burlándose del rostro mudo de Sergio-. Así que creo que es por eso que se enojo tu "amiga" -crea comillas con sus dedos.

-¡Maldición! No recuerdo nada de lo que dices

-¿Cómo demonios lo vas a recordar si bebiste casi dos botellas completas de tequila? Es un milagro que estés de pie ahora mismo

Sergio solo soltó un suspiro de frustración al tener la mente en blanco.

-Tendré que disculparme con la chica para no ser tan descortés

-Suena como una buena decisión, pero primero ayúdame a terminar de limpiar o te juro que esta vez la escoba se volverá mi arma por andar distrayéndote tanto con mujeres lindas

Su amigo solo sonrió de lado para molestarlo un poco.

-¿Acaso estas celoso? Oh amigo mío, lamento decirte que no estas dentro de mis intereses amorosos, pero créeme que serías el primer hombre al que le aceptaría una cita

Damián solo lo veía con seriedad ante sus palabras hasta que se hartó y lo golpeó en la espalda con la escoba que cargaba provocando que el otro fuera hacia adelante riendo entre quejas por el escobazo.

-Ya quisieras cara de burro, yo solo tengo ojos para otra persona que es mucho más atractivo que tú

Sergio solo posó su mano en su propio pecho de forma dramática.

-Has roto mis sentimientos, no mereces ser llamado mi amigo -fingió llorar con amargura viendo por el rabillo del ojo al rubio.

El contrario solo lo vio con una leve mueca de pena ante la dramatización de su compañero.

-¿Te han dicho que eres mal actor?

-No pero tu ya lo hiciste -ríe viendo al rubio rodar los ojos-. Que amargado que estas hoy, yo soy quien debería estar enojado, tú fuiste el de la travesura y debo ayudarte

Damián solo alzó su ceja y cruzó sus brazos.

-No me has ayudado, al contrario, yo te estoy ayudando, malagradecido -echa su rostro hacia otro lado comenzando a caminar para seguir con sus labores.

Sergio soltó una leve risa y continúo ayudando al chico a recoger los escombros del lugar.

Suri veía los documentos del joven pelinegro tratando de pensar en una solución ante lo que paso en el campo de entrenamiento, notó el gran espíritu de lucha que tenía éste, un buen elemento ante sus ojos y sabía que el instituto no quería verlo.

Soltó un largo suspiro llamando la atención de su camarada que revisaba los demás papeles.

-Anda, ¿Sigues viendo eso? Ya tomaron una decisión, no van a permitir que el chico tome una prueba extra -expresa el profesor ganando una mirada gélida de la pelinegra.

-Ese es el maldito problema, aunque me cueste admitirlo, el joven Kent tiene razón, ese chico tiene un gran potencial que puede ser pulido y ser uno de los mejores hombres que puede tener un cuartel, pero simplemente lo están dejando de lado por concentrarse en algo como su situación -habló con frustración restregando su rostro-. Necesito ayudarlo de alguna forma

-Entiendo como te sientes, pero la forma en que podría presentar la prueba es con todos esos exámenes y tomará meses para que pueda tenerlos todos

-Lo sé, y es molesto no poder hacer nada -tiró los documentos al escritorio viendo los demás papeles-. Y puedo ver que trato de esforzarse por pelear contra Kent, están a la par esos dos

-Si, eso todos lo notaron, pero recuerda que no es el único joven que lo tratan de frenar ante una situación similar con la de él, ahí está Kenny, padece lo mismo que el joven y sin embargo es el segundo mejor comandante y capitán en una armada

Suri asintió recordando al joven, hasta que algo en su cabeza sonó como un click viendo a Herman para esbozar una sonrisa que al profesor le resultó algo tétrica.

-¿Tienes el número del pollo? -preguntó aún sonriendo.

-Sí, somos amigos desde que éramos estudiantes -contestó dudoso ante la mirada inquietante de su compañera.

-Bien, necesito que me lo des

-¿Para que lo necesitas?

-Creo tener la solución para este asunto

-¿Enserio? ¿Cuál? -preguntó emocionado mientras le entregaba una tarjeta con un número de teléfono.

-Lo veras en un momento

Tomó la tarjeta para marcar el número deseando internamente porque su plan no fallará.

Poco a poco el moreno abría sus ojos sintiendo una pesadez en el cuerpo, sentía como si un auto lo hubiera arrollado varias veces, trató de sentarse pero cayó de nuevo en la cama quejándose fuerte.

-Hasta que despiertas

Frunce el ceño al escuchar esa voz gruesa que le era conocida, giro su rostro viendo a Bastián cruzado de brazos recargado en la pared de la enfermería.

-¿Qué fue lo que pasó?

-Caíste mucho antes de que empezará a pelear de verdad -desvía la mirada inquieto-. Creí que resistirías más que eso

-Entiendo -sonríe acomodándose de nuevo en la camilla viendo hacia el techo-. Lamento no haber llenado tus expectativas de pelea

-Tonterías, pudiste al menos mantenerte en pie después del ataque, eso demuestra que eres mas fuerte de lo que los superiores y director creen

Las palabras de Bastián se alojaron de forma cálida en el pecho del pelinegro haciendo que sonreirá conmovido.

-Gracias por creer eso Bastián -dejó salir un suspiro de sus labios cerrando sus ojos.

-¿Aún te duele? -cuestionó acercándose a él con un deje de preocupación en su voz.

-No, solo estaba pensando -esboza una gran sonrisa viendo al rubio-. Pero gracias por preocuparte

El otro solo chasqueo la lengua en forma de desaprobación mientras veía hacia otro lado de la enfermería.

-¿Quién demonios dijo que estaba preocupado?

Kairi sólo rió ligeramente.

-Tú acabas de demostrarlo

-No demostré nada bastado

-Si, como tu digas -volvió reír al ver que el otro estaba a punto de hacer una rabieta.

Bastián veía con supuesto enojo al moreno y estaba dispuesto a acercarse a reprenderlo cuando escucho como golpeaban la puerta de forma suave.

-Adelante -pronunció el rubio mientras se colocaba al otro lado de la camilla viendo hacia la puerta.

Después de escuchar que podían pasar, Suri entró con la mirada seria viendo a ambos jóvenes.

Kairi devolvió la mirada con nervios.

-Por lo que veo ya se siente mejor -afirmó viendo al chico de mechones rojizos

-Si profesora, disculpe por las molestias -trato de sentarse siendo ayudado por el rubio.

-No debería preocuparse por eso, lo que realmente debería importar ahora es que creo un gran alboroto frente a varios superiores y profesores y destruyó parte del lugar donde debían entrenar

El pelinegro sólo bajó la mirada sintiendo cierta culpabilidad por el asunto de querer demostrar que era fuerte como su compañero.

-No fue su culpa, yo fui quien comenzó la pelea -alegó Bastián con una mirada imponente ante Suri.

Esta solo sonrió de forma amplia descolocando a ambos jóvenes.

-Sus comportamientos merecen una sanción, de sobra lo saben -observa como ambos asienten-. Ustedes creen que pueden venir a armar un revuelo solo porque el instituto no cumplió con lo que ustedes querían, tanto que destruyeron un lugar completo en cuestión de minutos, solo ustedes dos cuando ni siquiera los estudiantes de cursos anteriores han logrado romper un solo muro -ríe de nuevo viéndolos-. Eso me agrada

Ambos estaban confundidos sin entender a la mujer.

-¿A que se refiere? -pregunta el pelinegro con clara confusión en su voz.

-Este lugar busca jóvenes que no se rinden, que se verdad buscan su lugar y no sólo se queden donde los demás les ordenan, queremos jóvenes con espíritu y desde ya ustedes lo están demostrando, es por eso que quiero ayudarte a que puedas obtener la prueba extra para que te reaccionen al cuerpo de batalla -explicó con tranquilidad y una sonrisa esperanzadora.

-Pero aún debo hacerme las pruebas -balbuceó Kairi con la mirada seria y baja.

-De eso me encargaré, las haremos lo más rápido posible para demostrar que mereces esa oportunidad -vocifero feliz la mujer.

-Todo muy bien, pero recuerde que aunque el demuestre que su estado le permite pelear, este le tomará tiempo y no permitirán que se una a los entrenamientos -manifiesta el rubio un tanto preocupado por la situación del momento.

-También tengo claro eso y aunque pidamos que se una como algo extra no lo permitirán hasta tener una prueba certificada de que puede entrenar como alguien "normal"

-Perderá tiempo y entrenamiento

-No claro que no, hable con el director y le di una idea que no pudo rechazar

-¿Qué idea? -interroga con cierto temor el moreno.

-Integrar como superior a alguien con tu condición -suelta con una sonrisa victoriosa a los jóvenes-. Si hay alguien como tú entonces los superiores y directivos dejaran que más alumnos con androginia puedan integrarse a los entrenamientos por sí necesitan salir a combates de emergencia

-Bien, bien, todo se ve muy lindo, pero olvida que si hace eso, no solo será Kairi quien tenga que hacerse las pruebas

-No, no lo olvide joven Kent, claro que se que los demás jóvenes tendrán que hacerse las pruebas correspondientes, es por eso que si más jóvenes se unen, menos tiempo se tomarán para hacerlas, siendo uno le darán lapsos de tiempo muy largos y esto afectará su entrenamiento, pero si son más jóvenes, lo verán como una necesidad del instituto y tendremos los resultados más rápidos al tener más personales

-La verdad es que no suena tan mal idea profesora -admite Kairi al escuchar las ideas de Suri.

-Lo sé -habló con soberbia la mujer-. Claro que los entrenamientos empezarán a partir de mañana para integrarse

-¿Y quien será el nuevo superior encargado? -interrogó el rubio atento a la conversación.

-Vendrá en unos momentos para conocer al chico que destruyó el campo de entrenamiento

Kairi se encogió en su lugar por la pena, aun se sentía mal por el lugar destruido y más al saber que habría personas ajenas a su desastre que tendrían que limpiar el lugar.

-Disculpe profesora -carraspea llamando la atención de ambos-. ¿Hay alguien en el campo de entrenamiento ahora mismo?

-¿Te refieres a sí alguien está limpiando? -inquiere y lo ve asentir con pena-. Si, los jóvenes Huerta y Keyser están ocupándose de eso

El moreno hizo una leve mueca, no había querido arrastrar a sus amigos en sus problemas.

Escucharon la puerta ser golpeada levemente llamando la atención de los presentes.

-Disculpen la interrupción, pero el director y una persona más quieren hablar con él joven Eisen -anuncia Herman viendo al nombrado.

Kairi trago grueso siendo invadido por los nervios, comenzó a jugar con sus dedos observando hacia la puerta.

-Bien, que pase -habló la pelinegra con una leve sonrisa.

Bastián veía de reojo a Kairi riendo internamente de su manera de manejar los nervios.

Escucharon dos pares de pisadas y un par de voces, una de ellas demasiado familiar para el rubio.

Volteo a ver hacia las dos personas y su cuerpo se tenso al ver a esa persona frente a él para después posar su mirada en Kairi.

Para él fue como un balde de agua helada caer sobre su cuerpo al recordar la propuesta que le había hecho al pelinegro y fue en ese momento que dudas a su mente llegaron rápidamente.

            
            

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