El secreto de Las Hadas
img img El secreto de Las Hadas img Capítulo 2 Perro que ladra, en este caso muerde
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Capítulo 6 Operación Kadir img
Capítulo 7 Paciente 1511003 img
Capítulo 8 Bienvenidos al laboratorio de Dexter img
Capítulo 9 Bendita sea la ley de atracción img
Capítulo 10 ¿Y ahora quién diablos img
Capítulo 11 Al diablo le gusta jugar img
Capítulo 12 Que no se pierda la costumbre img
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Capítulo 2 Perro que ladra, en este caso muerde

Nadia

Iwaki, Japón

Hace tres horas que Kerem y yo llegamos a Japón, nos registramos en el Hotel Frontier de cuatro estrellas, «muy pocas para mi gusto, por si me preguntan» pero fue el hotel que nos reservó el simpático y elegante señor Yılmaz, ya que vinimos a inspeccionar el edificio nuevo para la inauguración.

Kenia decidió quedarse en Estambul para organizar todo lo de la gira, ya que es la semana entrante, mientras Kerem y yo seguimos la pista que obtuvimos sobre los negocios de Kadir con los de Hokkaido. El plan es simple, hacer contacto con ellos, reunirnos y hacerles una oferta pacífica para que trabajen conmigo y me den la ubicación de Kadir «Ta da» Así que, mientras Kerem se encarga de todas esas cosas, mi hermoso y extravagante cuerpo pide por un viaje de relajación al Spa del Hotel.

Al entrar, el lugar está mejor de lo que esperaba, es un espacio con aire natural, pero con un piso de mármol muy elegante, hay muchas plantas exóticas por todas partes, la estructura de las paredes es de piedras rusticas, hay dos escaleras que se conectan con el piso de arriba, donde por lo que veo hay una especie de tina burbujeante.

«Interesante»

Me dirijo a la oficina de recepción para registrarme y buscar los servicios que brinda el Spa.

-Muy buenas tardes señorita, es un placer para nosotros recibirla, ¿me permite su identificación? -pregunta en japonés la payasa con mejillas coloradas entumecidas por tanto sonreír que se hace llamar recepcionista.

-Por supuesto -le contesto en su idioma con una leve sonrisa y le muestro mi ID.

-Todo en orden señorita Nadia, aquí le dejo nuestro dossier de servicios. En lo personal, le recomiendo la sesión de tratamiento facial, creo que le sería de mucho provecho -dice dejándome en un shock instantáneo.

«Pero qué mierdas»

-¿Cómo dice? -le pregunto perpleja, sin creer lo que me acaba de decir.

-Es que se le ve el rostro un poco rígido, lo cual seguramente es causa del estrés. Lo sé porque a mi hermana también le sucedía lo mismo por causa del trabajo, así que le recomendé esta misma sesión de Spa, y ahora es una de nuestras modelos testigos de los resultados de la sesión, de hecho ahí está, siempre viene una vez por semana -me dice sonriente, señalando a la japonesa de piernas largas que se encuentra con tres chicas más, sentadas cada una con una mascarilla verde dentro del cubículo que dice Skincare -Qué dice Nadia, ¿se anima?

Me le quedo mirando fijamente a los ojos con un gesto inexpresivo «primero ofende mi aspecto y luego me tutea, esto va a estar bueno»

-¡Claro que sí! -respondo como colegiala emocionada -¿por aquí cierto? -le pregunto señalando el lugar donde se encuentran los avestruces con mascarillas y ella asiente. Así que me dirijo a la sección de SkinCare.

Al abrir la puerta, me sumerjo en una mezcla de aromas donde puedo identificar, canela, romero y esencia de pepino, claro está que mi proceso de inspiración relajante termina cuando abro los ojos y veo las cuatro espectadoras que me miran fijamente con ojos suspicaces «perras», así que termino de cerrar la puerta y me dirijo al tocador a colocarme la bata de algodón y las pantuflas. Me recojo el pelo en un moño y apoyo las manos en el lavadero sonriendo al imaginar lo que está a punto de pasar.

"¿Segura de que eso es lo que harás?"-pregunta mi voz interior

-Claro que sí, será divertido, esas perras débiles se lo merecen -contesto mirando al espejo con cara de «Obvio».

"No sé Nadia, pero últimamente tu creatividad ya no es la misma de antes, hasta parece que te estás ablandando"

-¿Cómo se atreve esta? -digo mentalmente señalando al espejo y mirando a la esquina del techo como si hubiese una cámara oculta

»¿Con que eso piensas eh?, ya te voy a enseñar estúpida -digo saliendo del baño y sentándome directamente en la silla vacía que está pegada a la pared sin mirar a ninguna de mis acompañantes.

Tomo una de las revistas que están en la mesita que tengo al lado e inmediatamente llega una de las masajistas a atenderme. Mientras va preparando los utensilios que va a utilizar le digo en voz alta:

-Disculpe señorita, quería comentarle que estoy maravillada con la rutina que tienen acá, es fenomenal, incluso quedé sorprendida cuando me enseñaron fotos en recepción de las modelos, yo soy amiga de una de las agencias de modelaje más famosas de Turquía -me aseguro de decir esto lo suficientemente fuerte para captar la atención de mis acompañantes- pero lastimosamente no alcancé a ver el nombre de ninguna de ellas, ¿me los podría conseguir?- y no termine bien de hacer esta pregunta, cuando los pececitos mordieron el anzuelo.

«Típico».

-Disculpe Señorita...-interrumpe una de ellas, curiosamente la hermana de la recepcionista.

-Nadia -le respondo con un gesto apresurado para continuar mi conversación con la masajista- ¿la puedo ayudar en algo? estamos en medio de una conversación aquí- le insinuó mirando a la empleada.

-Sí, disculpe, es que no pudimos evitar escuchar su conversación -confiesa.

-Eso demuestra muchos modales de su parte -le respondo tomando un mechón de mi pelo, al mismo tiempo en que miro a la empleada alzando las cejas. La cara de vergüenza de las demás, estaba como para un retrato y colgarlo en el Louvre.

-Lo sentimos mucho, señorita, pero es que nosotras somos parte de las modelos por las que usted estaba preguntando -termina de decir y yo hago un gesto de sorpresa, bajando los pies de la silla y poniéndome frente a ellas.

-¡Jesús bendito, no digas! Dame un segundito -le contesto- Cariño -llamo a la empleada que volvió a lo suyo- ¿sería mucho pedir que me consigas un poco de agua sin gaseosa? -le pido amablemente y ella asiente enseguida, y sale del lugar.

-Ahora si tendremos más privacidad- les digo a las chicas emocionada y todas se acercan sonrientes y se sientan en una misma silla.

»La verdad es que, chicas, creo que ustedes tienen un talento increíble, se los admito como profesional en el área -les digo llevándome una mano al pecho en un gesto de poca modestia, lo que hace sonrojar y sonreír a mis acompañantes «de verdad que son estúpidas» -Mi amigo Kerem es un excelente fotógrafo y dirige una de las mejores agencias de modelaje en Turquía, si les interesa puedo recomendarlas, ya saben, como amiguis que somos, ¿cierto? -les pregunto con gesto cómplice haciendo el ademán que hacen las tontas colegialas con los dedos, lo que hace que todas chillen como conejillos de india.

-De verdad que nos has llegado como caída del cielo, Nadia querida -dice la hermana de la recepcionista, asiento ante sus palabras con una sonrisa tan falsa como tetas de silicona.

«Aunque, no sé si el cielo sea el lugar de referencia apropiado»

»Desde hace tiempo ya venimos un poco cansadas de trabajar para el mismo Spa y no avanzar, creo que tu propuesta es única, ¿crees que podrías llamar a tu amigo ahora mismo? -pregunta impaciente, lo que hace que las demás la apoyen.

-Pero claro que sí -respondo tomando mi teléfono para llamar a Kerem, el cual contesta de inmediato. -Kerem querido.

Le hablo canturreando, provocando que ría antes de manifestar su voz.

-Hola belleza...por lo alegre de tu voz supongo que estás tramando algo, así que dime para qué soy bueno -responde tan encantador como siempre.

-Sabes que ando por acá en Japón, y me encontré con unas talentosas e increíbles amigas modelos -digo guiñándoles el ojo a las presentes -Así que pensé que tal vez podrías aceptarlas en tu agencia, te debería una.

-Ahora resulta que también soy director de una agencia de modelaje -responde riéndose.

-Eres el mejor, nos vemos cuando vuelva- cuelgo el teléfono y les hago un gesto de asentimiento a las chicas con labios reprimidos en una sonrisa, a lo cual ellas responden con una algarabía como si fuesen pollos en un gallinero.

-Saben, una de las mejores modelos de la agencia es también una gran amiga, realmente es la mejor profesional que haya conocido, así que tengo que decirles que tendrán una competencia difícil, no les será fácil estar a su nivel, de hecho, déjenme mostrarles una foto -busco en mi teléfono una foto de Kenia de la pasada gala benéfica, en la cual estuvo realmente arrebatadora, «es mi hermana dah» , al mostrarles la foto, se puede decir que no quedaron muy contentas al ver la belleza de mi hermana.

-Es evidente por qué es de las mejores -dice avestruz número uno con una sonrisa más falsa que una muñeca barbie fabricada en china.

-Sí, es que utiliza una de las mejores rutinas para el cuidado facial creada por ella misma -les cuento mientras doy una mirada inspectora en los productos que se encuentran a mi alrededor para aumentar la credibilidad de mi pequeña mentirita, y lo que encuentro es particularmente... «interesante» -Su rutina consta de pepino, mezclado con barro volcánico, polvos de azufre y una cucharada de ácido salicílico, esa mascarilla le hace relucir una piel excelente por semanas -les digo en un susurro como si les estuviese compartiendo información clasificada, a lo cual le agrego un guiño y ellas reaccionan llevándose las manos a la boca con total discreción lo que hace que ría para mis adentros.

«Este hotel me ha caído de maravilla».

En ese mismo instante llegó la empleada con mi agua, disculpándose porque en los almacenes se había terminado y tuvo esperar a que buscaran más, demostrando la ineficiencia del lugar y que lo único bueno es la travesura que estoy realizando.

Solamente quince minutos después de haberme colocado mi mascarilla de Aloe Vera, escucho a una de las avestruces amenazar a la empleada con que la iba a reportar por incompetencia si no preparaban la mascarilla tal cual le indicaban.

«Que decías sobre mí, querida Voci» -me burlo de mi voz interior con una gran sonrisa en mi rostro. Diez minutos después dejo el área de SkinCare y salgo a firmar mi ficha de salida en recepción.

-¿Disfrutó de su estancia, señorita? -pregunta una diferente recepcionista.

-Estuvo de maravilla -le contesto sonriendo, mientras hago una cuenta regresiva mental.

cinco... cuatro... tres... dos... uno... cero...

Los gritos provenientes del SkinCare no se hicieron esperar, solo pude identificar las palabras subidas de tono que soltaban aquellas chicas y el cómo exclamaban por su piel irritada ya que salí con el mejor de los ánimos, hasta le hice un guiño a un guapurro que pasaba por la acera.

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Al llegar a la habitación del hotel, ya eran entradas las siete, me encuentro con Kerem sentado frente al computador, quien me saluda con un "hola hermosa", a la vez que esboza su típica sonrisa, pero a la verdad no estoy de ánimo para eso, hoy ya tuve la suficiente dosis de diversión que necesitaba, ahora quiero enfocarme a lo que vine.

-Hoy no Kerem, dime qué averiguaste -le digo mientras me desvisto buscando un atuendo adecuado para lo que viene.

-Pero hace semanas que no nos vemos -dice abrazándome por detrás, lo cual me hace virar los ojos y tronar el cuello.

-Te daré hasta la cuenta de tres para que me sueltes -le digo molesta, lo que lo hace soltar una risita ronca y levantar las manos en señal de rendición.

-No sabes lo mucho que me tientas cuando entras en tu modo bipolar, pero como usted ordene, mi reina -. Dice eso último pausadamente antes de sentarse de nuevo frente al computador

»La reunión es en una hora, será en Miyagi, ya que no accedieron a que entremos a su territorio. Akihiro no estará presente.

«Tampoco contaba con que estuviera, eso hubiese sido demasiada hospitalidad de su parte»

»El encuentro será a las 11:00, ya me enviaron la ubicación y el avión está listo, debemos salir de aquí en una hora si queremos llegar a tiempo.

-Estaré lista en veinte minutos -digo entrando al tocador para alistarme.

3 horas después

Llegamos a la ubicación que nos enviaron en Miyagi. Es un edificio abandonado y antiguo, al entrar nos encontramos con cuatro personas, dos de ellas sentadas en una mesa de metal con dos asientos vacíos, y las otras dos paradas detrás, cada cual con una escopeta Remington 870 calibre 12.

«Obviamente ninguno de nosotros vino desarmado».

Antes de llegar a la mesa, uno de los hombres de atrás sale a revisarnos para quedarse con las armas.

-Primero invítame un café, bonito -le digo sonriendo en un perfecto japonés cuando pasa las manos por mi trasero, hace un amago para tomar las armas, lo cual pone a Kerem a la defensiva, pero le hago un gesto para que se las entregue al sujeto, mientras se llevan también las mías.

Cuando llegamos a la mesa, uno de ellos, el cual supongo que es el danışman de Akihiro, nos hace una seña para que nos sentemos.

El transcurso del encuentro se basa en Kerem mostrándoles nuestra mercancía y explicándole el funcionamiento de nuestro negocio. Así transcurrió una hora en la que no pronuncié una sola palabra, solo le hacía asentimientos con la cabeza a Kerem en señal de autorización, cada que debía mencionar algo importante.

-¿Y qué? -dice el otro sujeto sentado en la mesa-¿la perra bonita se quedó sin lengua o qué? -pregunta mientras me mira mordiéndose los labios, a lo cual yo solo respondo mirándole a los ojos con un gesto inexpresivo para después sonreír y contestar.

-Realmente espero que no se presente una situación que amerite mi intervención -le respondo con la vista baja, para luego mirarlo directamente a él.

-Uhh, nos salió brava la perrita, pero como dice el dicho, perro que ladra no muerde, bonita -dice burlándose de mí, a lo que hago caso omiso y sigo inspeccionando el lugar.

-La verdad es -habla el danışman- que su propuesta está muy interesante, pero lamentablemente ya tenemos negocios con Turquía -dice obviamente haciendo referencia de Kadir, lo que me hace poner mi atención en él, dado que ya tocó el punto que he estado esperando.

-Kadir Demir -le menciono a la rata norteña y el asiente.

-Recientemente ya cerramos negocios con él, y qué te digo bonita... -dice sonriendo mientras le hace señas a los hombres de atrás, los cuales comienzan a caminar hacia nosotros y Kerem se pone a la defensiva- no me interesa trabajar con novatas... y mucho menos tratar con la competencia -termina de hablar y le hace una seña al soquete de al lado para que saque su arma.

-No querrás hacer eso -digo tranquila mirándolos a ambos que se miran a Kerem como si estuviese loca.

-Y quién dijo que tienes poder de voto, muñeca -dice el sujeto de al lado, mientras tienta la mesa por debajo buscando su arma, la cual evidentemente ya no está, verán, esa es la magia de los tacones con punta, al no encontrar el arma, mira al danışman el cual hace el mismo gesto, pero el ruido que hace mi mano cuando cae en la mesa con la glock en mano apuntándole, lo hace quedarse inmóvil.

-Perra maldita -dice el otro sujeto haciéndole señal a los hombres de atrás para que disparen.

-Si alguno dispara, este se muere -digo mirando fijamente al hombre que tengo en frente el cual me devuelve la mirada con el rostro serio, pero un tanto preocupado.

-Diles a todos tus hombres que bajen las armas, porque no creo que el señor Akihiro se sienta muy feliz al saber que su mano derecha murió en una situación tan estúpida, solo por querer hacerle el machito -le digo al soquete, el cual le hace señal a los hombres de atrás para que bajen sus armas.

-Dije a todos, creo que te faltan los cuatro francotiradores del cuarto piso a ambos laterales -le digo sonriendo mientras me mira furioso y espectado mientras toma el radio de su cinturón y les habla en japonés para que las bajen.

-¿Feliz, perra? -me pregunta con la cara roja por la ira.

-Como una lombriz -le sonrío -Ahora sí, hablemos de negocios -digo poniéndome de pie, y dándole la otra arma a Kerem que se coloca detrás de mí -quiero que tú me hagas un pequeño favor, y yo a cambio los dejaré irse con vida.

Le digo esperando una respuesta, a la cual el danışman responde asintiendo con la cabeza.

» En este mismo instante sacarás tu teléfono y llamarás a tu jefe para decirle que controlaste la situación sin dejar cabos sueltos y que te llamó uno de los proveedores de Alemania para decirles que hubo un cambio de ubicación y le dirás esta -le paso un papel con una ubicación nueva- para la reunión que ya tenían cerrada con ustedes y Kadir, ya que la policía ha estado merodeando esa zona, ¿de acuerdo? -le digo y este saca su teléfono y me lo pasa para que seleccione el contacto que dice "jefe" en japonés. Le doy a llamar y se lo paso, este le dice en japones todo lo que le acabo de ordenar, luego cuelga y deja el celular en la mesa.

-Si que eres una perra mal nacida -dice el tipo que me lleva fastidiando toda la encantadora velada mientras sigo apuntándole al jefe.

-¿Con que una perra eh?... ¿sabes cómo hacen las perras? -le pregunto sonriendo para luego pasar a una expresión inexpresiva, hago lo que toda perra haría, «ladrar» mientras le apunto y le suelto un disparo que le perfora la cabeza y hace que su cuerpo se derribe sobre la mesa mientras comienza a aparecer el charco de sangre que llena la mesa completa, y le vuelvo a apuntar al sujeto que queda vivo alzando los hombros en señal de que no fue mi culpa.

-Dile a tus hombres que salgan -le digo mientras que me mira asustado, como si estuviera loca pero aún así obedece y todos salen del edificio -Ahora esto es lo que harás -digo mientras le tomo del cabello, poniendo el arma debajo de su garganta -No le contarás a nadie lo que pasó aquí, solamente le dirás a tu jefe que tuviste que matar al soquete este, usarás tu imaginación para buscar una razón. Si alguien se llega a enterar de lo que pasó aquí o que mi amigo y yo seguimos vivos -le digo seriamente mientras este tiembla, y bajo el arma para dispararle en una pierna y luego en el costado, lo que hace que caiga gritando al suelo.

»Te juro que dedicaré el resto de mis días a buscarte, y ya podrás deducir lo que pasará.

Digo esto último antes de retirarme en compañía de Kerem con rumbo al hotel, pues como se rompió la taza, pues cada uno para su casa.

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danışman: « consejero o mano derecha)

            
            

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