Capítulo 8 Ponle una trampa (Tercera parte)

Hablando del carácter de su tío, Shirley sintió que él realmente heredó la esencia de la familia Su. Era indiferente, elegante, riguroso y trabajador, excepto por su cuidada disposición intrigante, etc. Hizo todo perfectamente.

Al contrario, Shirley no lo heredó en absoluto. Para ser honesto, la gente diría: "Tu nieta está muy feliz todos los días. Vive una vida sin preocupaciones y tiene un gran corazón ".

En realidad, intentaron decir: "Tu nieta es como una loca. No tiene corazón y puede perder el tiempo todo el día ".

Pensando en esto, Shirley dejó escapar un largo suspiro. Ella y su tío son miembros de la familia Su, ¿cómo podrían ser tan diferentes?

De pie en la puerta, la madre de Shirley estaba explicando su identidad al guardia de seguridad. El guardia de seguridad miró de arriba abajo con expresión de perplejidad y luego marcó el número con el teléfono en la mano, presumiblemente para confirmar si existía esa persona.

Shirley solo miró todo esto en silencio. ¿Era esta realmente su casa? La fría puerta de hierro gris plateado no bloqueaba el camino a seguir, sino el afecto familiar congelado durante mucho tiempo.

"Está bien, ya veo. Los dejaré entrar ahora mismo ". El guardia de seguridad hizo una reverencia y asintió con la cabeza, como si sus halagos pudieran transmitirse al otro extremo del teléfono. Él era muy feliz.

El guardia de seguridad reemplazó sus ojos despectivos con una sonrisa. Abrió la puerta y les ayudó a llevar el equipaje.

"Maestro, la señorita Yvonne ha vuelto", dijo alguien.

El abuelo de Shirley estaba apoyado en el sofá, con un periódico en la mano. Levantó la cabeza y miró a Shirley, que estaba junto a su madre. Sus ojos hicieron que a Shirley se le pusiera la piel de gallina en todo el cuerpo.

Hizo una pausa de dos o tres segundos y luego miró el periódico que tenía en la mano. "Giselle, lleva a la señorita Shirley a mirar a tu alrededor y familiarizarte con el entorno".

El abuelo de Shirley guardó el periódico y lo tiró sobre la mesa de té. Se puso de pie y dijo en voz baja: "Yvonne, ven conmigo".

El cuerpo de Yvonne obviamente se congeló y su expresión se volvió un poco rígida. Pero ella todavía sonrió y se volvió hacia Shirley. "Mamá y abuelo tienen algo de qué hablar. Ve a buscar con Giselle para familiarizarte con el medio ambiente. Iré a verte más tarde ".

Shirley no era una bebé que no podía vivir sin su madre. Además, a juzgar por la expresión de su madre, sabía que debía dejarlos en paz. Simplemente miró a su madre, asintió obedientemente y siguió a Giselle hasta el segundo piso.

Shirley solo trajo algo de ropa informal, que fue muy conveniente para ordenar. Todavía quedaba mucho tiempo antes de que Giselle la llevara a familiarizarse con el entorno, por lo que miró alrededor de la habitación distraída. De hecho, era solo una habitación de invitados, con papel tapiz blanco, una cama normal y muebles impecables.

Lo único que sorprendió a Shirley fue el amplio balcón. Alguien incluso había colocado con consideración una tumbona y una mesa de té, que eran las mejores opciones para tomar el sol.

Shirley caminó feliz hacia el balcón, acostada en la barandilla. Desde esta posición, pudo ver la fuente artificial instalada por la familia Su. El jardín lateral y el exuberante alcanfor agregaron color al paisaje. Además, el aire estaba lleno de un aroma refrescante, que hacía que la gente se sintiera feliz y aliviada de su fatiga.

"Lo decidiré después de regresar".

Una voz fría interrumpió el silencio. Por curiosidad, miró hacia el lado izquierdo del balcón. Por un momento, la mente de Shirley se quedó en blanco. Aunque el hombre solo vestía un conjunto de ropa informal ordinaria, ella podía reconocerlo fácilmente como su tío. A diferencia de la severidad habitual, la ropa informal era más accesible, pero aún así tenía que mantenerse alerta.

Al ver que parecía estar hablando de trabajo, Shirley no supo cómo saludarlo, así que se sintió relajada. Cuando estaba a punto de regresar silenciosamente a la habitación, justo cuando giraba sus extremidades superiores, Edmund la miró como si la hubiera sentido, y luego la vio tomar una acción súper divertida.

Shirley parecía congelada. Tenía los miembros rígidos como si no le pertenecieran. Especialmente cuando los ojos de Edmund se posaron en ella, su cerebro pareció dejar de funcionar y se puso en huelga automáticamente.

Después de colgar el teléfono, Edmund miró a su alrededor.

Después de esperar un rato, Shirley no escuchó ninguna voz de Edmund. Cuando estaba a punto de regresar a su habitación, de repente sintió que era descortés saludar a los mayores.

Después de dudar por un tiempo, Shirley decidió ser una niña educada.

Por lo tanto...

"Hola tío." Edmund guardó silencio durante unos segundos sin ninguna respuesta.

"Adiós, tío." Shirley sonrió con satisfacción, se dio la vuelta y se despidió.

"Bueno, ¿cuándo viniste?" En ese momento, volvió a sonar una voz perezosa y Edmund ignoró automáticamente su última frase. Como si hubiera estado esperando durante mucho tiempo, y la saludó razonablemente.

Shirley se dijo a sí misma que debía calmarse. Regresó con una gran sonrisa en su rostro y dijo: "Acabo de llegar".

"¿Giselle te dijo que te mostrará los alrededores?"

"Sí, Giselle me pidió que desempaquetara mis cosas primero. Ella me mostrará los alrededores cuando termine ".

Edmund asintió y miró su reloj. No dijo nada. Cuando Shirley realmente pensó que le estaba pidiendo que se fuera de una manera educada, de repente dijo: "Es casi mediodía. Giselle debería estar ocupada en este momento. Me temo que no tiene tiempo para mostrarte los alrededores ".

"Bueno." Shirley no cambió su expresión, de hecho, se rió entre dientes en su corazón. Estuvo bien. Era perezosa y quería quedarse en la habitación para descansar.

"¡Vamonos!" dijo Edmund de repente.

"¿A dónde vamos?"

"Déjame mostrarte el lugar."

"¿Qué?" Shirley soltó inconscientemente, con incredulidad en su rostro.

¡Giselle, ven por favor!