-Dile a Daniel que te acompañe si tanto te incomoda ir.- la sugerencia de su hermana era bastante sensata. Después de todo necesitaba distraerse y Daniel era su mejor amigo. Probablemente tenía muchas ansias por soltar la información tan confusa que escuchó de la boca de sus padres. No obstante, prefirió esperar, ser paciente.
El destino perseguía al pequeño pichón de Pilar, poco entendía él de lo que sus padres conversaron con el alienígena tan familiar que podría caminar por las calles de Buenos Aires sin problemas. Dejó que todo fluyera, esa noche iba a conocer al amor de su vida. En una fiesta a la cual lo invitaron por mero compromiso. Sus actividades en el consejo escolar eran muy importantes, dado que estaba a la cabeza de las decisiones más relevantes. Allí vería a muchos invitados miembros de su comunidad escolar, pero con los cual no establecía relación. Daniel notó la preocupación o incomodidad que estaba sintiendo. -Relájate, ya estamos aquí, al menos tratemos de divertirnos con estos desconocidos.- típico del tranquilo y apacible Daniel Vera. Al ser mayor su perspectiva de la situación no era tan nula como la de su compañero. Aún así, Matías seguía mostrando cierta incomodidad, ese sentimiento se mezcló con unos cuantos más cuando una moza muy atractiva se asomó tras la puerta, los estaba invitando a pasar. -Pasen no se queden ahí dudando.- dijo ella. Daniel pasó saludando gestualmente, sin embargo Matías se colocó tras él evitando la mirada de la anfitriona.
El heredero del clan Lauro, tenía apenas trece años de edad, sentir la mirada de aquella muchacha, claramente mayor que él, lo incomodaba. Con Daniel a cuestas se dirigió hasta donde el cumpleañero tomaba junto a sus amigos. -¿Puedo hacerte una pregunta?- Matías no fue para nada discreto. Sebastián asintió con la cabeza. -La chica que nos abrió la puerta, qué es tuyo.- Esta vez si fue menos directo. -Es mi hermana Paola, también está Verónica que es mayor que ella, pero en este momento no está.- la respuesta del jovencito era claramente desinteresada, agregó información para dejar de lado totalmente la conversación que estaban teniendo. Matías se apartó sentándose próximo a su amigo. -Dime Daniel ¿Ella está observándome? Sin aguantar la sonrisa pícara, Daniel asintió por lo bajo. Algo ocurría, se trataba de una situación de la cual no podía huir. Una cosa llevó a la otra y finalmente lo inevitable ocurriría.
Mientras una música de fondo sonaba y las voces ansiosas de unos cuantos jóvenes que lo incitaban a lo que no debía, Matías la observó para finalmente intentar decir una palabra, no pudo. -¿Qué se supone que hace un chico mayor en una fiesta de uno mucho menor?- sin saber qué decir, él solamente balbuceó sílabas que ella ignoró. -Entonces acompañaste a tu amigo para que no viniera solo...- en esa falsa deducción, Matías encontró la posibilidad de acercarse más a ella. -Así es.- dijo con suma confianza, la necesaria para hacer caso a los ecos al unísono, que reclamaban un beso apasionado. Sin embargo no fue él quien dio el primer paso, se le adelantaron.
Así comenzó la primera historia de amor. El futuro Pilar ignoraba que ese era un lujo que no cabía en su destino. Pero seguramente lo disfrutó por el tiempo que duró. El paso de los días hizo que su propio cumpleaños se acercara. El 4 de Julio sería una oportunidad perfecta para reunir a todos los afectados de aquel encuentro misterioso. Las miradas que cruzaron los padres de sus amigos y compañeros de escuela era la prueba irrefutable que necesitaba. Algo extraño estaba sucediendo y advertirlos a todos sería su principal objetivo. Para cuando la fiesta llegara a su clímax debían esperarlo en la terraza del edificio. Él iba a tener un encuentro muy cercano con Paola, convertirse en hombre esa misma noche sería un agregado especial para el festejo de su decimocuarto cumpleaños. Luego de llevar a su novia hasta su casa, completaría la noche con la reunión pactada. Una vista amplia al escenario montado, Juan Manuel caminaba de un lado a otro refunfuñando, harto de la espera y amenazando con marcharse, Giselle trataba de retenerlo, fue justo cuando Matías se hizo presente.
-Perdón por hacerlos esperar tanto tiempo, les doy las gracias por haberme aguardado.-
-Vamos dinos de una buena vez, el porqué de reunirnos en este lugar.- Juan Manuel no pudo evitar hacer el reclamo.
-Debo darme prisa para que ellos no empiecen a sospechar.- Matías gesticulaba exageradamente al hablar.
Giselle se acercó hasta él. -¿Quienes?-
-Nuestros padres.- contestó bajando la mirada. El desconcierto era general y los murmullos mezclados eran dagas clavándose en cuerpo a lo que Matías quería informar.
-¿Nuestros padres? Matías, sé claro hombre, no entiendo que estás queriendo decir con eso.- Jonathan hizo pública la incertidumbre.
En un rincón más resignado, Christian asomado al balcón que daba a la nada mostró su preocupación. -Espero que esta no sea otras de tus historietas.-
-Déjenlo hablar.- Daniel puso orden, la pausa justa para que su amigo pudiera expresar con palabras más entendibles.
-No sé por dónde comenzar.- soltó desanimado.
-¿Por el principio?- un chiste rápido que Gabriel no pudo evitar, ignorando lo absurdo muchos rieron.
-Sí, es bueno reírnos porque lo que les contaré borrará la sonrisa de sus rostros.- completó Matías con un tono de seriedad escalofriante.
-Habla de una vez que me hago vieja.-reclamó María José.
-Necesito ambientar la situación. Les preguntaré, sé muy bien que alguno de ustedes ya se conocían antes de mi cumpleaños, pero por ejemplo, Celeste ¿Conocías a Gabriel o a Jennifer?- Matías sabía la respuesta, sin embargo necesitaba mostrarles la idea central del asunto.
-No, justamente del grupo que está ahora presente, conozco a Giselle, Jonathan, Christian y Juan Manuel. El resto los conocí esta noche.- contestó Celeste.
-Bien.- Matías manifestó sonriendo, su teoría quedó comprobada al menos para él. Ya que sus compañeros no entendieron el punto de la cuestión.
-Bien ¿Qué?- preguntó Guadalupe, esa curiosidad producto de la perplejidad que la resolución incompleta del cumpleañero.
-Que entonces lo que vi es sumamente raro, pero sin lugar a dudas lo que escuché es cierto.- Matías seguía diciendo palabras sueltas que nadie entendía.
-Matías por favor se claro con lo quieres decir.- ordenó Jennifer, el resto del grupo seguía perdido no entendían el rumbo de la conversación.
-Es de lo que me querías hablar hace tiempo ¿Verdad?- añadió Daniel, que rápidamente recordó la inquietud que meses atrás prefirió callar.
Asentió moviendo levemente la cabeza. -Verán todo comenzó cuando quise averiguar sobre la veracidad del trabajo adicional de mi padre.- Christian no soportó y tuvo que expresarse. -Ahora sí, ahí viene el cuento.- dijo fastidiado, él ya había perdido la concentración y la seriedad del diálogo que estaban teniendo los once.
-¡Puedes callarte y dejarlo hablar!- la que ponía orden, no era otra que la mismísima Giselle Salvini.
-Gracias- dijo Matías mirando a su compañera, luego se dirigió al resto en general. -Lo seguí hasta una cabaña apartada de la zona urbana, con unos sucesos bastante extraños pero cuando llegué al lugar me sorprendí mucho más cuando los vi a ellos.- relataba con nervios el muchacho, pero las dudas no lo dejarían terminar.
-¡¿Quiénes?!- reclamó María José perdiendo la paciencia.
-¿Cómo quienes? Nuestros padres, que va.- sentenció él.
Se quedaban mudos, eso hacía las cosas más complicadas para el que trataba de contra lo sucedido. -¿Y qué hacían allí? Reunirse en secreto ¿Con qué fin?- preguntó Jonathan intrigado.
-Son las mismas dudas que yo tenía en aquel momento. No voy a mentirles, aún las tengo. Pero hablaban cómodamente con un sujeto llamado Teseo ¿A alguien le suena ese nombre?- ahora buscaba respuestas entre sus compañeros, pero todos negaron.
-Bueno, al parecer, este Teseo viene de otro planeta.- bastó eso, no lo dejaron terminar la oración, las risas se hicieron presentes, tampoco faltaron los insultos. No obstante también había gente que permaneció expectante, como tratando de darle sentido a las palabras de Matías. -Veo que los únicos que están creyendo lo que cuento son Daniel y Celeste.- indicó mirando a sus compañeros.
-Vamos ¡¿No van a creer semejante historia?!- vociferaba incrédulo Christian Ocaranza.
Haciendo un gesto de descontento, Juan Manuel se daba la vuelta. -¡Me voy! Esto no tiene ningún sentido.-bufó.
-Yo no sé si alguna vez les pasó algo, a lo que no pudieran dar una explicación lógica. Ellos hablaban de una misión para la que habíamos nacido, que por alguna razón pospusieron. Este Teseo les pedía que reconsideren el hecho de decirnos la verdad.- Matías sintió la necesidad de contarlo todo. Aunque sólo dos personas lo estuvieses escuchando.
Sin embargo Gabriel también mostró interés. -¿De qué verdad hablas?
Cambiando el semblante tomó una pausa. Se sentó sobre una ventilación de aquel edificio. -¿Alguna vez han hecho algo sorprendente? Algo que escaparía de toda realidad, cosas que sólo serían válidas en una historia de ciencia ficción.- la pregunta del joven cumpleañero desconcertó a muchos, mirando hacia la lejanía del suelo, sintió que si saltaba podría mostrarle a sus compañeros de lo que hablaba. Pero dudó, qué pasaba si no funcionaba. -No pretendo que me crean. Pero ese día que seguí a mi padre, corrí a más de 80 kilómetros por hora, golpeé a un hombre más grande, dejándolo inconsciente sin el más mínimo esfuerzo.
-Me cuesta creerte Matías.- dijo sincerándose Gabriel.
-Yo si le creo.- la voz de Daniel se alzó por sobre el resto que aún murmuraban que el homenajeado estaba loco. -Yo también.-indicó firmemente Celeste.
-No sigan con el juego de este tonto.- Juan Manuel seguía incrédulo, pero al ver a Celeste se obligó a sí mismo, quedarse para seguir escuchando la anecdótica historia.
-Una vez me vi obligado a defenderme de un sujeto bastante robusto. No lo comprendí muy bien en ese momento, pero lo arrojé unos cincuenta metros y para ello tendría que haber usado una fuerza descomunal. Por decirlo de otra manera, fuerza sobrehumana.- explicó Daniel relajado, pero su respiración se descontrolaba al recordarlo.
-Lo mío fue por puro descuido.- Celeste también tenía una historia para contar. -Haciendo unos arreglos florales en el balcón de mi departamento, cometí una negligencia al subirme a la baranda. Una enredadera del piso superior molestaba la vista del mío, pero perdí el equilibrio cayendo del sexto piso. Cerré los ojos esperando la muerte.- hizo una pausa para tomar aire dejando a todos boquiabiertos. -¿Qué sucedió?- reclamó Giselle. -Cuando abrí los ojos estaba suspendida a pocos centímetros del suelo, al notarlo, caí irremediablemente, pero sin daño alguno.-contestó ella.
-¡Qué bien, tienen súper velocidad, súper fuerza y levitan en el aire, esto es una locura!- la incredulidad de Christian se dejó ver.
-Yo les creo. Dudo que puedan estar inventando cosa semejante, tomando de quienes vienen los testimonios, claro está que se trata de la mera verdad.- a pesar de las fantasías expresadas por los jóvenes, Giselle Salvini realmente creía en ellos.
-Yo también les creo...- Guadalupe rompió el silencio para dar a conocer su idea también. Al poco tiempo eran más los creyentes que los que no lo eran.
Aquella noche estrellada era testigo de la primera reunión de tantas que tendrían los jóvenes elegidos. Siendo las 1:56 am., decidieron que era momento de despedirse y luego de pasado unos días, una semana para ser exactos, volverían a reunirse.
Tratando de no levantar sospechas ese 11 de Julio, tal y como habían pactado se reunieron para partir rumbo a la dichosa cabaña. Matías recordaba con detalle el viaje, sin embargo, la inexperiencia del adolescente, haría que tuvieran dificultades para llegar en tiempo y forma. El más preocupado era Jonathan, dado que no supo inventar la excusa adecuada para ausentarse tanto tiempo. Al principio del trayecto todo iba bien. Pero cuando se quedaron sin transporte para llegar al punto indicado comenzaron las especulaciones y las burlas. -¿Por qué no nos llevas a caballito y corres a toda velocidad?- los chistes de Christian no se hicieron esperar y a Matías le afectaba bastante. Lamentablemente el viaje se retrasó y llegaron dos horas y media más tarde de lo que habían estimado, comenzaba a oscurecer.
Con precaución el grupo de jovencitos se adentra en la vivienda misteriosa. La visibilidad era complicada y a pesar de no querer llamar demasiado la atención, determinan que lo mejor es encender las luces.
-¿Esta es la chimenea?- preguntó María José, entendiendo que era la misma del relato. Matías movió la cabeza confirmándolo. La curiosidad de la más pequeña del grupo, por describirla de alguna manera, los llevó a dar con un mecanismo de apertura. Estando en la habitación donde la rara reunión tomó lugar. Caminaron inspeccionando todo, no dejaron lugar sin recorrer esperando encontrar algún indicio o respuesta negada. Hasta que finalmente, en la parte norte del enorme salón dieron con una puerta distinta a las que conocían.
Sorprendido y casi pasmado del entusiasmo, Gabriel señalaba un artefacto desconocido para los muchachos. -¡Miren!- vociferó.
-¿Qué se supone que es?- la pregunta que todos querían hacer, María José se adelantó al resto, que seguían esperando respuesta por parte de quien, al parecer, sabía conocerla.
-Un escáner...- Gabriel aún pensativo, creyó haber saciado la ansiedad de todos. Sin embargo, muchos seguían observándose entre sí, sin entender el entusiasmo de su compañero.
-Muy bien, pero qué se supone que debemos hacer ahora.- Giselle se preocupaba, supuso interpretar lo mismo que el resto. Aún así, si Gabriel les despejaba la gran interrogante, se sentirían más seguros.
-A ver...- dijo Gabriel llevando su puño derecho a su mentón. -Un escáner de huellas dactilares es escaso de encontrar, más en un lugar tan precario como este. Pero está muy claro que lo que haya detrás de esta puerta, debe ser de gran importancia para que alguien quiera esconderlo con tanta seguridad. Ahora bien, si se trata de nuestros padres y ellos tienen acceso a esta compuerta, me da a sospechar.- finalizó la cátedra con una interrogante mayor. -¿Qué sospechas Gabriel? Ve al grano.- Matías se mostró impaciente. -Es probable que nuestros datos biométricos también estén cargados en el escáner. De igual modo probarlo puede ser peligroso. Dado que si no estamos aptos para abrirla se disparará una alarma y tendremos a nuestros padres aquí, o quién sabe.-
Un silencio de desconcierto, al parecer arriesgarse era demasiado para todos.
-¿Qué es lo peor que puede pasar?- comentó Jonathan. -Nuestros padres vendrán y se verán obligados a contestar las preguntas directamente. Yo sugiero que nos arriesguemos, que alguien ponga su dedo índice en el sensor, no perdemos nada.- así, con esa simpleza Jonathan sugería arriesgar poco.
-Tiene razón.- sostuvo Matías dando fuerza a la determinación de su amigo. -Hay que correr el riesgo, sino habremos venido en vano.
-Está bien, déjenme intentarlo.- mientras el dedo índice de Gabriel se acercaba al escáner, la tensión y el silencio de los jovencitos los acompañó. No obstante, sin demasiado sobresalto, la puerta se abrió sin más. Dejando a la vera, una escalera que bajaba a la oscuridad más profunda.
-¿Qué habrá allá abajo? No se puede ver nada, de nada.- al parecer algo temeroso el muchacho pelirrojo del grupo.
-Deja que vaya adelante si te da miedo Juan Manuel.- Matías se colocó justo por delante, el resto comenzó a situarse detrás, pero el primero en tomar la determinación para acompañarlo fue Daniel.
Descendiendo uno a uno los peldaños, el grupo de jóvenes se mostraba tenso, no sabían qué podían encontrar allí abajo. El paso pausado aumentaba la tensión en algunos y tranquilizaba a otros, después de descender por más de cinco minutos, una nueva puerta se les puso enfrente. -No tiene ningún tipo de sensor, voy a tratar de abrirla.- informaba Matías abriendo la puerta, la sintió pesada, sin embargo cedió sin mayores problemas. La iluminación del cuarto los sorprendió, sugería que había gente en su interior, pero no era así. En vez de eso, un nuevo mundo se abría ante sus ojos. Monitores y teclados por todos lados, máquinas funcionando de manera incansable, aparentemente de forma automática, un ambiente futurista por donde se lo mire.
-¡Esto es increíble, debemos estar en el interior de una nave espacial!- Exaltó Juan Manuel sacando sus propias conclusiones.
-Cállate ignorante, esto es una especie de cuarto de control o algo parecido. No es ninguna nave.- refutó Gabriel, dejando en evidencia la falta de conocimiento por parte del muchacho con el rostro invadido de pecas.
-¿Qué son todas esas lecturas?- indagó Jonathan al ver el monitor más grande de la habitación con unas cuantas connotaciones extrañas.
-Matías nivel 25, Daniel nivel 36, Celeste nivel 23, Giselle nivel 15, Gabriel nivel 19, Jennifer nivel 19, Guadalupe nivel 14, María José nivel 11, Christian nivel 17, Jonathan nivel 18, Juan Manuel nivel 16. ¿Qué rayos significa todo esto?- preguntó intrigado Christian que miraba el monitor principal algo perturbado.
Todos observaron a Gabriel esperando que les explicara de qué se trataba, pero era evidente que esto escapaba al entendimiento del muchacho. -No lo sé.- dijo con angustia. La desazón generalizada y la impaciencia, ahora el sentimiento de los jóvenes se mostraba. -Matías, para estas alturas nuestros padres deben saber que estamos aquí. No me extrañaría que pronto los tengamos con nosotros.- el comentario de Daniel les erizó la piel. Eran adolescentes, el enojo de los padres es el mayor miedo a esa edad.
-Si es así. Los esperamos, tenemos muchas cosas para preguntarles.- comentó con firmeza el ideador de la odisea. Pero alguien se mostró molesto, Jonathan necesitaba dar su punto de vista. -Yo no quiero que esto nos cueste la confianza de nuestros padres.-
-No te preocupes amigo. Si todo esto tiene una respuesta para nosotros, se justifica nuestra desobediencia, no creo que tomen represalias por esto.- al parecer la sugerencia de Matías tranquilizó a Jonathan.
Pasaron más de veinte minutos, recorrieron todo el lugar con admiración, tratando de no alterar la naturaleza desconocida de aquellas máquinas. Sin embargo, el más perturbado de todos era Gabriel, que tratando de encontrar las respuestas por sí mismo, palpaba los distintos teclados esperando algo inusual...
-¡Miren esto por favor!- Gabriel solicitaba a todo el grupo su atención. Mostraba una nueva puerta, con un aspecto más robusto, la cerradura tenía un panel numérico. -Esta puerta parece impenetrable, seguramente es blindada, además se necesita con código para poder acceder.- culminó el más inteligente del grupo.
-No conocemos ningún código, tampoco algo que nos sugiera de alguno, lo mejor sería no arriesgarnos.- Guadalupe llamaba a la consciencia de todos. Justo en ese momento un sonido característico alarmó a todos.
-Son pasos... muchos y descienden por la escalera.- dedujo Daniel con la mirada perdida en la escalinata.
-¿Quién fue el último en bajar?- preguntó Celeste, seguramente buscando un culpable de no haber cerrado la puerta que tanta seguridad tenía.
Temerosa y con ingenuidad, María José levantó su mano derecha. -Fui yo.- dijo con soltura.
-Cerraste la puerta ¿Verdad?- tan tímida, obvia y preocupante pregunta alertó a todos. La respuesta negativa por parte de María José puso los nervios de punta a todo el grupo.
Esperando casi sin aliento. Los jóvenes entusiastas desconocían demasiadas cosas, entre ellas, las dudas que más certezas enmarcaban, era el hecho de no saber si sus padres tenían enemigos los cuales pudiesen aprovechar su descuido. Todas esas dudas se disiparon cuando la puerta se abrió. Eran sus progenitores...
-Bueno... a ver, digan algo.- la sugerencia de Omar Lauro no motivó a nadie. -¿Les comieron la lengua los ratones o qué?- se burló.
-No papá. Pero este lugar no tiene respuestas para nosotros, son todas interrogantes.- Matías era quien los había aventurado hasta ese lugar, fue él quien tomó la responsabilidad.
-Claro que este lugar tiene respuestas, la más importantes de ellas.- contestó Omar dando una pequeña pausa. -La verdad.- citó.
-Esperamos eso de ustedes, solo digan la verdad. No intenten engañarnos con una historia falsa, porque ya conocemos parte de la verdadera.- el mayor del grupo había tomado la iniciativa mirando fijamente a su padre, Jesús Vera.
-Papá, estimo que no lo sabías. En una de tus reuniones en este lugar, te seguí.- afirmó muy decido Matías. Pero su afirmación no causó preocupación en Omar, al contrario, le mostró una sonrisa burlona.
-Ya lo sabía.Y la verdad me sorprende la forma tan inmadura con la cual empleaste el circo para que todos tus amigos sepan la verdad. Fue arriesgado.- dijo Omar tosiendo un poco para aclarar su garganta. -Podrían haber muerto todos. Pero cabe destacar que el hecho de reunirlos y tomar las riendas del asunto te afianza como líder y eso es digno de un Pilar.- culminó.
-Eso del Pilar lo escuché antes ¿Qué significa?- la pregunta formulada por Matías, era aquella que todos querían hacer.
-Bueno trataré de explicarlo lo más sencillo posible. El universo está compuesto de millones y millones de sistemas solares, a su vez estos integran distintas galaxias, tantas, que podríamos decir que el universo es infinito.- Omar explicaba y Matías tuvo que interrumpirlo. -Eso ya lo sabemos, no es nada nuevo.- dijo. -Si me dejaras terminar lo entenderías. En el universo existe infinidad de planetas que albergan vida, para que todos ellos tengan un equilibrio es que existe el Pilar del Universo. En realidad se trata de algo un poco más complejo. El Pilar del Universo está compuesto por doce integrantes, estos nacen cada cinco mil años y son seres inmortales.- Omar consideró que había terminado de explicar brevemente lo que era el Pilar. Ahora hacía una pausa para que los niños pudieran asimilarlo.
-¿Deberíamos estar sorprendidos?- Juan Manuel tampoco entendía mucho, pero fue el único en razonarlo. -No nos queda más remedio que escuchar lo que el padre de Matías tenga para contarnos.-
Gabriel era muy inteligente, astuto y atento. Se había quedado con algo de todo lo que el Lauro padre mencionó. -¿Nosotros somos parte de esos doce integrantes?- los había contado con antelación, él estaba acompañado de diez personas.
-Así es. Ustedes integran el Pilar del Universo.-
-Todo esto es increíble, me deja sin palabras. Parece salido de una película de ciencia ficción.- Daniel se preguntaba qué más ignoraba.
-La historia es un poco larga para contarla, cualquiera de nosotros que lo haga, se quedará sin saliva y la lengua acalambrada.- Ester, la madre de Gabriel, caminó hasta uno de los computadores y comenzó a tipear.
-Queremos saber todo.- el deseo del muchacho, líder del clan Lauro, era compartido con todos sus compañeros.
-Bueno, lo que dice Ester es cierto, pero me gustaría tomar la iniciativa y con ayuda de la computadora, contar la historia de nuestro planeta natal.- Jesús se acercó al computador que la madre de Gabriel había preparado. -Verán, como bien dijo Omar, el Pilar nace cada cinco mil años. Deben entender también que tanto ustedes como nosotros, somos originarios del planeta Central. Ese nombre se le da por estar en el centro del Universo.- Jesús mostraba la imagen de lo que seguramente sería el planeta mencionado. Los chicos observaron anonadados. -Si vemos la imagen, notarán la similitud con la Tierra. Pero sepan que este planeta es mucho más antiguo. La fuerza de los elementos, fuego, aire, agua, tierra, luz y oscuridad dieron origen a este importante planeta. Volvamos a lo que es el Pilar del Universo.- la imágen del planeta se distorsionó y aparecieron doce escudos. -Doce familias, doce clanes que dan origen a el ser elegido cada cinco mil años. Dos por cada elemento anteriormente mencionado y quienes serían los encargados de velar por el equilibrio del universo entero.- los escudos que se veían en el monitor resplandecieron según el color de cada elemento. -La naturaleza es lo suficientemente sabia, es por esa razón que al comienzo de los tiempos, el primer Pilar tuvo origen gracias a la existencia de seis mujeres y seis hombres. El inicio de la vida del Pilar del Universo, los primeros elegidos. Quiero dejar algo en claro, el Pilar del Universo se lo considera al grupo completo de doce personas. En su defecto y por costumbre se lo llama Pilar, al líder del clan Lauro, es este quien lidera al grupo de doce líderes. Los Doce Clanes, Morales, Vera, Cacace, Cazaban, Strelczuk, Jara, Horrach, Fernández, Ocaranza, Salvini, Heredia, Lauro.- nuevamente una mirada de análisis, Gabriel ya tenía la pregunta formulada en su cabeza, así que no quedó más remedio que hacerla.
-Jesús te pido disculpas por interrumpir, pero he notado desde el principio cuando mencionaron doce personas, nosotros somos once y ahora que mencionas ese apellido que nadie conoce ¿Quién es Strelczuk?-
-Contestaré esa pregunta más adelante. Permíteme contar la historia desde los inicios, cuando lleguemos a ese punto, todos lo sabrán.- Jesús no le dio la respuesta esperada, pero aún así, asintió con la cabeza. El Pilar del Universo, los doce seres que nacen cada cinco mil años para velar por el bienestar del universo, eso es lo que sabemos. Pero la historia nos cuenta otra realidad peor para estos seres. Se supone que son inmortales, por ese motivo no se había pensado en una vida mortal, con lo cual, esos cinco mil años surgen de un pedido por parte de Pironir, el primer Pilar del Universo. La amargura de llevar su vida viendo cómo sus seres queridos morían uno tras otro, no tuvo más remedio que someterse a la locura. Sin embargo, en uno de sus destellos de raciocinio, fue a dialogar con sus creadores, quienes le otorgaron una vida con límite. Con el nacimiento de nuevos elegidos cada cinco mil años. Ahora se podía decidir quién podría ser el nuevo Pilar o conservar el puesto. De hecho hubo seres que soportaron esa terrible agonía y no querían abandonar su lugar en el mundo. No se trataba de una decisión fácil, es por eso que entre elegido y elegido había un plazo prudencial para el entrenamiento del nuevo miembro de los clanes. Llegando a la edad donde se llevaría a cabo el Ritual de Sucesión, que podía darse de dos maneras distintas. La primera, la más fácil y la elegida por Pironir, voluntaria. El Pilar se deja ejecutar por su sucesor de manera consentida. La segunda y más feroz, superación. Ambos líderes de clanes del mismo apellido se baten a duelo, donde el más fuerte triunfará.- Jesús aceptaba un vaso de agua que le daba Agripina, la madre de Jennifer.
-Papá, entonces Pironir entrenó e instruyó a...- Daniel no conocía el nombre del sucesor. -Neosis.- completó Omar. -¿Esto se dió igual en todos los clanes? La superación parece ser un método casi absurdo. Cómo se supone que un ser con tanta experiencia pueda ser vencido por su alumno, éste podría optar por no enseñarle todo.- las conjeturas de Daniel no eran descabelladas y muchos de los jóvenes tenían las mismas dudas.
-En efecto, la pelea de superación siempre es desigual, donde las chances de triunfar para el sucesor son muy escasas. Cuando un Pilar elige el método de superación, no es quién entrena directamente a sus sucesores, sino que lo hace el maestro más cercano a este. Verán, a través del tiempo los conocimientos son compartidos de padres a hijos. Por este motivo, ningún miembro de los doce clanes desconoce la naturaleza de la lucha. Así ha sido hasta el momento. Ahora si quieren saber más al respecto, escuchen bien, porque el caso de Pironir y Neosis es el primero y el más sencillo. No obstante tenemos conocimientos de casos donde las cosas se complicaron al elegir la superación. Pilares que optaron por este método y siguieron al mando, seres cuerdos que perdieron la razón y al cabo de su segundo mandato consiguieron la muerte casi con la extinción del universo. La eternidad, un regalo envenenado para aquel que cree que es el centro de la vida. Sin embargo, hubo casos excepcionales, donde la maldad cubre con su manto oscuro a los elegidos. Es así el caso de Baltasar, un Pilar que descubrió la falencia de un sistema ideado por seres más superiores que él. Baltasar asesinó a los sucesores de los clanes cuando estos eran apenas unos bebés. La historia nos cuenta que sus compañeros no estuvieron de acuerdo y este tipo les mató sin compasión, porque sí, el morir a manos de un inmortal también es una regla de la sucesión y en este caso no importa el orden de la naturaleza. Pasaron diez mil años y nuevos elegidos nacieron, Baltasar sabía que el cruel hecho cometido en el pasado debía repetirse si quería conservar su estatus. Afortunadamente, la poca gente que sobrevivió a la tiranía de Baltasar supo resguardarse y resguardar a los recién nacidos. Radamis y sus compañeros fueron instruidos, cuando estuvieron listos fueron a confrontarse contra el más tirano de todos. A duras penas los doce muchachos pudieron vencer a Baltasar en un último ataque suicida. Los triunfantes estuvieron meses al cuidado médico para recomponerse. Pero ahora el universo, después de más de diez mil años de angustia y desesperación tenían esperanza. Radamis y compañía fueron exitosos en sus labores, lejos quedó la sombra maldita de su antecesor de antecesor. Pero cuando se acercaba la fecha dónde sus sucesores nacieran, comenzaron a cuestionarse. Tanto trabajo podría seguir su rumbo por el buen camino, encontrar una solución sin pensar en el genocidio cometido por Baltasar.- Jesús nuevamente hizo una pausa para tomar aire y humedecerse la garganta.
-Entonces ¿Qué pasó con los nuevos elegidos?- María José estaba estupefacta con la historia, la disfrutaba como si se tratara de un cuento.
-Están aquí presentes frente a mí.- contestó señalando al grupo de niños frente a él.
Nadie podía decir nada, un clima de tensión y desazón absoluta. Chicos púberes que acaban de escuchar que serían ellos, quienes decidieran el sobre el destino del universo.
-Sí, ustedes son los elegidos reencarnados luego de cinco mil años, para llevar a cabo la responsabilidad máxima.- La afirmación de Jesús despertó todas las dudas, nada de lo que dijo cuadraba.
-Igualmente no queda de todo claro, por qué estamos en la Tierra y no en Central. Hay algo que no nos estás contando.- Gabriel analizaba a medida que escuchaba, eso facilitaba las cosas para los más lentos del grupo.
-No me gusta el rumbo que tomó esto. Se suponía que era una persona común y corriente...- el más angustiado, Jonathan, que al parecer no aceptaba su destino.
-Dejen terminar a Jesús. Ahora viene la parte más interesante, ya verán.- Omar sonreía y disfrutaba de la situación.
-La preocupación de Radamis giraba en torno al nacimiento de los nuevos elegidos. Por momentos creyó entender los sentimientos de Baltasar, la angustia por saber que pronto no sería necesario, al igual que sus compañeros. Él no quería convertirse en el tirano como su antecesor, es por eso que pensaron en otros métodos. La mayoría estuvo de acuerdo con la sugerencia de Ladis Fernández y cuando los nuevos elegidos nacieron, es decir, ustedes. Fueron encerrados en cápsulas criogénicas, donde sus cuerpos se conservarían por toda la eternidad. La orden fue bajada por los altos mandos a los de abajo, todos acataron la orden, en ese entonces no todos los miembros de los clanes vivían en Central. Tengo que mencionarles que tanto en planeta natal de Radamis y compañía, como el resto de ustedes, es Zalek. Un planeta algo alejado de Central, pero recordemos la época del tirano, donde las familias se vieron obligadas a migrar. Todos ustedes fueron encerrados en las cápsulas y enviados a Central donde estarían preservados por durante cinco mil años, cuando indefectiblemente, los líderes de los clanes se verían obligados a realizar lo mismo. Así por el tiempo que quisiesen perdurar en el mando.- como era de esperarse, los chicos se miraban entre sí, desconsolados con dudas y con pocas certezas. -Perdón señor Jesús, pero hay varios puntos que no me quedan del todo claros.- Gabriel, había demostrado ser el más despierto de los jóvenes elegidos hasta el momento. -Si los elegidos nacen todos el mismo día ¿Por qué se da la diferencia de edades entre nosotros?- la pregunta no sorprendió al hombre, pero su semblante cambió, como si se tratara de algo que aún no quería tocar. -Esta charla es más difícil de lo que había imaginado.- señaló sonriente. -Hay diferencias entre sus edades por el simple hecho de su liberación. Verán, en un periodo de tres a cuatro años se los intentó liberar a todos progresivamente. Sabíamos que era prácticamente imposible liberarlos a todos al mismo tiempo, es por eso que fuimos turnando las fugas. En conjunto con nuestros contactos en Central, fuimos liberándolos uno a uno y escapando aquí, en la Tierra. Vamos a hablar un poco más de historia universal. Los elegidos nacen el día de la noche sin Luna, no les quiero explicar más profundo el tema, porque este es un curso de historia acelerado. Los doce clanes, dos por cada elemento, los que nos obliga a explicar qué clan pertenece a cada uno de ellos. Pues bien, tengan aquí la explicación. El clan Morales y el clan Cacace pertenecen al elemento Tierra. El clan Vera y el clan Strelczuk peretencen al elemento Luz. Cazaban y Salvini al elemento Agua. El clan Jara y Fernández al elemento Oscuridad. El clan Ocaranza y Heredia al Aire. Por último el clan Lauro y el Horrach pertenecen al elemento Fuego. Ahora ya saben bien, cual es el elemento que los identifica a cada uno de ustedes.- El padre de Daniel Vera se permitió un espacio, lo que obligó a la curiosidad juvenil a mostrarse de lleno. -Antes Gabriel mencionó lo de ser once en vez de doce ¿Quién es el elegido del clan Strelczuk?- el cuestionamiento de Celeste fue certero, todos querían saber. -No tenemos muchos datos al respecto. Pero para que lo sepan de boca nuestra, fue la única elegida que no pudimos rescatar. Su nombre es Cristina y según los últimos informes...- Matías se le adelantó a Jesús, recordando lo que había escuchado aquella tarde que siguió su padre. -Hay fuertes rumores que dicen que Radamis liberó a la cautiva presumiendo convertirla en su futura esposa. Aunque también podría prepararla para venir por el resto de nosotros.- simples palabras que pusieron los pelos de punta de todos los presentes. -Sin especulaciones al respecto, el tema es demasiado complejo, mejor déjenme terminar de explicarles cómo llevamos a cabo el plan de fuga y la diferencia de sus edades.- como profesor de secundaria, Jesús impuso el orden para terminar de explicar los orígenes de los jóvenes. -El plan de Radamis se desarrolló muy bien durante milenios. Sin embargo, con el paso de los años, el mandato del Salvador, se estaba transformando en una monarquía autoritaria, con falta de empatía y raciocinio. Distintas comunidades surgieron en contra del régimen, nosotros, vuestros padres pertenecemos a una de ellas. Con el acercamiento al nuevo nacimiento de elegidos tuvimos que tomar acción drástica. Radamis y compañía ya tienen todo preparado para repetir el plan que fue llevado a cabo con ustedes. Después de más de cuatro mil novecientos años decidimos ponernos en acción.- las caras de los púberes impresionaban, el mismo Gabriel ya estaba perdido con el tema de la línea temporal. -Lo diré con mayor detalle. Cuando un Pilar nuevo nace el tiempo vuelve a correr a partir de ese momento. Esto quiere decir que la contabilidad de los años se resetea. Por eso tienen que entender que Radamis nació en el año 10000 D.B. (después de Baltasar). Aunque de esta forma estaríamos obviando al pobre de Zelias y compañía asesinados a penas con horas de vida. Entonces, explicado esto ya tendrían que entender lo siguiente. Ustedes nacieron en el año 5000 D.R. (después de Radamis) y en este momento Central está corriendo el año 9999 D.R. o cómo debería contabilizarse correctamente 4999 D.M. (después de Matías). Desde este momento quiero pedirles dos cosas.- la seriedad en el tono de voz y la expresión en el rostro de Jesús se replicó en los padres de todos los presentes. -La primera, que se olviden del hecho de que los nuevos elegidos están próximos a nacer, dado que esto pueda ser muy negativo para su entrenamiento. Segundo, nosotros no hablaremos de la línea temporal de Radamis, de ahora en más la correcta es después de Matías. Comprendido esto deben saber que en el año 4982 D.M. recuperamos la primer cápsula, la que tenía en su interior a Daniel Omar Vera, tanto yo como mi mujer Silvia escapamos a la Tierra con la primer cápsula rescatada. Luego de dos años aprovechando otra oportunidad, la cápsula del clan Cacace también fue recuperada y en un descuido muy importante de la seguridad del castillo Lauro, año más tarde. Las cápsulas de los clanes Cazaban, Lauro, Horrach, Jara, Ocaranza y Fernández. Luego de este este evento Radamis reforzó la seguridad y en el año 4986 D.M. pudimos rescatar la última cápsula, la que tenía en su interior a Giselle Fernanda Salvini. Fue entonces cuando la cordura del monarca se torció, Radamis tomó las cápsulas restantes, la del clan Morales y Heredia. Las arrojó al espacio exterior esperando que nadie las encontrara nunca, con esto, subestimó nuestra organización, dado que recuperamos ambas cápsulas sin mayores problemas. Con la última información que nos ha acercado Teseo, queda claro que Radamis, en el año 4987 D.M. decidió liberar a Cristina Strelczuk para planes que no nos conciernen, nosotros debemos focalizarnos en el entrenamiento y derrocar al malvado de Radamis y compañía.- con esas palabras Jesús daba por terminado su relato.
-Hay cosas que no me quedan del todo claras, omitiendo la regla de las dos cuestiones que no podemos mencionar ¿Ustedes también son inmortales?- Matías mostraba su corazón blando. Hasta el momento él, al igual que sus amigos habían escuchado atentamente, pero para él era diferente. Se suponía que era el líder de líderes y él no se sentía así. Y con lo último comentado por Jesús también le traía otras certezas que quería obviar, el hecho de ser huérfanos intergalácticos.
-Matías.- dijo con extrema seriedad su padre. -Creo que ya lo has comprendido. Los únicos inmortales en toda esta historia son ustedes, Radamis y compañía. Deben sentirse desorientados, pero aquí estamos nosotros para guiarlos. Es cierto, sus padres biológicos se perdieron en el tiempo. Pero aún así, nosotros, los hemos criado y querido como hijos propios ignorando el destino que hasta el momento decidimos olvidar. Porque fue así. Estaba todo listo para recuperar a los nuevos elegidos dentro de un año. Entrenarlos y prepararlos para la responsabilidad máxima y derrocar a Radamis. Dado que el sentido común nos decía que ustedes con la edad que tienen era mejor pasar por alto la idea de involucrarlos en el sistema universal. Nuestros sentimientos pesan más, fue por esa razón que queríamos llevar una vida normal en este planeta. Sin embargo, le debemos mucho a Teseo y los suyos, en definitiva la idea era justamente esa. Liberarlos para cuando llegara el momento, tomarán su lugar en la vida.- Omar fue lo más claro posible, muchos se miraron entre sí.
-Está bien papá, para nosotros siempre serán nuestros padres, eso no cambiará.- un sentimiento compartido por todos.
-Con todo esto aclarado deberíamos ponernos manos a la obra.- más relajado el padre de Matías pretendía mostrar los pasos a seguir, no obstante había muchos chicos que tenían dudas, sobre todo el más curioso e inteligente de los once.
-Cuando entramos vimos una especie de nivelador en la pantalla. Me llamó la atención ver que mi nivel era inferior al de Daniel y algunos más. Eso debe deberse a los acontecimientos que nos contaron el día del cumpleaños de Matías ¿Por qué nosotros no experimentamos ningún cambio?- Gabriel terminaba de formular su duda.
-Eso debe ser porque están algo retraídos, cómo decirlo... Inmaduros.- la respuesta incomodó un poco a Gabriel, pero se trataba de un nivelamiento de poder que pronto podría cambiar.
-Papá, no podemos darnos a conocer ¿Verdad?-
-Claro que no. Debemos mantener nuestro anonimato en la Tierra por varios motivos. Entre ellos, los habitantes de la Tierra son primitivos, no conocen sobre la existencia de vida extraterrestre. Eso complicaría nuestra estadía en el planeta. Además si los súbditos de Radamis se enteraran de nuestra posición, tanto sus vidas como las nuestras correrían peligro inminente.- cada respuesta por parte de Omar, era compleja pero clara.
-Entiendo. Eso quiere decir que nuestro enemigo debe ser muy fuerte. Papá todos tenemos un nivel ¿Verdad? ¿Cuál es el nivel que tiene Radamis y compañía ahora?
-Sí, todos tenemos un nivel. Incluso los habitantes de la Tierra, sus niveles rondan el 4, 5 y 6 de nivel. Algunos casos excepcionales llegan al 8 ó 9, pero deben tener en cuenta que son aquellos que se ven por la tv arrastrando trastos como autos y tractores.- Omar daba con esto contestada la pregunta, pero dejaba librada al azar la respuesta más esperada por los jóvenes.
-Eso significa que en estos momentos somos más fuertes que cualquier humano.-Juan Manuel se dejó llevar por el entusiasmo.
-Sí, por naturaleza.- el Padre Lauro seguía obviando la respuesta tan esperada. Por esa razón Matías reformuló la pregunta. -Papá ¿Qué nivel tiene Radamis? quiero saberlo.- tomó su tiempo, lo miró a los ojos. -Es contraproducente que lo sepas ahora. Saberlo te cargará de energía negativa para tu entrenamiento, para todos ustedes.- contestó sin dar la ansiada respuesta. -Aún así quiero saberlo, todos queremos.- Matías habalaba por todos sus amigos y compañeros. Era cierto, todos esperaban la desalentadora respuesta. -La última vez que pudimos presenciar la fuerza de Radamis y sus compañeros fue hace años. Rondaba el millón de nivel...- boquiabiertos se miraron entre sí, Omar no bajó la mirada para evitar desalentarlos aún más.
-No puede ser, es imposible jamás podremos vencerlos.- pesimista y sin esperanza, Christian Ocaranza daba su punto de vista.
-¡Sí pueden!- enfatizó cortante Ester. -Deben hacerlo, para eso se los entrenará.-
-Yo les diré cuáles son los pasos a seguir. Deben quedarse tranquilos, conservar la calma y concentrarse en su entrenamiento.- informaba Teresa, la madre de Guadalupe.
Atentos, como cuando Jesús les contó de sus orígenes, los muchachitos escucharon sin objetar. No querían perderse de nada. La misión que tenían por delante era prácticamente imposible. Pero no debían desanimarse.
-Ustedes poseen poderes que hay que pulir. El primer paso es que entiendan cómo controlar ese poder, para luego incrementarlo de a poco. Para entonces determinar cuáles serán sus armas y que aprendan el manejo de las mismas. Terminado todo este entrenamiento, no quedará más que desearles suerte. Después de todo, son sólo ustedes los que lograran encontrar su fuerza interior. Sabemos que en el transcurso de este entrenamiento las cosas pueden complicarse. Es de conocimiento básico poder descifrar el poder del enemigo, así como también descifrar el propio. Para comprender esto a la perfección deberán controlar su poder hasta el nivel 0. Ya que el exceso de nivel en este planeta alertará a cualquier soldado de Radamis.- explicó Teresa.
-Eso quiere decir que en estos momentos puede detectarnos.- la deducción de Celeste preocupó a los jóvenes.
-No necesariamente. Para ser amenaza de desequilibrio, su nivel debería superar los 100 de nivel.
-Pero entonces ustedes... ¿Están debajo de ese nivel?- Giselle también analizaba con idoneidad las explicaciones de los padres del destino.
-Buena observación, en realidad nosotros estamos en el nivel 10000.- la respuesta de Teresa, simplemente significaba el control del nivel, como había mencionado con anterioridad.
-¡Increíble cada uno de ustedes podrían pelear con un ejército de miles de hombres!- lo que afirmaba Christian no era para nada exagerado.
-No se dejen impresionar por un poder tan insignificante. Existen muchos seres a lo ancho y largo del Universo que pueden vencernos sin hacer el menor esfuerzo. Es por ello que ustedes tienen que superar todos los límites que se propongan y en el menor tiempo posible. No desviemos nuestra charla, después de todo estábamos acordando aprender la técnica más básica de todas. Ocultar la presencia a nivel 0, es fundamental para que el enemigo no conozca nuestra ubicación.- Teresa los tenía impresionados, de a poco, los chicos mostraban interés por conocer el poder que guardaban dentro.
-Esto es bueno, veo demasiado entusiasmo en estos pequeños once rostros. Teresa, si lo crees oportuno, sería mejor no demorarnos más y empezar inmediatamente con el entrenamiento.- Omar daba la iniciativa al ver el buen clima que se generaba con los adolescentes.
-Así será, manos a la obra.- Teresa se reafirmaba frente a los púberes, las lecciones iban a comenzar.