El Pilar del Universo LOS DOCE CLANES
img img El Pilar del Universo LOS DOCE CLANES img Capítulo 5 Desarrollo de habilidades.
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Capítulo 6 El ataque a Marte. Parte 1 img
Capítulo 7 El ataque a Marte. Parte 2 img
Capítulo 8 La odisea interestelar. img
Capítulo 9 Viviendo con normalidad. img
Capítulo 10 La venganza. img
Capítulo 11 Respuestas. img
Capítulo 12 El día de la noche sin Luna. img
Capítulo 13 La carta y los gemelos. img
Capítulo 14 Asalto a las Guardias. Parte 1 img
Capítulo 15 Asalto a las Guardias. Parte 2 img
Capítulo 16 El dios del Espacio y el Tiempo. img
Capítulo 17 Acto de sucesión. img
Capítulo 18 El guerrero más fuerte. img
Capítulo 19 El arte de la estrategia. img
Capítulo 20 Aguas peligrosas. img
Capítulo 21 Voluntad Divina. img
Capítulo 22 Ángel Oscuro. img
Capítulo 23 La reina del fuego. img
Capítulo 24 El amo y señor de la oscuridad. img
Capítulo 25 Vientos de desesperanza. img
Capítulo 26 La serpiente marina. img
Capítulo 27 Aires polares. img
Capítulo 28 Fuego contra fuego. img
Capítulo 29 Ritual Corrompido. img
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Capítulo 5 Desarrollo de habilidades.

Teresa comenzaba con su adoctrinamiento, la tarea ardua de enseñarles a controlar energías que ellos desconocían. La energía espiritual, la misma habita en todos los seres vivientes, son pocos los que logran controlarla para su beneficio personal. Así sea para aumentar sus capacidades físicas, intelectuales o ambas. El ejemplo más reciente para ellos, era el de sus compañeros Matías, Daniel y Celeste. Fueron ellos los primeros en dar con cierto indicio de un poder oculto, esa energía espiritual podía controlarse al punto de incrementarla o decrecerla.

En breve, la mayoría de los once dominaba bien dicha energía, Christian levitaba por los aires, Juan Manuel pisando el techo como si fuese el suelo. El dominio de aquella arte, les otorgó ventajas que sólo creían posibles en las películas de ciencia ficción. Ahora todo eso era real, su realidad. Mantener la presencia a nivel 0 se logró rápidamente. Sin embargo, Teresa se vió obligaba a marcar ciertas pautas y precauciones a la hora de esconderse del enemigo. Dado que permanecer mucho tiempo en ese estado, los volvería vulnerables.

El entrenamiento con Teresa duró apenas una semana, para ese entonces los poderes de los chicos iban del nivel 200 a 300. La decepción fue general, debido a que matemáticamente les llevaría unos 100 años para recién alcanzar el nivel que tenía Radamis en ese momento. Teresa les fue sincera, no contaban con tanto tiempo, que en el mejor de los casos con diez años de entrenamiento debería ser suficiente. Pero lamentablemente, eso tampoco iba a ser posible y deberían conformarse con el curso acelerado que les estaba brindando.

Hasta el momento ese entrenamiento era un enfoque básico a la energía elemental. Ahora vendría una de las partes más difíciles. Los elegidos contaban con otra energía que los demás seres del universo carecían, la energía elemental. La misma debía ser pulida al igual que la anterior. No obstante, un importante detalle se escapaba por la puerta. Ninguno de sus maestros poseía tal habilidad, se basaron a antiguas costumbres y enseñanzas para elegidos. Se suponía que esta doctrina, era brindada por el antecesor de turno. Dado que este régimen era autoritario y estaba en desacuerdo con el perfeccionamiento de los elegidos, no tuvieron más remedio que usar las pocas herramientas disponibles.

El encargado para llevar esta tarea, fue el mismo que les relató la historia, Jesús. Asegurando reiteradas veces, que solamente podría mostrarles la teoría, llevó a cabo lo que llamó La Primera Fase. Empezar con algo pequeño, en todos los casos. Los elegidos del fuego, iniciaron con la llama de una pequeña vela. El objetivo era hacera crecer y disminuir a consciencia. En el caso de los elegidos del agua, el contenido de un vaso era suficiente, siendo el objetivo, el mismo que en el caso de Matías y Celeste. Por otro lado Gabriel y María José empezaron con una maceta, un poco más grande que el vaso de Giselle y Jonathan, pero en definitiva el agua era más volátil. La escena graciosa de ver a los elegidos del aire, Guadalupe y Christian, obligados a maniobrar la corriente que generaba un pequeño ventilador. Sin embargo, el verdadero desafío lo tenían los elegidos de la oscuridad y la luz. Para Juan Manuel, Jennifer y Daniel las cosas no estaban tan fáciles por decirlo de alguna manera. Ellos no debían controlar el elemento, sino, que debían crearlo de la nada misma. Algo difícil de transmitir para el maestro que tenían. Encerrados en cuartos distintos, el objetivo de Jennifer y Juan Manuel eran el mismo, tratar de llevar la oscuridad al máximo. Al opuesto, Daniel tenía la tarea de hacer resplandecer lo más posible el cuarto en el que permanecía cerrado.

La segunda prueba no era muy distinta a la primera. Jesús les pidió que probaran con algo más grande. Los niños del fuego probaron con un fogón, los del agua con una pileta olímpica. Gabriel y María José fueron a una plazoleta esperando poder movilizar toda esa superficie. Los chicos del aire esta vez intentarían maniobrar la brisa del viento. Y los restantes, los de la oscuridad y el de la luz, los que tenían siempre la tarea más difícil deberían oscurecer o resplandecer, según el caso, un edificio de diez pisos. Desde que empezó el entrenamiento elemental habían pasado unos tres meses. Una vez logrado el segundo objetivo irían por el tercero y final. Esta vez era distinto, los jóvenes se quedarían boquiabiertos con el pedido del padre del clan Vera. Matías y Celeste, ellos tuvieron que viajar a Islandia, conocida por tener más de 130 montañas volcánicas. El volcán elegido fue el Hekla, maniobrar un volcán era la prueba máxima para los chicos del elemento fuego. Para Giselle y Jonathan el océano Pacífico, en un pequeño bote se alejaron lo más posible de la orilla para llevar a cabo su control elemental. María José y Gabriel viajaron hasta la cordillera andina, la Aconcagua sería su objetivo. Guadalupe y Christian viajarían a la costa este de los Estados Unidos, Miami más precisamente, donde los tornados y huracanes causan estragos. Con esto último, quedaba en evidencia el beneficio de tener a los niños elegidos en el planeta Tierra. Los desastres naturales estaban controlados, algo difícil de lograr para cualquier civilización. Y finalmente los elementos intangibles. Daniel viajó a Chile, la Cueva de Dell, nunca se iluminará tanto, como con la visita del futuro líder del clan Vera. Jennifer y Juan Manuel viajaron a Francia, París, la ciudad luz. Fue noticia mundial la noche que la ciudad se sumió a la más profunda de las oscuridades.

Una vez lograda la hazaña por parte de los sucesores al trono del universo. El nuevo pesaje de poderes los llenaría de orgullo, 3000 de poder era un gran logro. Probablemente esto hizo que Juan Manuel cometiera un error infantil. Alardeando de ser uno de los más poderosos del grupo reto al resto. Nadie hizo alusión a ello, pero su madre, Gloria, no pudo dejar pasar por alto la altanería de su hijo. Juan Manuel sumió el cuarto de entrenamiento en una masa oscura que impedía la visión de cualquier ser vivo. -Mi elemento es de creación, nada de control sobre algo existente. Yo puedo moverme libremente en la oscuridad mientras ustedes permanecen inertes a tal demostración de poder.- claramente olvidaba el punto más básico de todos. Gloria, aún sin verlo, pudo localizar su ubicación gracias a su nivel. Juan Manuel no escondía su nivel en la oscuridad, con lo cual facilitó las cosas para su madre. Lo dejó fuera de combate con un sólo golpe. -Alardeas de tu poder. Eres inmaduro, usar la energía elemental delata tu presencia. Lograr la armonía de energías es algo prematuro para ti. Concéntrate en seguir mejorando tu técnica, o tu antecesor te liquidará.- ninguna palabra de afecto. Recriminación absoluta para el pequeño guerrero que se creyó más que nadie. Esa demostración de Juan Manuel podría haberles complicado el anonimato. Con lo cual, los mayores pidieron más prudencial de ahora en más. Mantener su nivel por debajo de cien, era prioritario.

Jesús dió por finalizado el entrenamiento elemental. Con ello, los elegidos estaban preparados espiritual y elementalmente. Ahora el turno de Omar, quién les diría el paso a seguir.

-Debo felicitarlos por los logros alcanzados. En poco tiempo han demostrado un potencial poca veces visto. Es cierto que nuestros antecesores, nos han adelantado, que en el caso de entrenar a los elegidos notaríamos un crecimiento acelerado. Bien- dijo aclarándose la voz. -Conmigo practicarán habilidades de defensa, batalla cuerpo a cuerpo. Será una instrucción básica, pero necesaria en momentos de tensión absoluta.- Omar fue claro. Les enseñó movimientos básicos, tomas, llaves y técnicas de arrojo. Cómo cubrirse, postura de pelea con las manos desnudas. Fue un entrenamiento corto de dos semanas. Al final de esto, los reuniría nuevamente para una noticia más seria. -Perfecto. Su determinación es admirable, digna de líder de clan. Pero ahora comienza la historia verdadera. Es donde su desarrollo se vuelve realmente riguroso.- Omar camina frente a ellos de un lado a otro, con los brazos cruzados por detrás y mirándolos directamente a los ojos al azar. Se detuvo -De ahora en adelante hay ciertas reglas que cumplir. Número uno, no levantar sospechas, su energía elemental debe estar siempre por debajo de cien. Número dos, no se relacionarán sentimentalmente con ningún ser humano, esto provocaría una desventaja que el enemigo pudiera aprovechar.- dicho eso, Matías mostró una gran decepción. Omar esperaba que su hijo hiciera el descargo, él era un ejemplo sencillo de lo que no se debía hacer.

-Papá, eso lo estás diciendo ¿Por mí? Porque tú sabés...- Omar lo interrumpe abruptamente. -Sí, lo sé.- afirmó. -Por eso mismo te ordeno que termines esa relación. Ahora puede que no lo notes. Pero la pones en peligro, a ella y todo su entorno.- las palabras sinceras de un padre, que sabía la herida que podría generar en el adolescente. Matías bajó la mirada, se resignaba a la orden de su padre en disconformidad, no obstante, en el fondo sabía que su padre obraba de buena fé. Ninguno de los dos quiso montar una escena y a pesar que por culpa del entrenamiento, Matías hacía meses que no veía a Paola. Su esperanza era volver a verla lo antes posible, quizá haya sido una de las razones, o la musa principal por la cual su desarrollo fue rápido y favorable. Ahora tendría que cambiar su forma de pensar y entender que esa relación había acabado.

-Ahora el punto más importante de todos. Hace milenios que los elegidos del universo existen. A lo largo de los años, fue común ver a estos nobles guerreros portando armas de combate.- Omar hizo una pausa y los miró minuciosamente. -No es lo que piensan.- les dijo. -Central es un planeta que alberga ciertas particularidades. Si bien es el más antiguo, sería comprensible que fuese el más desarrollado. Pero no es así, al menos no del todo. Verán...- el padre de Matías se aclaraba la voz gesticulaba, como si disfrutara de esta lección de historia. -Central es el planeta más rico en variedad. Se pueden encontrar cosas de las galaxias más avanzadas, pero su fachada y costumbres siguen siendo antiguas y milenarias. Es por eso que el Pilar y compañía no usan armas láseres, como sus infantiles e imaginables mentes deben estar fantaseando en este momento. No señores, los elegidos al paso de los milenios han usado herramientas de combate medieval. Armas blancas, arrojadizas, látigos, porras, etc. Herramientas de toda índole, pero nunca armas de fuego, las cuales a pesar de su desarrollo, llegan a ser en mayor número obsoletas frente a los elegidos del destino. Ustedes recibirán por mi parte, de su servidor, armas legendarias, creadas por Pilares orfebres y diestros en forjar armas de calidad. Muchos dirían que son reliquias obsoletas, pero soy un viejo romántico y me gusta creer en la magia y en la posibilidad de que estas armas guarden secretos únicos. Empecemos.- Omar se giró para abrir un baúl inmenso que descansaba en el suelo. Lo abrió y sacó una espada. -Matías, hijo mío, tú portarás a Dragón Blanco. No quiero aburrirlos con la historia de esta espada, pero me siento obligado a explicarles el origen de cada una. Matías, dime ¿Has notado alguna particularidad?- Omar le entregó en mano la espada. -Sí papá. Es una espada samurai, katana japonesa. Su empuñadura es de color blanco como su nombre y en la Tsuba hay un dragón impreso.- una sonrisa se dibujó en el rostro de Omar después de la respuesta. -Así es. Creo que con esto correspondí un poco a tus gustos. Debes saber que White Dragon, tiene una hermana gemela. Dragón Negro o Black Dragon, pero desafortunadamente no pudimos hacernos con el juego completo, tendrás que conformarte sólo con una.- Matías ya tenía su arma, ahora Omar sacaría otra arma del baúl. -Celeste deberás perdonarme por mi falta de originalidad y carencia de imaginación, pero para ti también hay una katana. Es distinta a Dragón Blanco, con el doble del tamaño que la espada de tu compañero de elemento. Su nombre es Salamander o Salamandra, un Pilar la forjó en la antigüedad, usando el colmillo de una serpiente volcánica, por esa razón puede soportar altas temperaturas y verás que su color es blanco marfil.- Omar entregó la espada a Celeste y retiró un tridente. -Giselle tu llevarás a Hydra, es un tridente poderoso. Verás hay una leyenda que corre alrededor de esta majestuosa arma. Se dice que en la antigüedad, el dios Sagrado Poseidón se sintió atraído por el arma de aquel Pilar, fue así que le solicitó una réplica. Poseidón no se preocupó en ponerle nombre al suyo, pero según las leyendas, Hydra es superior.- Giselle aceptó el arma y Omar sacó un hacha esta vez. -Papá perdona que te interrumpa.- dijo Matías con una extraña mirada. -¿El dios Sagrado Poseidón? ¿Acaso los dioses existen?- la pregunta del futuro líder del clan Lauro despertó la curiosidad de todos. -Es una leyenda centraliana. Pero es probable que los dioses existan. Los nombres griegos o romanos son propios de este planeta. Pero posiblemente estemos obviando el nombre original.- la respuesta de Omar no calmó las ansias de Matías. -Papá, ahora tengo más dudas que antes.- Omar lo miró con desgano. -Son leyendas hijo, no les des importancia. Ahora déjame seguir con la entrega de las armas por favor.- Matías asintió con la cabeza.y levantó su mano en señal de disculpa. -Zexión, una hacha de doble filo al mejor estilo vikingo. Es un arma muy pesada, pero según las historias antiguas. El Pilar que la forjó separaba océanos con ella, serás invencible. Toma Jonathan.- Omar le entregaba el arma al elegido del clan Cazaban y proseguía a entregar la próxima. -Mi cabeza ya no funciona como antes, al ver esta lanza me acordé algo de vital importancia.- el padre del elegido del clan Lauro se rascaba la cabeza y observaba a los púberes con desconcierto. -Todas las armas están hechas de un material escaso en el universo, Adamantium, este metal es el más fuerte de todos y puede atravesar cualquier cosa. Por ello cuando veo a Lancelot, recuerdo que esta lanza perforará cualquier defensa. Gabriel, ella será tu compañera.- continuó sin demasiado apuro. -Bueno aquí tenemos un detalle, estas dagas Raiyin y Fuyin o Rayo y Trueno, son ligeras, cómodas, sólo para guerreros diestros en el arte de la velocidad y agilidad. En tu caso María José, he percibido tu agilidad y velocidad es superior a la de tus compañeros. Sin embargo, no puedes confiarte, dado que estas armas tienen desventaja frente a las armas largas o de mayor alcance. Confío en que te las apañarás.- Omar continuaba sacando arma tras arma de aquel ollinado baúl. -Guadalupe, posiblemente a simple vista este parezca un abanico común y corriente. No obstante, es una herramienta útil para incrementar la potencia de tu elemento. Eso sin contar con los bordes afilados, que al cerrarlo, te deja un puñal que te permita defenderte en batalla cuerpo a cuerpo.- faltaban cada vez menos por entregar. -Creo que esta arma es una de las más útiles de todas.- afirmaba Omar mientras hacía girar en forma centrífuga, una vara metálica. -Esto es un Bo, un bastón de pelea, una herramienta de combate en el ninjutsu. Está hecha de Adamantium, su nombre es Highwind o Viento Alto y es una formidable arma de ataque y defensa. Christian, es tuya.- Las siguientes armas que tomó fueron unas pistolas, claramente se lo pudo ver disfrutar de ellas cuando comenzó a realizar piruetas, al mejor estilo exhibicionista. Omar, era policía en la Tierra, desde que Matías tenía memoria, su padre se dedicó a lo mismo. Era lógico pensar que las armas de fuego eran otra faceta de él. -Bueno este es un caso particular.- acentuó el maestro en armas dejando de hacer esas volteretas con las pistolas. -Dark Shooters, Pistolas Oscuras. Como pueden ver se tratan de armas de fuego, hasta el momento les he entregado armas blancas, pero en este caso debo aclarar lo siguiente. Estas pistolas no disparan balas comunes, en realidad arrojan y focalizan energía espiritual o elemental según se prefiera. Pero ha de tener en cuenta que si usas en exceso estas herramientas terminarás sin energía y eso no es algo que quieras experimentar.- retiró de la caja esta vez, unos guantes negros con refuerzos metálicos. -Jennifer, espero que estos te queden. Dado que seguramente pertenecieron a un hombre, genera mis ciertas dudas que te quepan.- Omar se los entregó mientras continuaba con la composición de aquellas guantes. A Jennifer le entraron de maravilla, su rostro se vio frustrado, debido a que sus amigos decían que sus dedos eran gruesos. Con esto claramente se evidenciaba. -Vaya...- sonrió al ver que le quedaban a la jovencita. -Estos son los Mensajeros Oscuros o Dark Messengers, con ellos podrás involcar la oscuridad, solamente con una palmada. Están recubiertos en un baño delgado de Adamantium que resistirá cortes.- Omar se inclinó para tomar las últimas armas. -Bien, para finalizar tenemos aquí a Light y Shadow o Luz y Sombra. Son un juego de espadas inglesas con filo doble, al mejor estilo medieval inglés. Como podrán apreciar están hechas de Adamantium en su totalidad, son algo pesadas pero entendiendo que Daniel es el más fuerte del grupo, no debería darle mucho trabajo dominarlas.- con ese último acto, Omar Lauro terminaba con la entrega de las armas para los elegidos.

Con las armas entregadas, Omar los entrenó durante dos semanas más. Eso concluía con sus conocimientos básicos, sin embargo, para enfrentar las futuras amenazas, debían entrenar mucho más. Ser eruditos en su doctrina. Ester fue quien los incentivó a estudiar y averiguar los lugares autóctonos donde podrían pulir sus habilidades. Impresionante fue la labor de los jovencitos, que usando las herramientas convencionales, cada uno de ellos, dió con el lugar indicado para llevar a cabo su entrenamiento.

Giselle viajaría a Roma, donde el manejo del tridente era común entre los lugareños y la disciplina se practicaba con naturalidad. Compartiendo la misma aerolínea pero con distinta escala, Daniel y Jonathan. su destino era Inglaterra. Ingleses y escoceses, expertos en manejo de espadas pesadas de doble filo y hachas medievales. Destinos más excéntricos esperaban al resto. María José viajó a Raid, Arabia Saudita, allí aprendería a usar sus dagas como tenía pensado. Gabriel fue a Grecia sabiendo que era el mejor de los lugares para aprender a usar su lanza. Mientras que Christian, Celeste y Matías viajaron a Kyoto Japón. Guadalupe a Pekín, China. Jennifer también tuvo un destino peculiar, Cardiff, Gales. Por último Juan Manuel decidió viajar a Texas, Estados Unidos. Donde portar pistolas estaba legalizado y seguramente contaría con los mejores instructores.

Todos los destinos estaban tramados. Cada uno de ellos entrenaría de manera ardua para llegar al objetivo principal, convertirse en expertos del manejo de armas. Un singular caso se produjo en el viaje a Japón. Matías y Celeste compartirían destino debido a la similitud de sus armas. El dojo Akamine era conocido en todo Kyoto por su especialidad en artes de esgrima, pero la verdad era más extensa. El sensei Akamaine había formado su camino profesional recopilando grandes doctrinas de artes marciales varias. Fue por ello que les enseñó, Karate, Kung Fu, Tae Kwon Do, Aikido, Jiu Jitsu. Todas estas artes acercaban a los jóvenes al Ninjutsu. El viejo Akamine insistió en entrenarlos en todas las artes, debido a que para manejar su espada debían conocer las limitaciones de su cuerpo. Para luego poder adjuntar su katana como parte de ellos. Estilos de esgrima Muso Jikiden Eishin Ryu y Shorinji Ryu, fueron los que aprendieron el líder del clan Lauro y la líder del clan Horrach. El entrenamiento de todas estas disciplinas fue intensivo. Era imperativo hacerse fuertes en el menor tiempo posible. Vivieron el en dojo por más de seis meses, y a fines del mes de Noviembre de 1999, los jóvenes emprendieron viaje nuevamente a Buenos Aires.

Habían logrado alcanzar en ese tiempo un poder de nivel 10000, lo que tenía a sus tutores maravillados, pero probablemente no esperaban la decisión que estos habían tomado. La aceptación de esta decisión no fue de las mejores. Sin embargo, las cosas tendrían llevarse a cabo según lo planeado.

-Es increíble que hayan alcanzado semejante objetivo en tan corto tiempo. Pero eso nos enorgullece y necesito transmitírselos.- la bienvenida por parte de Omar para los recién llegados. Graciela los observó con mayor seriedad y les dijo. -Con todo esto del entrenamiento estamos dejando pasar un factor muy importante en sus vidas.-

-La escuela...- enfatizó Ester. Las caras largas se hicieron presentes. Al parecer como a cualquier puberto común y corriente, la escuela era repudiada por ellos. Sin embargo, lo que les preocupaba a sus padres, no era su formación académica, sino su coartada de ausencia excesiva.

-¿Por qué?- dijo con desgano Juan Manuel.

-Su ausencia por largo tiempo, es un obstáculo para nuestro anonimato. En los casos singulares fue fácil inventar una enfermedad poco común para justificar su ausencia. Pero en los casos de Matías, Jennifer, Guadalupe y María José fue más difícil. Tendrán que volver, esa fue la decisión que se tomó.- Agripina contestaba la pregunta de Juan Manuel y las dudas de todos los demás. Sin embargo, había mucha coherencia en sus palabras.

-Por mi parte no hay ningún problema. Me preocupa lo que puedan pensar al vernos llegar a los cuatro al mismo tiempo.- Matías se mostró convencido de volver pero el preocupaba el cómo.

-Ya está todo arreglado. Fueron a una visita caritativa a un pueblo alejado de la capital. Una misión de los Boys Scouts.- la voz de Agripina sonaba con seguridad. Pero la cara de los damnificados se desfiguró, sabiendo que aquella excusa era peor de todas.

-Se reirán de nosotros de por vida...- comentó con resignación la más chica del grupo, María José Morales.

-A lo sumo serán diez o quince días. Las clases están por finalizar.- aclaró Isabel la madre de Giselle.

-Y pronto vendrá el verano dónde estaremos entrenando como bestias seguramente.- la suposición de Christián hizo que todos se pusieran serios. Los planes de unas merecidas vacaciones se vieron frustrados con esa declaración.

-No necesariamente hijo.- Graciela respondía al grupo. -Ya hemos informado a Teseo que terminaron con su entrenamiento. Es por esa razón que estamos a la espera de la decisión que éste tome. Dependemos directamente de los superiores de nuestro contacto en Central.-

-Hasta entonces vivan con total naturalidad. Recuerden el concepto básico de mantener sus presencias en cero. Nadie les prohíbe entrenar en caso de que lo crean necesario, pero no olviden esos detalles. Sin nada más que decir, les deseo suerte y descansen antes de regresar a sus vidas.- Jesús había sido claro y conciso.

Los jóvenes volvían a su rutina habitual antes de conocer la verdad originaria de ser. Con perfiles bajos, tenían que evitar interferir en los problemas cotidianos de la humanidad, así como ser incendios forestales, huracanes, maremotos, etc. Tratar de defender a los terrestres de semejantes desastres naturales, podría causar uno aún mayor. Delatar la ubicación de los sucesores al trono universal.

Pasaron los días escolares, Matías se encontraba realizado su rutina diaria, entrenaba su cuerpo de manera física para que sus músculos no se entumieran. Pero la realidad de la cuestión, era otra totalmente distinta. Necesitaba tener su mente ocupada, próximo estaba el 8 de Diciembre, era un día especial, el cumpleaños de Paola. Hasta el momento había hecho un esfuerzo supremo por evitar verla o llamarla. Pero este día le costaría más que de costumbre y necesitaba tener su mente ocupada. Esa misma tarde el teléfono sonó, trato de ser reacio, Paola le obligaba a contestar ante tanta ausencia de su parte. Pero él se mostró negativo ante la idea de ser amable, terminando con un "posiblemente nos veamos en otra vida". Entendiendo que en esta claramente no había espacio para ella.

Probablemente aquella discusión rompió sus defensas y su compostura, necesitó más que el auto aliento para poder sobrellevarlo. Tenía que aclarar su mente, respirar otro aire, pensar en otra cosa. De tanto caminar por su barrio, los caminos lo llevarían al lugar más desolado de aquel entonces. El Parque Indoamericano, inaugurado a medio terminar, dado que el terreno del fondo era un descampado inhabitable, con una laguna medio vacía, el Lago Soldati. Se reía mientras pensaba en la idea de un lago casi sin agua. De caer ahí, era factible que hiciera pie y el agua le llegara a las rodillas. Una sombra lo perturbó. Miró de reojo, supo al instante que aquel sujeto medía casi tres metros. Algo perturbador, dado que nadie en el planeta podría medir casi tres metros de altura. Poco sorprendido, supuso que podría tratarse de un alienígena.

-¿Quién eres tú?- Matías preguntó repentinamente al sujeto. Dándose la vuelta lentamente para no alarmar al gigante.

-¿Y quién quiere saberlo?- la voz del gigante se escuchó tosca y profunda. Matías sintió como si le estuvieran hablando directamente a la cabeza.

La inexperiencia hizo que el jovencito se precipitara, todo lo que salió de sus labios fue intimidación innecesaria. -Mi nombre es Matías... No intentes nada raro conmigo, aunque sea un chico de catorce años sé defenderme bien.-

El gigantesco sujeto estalló en carcajadas, lo cual puso más nervioso al puberto. -Espera un poco pequeñuelo.- soltó tratando de calmar su risa. -No quiero hacerle daño a nadie. Estoy aquí por trabajo.- Matías conservó su postura, estaba preparado para cualquier ataque o contra ofensiva.

-¿Qué tipo de trabajo?- por mera deducción, el primer elegido del fuego sabía que se trataba de un ser sobrenatural, algo que en la Tierra no podría existir.

-Tuvimos varias lecturas extrañas de este planeta- decía sonriente, sabiendo que el joven ya intuía su procedencia. -Picos extraños de nivel unos meses atrás. Entonces me dispuse a investigar si hay seres poderosos aquí. Oportunamente te seguí porque tu nivel aquí es algo elevado, para los terrestres a los que estoy acostumbrado.- la risa había desaparecido, el sujeto alienígena se ponía serio.

Quizá por torpeza o inexperiencia, Matías llevaba su nivel algo elevado de lo normal. Poder de nivel 153, lo suficiente para levantar las sospechas de cualquier ser externo a este planeta. Los nervios provocaron en el líder del clan Lauro, un estado de perturbación que no le permitió reparar de ese terrible error. Un descuido que para aquel gigante era la prueba irrefutable que se trataba de un ser anormal en un ecosistema diferente al que le concierne. Matías debía tratar de eludir una situación incomoda sin levantar más sospechas.

-Vamos, trata de cooperar ¿Qué haces aquí? ¿A quién buscas en este planeta tan primitivo?- las preguntas del gigante le erizaron la piel, tendría que medir muy bien sus palabras esta vez.

-Yo vivo aquí desde que nací gigante.- una respuesta torpe. El ser inmenso bufó de fastidio, sabía que el jovencito trataba de evitarlo.

-Eso no es cierto muchacho. En este planeta solo hay basura que ronda los 6 de nivel, tú rondas los 150, puedo sentirlo. Deja de mentirme y dime qué haces en este lugar.- el gigante dejaba ver su cabeza quitando la enorme capucha que lo cubría. Unos cuernos y facciones poco humanas, que a simple vista impresionaron a Matías.

No tenía más remedio que tratar de engañar al alienígena, ahora todo lo que pudiera suceder de este encuentro afectaría directamente su estadía en el planeta y la de sus compañeros. Sin embargo, no tenía mucho tiempo para inventar algo. tendría que recurrir a la astucia. -Está bien, me veo obligado a contarle la verdad. Estoy siguiendo las pistas de un tesoro transcendental, hasta el momento todo me trajo a este lugar. Pero al ver sus fachas, me vi obligado a esconder mis intenciones ¿No irá a robarme, verdad?- Matías gesticuló de más. Pero al parecer el gigante creyó la historia.

-No me interesa tu tesoro, mi misión es otra.- comentó desinteresadamente mientras lo rodeaba. -Pertenezco a una colonia de la Base Imperial del Sur. Dicha colonia está muy cerca de este planeta, en Marte.- no dejaba de rodearlo y caminando de manera pausada. -Dime algo ¿Has venido solo a este planeta?- se detuvo, al parecer necesitaba que la respuesta sea concreta. El muchacho se puso nervioso, sólo asintió con la cabeza. -Mientes...- le susurró al oído. Caminó lentamente alejándose de él, se dió la vuelta para mirarlo al rostro. -Mi trabajo aquí es sólo de reconocimiento. He corroborado que hay varias presencias poderosas en este planeta, hace meses las lecturas se volvieron algo inestables para los terrícolas. Tendré que informar de esto de inmediato.- el gigantesco ser, tomó una especie de comunicador, esto alteró a Matías.

-Lo lamento mucho, pero no puedo permitirte hacer tal cosa.- amenazó el primer hijo del fuego colocándose en posición de pelea.

-¡¿Estás retándome?! Antes de hacerlo, déjame advertirte que tu nivel no es nada para mí que superó los 500 de poder.- el gigante advirtió antes de ser atacado.

Los nervios del adolescente de tensaron aún más cuando notó que no traía consigo a Dragón Blanco. Faltando a la segunda norma inquebrantable de llevar siempre el arma predilecta. Sin embargo, aún contaba con las enseñanzas de artes marciales por parte del sensei Akamine. El movimiento fue rápido, el gigante de Marte desconocía la verdadera fuerza del segundo alienígena en la Tierra. Cuando el gigante arrojó un golpe con su puño derecho, Matías lo eludió casi sin esfuerzo, debido a que subió su nivel a 1000. Dando un pequeño salto para superar la altura del invasor colonial, luego propinó un fuerte codazo en el cráneo del sujeto, entre sus astas. Sintió como la contextura ósea cedía frente a su golpe con el doble de nivel que el alienígena. Toda la secuencia duró segundo y medio. Luego de ello, Matías se serenó para esconder su presencia a cero. En realidad, escondía su desesperación, con el cuerpo inerte del gigante en el suelo. No dejaba de pensar que se había convertido en un asesino, un sentimiento de culpa que lo hacía temblar de pies a cabeza. Nervioso, impulsó el cadáver cuesta abajo para que quedara semi oculto entre los matorrales y el barro. En ese momento agradeció que la laguna estuviera casi vacía, de esa forma el cuerpo no flotaba. Esperando que la descomposición haga lo suyo y nadie lo encontrara. No obstante, en un momento de lucidez, prefirió ir con su padre para que él determine lo mejor para lo que acababa de suceder.

La situación no era la más favorable, como era de esperarse. Omar lo regañó por los errores más básicos, pero a su vez le dio un punto a favor al evitar que el enemigo averigue la ubicación de los elegidos extraviados. El tema era complejo, sin omitir detalle, Matías brindó la información que voluntariamente le dio el alienígena antes de morir. Su padre dijo que era mejor examinar el cuerpo, dado que muchas veces los restos de una persona dicen más que lo dicho en vida. Retiraron el cuerpo de la laguna, Matías se sorprendió por la frialdad de su padre, sin embargo, como policía perito en rastros, seguramente veía cosas peores.

-Así que esta es la apariencia de un marciano.- dijo mientras lo examinaba.

Matías lo observó incrédulo -¿No conociste a ninguno en tus años de vida?-

-No tuve la suerte, pero si realmente pertenece a una colonia de la Guardia Imperial del Sur, debemos darle importancia.- Omar quitaba el transmisor de uno de los bolsillos del gigante, junto a una placa. -Lince... al parecer ese es su nombre.- dijo mientras destruía la placa y el transmisor.

-Yo maté a ese tipo...- el shock postraumático seguía causándole molestias.

-No tenías opción. Era él o ustedes...- con la seriedad que usó para hacer entrar en razón a su hijo, bastó para que éste se sintiera un poco mejor. -Ahora tendré que pedirte algo más complicado. Como sabrás, dejar restos de un alienígena no es la mejor de las evidencias para la ciencia humana. Tendré que pedirte que incineres el cuerpo.- cerró los ojos, sabía que con la orden que estaba dándole, violaba nuevamente las básicas y no solo eso. Sino que tendría que hacer un acto más barbárico que el anterior.

-¿Estás pidiéndome que use mi poder elemental para deshacerme de él?- el joven se sobresaltaba.

-Sí. Eso seguramente los alertará nuevamente. Pero la verdad, es que si Lince no vuelve mandarán a otro a ver qué pasó con él. Usa una técnica elemental, cualquiera, la más poderosa si quieres. A como están las cosas debemos tomar cartas en el asunto. Termina con esto, debemos reunirnos con el resto del grupo, esta es una situación de emergencia.- el tono de Omar alarmó a su hijo, éste inmediatamente posó la palma de su mano derecha en el torso del cadáver alienígena. Segundos más tarde empezó a calcinarse. -Vamos.- dijo frío mirando a los ojos de su padre.

La cabaña perdida en el conurbano bonaerense, se había convertido en el punto de reuniones para esta nueva generación de guerreros. Todos asistieron puntuales y alertas al llamado urgente de uno de sus miembros. Hasta el momento no se les adelantó nada y Omar le pidió a Matías que le dejara tomar la palabra, dado que la situación era muy delicada. Todos tomaron asiento en la gran mesa redonda.

-Hoy los he reunido para comunicarles el fin de su anonimato.- los rostros de desconcierto al escuchar al Lauro mayor, producían un dolor en el pecho. -Hoy hace escasas horas, Matías tuvo contacto con un explorador de la colonia marciana. Sí, hay vida en Marte.- dijo antes de que los chicos lo atacaran con preguntas. -Allí está alojada una colonia que pertenece a la Guardia Imperial del Sur. Una de las cuatro que existen, todas ellas responden a un régimen inaugurado por Radamis cuando tomó posesión de su cargo como Pilar del Universo. Además de estas cuatro Guardias, existen dos Reinos, el de la Luz y el de la Oscuridad. Ambos cumplen la misma función que las guardias.- las caras de los jóvenes seguían inertes, estaban aprendiendo demografía universal. -Para que esto quede más claro... Jesús toma el informe que nos brindó Teseo, ese que detalla las funciones que tienen las guardias y reinos.-

-Bien, tienen que saber que las guardias y reinos se encargan de toda la gestión de lo que es el control universal. Verán, en la antigüedad el Pilar y compañía se encargaban en mano propia de cada tarea de equilibración. Sin embargo, Radamis y los suyos crearon un sistema que les permite monitorear todo desde Central, sin tener que ensuciarse las manos. Está claro que estas organizaciones no tienen integrantes débiles, se supone que en los cargos más altos, está la élite de soldados del universo, bajo las órdenes de Radamis. No quiero aburrirlos con tanto rollo, creo que lo mejor será resolver el tema puntual que tenemos enfrente. Omar- dijo devolviendo la palabra a su compañero. Claramente Jesús quiso obviar más detalles para que los jóvenes no se agobiaran con tanta información. Dado que posiblemente tendrían una misión poco agradable.

-Como les dije al principio Matías tuvo contacto con un integrante de la colonia marciana. Matías ¿Quieres contarles lo sucedido?- viendo que su hijo estaba más calmado propuso que él mismo sea quien informara a sus compañeros.

-Está bien... No es algo que me enorgullece, pero les diré lo que pasó. Caminé hasta el Indoamericano para despejar la mente. Estaba algo agobiado con todo esto de nuestro destino. Y no me percaté de mi presencia. Estaba algo elevada- en ese momento María José interrumpe. -¡Viste! Te lo dije- alzó la voz y miraba fijamente a Guadalupe. -Ella estaba segura de que tu nivel estaba por encima de lo apropiado, pero no le di importancia.- dijo la líder del clan Heredia excusándose. -Está bien, de todas maneras no puedo cambiar lo que ya pasó. Ese sujeto me sorprendió, a pesar de haber intentado salir de forma estratégica de esa situación me fue imposible. Me amenazó con delatar nuestra ubicación, por esa razón tuve que silenciarlo.- automáticamente bajó la mirada. Celeste fue la única que se animó a preguntarle. -¿Lo mataste?- el silencio fue la respuesta.

-Él hizo lo que debía hacer. No deben juzgarlo ¿Además no entienden cuál es el paso que sigue? Tendrán que viajar a Marte y aniquilar a toda la colonia marciana.- Omar defendió la postura de Matías.

-Yo no quiero convertirme en un asesino.- palabras sinceras y desde el fondo del corazón de un joven que aún no entendía su destino. Jonathan seguramente expresó el sentimiento de todos.

-Tendrás que convertirte en algo más que un asesino para velar por el Universo. Un ataque como este a ustedes, es como alterar el flujo de las cosas. Es un atentado al equilibrio universal. Hay que tomar cartas en el asunto y rápido. Teresa, puedes darnos un panorama de lo que habita en Marte por favor.- una orden acatada casi de inmediato. Teresa tipeó rápidamente.

-Bien, tenemos una superficie inhabitable, con temperaturas altas y carencia de agua y oxígeno. Pero por otro lado, posiblemente bajo la misma tenemos un ambiente distinto. Hay presencia de oxígeno, además pueden leerse presencias varias que oscilan un promedio de 1535 de poder, con escasos seres que alcanzan 10000 o más de poder.- un análisis poco favorable.

-Ahí tienen su primer reto. Eliminar a la colonia marciana y borrar todo rastro. Luego regresar a casa para continuar con su anonimato, si es que aun lo aprecian.- Jesús fue claro.

-Una cosa más, un detalle importantísimo.- la voz de Teresa se tensó. -El elemento predominante en este planeta es la Oscuridad. Basen su estrategia a raíz de esta información.-

-Yo tomo toda responsabilidad. Si no quieren ir a pelear lo entenderé, por mi parte haré lo necesario para arreglar el problema en que los he metido- avergonzado pero decidido el primer hijo del fuego tomaba la responsabilidad.

-Somos un grupo, Matías no te dejaré ir sólo a la boca del lobo.- Daniel fue el primero en mostrar el visto bueno.

-Esta situación es horrible, pero supongo que es como dice Daniel. Somos un grupo y como tal, tenemos que hacer frente a la situación.- el ánimo era general, Celeste solamente estaba agregando un comentario a la determinación de Daniel. Sin embargo, el resto ya estaba de acuerdo con llevar a cabo la misión.

-Vaya, veo que el ánimo cambió de repente.- sonriente Jesús miró a sus compañeros tutores.

-Preparen todo para partir- anunció determinante Agripina.

-Claro... es simple decirlo cuando no son ustedes los que irán allí.- el nivel de negatividad que tuvo ese comentario, sólo podía venir de una sola persona, Juan Manuel Fernández.

-Por supuesto, es una prueba más. Vencer a un enemigo que los supera en número y poder. También recuerden que no pueden morir. No al menos que se crucen con sus antecesores. Algo que no pasará.- el.padre de Matías dejaba las cosas en claro.

-¿Es cierto que somos inmortales? Para mí eso es tan real como el mismo Radamis. Pero hay algo que sí es cierto para mí... El dolor.- Juan Manuel había sido claro, sus fundamentaciones se basaban en simples hechos naturales.

-Ya veo, entonces tú eres de los que huye en combate. Es una pena, porque en muchas ocasiones son esa clase de personas la que arrastran a sus compañeros a la ruina.- no se trataba de un comentario ofensivo o un reproche. Omar simplemente decía lo que la vida le había enseñado.

-Es difícil pensar en un resultado positivo, cuando nos adelantaron el negativo panorama.- el muchacho de cabellos rojizos y rostro invadido en pecas.

Las risas invadieron el lugar. La carcajada incesante correspondía a Jesús que observaba fijamente al líder del clan Fernández. -Dime Gloria. ¿Lo has criado a bases de recetas de cocina?-

Una fuerte palmada en la mesa, Daniel trataba de imponerse. -A ponerse serios, que la situación lo amerita. Como lo han dicho anteriormente, el elemento predominante en Marte es la Oscuridad. Siendo yo el único que puede crear el elemento contrario, seré yo quien tome el mando y se encargue solo de esta misión.- Matías se espantó con las palabras de su mejor amigo. -No permitiré algo así, no irás solo.- Daniel se reafirmaba en la silla, todos los demás permanecieron expectantes, incluso los tutores. -Ustedes me estorbarían, sobre todos aquellos que manejan el elemento de la Oscuridad.- dijo señalando a Juan Manuel y Jennifer.

-Permíteme decir algo importante Daniel.- Ester seguramente iba a ubicar el primer hijo de la luz. -Olvidan algo primordial a la hora de una batalla con desventaja numérica, la estrategia. Sabiendo que el elemento predominante es la oscuridad, se obtiene como resultado obvio, que Daniel será el más dañino allí, pero también el más vulnerable. Por el contrario, Jennifer y Juan Manuel serán los menos dañinos pero los más resistentes. A base de eso tienen que forjar una estrategia que les permita regresar victoriosos.-

Tenían la certeza de que partirían todos juntos a una misión suicida, la primera de muchas, aseguraban sus padres. Pero los nervios de los muchachos se acrecentaban a medida que la hora marcada por Omar se acercaba. Partir a Marte ya era algo inminente.

                         

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