- ¿Timothée a regresado? -sonrió- debo ir a verlo -dijo apunto de salir pero Glass se interpuso-
- NO VAS A SALIR, HAS HECHADO A PERDER LA CENA, Y EL REY NO TE QUIERE CERCA DEL PRÍNCIPE. Ahora vuelve ahí, consigue carne y has algo -Gisselle asintió de mala gana y se fue a la cocina-
Después de 10 años, Timothée había regresado y no me dejaban verlo, ¿Cómo será?, ¿Habrá crecido?, ¿Seguirá teniendo el mismo gusto de ropa tan horrendo?, ¿Habrá aprendido idiomas?, quería verlo, era el único con el que podría identificarme, mi fiel compañero, después de años el castillo nos vuelve a unir, me quedé un momento ahí, Glass había salido, que amargado era ese hombre, entro una sirvienta, Melissa, era nueva, hace unas semanas había entrado, pobre.! Estaba perdida todavía.
- El Rey a pedido café y el príncipe jugo de naranja -dijo nerviosa-
- Yo lo llevo -dijo Gisselle al instante- Tu siéntate, estás muy pálida
-¿Segura? -ella asintió- gracias -suspiro-
Agarre la bandeja de metal plateada, puse la taza con café y el vaso con naranja, salí de ahí, le había ganado a Glass, subí las escaleras y como de costumbre me dirigí al despacho del Rey, la puerta estaba entreabierta, pero desde unas cuantas habitaciones atrás se oían los gritos, ahora entiendo por que Melissa regreso tan pálida, observé el comedor y varias personas estaban esperando al Rey.
-NO PUEDO CREERLO TIMOTHÉE, ESTABAS EN UN COLEGIO ÚNICO, ERES EL PRÍNCIPE DE NORUEGA.
- Tranquilo padre, no es para tanto -su voz había cambiado-
- ¿QUÉ NO FUE PARA TANTO?,
DISTE ORO, SOLO PARA CONSEGUIR UNA MEDALLA BARATA.
- No era una medalla cualquiera, esa medalla era mía y ellos me la habían robado, no iba a pelear decidí darles oro con tal de que me devolvieran mi medalla
-Medalla o lo que sea, te arriesgaste, además, me han reportado sobre las fiestas de has hecho con los otros príncipes y todas esas damiselas, ya no tienes respeto
- Pero tu sigues aquí, eres el rey, a mi no me necesitas aquí, te queda una vida por delante y eso lo tengo que disfrutar
Bien, decidí tocar la puerta, se oían más tranquilos.
- Pase -abrí la puerta- ¿Dónde está la otra? -Timothée volteo y no tuvo expresión alguna, no reconoció a su amiga-
- La reina la ha llamado para otro asunto, su majestad -dejo en la mesa la bandeja y le acerco el café al rey mientras el vaso de jugo se lo daba al príncipe- Lo están esperando abajo
- Te quedas aquí Timothée -dio un sorbo a su café y se levanto de ahí- recapacita en lo que te digo. -salió de ahí-
Me acerqué por la taza que había dejado el Rey y la puse en la bandeja, me di la vuelta y tenía a Timothée delante de mi-
- ¿Cómo estás, hermosa? -ella frunció el ceño y agarró el trapo que se encontraba en la bandeja mientras comenzaba a golpearlo- ¿Qué te pasa?, te voy a despedir
- Perdiste -golpe- la -volvió a golpear- medalla que te regale -dio un último golpe-
-Ay no. -la observo nuevamente- ¿Gisselle? Por las barbas de mi padre, ¿Que te pasó? -sus ojos se abrieron más y negó- no, no, tu eras fea, estaba apunto de coquetear contigo, que asco
- Tú das asco -el sonrió-
- Perdón, recuperé tu medalla -señalo su cuello- además deberías abrazarme y decirme que bueno que estés bien te extrañe, ¿Qué fue?, ¿9 años sin vernos?
- Si nueve años exacto -Lo observo- No has cambiado tanto, ahora te pusiste guapo, pero solo eso.
- Lo sé, mírame, me la pase tan bien en Escocia, es a donde me mandaron y había unas cuantas princesas -Gisselle comenzó a reír-
- Ahora entiendo por que el Rey está muy enojado, Timothée, últimamente el reino ha estado muy tranquilo, deberías hacerle caso al Rey, tu tendrás ese cargo en un futuro
- Siempre preocupándote por mi, lo sé, me extrañaste tanto como yo a ti -se acercó y la abrazo- pero el sigue vivo, no me necesita como su aprendiz, por cierto aprendí el Inglés, Alemán y Ruso.
- No te creo, eso es muy difícil, tu cabeza pudo haber explotado.
- Basta, has hecho enojar al Príncipe -ella rodó los ojos-
- Debes contarme todo lo que hiciste en Escocia, ¿Qué hay de los príncipes?, ¿Había príncipes?, que suerte -dijo y de pronto se abrió la puerta, era Glass y no había visto a Timothée-
- AQUÍ ESTAS, DEJASTE TODO MAL HECHO -le grito a Gisselle- NO SIRVES PARA NADA, VAMOS ¿QUE ESPERAS?
- Ella se quedará aquí -dijo su amigo quien se interponía entre ella y Glass- es una orden
- Príncipe -hizo una pequeña reverencia- es un honor verlo nuevamente, pero ella debe estar con la demás servidumbre
- Lo sé, pero ahora mismo está trabajando conmigo, puedes preparar la comida y mañana para la cena prepara algo exquisito, será una noche de fiesta que el Príncipe regresó -sonrió y vio a Glass tornando un rostro serio y firme- ¿Por qué sigues aquí?, prepara la comida -el asintió y se fue- No cambia ese hombre, ¿Qué se cree y por qué dejas que te trate así?
- Timothée regresa a la Tierra -sonrió- a ti te prepararon para ser el próximo Rey y a mi para seguir las órdenes del Rey, ¿Quieres otra cosa?
- Estar con mi amiga -ella negó- Esta bien, quiero que estés en la fiesta que realizaré mañana en la noche
- No puedo, mi madre no me lo permitiría, lo siento. Pero estaré a tus órdenes, lo sabes, es un gusto volver a verte
- Lo mismo pienso, ahora si me siento completo, te quiero Gisselle.
Yo también lo quería, era mi único amigo y eso nadie podría cambiarlo.