"Todo era más fácil cuando mi única preocupación era colorear sin salirme de las líneas"
(Anónimo)
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No vino. No está, ¿por qué no asistió a la escuela?, ¿sabía que yo me presentaría y por eso no vino? No, él no pudo haberlo adivinado (así me la pasé toda la mañana). En el transcurso de las clases estuve muy preocupado, no dejaba de pensar en Demian y por qué decidió faltar, tal vez estaba enfermo, tal vez tuvo que quedarse a cuidar a su hermanita Crystal de nuevo... Necesito saber por qué.
Las miradas de todos fueron disminuyendo al pasar las horas, aunque la gran incomodidad la viví en el comedor. Sentí muchos ojos posarse sobre mi nuca mientras la señora encargada me entregaba las bolsitas de lo que había comprado, y el chocolate caliente. Pero no supe de qué se trataba hasta que me armé de valor para preguntarle a un compañero.
"Es por Demian", me dijo. Demian tenía que ver en esto. Por lo único que tendrían que hablar de mí sería precisamente de mi asunto con Demian, pero nadie me decía nada, y no es que espero que todos se burlen de mí, porque dos o tres idiotas hay en cualquier escuela. Esto es, como dije con anterioridad, diferente.
Lo último que escuché de dos estudiantes que murmuraban me dejó bastante preocupado. Porque le había pasado algo.
"Demian fue sancionado. Deberías ver su cara".
Demian.
Mis manos se mueven ansiosas mientras escribo, mis pies golpean el suelo del autobús esperando que por arte de magia avance más rápido; necesito verlo y saber si está bien. "Deberías ver su cara".