Observo descaradamente su pecho, lleva una camisa blanca con los primeros botones desabrochados. Noto que ha estado haciendo ejercicio, está muy definido.
«Como no, estúpida. Es el subcomandante de bomberos, no se llega a eso sin hacer nada» si mi conciencia existiera me daría un golpe en la cabeza.
Tiene un porte más maduro, más definido. Habíamos salido cuando estábamos en la escuela, en los últimos tres meses, nuestra relación había sido corta, si. Él era el mariscal de campo en el equipo de fútbol, por lo tanto siempre tuvo un buen cuerpo. Pero ahora está más marcado, o eso creo, lo que se ve a simple vista son brazos grandes fuertes y espalda y pecho anchos. A lo Chris Evans.
- Te llevaré a la cocina - propongo antes de comenzar a pensar cosas indebidas.
- Por favor.
Cuando paso por su lado, su aroma a loción me inunda las fosas nasales. Que buen perfume, madre santa.
Me sigue por los pasillos, en silencio, hasta que ingresamos a la cocina. Busco en un estante el encendedor.
- Así que sales con Alisa - suelto de repente para cortar el silencio incómodo. Aunque lo hice más incómodo.
« Bravo, Aubrey, bravo »
- Eso parece - asiente.
Le extiendo el encendedor.
- No sabía que Alisa tuviera novio, ella siempre me cuenta todo - eso sí que me había extrañado más que el hecho de que su novio sea mi ex.
Tal vez Alisa no me lo cuenta todo.
- Comenzamos a salir esta semana, seguro no tuvo tiempo para contarlo.
- ¿Esta semana?- lo miro de repente y mi mano se baja instantáneamente justo en el momento en el que él iba a recoger el encendedor.
- Si, esta semana. Hemos hablado por unos meses y...¿Por qué tan sorprendida?- inquiere ladeando su cabeza unos centímetros.
- Es que...no nada. Me sorprende de Alisa.
Pensar que el lunes había despertado en la casa de un extraño, desnuda y desorientada. Creo que tengo cosas que aclarar con ella.
- ¿Y cómo está tu vida? - trato de desviar el tema. Vuelvo a extenderle el encendedor -. Eres bombero.
- Así es, y tú arquitecta - pone sus ojos grises en mi y siento que me franquean las piernas.
Asiento y sonrío orgullosa de mi misma. Me costó mucho llegar a donde estoy ahora.
Sus dedos rozan los míos cuando toma el encendedor. Los tiene ásperos, apuesto que es por su trabajo.
- ¡Aquí están!- exclamó una voz desde la puerta de la cocina. Me sobresaltó pero logro disimularlo. La mamá de Alisa, entra con una sonrisa enorme en su rostro -. Creí que te habías perdido.
- Si, en realidad - responde Dominic -, pero la señorita me ayudó a encontrar la cocina.
La mamá de Alisa me mira, como ya dije, jamás le he caído bien, no me importa ni me afecta en lo absoluto, pero la mujer no sabe disimular su cara de disgusto cuando me tiene cerca. De hecho, tampoco le caigo bien al resto de la familia de Erick y Alisa, solo hay algunos que tal vez no les importe mi presencia como Kensey, pero los demás sólo me soportan por mi novio.
Supongo que no les agrada que seamos de diferentes clases sociales.
No soy rica como ellos y eso les jode.
Fuimos con los demás y cantamos la canción de cumpleaños. Erick estaba a mi lado aplaudiendo a su prima igual que todo el mundo, cuando mi teléfono comenzó a sonar.
Que comience la función.
- ¿Hola? - atendí y le hice un gesto a Erick cuando me miró mal.
- ¡Brey! ¡Te necesitamos urgentemente! - grita Jacob en mi oído - ¡Estamos en el hospital, Liam va a morir!- finge que llora - tienes que venir.
Me esforcé por no poner los ojos en blanco. ¿En serio? ¿Eso era lo mejor que se le había ocurrido?
- ¿Qué? WoW, espera, ¿Que pasó?
- Oh, ya conozco esa voz actuada, ¿No te gusta esa excusa? Bien, buscaré otra - finjo que sigo escuchando mientras él piensa -. Oh, ya sé - da una respiración profunda y luego comienza a llorar exageradamente - ¡Aubrey, te necesito! - llora exageradamente y se suena la nariz- ¡Mi abuela va a moriiiiiir!
- Oh, dios - me llevé una mano a la boca dramáticamente. Ya había captado la atención de Alisa, que me miraba extrañada, mientras se sacaba fotos con sus invitados.
- No sé qué le pasó, solo ven - se impacienta.
- De acuerdo, tranquilízate, iré ya mismo. Por favor no hagas ninguna locura, recuerda que siempre hay una mejor manera. Si se puede, tú solo resiste - siento vergüenza -. Voy a buscarte.
- Actúas terrible - me dice antes de colgar.
Guardo el teléfono y Alisa ya se me acercó.
- ¿Todo está bien?
- Si...no...no lo sé, es Jacob, tuvo un accidente su abuela y está...muy mal.
- Oh, dios - se tapa la boca -, vamos a verlo.
- ¡No!- digo rápidamente -, no, tú quédate, es tu fiesta, luego te avisaré cómo está. Lamento mucho tener que irme - me cuelgo mi bolso en el hombro y camina conmigo hasta la puerta.
- No te preocupes, ¿Vendrás a mi fiesta más tarde?
- Claro, bueno, no sé cuánto me tome ir por Jacob, pero seguro estaré ahí - beso su mejilla -. Feliz cumpleaños.
- Gracias.
Conectó mi mirada con Dominic antes de salir, niega con la cabeza divertido y entrecierro los ojos. Erick se me acerca.
- ¿Quieres que vaya contigo, cariño?- me pregunta.
- No, tú quédate. Esto será rápido, nos vemos en la fiesta - le doy un corto beso y me voy a mi auto.
Y todo esto por no querer afrontar el hecho de que mi amiga sale con mi ex, que ahora está más bueno que comer con la mano.
Patética.