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💰Harry💰
"Razones para despedir a la traductora humana"
* Insolente
* No respeta la autoridad
* Agresiva
* Irritantemente sarcástica
* Misteriosa
* Interesante
* Su sonrisa es agradable
* Sus curvas
¿Qué demonios?
Arrigo la hoja y la echo al cesto de basura, levantándome de la silla y caminando por mi oficina.
Esa mujer enserio me preocupa. Siento que tiene bipolaridad o algo por el estilo porque hace unos momentos estaba respondiéndome con altanería y sarcasmo y un segundo después parece que entró en crisis y sus ojos se cristalizaron. Hay algo en la forma en que me mira que me hace pensar que me teme, pero solo en ocasiones ya que otras veces me observa como si fuera mi maldita dueña y eso enserio me irrita. De hecho, todas sus actitudes me irritan, cuando se queda callada y cuando me responde como si fuera retrasado; cuando me mira a los ojos con firmeza y cuando baja la mirada como si tuviera miedo. Todo en ella es confuso y en toda mi vida he preferido mantenerme alejado de gente así de inestable y problemática y al parecer ella se empeña por quedarse en mi vida.
"Solo es un año, Harry. Solo la tendrás por un año"
Me repito es cada que me saca de mis casillas, así que la frase se ha vuelto parte de mi vida. Me sale tan natural como respirar.
- ¿Listo para esta noche? – pregunta Óscar entrando a mi oficina sin permiso, como siempre.
- Vuelve a hacer eso y te bajo de piso – advierto
Pone los ojos en blanco y empieza a hablar sobre los preparativos de esta noche.
Es una tradición del banco iniciada por mi padre. Cada vez que un contrato importante se cierra, la empresa da una fiesta en nuestro club privado, para reconocer el trabajo duro de los empleados y darles un buen momento como pago extra por hacer posible el contrato. Por lo general se hace con contratos millonarios, así que una parte del dinero que ganaremos se usa para darles una buena fiesta a todos.
- ¿Invitaste a Luna? – pregunta captando mi atención
- Le dije que vaya, pero al parecer tiene otros planes – explico
- ¿Te rechazó? – pregunta riendo
- Si lo quieres ver así – me encojo de hombros
- Deberías conocerla – alega por décima vez en la semana
- Es buena chica, dulce y amable – digo con sarcasmo
- Es una mujer increíble – enfatiza y corrige mis palabras – Independiente, sincera, divertida y sencilla. Te daría un buen ejemplo en ciertos aspectos de tu vida
- ¿Piensas acostarte con ella? – voy al grano de una vez
- No – responde exaltado – Al principio si tenía eso en mente, pero la conocí y vi algo en ella que me hizo desistir de eso
- ¿Qué viste?
- Que necesita más un amigo que un amante
- ¿Por qué lo dices? – pregunto intrigado
- Es alguien solitaria – explica – Vive sola, su familia está al otro lado del océano y casi no se hablan. Su hermano vive en Europa, pero no me dijo dónde. Tiene solo una amiga que al parecer es igual de nómada que ella y dijo que nunca, pero nunca se queda en un mismo lugar por más de dos años.
Y el misterio que envuelve a la traductora se hace cada vez más grande.
Conozco a Óscar como la palma de mi mano. Puede ser un pervertido en potencia a veces, pero sabe leer muy bien a la gente y si él cree que hay algo detrás de la historia de Luna, entonces debe ser cierto. Mi paranoia me hace alguien muy desconfiado, pero Óscar siempre ha sido más centrado y sus conclusiones indican que de verdad esconde algo. Talvez no debería confiar en él, así como así, pero antes de estudiar economía obligado por sus padres, Óscar estudió psicología en Cambridge y fue el mejor en su generación.
- Convéncela de que vaya esta noche – ordeno y me observa confundido – Dijiste que debería conocerla, será una buena oportunidad para hacerlo
- No te creo una palabra, pero lo haré
- Gracias – digo y sale de mi oficina.
Talvez las cosas que oculta no se las dirá a su jefe, pero si puedo ser su amigo, logre que se abra conmigo y desenmascarar sus secretos. Servirá para demostrarle a mi padre que no necesito a alguien que me vigile las 24 horas del día. Porque sé que para eso envió a la traductora. No lo hizo para que me ayude o me enseñe un nuevo idioma, lo hizo para vigilarme y mantenerme a raya. Y, aunque la verdad no lo culpo, necesito que él entienda que no soy como mi hermano, nunca en la vida seré así y por ende no necesito un guardaespaldas.
Jack lo tuvo todo siempre en bandeja de plata, fue el consentido de mi madre por ser su primer hijo y ella se encargó de cada aspecto de su educación, así como de velar porque su querido Jack tenga el control de todo el negocio familiar. No creo que mi madre lo haya hecho a propósito, pero literalmente creó una mente criminal, narcisista e histriónico que casi arruina nuestra familia y todo nuestro legado. Una de las peores cualidades de un inglés es creerse de sangre azul y si a ese complejo genéticamente común en todos, le agregamos una educación que te hace creer que eres el centro del universo, entonces el resultado es alguien como Jack, malvado y egoísta.
Mi padre no entiende la diferencia entre él y yo. Es decir, estudié medicina, Jack administración de empresas; su propósito siempre fue controlar a todos y todo, el mío siempre fue ayudar a alguien más a cumplir sus sueños. De cualquier manera, no puedo culpar a nadie, las cosas pasaron y ya. Ahora queda en mí demostrar que, a pesar de haber sido criado de una forma totalmente distinta a la de mis dos hermanos mayores, puedo ser un buen líder y enorgullecer a mi padre.
Termino con mis pendientes y salgo de la oficina. Mi hermana tuvo a su primer hijo hace dos semanas y la he visitado cada día. Me entusiasma la idea de un pequeño en la familia, trayendo alegría y todo lo que un niño trae consigo, pero a mi hermana no les agrada mucho la idea. Su perfección se vio arruinada por el embarazo y el parto y su arrogancia no le permite disfrutar a su hijo como debería hacerlo. De cualquier manera, cada día le llevo un regalo a mi pequeño sobrino y paso varias horas con ellos. La vida de ese niño me hace recordar por qué quise ser pediatra, me da la esperanza de que algún día, cuando todo en el banco se arregle, yo pueda terminar mis estudios y ayudar a niños como mi sobrino, en lugar de prestar y recibir dinero a cambio de más dinero.
Llego a la casa de mi hermana y me recibe su esposo, otro de los negocios de mi madre. Mi hermana es la primera hija de mi madre y también tuvo un trato diferenciado del resto de mis hermanos, incluyéndome. Jack y Amelia fueron la adoración de mi madre y ella se encargó de hacer de Jack un magnate de los negocios y de Amelia la mujer más codiciada de Inglaterra, así que, para su hija, escogió al mejor postor como marido. El tipo siempre buscó una oportunidad con Amelia y ambos eran felices juntos antes de que mi madre los hubiera obligado a casarse antes de los 25.
Dejo el juguete didáctico en la habitación de mi sobrino y me dedico a jugar con él mientras su madre está en el gimnasio de su casa tratando de recuperarse por el desastre en su cuerpo causado por su hijo. Aclaro que son sus palabras no las mías.
Luego de varias horas, me despido de mi sobrino y su padre y salgo rumbo a mi departamento. Me doy una ducha y me arreglo para esta noche. Algo casual, jeans, camiseta gris, blazer y deportivas. Tomo mi jeep del estacionamiento y salgo rumbo al club. El lugar está ubicado casi a las afueras de Londres, es un edificio de tres pisos con un sofisticado pero agradable ambiente que se perdió totalmente cuando dejé que Óscar se hiciera cargo de los preparativos. Al llegar, la música es estruendosa, el ambiente apesta a alcohol y la elegancia de mi club ahora fue sustituida por un espacio que parece discoteca de barrio. Intento encontrar a Óscar entre la multitud, pero fallo en el intento y me dirijo al tercer piso, el cual está menos atestado de gente y el alcohol es más refinado. Pido un bourbon y espero hasta que Óscar decida aparecer. No pienso quedarme aquí toda la noche, el plan era hacer acto de presencia, tomarme un par de tragos y luego regresar a la tranquilidad de mi departamento, pero pasan ya dos horas y Óscar no aparece, así que pago la cuenta de todos por adelantado y salgo en busca de mi auto.
Choco con la gente a cada paso que doy y el club ya no huele solo a alcohol, sino a hierba y sudor. Alguien tira cerveza barata en mi camiseta y molesto me encamino al baño a limpiarme. Cuando salgo, el aire se me queda atascado en los pulmones y siento que todos desaparecen. Mis ojos se encuentran con la traductora, quien luce un vestido ceñido, hasta la rodilla, tacones con brillos y el cabello suelto en rizos. Sus ojos cafés se chocan con los míos y luego aparece Óscar, apartándola de mi vista y llevándola hacia la barra. Sinceramente no es alguien impresionante. Tiene el cabello oscuro, al igual que los ojos, es algo pequeña, diría que un poco menos del metro setenta, piel bien cuidada, piernas gruesas y alargadas, cintura pequeña, pechos medianos. Alguien común, con rasgos comunes, pero lo impresionante está en su expresión. Esa sonrisa traviesa y seductora nunca la había visto y es eso lo que me envuelve.
El resto de gente parece estar igual de hipnotizado que yo. Es increíble cómo con su sola presencia acaparó las miradas de todos los presentes, hombres y mujeres. No está vestida como prostituta ni lleva un disfraz, simplemente su aura envuelve y domina el lugar. Como un imán que atrae inevitablemente la mirada de todos a su presencia. Varios se le acercan para invitarla a bailar y ella acepta con una sonrisa, se divierte, pero mantiene a sus parejas de baile con las manos en su lugar, aun así, una punzada de celos me irrita y termino yéndome al bar por algo que calme estos pensamientos extraños y sin sentido.
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