Al día siguiente cuando despertó Sienna Samantha, No se percató que un hombre estaba dormido a su lado, al ver su torso desnudo se espantó, gritó despavorida.
-Oh Por Dios, quién eres!
Ji despertó sofocado y asustado miro a la mujer, y dijo casualmente.
-Ah, Ya despertaste. Ahora ver a hacerme un té y dos huevos enteros así me gustan medio crudos.
Sienna estaba tan molesta que empujó al hombre fuera de su cama, al caerse de nalgas Ji se sobó su trasero mirando a su mujer, una inocencia tal que a la mujer le dio risa.
-¿Quien eres y qué haces aquí en mi habitación ? Seguro eres un pervertido sexual que anda deambulando.
-Oh no, yo soy Ji de las tierras ancestrales de los induistas monjes, soy tu Marido.
-Pero ¿que esposo? Yo no tengo ningún esposo, te has vuelto loco? Si no te vas ahora, llamaré a las autoridades de esta localidad.
-Mira esas fotografías que pediste sacar a noche, te comportaste como la mujer más enamorada del planeta. Eres muy exigente y demostrativa, me gusta así tu manera de ser.
-Ah, me tocaste...
-Yo a ti, no lo hice, pero tú, tú a mi me manoseaste todo. Ahora si me dejaras ya seré un hombre mansillado. Debes hacerte cargo de mi.
-¿Yo? ¿Tocarte a ti? ¡Nunca! Si no aclaramos esto ante las autoridades, estarás muerto hoy antes de que anochezca de nuevo.
-Bien, puedo esperar.-Dice Ji hoy, mientras da la vuelta para conciliar el sueño de nuevo.
Sienna mira a este hombre que lejos de asustarse al mencionar a las autoridades simplemente esperará dormido, no actúa como el culpable usual piensa.
Al acercarse ella a la pila de fotografías, se da cuenta que tuvo una noche loca de ensueño, a ella le da pena sinceramente verle la cara al hombre que solo le ve su espalda bien ancha y musculosa, hermoso el marido que ella consiguió al parecer.
En todas fotos sale de forma explícita, ella es la exigente en esas fotos, la que abraza, besa, manosea, vuelve a mirar la espalda del hombre y siente que su corazón está por reventar en su pecho.