Capítulo 9 • ENTRADAS • ⁰⁹

"Lo que buscas también te ha buscado a ti".

• 06:00 a. m. •

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Pensándolo bien, debería aprovechar la oportunidad y ofrecerte lavarte la espalda...

- ¿Es esto una invitación o se está burlando? - cuestioné mientras me ponía la ropa interior para que la toalla no se cayera y la avergonzara aún más, ¡pero la vi tragar saliva y me arrepentí! Me estaba admirando. ¡Mmm, mira! Ella sigue codiciándome y ni siquiera puedo devolverle la amabilidad. Salí de mi cabeza, decidí saber si realmente quieres ducharte conmigo. - ¡Recuerdo haberte hecho una pregunta y estoy esperando tu respuesta!

- Solo quiero saber si puedo darme una ducha decente. - Nerviosa me explica que estaba a punto de contestarle cuando alguien llama a la puerta y sé que es Murilo. todavía en ropa interior Fui a recibirlo - ¡Oye! ¿Responderás así? - Con las manos en las caderas la miré fijamente y hasta puedo pensar que tal actitud podrían ser fragmentos de celos.

- ... ¿Algún problema? - Le respondí - ¿Voy a buscar tu ropa o quieres salir con mi camisa? - Me mira mortificado - Hm, ya vuelvo. Salimos en 40 minutos, así que ve directamente a la ducha, todavía tenemos café antes de irnos. - informé viendo seguir al baño.

Supongo que está celoso y tal vez tenga la oportunidad de hacer que se enamore de mí como realmente lo soy. - Con eso en mente, me dirijo a buscar sus cosas.

Abrí la puerta y el gerente que conozco muy bien entró con tres cajas enormes en sus manos. - Lo dejé pasar y juntos nos dirigimos a la mesa de la sala de la suite.

- ¡Buen día! De nuevo señor. Trajo tres para que elijas el de tu preferencia. - Acordé ir a buscar mis pantalones - Fui personalmente a ejecutar tus demandas.

- Muchas gracias Murilo, confío en tu profesionalidad y sé que todos son hermosos, así que tendré a las tres y dos de estas cajas, ¿podrías enviar mi maleta al aeropuerto y puedes comenzar mi check-out? ¡Vaya! Les informo que muy pronto estaré de vuelta para pasar mi luna de miel. aqui. - Lo declaro, ya que amo este hotel - ¿Puedo? Pregunté señalando las cajas.

- Por supuesto señor... - Me ayudó a abrirlo a las tres.

Son realmente preciosos, me puse el vestido azul con margaritas blancas, las botas y la chaqueta color café, ya que el tono le queda muy bien al vestido y notaré que tiene un bolso de correa fina en un tono idéntico. - ¡Será hermosa!

pongo todo en uno solo caja, zapatos y chaqueta junto con un bolso que contiene calzones y medias para que las botas no lastimen sus hermosos pies. Miré el vestido y decidí ponérmelo encima. Sé que te gustará ya que es el estilo que sueles llevar. El bolso lo dejé afuera ya que tengo grandes planes para él.

- Su maleta, señor... - Antes de entregármela, me quité el resto de mi ropa y una gran cantidad de dinero, a parte le di por estar perfecto como siempre luego le entregué la maleta junto con las cajas - Muchas gracias, y espero su devolución. Una pregunta más, ¿el pago se entregará aquí?

- No, llévalo al restaurante y pídele al chef que me haga el café como a mí me gusta y por favor, estuve atenta, supongo que mi prometida pedirá el de ella. - Anuncié el cierre de mi camisa.

Me preguntaba cómo dejar toda la información sin tener que llamarla, y vi un bloc de notas en el mostrador al lado del teléfono. - ¡Ya se!

- Dejaré una nota pegada al lado del ascensor por favor, no dejes que nadie se la lleve mi Lessa nunca ha estado aquí y tu curiosidad por la ubicación del restaurante será evidente.

- Como veas conveniente. ¡Hasta luego! yo abro la puerta para pasar y volver a arreglarse.

Terminé de vestirme y dejé la caja sobre la cama, volví a la sala y comencé a escribir las notas y en cada una ponía lo que realmente podía pasar y con una sonrisa tonta me permitía ser todo lo que imaginaba para ella. - Mi mejor versión.

Con todos ellos listos los puse en su lugar correspondiente. Vi el dinero en el mostrador y lo guardé todo en la bolsa. Lo colgué. en el pomo de la puerta y en la puerta al alcance de tus ojos deposité una de las notas que confío dejará a mi Lessa con una sonrisa en el rostro.

Todo listo, salí al restaurante. Tan pronto como se abrió el ascensor, pegué el último boleto y me dirigí a él. Me senté en mi mesa habitual. - Si ella viene, algo que realmente quiero que suceda, voy a averiguar qué fue lo que la hizo enamorarse de mí sin ni siquiera me conocen bien.

- El Domenico de hace años ya ni existe, ha evolucionado mucho y tengo miedo de no ser lo que ella espera. - ¡Pensar en eso me golpeó algo que no había sentido en años! Una gran inseguridad.

Aunque sé de nuestro matrimonio, todavía quiero que suceda amándome como realmente soy y no una versión inventada, porque si conozco bien a Vittorio, me lo debe haber dicho de una manera muy fantasiosa. Necesario ven y dame la oportunidad de presentarme correctamente.

La estoy esperando cuando suena mi teléfono. "Andrea ya debe haber hecho el trato.

- ¡Jefe! ¿Puedo hacerte una pregunta? - Tu voz no es la mejor.

- ¡Dilo! - Curioso contesto a la brevedad.

- Dio detalles de la subasta al Sr. Amatto - No entiendo muy bien la pregunta ya que Andrea ha estado trabajando durante años para yo y sabes que no me gusta Vittorio - Jefe, necesito que me respondas.

- ¡No! - Respondo - ¿Has hecho lo que te pedí?

- Jefe, supongo que es hora de llamar al Sr. Gaetano! Ahí está el dedo de tu suegro en este secuestro y cuando vuelvas hablaremos mejor.

- ... Ese viejo merece morir por todo lo que le ha hecho... - Declaré y si realmente está detrás de este esquema, ¡pagará con su vida! escucho pasos y soy prontamente agraciado con su sonrisa... ella vino! - ¡Hasta luego! Me tomaré mi café y dentro de una hora saldré de París.

- ¡Si jefe! ¡Hasta luego! - Termino de admirar lo hermoso que quedó.