Tierra De Leyendas - Por Caminos Oscuros
img img Tierra De Leyendas - Por Caminos Oscuros img Capítulo 3 DANTE
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Capítulo 6 KYRA img
Capítulo 7 BAKARY img
Capítulo 8 ANA img
Capítulo 9 ARON img
Capítulo 10 THORME img
Capítulo 11 DANTE img
Capítulo 12 SOTO MORAS img
Capítulo 13 BAKARY img
Capítulo 14 BLAS img
Capítulo 15 WENCESLAO img
Capítulo 16 FAMIR img
Capítulo 17 KYRA img
Capítulo 18 ANDARIEL img
Capítulo 19 IMAEL img
Capítulo 20 DANTE img
Capítulo 21 ELDER img
Capítulo 22 HILARY img
Capítulo 23 YAREN img
Capítulo 24 DANTE img
Capítulo 25 KYRA img
Capítulo 26 GRINDAL img
Capítulo 27 EPILOGO img
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Capítulo 3 DANTE

-¡Qué bueno veros de nuevo!-. Exclamó con alegría Yaren –Mis queridos amigos, pensé que nunca iba a volver a veros-.

Dante y Drako descendieron de sus bestias correspondiendo las muestras de alegría del enano.

Yaren se encontraba a las puertas mismas de su casa, junto a él estaban varios de su raza, que por los halagos y muestras de alegría de Yaren, habían salido a ver de quien se trataba toda aquella algarabía. –Mis amigos, siempre estaré en deuda con vosotros dos. Venid, venid y pasad a mi casa para que comáis algo y podáis descansar bien. Vuestra presencia deja mucho que desear-. Dijo el enano mientras les giñaba un ojo a modo de complicidad.

Dante entendió la broma y le devolvió una sonrisa al enano porque en realidad tenía razón. Las jornadas de cabalgata se habían extendido por muchas horas y por muchos territorios. Tan solo pernoctaban en las noches en posadas y lugares de paso y muy temprano al amanecer partían de nuevo a cabalgar. Tanto él como Drako sabían que no estarían seguros hasta alejarse de aquel país, lo más probable era que los esbirros de Wenceslao los estuvieran buscando, así que trataban de pasar desapercibidos sobre todo en los grandes pueblos. Tan solo tenían la tranquilidad de haber dejado a salvo en aquel lugar sagrado a Kyra, de eso ya habían pasado seis meses. –Con gusto aceptamos vuestra oferta, señor enano-. Dijo el medio-elfo después de consultar con la mirada al negro y este último asentir.

-Llamadme Yaren. Todos mis amigos me llaman así y vosotros también lo sois-. El enano llamó a un muchacho y le dijo –Ayudadlos a descargar y llevaros los caballos. Aseadlos y alimentadlos-. El joven asintió con un <> y raudo fue a cumplir las órdenes del enano.

En ese momento uno de los enanos, que viajaba en la caravana de Yaren y que era socio de negocios le dijo al oído a su amigo -¿Creéis que es buena idea de invitar a estos tipos a pernoctar aquí con nosotros?-.

Yaren le respondió con su voz firme y que no dejaba duda alguna –Mi querido Kurin, ¿acaso no recordáis que ellos nos salvaron de aquellos ladrones de caravanas?-.

-Por supuesto que me acuerdo, pero vos bien sabéis lo peligroso que es tenerlos en nuestro campamento. Sabéis quién está detrás de estos hombres-.

-Lo se amigó–. Replicó Yaren. –Pero miradlos, se ven realmente agotados y cansados, solo pasarán aquí la noche y mañana seguirán con su camino al igual que nosotros-.

Aquella casa, una de las muchas que tenía el enano, en realidad era muy cómoda. –Seguid mis amigos, seguid y sentaros-. Dijo con amabilidad Yaren. Dante y Drako entraron encontrándose con un lugar bastante cómodo en el que estaban varias personas, enanos en su mayoría.

-Sentaros a descansar-. Dijo el enano mostrándoles unos muebles que parecían muy cómodos. El par de sujetos, invitados de Yaren, aceptando la invitación se sentaron y saludaron a los presentes, varios de ellos ya los habían visto en el primer encuentro. –Estos son mis hermanos de raza-. Dijo Yaren refiriéndose a los demás enanos que estaban allí. –Ellos son Gódin, kabin, Ros y mi hermano de sangre Claudio-. Los enanos, con mirada desconfiada por naturaleza saludaron al medio-elfo y al negro con una fría genuflexión de la cabeza. –A estas ya las conocéis-. Hablo el enano refiriéndose al par de mujeres que segundos antes entraron por otra puerta de aquella sala. –Saila y su hija Beth-.

Beth no pudo evitar sonrojarse cuando sus ojos se toparon con los del medio-elfo. A pesar de las ropas sucias y de su aspecto descuidado, aquel invitado de Yaren, se veía muy apuesto.-Traedles algo de beber a estos hombres que deben estar sedientos-. Dijo Yaren sacando del letargo a Beth. Así de este modo la chica salió de aquella sala con su madre, no sin antes de nuevo mirar atrás para ver a Dante.

-La última vez que nos vimos ibais en camino a Leninston, ¿ahora a donde os dirigís?-. Preguntó Yaren después de sentarse pesadamente en un sillón.

Dante y Drako se miraron como no sabiendo que responder. Después que dejaran a Kyra en el santuario, las hermanas y cuidadoras del bosque encantado los escoltaron hasta las fronteras del mismo, allí el par de amigos, sabiendo que ya la joven estaba segura y que probablemente el rey Wenceslao iba a poner precio por sus cabezas, decidieron ir al norte, hacia Cadelia. Aquel país se había opuesto a los planes expansionistas de Moravia y por eso, en toda parte se decía que Wenceslao atacaría a aquel país del norte. La reina Ana, se decía también, era una auxiliadora de las guerrillas de los medio-elfos, dándoles suministros y armas, aunque otros decían que también los financiaba con dinero. Por eso Dante y Drako decidieron ir al norte a Cadelia.

-Vamos al norte-. Respondió Drako.

Yaren asintió. Había algo en la mirada del negro que le hacía saber que no debía hacer más preguntas. En ese momento de nuevo hicieron presencia en la habitación Beth y su madre quienes traían unos cuantos vasos de cristal y una jarra. Luego fueron llenando los vasos con el contenido de la jarra y lo repartieron a todos los presentes. Cuando Beth llegó hasta Dante, la chica le dio una sonrisa que el medio-elfo respondió con otra igual.

-La máquina de guerra de Wenceslao cada día crece más-. Dijo uno de los enanos después de degustar el sabroso vino.

Yaren secundó aquella afirmación diciendo –No sé cuándo el rey de Moravia decida atacar a Cadelia, solo sabemos que será muy pronto y por supuesto será un ataque fulminante. Además estos hideputas no hacen sino cobrar más y más impuestos para financiar su guerra, francamente entre los impuestos de Wenceslao, las extorciones de los medio-elfos y la seguridad que tengo que pagar contra los bandidos, me van a quebrar-.

Dante y Drako de nuevo se miraron pero esta vez no dijeron nada solo atinaron a seguir escuchando.

-Este ejército de Moravia no tiene respeto por nada ni por nadie-. Habló Claudio, el hermano de sangre de Yaren. –Fue realmente triste lo que pasó en el bosque encantado-.

-¿Qué pasó?-. Preguntó realmente interesado el Kalijary.

-¿No lo sabéis?-. Respondió otro de los enanos, el que parecía ser el más joven de ellos. –Las noticias que nos llegan son muy confusas. Algunos hablan que la hija de Teófilo, y heredera de Britania que estaba casada con el primogénito de Wenceslao, escapó con la ayuda de uno de los más altos oficiales del rey-.

En este punto Yaren interrumpió y siguió con el relato –Esa es la historia que ya todos conocen. Después de eso no se supo más de esta chica. Wenceslao que no estaba dispuesto a dejarla libre y viva, contrató a uno expertos rastreadores para hallar de nuevo a esta mujer-. El enano hizo una pausa para servirse más vino en su vaso. –Lo que hemos escuchado es que estos rastreadores hicieron muy bien su trabajo y dieron de nuevo con la chica-.

-Hemos escuchado toda clase de versiones acerca de lo que le pasó a la chica-. Habló Gódin, uno de los enanos presentes, siguiendo con el relato. –Pero las fuentes más fidedignas dicen que este par de sujetos, los rastreadores, escaparon con la chica. Se dice que eran un medio-elfo y un negro, al menos eso es lo que hemos oído-. El enano hizo una pausa mirando a los dos invitados de Yaren. Pero estos dos últimos ni se inmutaron.

Por un momento un silencio incomodo reinó en la habitación, silencio que fue cortado prudentemente por Yaren quien dijo –También hemos oído que eran dos hombres salvajes, inclusive que este par de sujetos eran enanos-. Yaren sonrió maliciosamente. –Como sea, el fin es que este par de sujetos, no sé muy bien sus motivos, cuidaron a la chica evitando que cayera de nuevo en manos de Wenceslao. Es allí cuando todo es confuso. Hay muchas versiones, que la chica huyó al norte, que los soldados de Moravia les dieron alcances y ajusticiaron a los hombres y a la chica. Vaya Dios a saber que pasó en realidad-.

Otro de los enanos presentes que respondía al nombre de Ros habló con voz aguardentosa y ronca –Inclusive otros hablan que los medio-elfos capturaron a la muchacha-.

-En fin, la versión más cercana a la realidad, por lo menos para mí, es que este par de sujetos llevaron a la chica al bosque encantado con el fin de encontrar el santuario sagrado de Liris-. Habló de nuevo Yaren

Esta vez fue Kabin quien interrumpió con una risa burlona –Aquel lugar solo es un mito-.

-Lo mismo creía yo-. Dijo Yaren. –Lo cierto es que Wenceslao tiene muchos esbirros y espías en todo lado. De alguna manera estos espías se enteraron del camino que tomaron los hombres y la chica y se lo hicieron saber al rey de Moravia-.

Mientras tanto el negro y Dante escuchaban atentamente al señor enano y de vez en cuando se mandaban miradas cómplices.

Yaren siguió con su relato –Wenceslao, que no está dispuesto a olvidar a esta chica, mandó una compañía completa de su ejército para buscar aquel mítico lugar en el bosque encantado-.

En este punto el enano con la voz aguardentosa siguió con el hilo de la historia –Un medio-elfo amigo nuestro, también comerciante e informante nos dijo que efectivamente aquel santuario en realidad si existe y que estos soldados de Moravia dieron con el-.

Yaren notando como las caras de sus dos invitados se endurecieron poniendo gestos severos dijo –Aquellos hombres destruyeron aquel santuario, quemaron el lugar dejándolo en cenizas-.

Esta vez Drako preguntó -¿Qué pasó con las mujeres que vivían allí?-.

Claudio contestó con sinceras palabras de tristeza –Lo que este medio-elfo amigo nuestro cuenta es que lo que vio es horrible. Al parecer antes de quemar todo aquel lugar, estos hombres violaron a todas las mujeres antes de asesinarlas. Según nuestro amigo los cuerpos de las mujeres aun yacen por todo el lugar, siendo un festín para las aves de rapiña-. Se detuvo un momento para recuperar el aliento y luego siguió –Niñas, adolescentes y mujeres mayores, todas fueron violadas y muertas-.

Otra vez el silencio se hizo en la sala. Esta vez fue interrumpido por Dante quien se paró de su asiento y salió por la puerta de la casa, segundos después fue Drako quien imitó a su amigo. Al salir de la tienda el medio-elfo se dio cuenta que ya era de noche, las pocas lámparas de aceite ubicadas en los postes altos iluminaban tenuemente esta parte de aquel pueblo. Por la calle empedrada aún había movimiento. Un pobre desgraciado empujaba su carreta que por lo que se veía iba pesada, a su lado un par de ebrios, con botella en mano luchaban para mantenerse en pie, detrás otro hombre cuidaba que sus perros, unos ejemplares grandes, seguramente de la raza san Bernardo arrastraran en su carreta con mercancía y más a lo lejos, un par de prostitutas empujaban a un hombre hacia un lupanar perdiéndose segundos después por las puertas del establecimiento. En la calle un hombre tenía la desafortunada tarea de con una pala recoger la mierda de los animales, para mala suerte de este hombre, las calles estaban repletas de mierda, su carreta estaba repleta. Pensativo el medio-elfo miró al cielo notando que esa era una noche despejada. Cientos, miles de estrellas iluminaban el firmamento dando una hermosa vista, pero como era costumbre, solo pocos como él, miraban al cielo, los demás, no despegaban los ojos del piso. –No debimos dejarla allí-. Dijo Dante al notar la presencia de Drako. –Debimos traerla con nosotros. Miradnos, aún estamos vivos, en cambio...-.

-En cambio nada. No sabemos aún muy bien que pasó-. Le cortó Drako. La dejamos en aquel sitio porque pensamos que sería seguro para ella, además no sabemos que esa historia que contó ese medio-elfo sea cierta-.

Ambos no se dieron cuenta que Yaren también había salido de la tienda –Es cierta. Aquel sujeto es uno de mis más antiguos amigos y nunca me ha mentido con ninguna de sus noticias-.

-¿Este amigo vuestro tiene información de lo que le pudiera haber sucedido a Kyra?-. Preguntó Dante.

-Kyra, si es verdad, así se llama la chica-. Sopesó un momento el enano. –No, tan solo cuenta lo que vio-. Sintiendo la genuina preocupación del par de sujetos por la suerte de aquella chica, Yaren habló con palabras tranquilizadoras. –Si bien es cierto que aquellos hombres destruyeron aquel santuario y que mataron a un gran número de mujeres, también cabe la posibilidad que la chica huyera-.

-Es cierto-. Se convenció el Kalijary. –Si la hubieran encontrado seguramente ya se sabría, esas noticias viajan rápido-.

Exacto-. Replicó el enano. –Es probable que la chica aun esté con vida ¿Dónde? No sabría deciros, estas tierras son muy extensas, pero cabe la esperanza que la chica hubiera podido escapar antes de la llegada de los soldados al santuario-.

Dante que se mantuvo en silencio escuchando el parloteo del negro y el enano por fin dijo –Debemos ir a buscarla-.

Drako asintió, al igual que su amigo, el negro también se sentía responsable por la vida de aquella chica.

Yaren dijo –Tened en cuenta que no sois los únicos que estáis preocupados por el destino de la chica, si aún está viva claro está-.

Dante miró fijamente al enano, preguntó -¿A qué os réferis?-.

-Volvamos dentro, estos temas no se deben tratar al aire libre, hay muchos ojos y oídos curiosos. Como os dije antes, Wenceslao tiene muchos espías por todas partes-. Dijo el enano encaminándose hacia el interior de la casa.

Cuando Dante y Drako volvieron a entrar, la sala estaba sola. Los otros enanos se habían retirado a descansar, había silencio. Tan solo el crepitar de los leños consumiéndose por el fuego en la chimenea se escuchaba.

Yaren, que tenía debilidad por la bebida, tomó una jarra y se sirvió una copa, luego ofreció a sus amigos, estos últimos negaron con la cabeza –Bueno, más para mí-. Dijo socarronamente el enano que con botella en mano se fue a sentar en su sillón. Notando las miradas inquisidoras del negro y del medio-elfo sobre él de nuevo habló -¿En qué me había quedado?-. Hizo una pausa para tomar un sorbo –A ya. Si, como os decía, hay otros que también les interesa encontrar a la chica-. De nuevo tomó otro sorbo acabándose el contenido de la copa así que de nuevo se sirvió otro poco. –Además de Wenceslao quien no descansará hasta encontrar a Kyra, ¿así es como se llama verdad?-. Drako asintió. –También vuestra gente está detrás de ella-. Dijo mirando a Dante-.

-¿Qué interés pueden tener las guerrillas de medio-elfos para con Kyra?-. Preguntó un sorprendido Dante.

-Pensadlo bien, Kyra sería un gran botín. Ella es hija del difunto rey de Britania. Ese país fue aliado de Moravia cuando Wenceslao invadió a Saravia-.

Dante y Drako cayeron en cuenta. El enano tenía razón. Tenía mucha lógica que las guerrillas de los medio-elfos quisieran capturar a Kyra.

Los pensamientos de los dos sujetos fueron interrumpidos de nuevo por el enano –Pero eso no es todo, además de Wenceslao y de los medio-elfos hay también otros que desean hacerse con la chica, por diferentes motivos obviamente-.

Tanto el Kalijary como el medio-elfo se interesaron aún más en lo que Yaren iba a decir.

-Esta por ejemplo la reina Ana de Cadelia-.

Drako fue quien esta vez tomó la vocería – ¿Qué interés podría tener la reina en Kyra y menos en estos momentos en los que el ataque de Wenceslao a su país está muy próximo?-.

-Es verdad-. Confirmó Dante.

-Sí, es muy cierto lo que decís-. Ratificó Yaren mientras se terminaba el vino y de nuevo se servía otro vaso. –No sé qué motivos tendrá Ana, lo único que se y por lo que he escuchado es que ella ha tomado en serio este asunto de proteger a esta chica-. El enano hizo otra pausa para tomar un gran trago. –Este vino en verdad es exquisito-. Se sirvió otro poco. –Se dice que un grupo elite, conformado por varios de sus hombres mejor entrenados, salieron de Rivadavia con la tarea de encontrar, proteger y llevar a salvo a la chica con la reina-.

-Bueno no todo son malas noticias. Si Kyra aún vive, no todos la quieren encontrar para matarla. Eso es muy bueno-. Dijo Drako.

Yaren, tomando otro sorbo dijo –Es curioso que vos, señor Kalijary lo diga, porque otros que andan tras la pista de esta pobre chica, son de vuestra gente. Las milicias de negros que como vos, han huido de las minas del sur y que deambulan, cada vez más organizados por estas tierras buscando venganza de vuestros opresores.-.

Dante y Drako se miraron incrédulos.

Yaren que por el efecto del vino ya no estaba hablando tan claro se sirvió de nuevo otra copa, vaciando la jarra – ¿Qué os puedo deciros? Esta chica, esta pobre chica, sin saberlo se ha convertido en una joya que todos quieren tener. Todos con diferentes intenciones. Unas buenas, otras no tanto. Pero os digo algo mis amigos, si aún la chica está con vida, no sabe aun lo que le espera. Si ha sufrido mucho hasta ahora, lo que le viene en su futuro es aún peor-.

-Es por eso que debemos encontrarla antes que cualquier otro lo haga-. Dijo Dante, secundado por su amigo Kalijary.

Yaren se paró de su sillón tambaleante por el efecto del vino y se encaminó a una puerta que servía de acceso a las habitaciones, pero antes de irse dijo –Quedaros por esta noche. Mañana en la mañana si queréis podeos iros a encontrar a esta chica-. Con un paso zigzagueante y hasta un poco gracioso el enano se retiró, dejando a sus dos amigos a solas en la sala en donde las llamas ya devoraban los últimos maderos.

♦♦♦♦♦

Esta era una pequeña habitación en la que apenas cabía una cama y un mueble. A pesar de su estreches, parecía lo suficientemente cómoda y a comparación en los sitios donde Dante había pasado las noches antes, esta sin duda alguna estaba entre los mejores lugares. Esta vez le tocó una habitación para el solo y no tuvo que compartirla con su amigo, el Kalijary, quien también se había acomodado en una habitación similar. Sobre el humilde mueble, alumbrando la estancia había una pequeña lámpara de aceite. A la luz tenue de aquella lámpara, Dante se despojó de sus ropas sucias y sudadas y se dispuso a entrar a la cama. Ahora, muy diferente al pasado, el medio-elfo no temía dormir. No sabía explicarlo bien, quizá fuera porque debido a las largas cabalgatas, terminaba la noche muy cansado, pero no recordaba ya la última vez que había tenido aquella horrible pesadilla en la que noche tras noche revivía la muerte de su esposa e hija. Por el contrario, ahora dormía tranquilamente, aunque si soñaba. Había veces que en sus sueños estaba Kyra, tal y como la recordaba de la última vez que la había visto, la noche antes de su partida del santuario. Pero también había otros sueños, sueños extraños en donde se veía rodeado de gente rara, hombres, enanos y elfos lo rodeaban y donde veía a una mujer, una elfa, la más hermosa del mundo quien lo abrazaba y le besaba las mejillas. Eran sueños extraños.

Ya estaba por quedarse dormido cuando sintió un ruido, su puerta se estaba abriendo. Como ya había apagado la lámpara de aceite, no podía ver quién era el intruso, así que rápida y silenciosamente mandó la mano hacia sus ropas y extrajo una pequeña daga. Este intruso entró a la habitación y de manera silenciosa se aproximó a la cama en donde Dante aguardaba fingiendo estar dormido. Cuando el intruso estuvo lo suficientemente cerca, el medio-elfo en un rápido movimiento saltó sobre el intruso apuntalando la daga sobre su cuello.

-Por favor no me hagáis daño-. Dijo una voz cantarina y juvenil.

Dante entonces reconociendo la voz, soltó la daga y le dijo – ¿Qué hacéis aquí? por poco y os mato-. Seguido se aproximó al mueble y encendió de nuevo la lámpara que de iluminó la habitación incluyendo la figura de la joven.

-Tenía que veros de nuevo-. Dijo Beth un poco ruborizada.

La chica se acercó al medio-elfo y lo besó mientras con una mano le acariciaba su miembro viril.

Dante la apartó al instante diciéndole – ¿no veis que esto es peligroso? Si vuestra mama o Yaren...-.

-Ellos están dormidos, todos duermen ya-. Le cortó la chica. Seguido se despojó de sus ropas que cayeron al suelo. A simple vista, a la tenue luz de la lámpara de aceite, el cuerpo juvenil de Beth lucia delicioso y deseable. De nuevo la chica se acercó al medio-elfo y lo besó, esta vez Dante correspondió. De nuevo, esa noche Dante tomó a la chica.

♦♦♦♦♦

En efecto en la mañana siguiente Dante y Drako, muy temprano cuando apenas despuntaba el claro del día, se alistaron para dejar la casa y la compañía de Yaren. El enano con cara soñolienta pero de buen ánimo despidió a sus amigos al momento que el muchacho, empleado del enano, traía las bestias ya previamente alimentadas –Debeos cuidaros. El camino que pensáis tomar es traicionero y peligroso. Está lleno de enemigos, permaneced alertas-. El medio-elfo y el Kalijary asintieron. –Os he llenado estos bolsos con provisiones para el camino-.

-Muchas gracias mi amigo-. Habló Dante con sinceridad.

-Que el creador supremo y todopoderoso vaya con vosotros y que vuestra búsqueda llegue a buen término. Ojala podáis encontrar sana y salva a la chica y la protejáis-.

Esta vez Drako, que era en realidad de muy pocas palabras, fue el que habló –Espero que podamos veros de nuevo, señor enano. Gracias por todo-.

-Así será. Muchos éxitos mis amigos-. Despidió Yaren a aquella pareja tan singular.

Aquel día parecía iba a ser bastante frio, el cielo gris presagiaba frio y lluvias. De esta manera Dante y Drako dejaban atrás la casa de aquel agradable enano. En algo tenía razón Yaren, el camino que tenían por delante era peligroso, pero los animaba la idea de encontrar con vida a Kyra. Aquella parecía una pesada broma del destino, por seis meses habían estado huyendo lo más lejos posible de aquellas tierras, ahora tenían que volver tras sus pasos para encontrar de nuevo aquel santuario. Lo que no sabían este par de amigos era que el susodicho destino los llevaría por caminos oscuros, caminos que probarían el valor y la fuerza del medio-elfo y el negro, caminos muy lejos de Kyra. Dante dio un último vistazo atrás y vio en las puertas mismas del campamento a Beth, de verdad que era una chica muy bella.

            
            

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