Alas del destino
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Capítulo 5 Una mala noticia

Mi padre y mi madre nos miraron pensativamente. Y después de un suspiro mi padre tomó la palabra. -¡Hijas!. Tomo otro suspiro y se aclaró la garganta. -Delia, mi niña hay algo importante que decirte. En ese momento Delia me abrazó fuertemente y suspiro para no volver a llorar. -Si papá, dime. No importa lo que sea dilo sin titubear. -Hija, (otra vez aclarando la garganta) May llegó esta tarde a la morgue. -¡¡¡QUEEEEEE!!!!!.¡NO. NO. NO PAPÁ. NO ES CIERTO PAPÁ. NO PORQUE PAPÁ. PORQUE MAY.

PORQUE A ELLA.....En ese instante me soltó y se puso de pie como para correr en eso mis papás se levantaron al mismo tiempo para abrazarla entre los y darle un poco de confort. Todos nos quedamos en silencio, solamente se escuchaban los sollozos de mi hermana.

Después de un rato ya no se escuchó los llantos, mi hermana se había quedado dormida entre los brazos de mis papás. Estaba demasiado cansada primero por la búsqueda, luego por el llanto y la noticia y también porque no había comido nada en todo el día. Mi papá la tomó entre sus brazos y la llevó a su recámara, mi mamá los acompañó para acomodar a mi hermana. Yo me quedé en la silla sin mover ningún músculo, me que pensativa de lo que acababa de pasar con varias incógnitas revoloteando en mi cabeza: ¿qué fue lo que pasó?; ¿porqué la desaparecieron para después matarla?; ¿quién lo habrá echo?. Me quedé ahí solamente pensando en que había pasado, pero de repente me llegó una idea sombría, ¿y si eso le hubiera pasado a mi hermana?. No me quería imaginar tal calamidad por que realmente no se que hubiera echo yo al saber esa noticia, no podría estar sin mi hermana. No debería pensar eso jamás, cuando recordé lo de May y me imaginé ella ahí tendida en la plancha de la morgue, la tristeza de sus padres y de mi hermana. Recordé los viejos tiempos en que Delia y May se conocían desde preescolar. Que a veces me tocaba cuidar a ambas y siempre estaban jugando juntas y así siguieron en las mismas escuelas y crecieron juntas. Ahora sentía un vacío en el estómago y en el corazón. Porque la desaparición de ella y su ausencia nos perjudicó a todos. Al recordar todo ese tiempo me di cuenta que mi rostro ya estaba bañado en lágrimas y que no había llorado desde un inicio, porque tenía que ser fuerte para mi hermana porque quería ser un apoyo para ella. Pero ahora que no está conmigo y mis padres están con ella, ya no pude soportar mis emociones y comencé a sollozar con más fuerza y me acosté sobre la mesa para soltar todo lo guardado.

-Hija, Mederit. ¿estás bien?. No supe a que hora me había quedado dormida. Mi madre me habló con suavidad. -Si mami estoy bien. (limpiándome las lágrimas). Solamente que ya no pude resistir, no quería que Delia me viera llorar. -Esta bien te lo agradezco por cuidar a tu hermana en lo que llegábamos tu padre y yo. Me podrías acompañar a la cocina por un café. - ¿Y mi papá? Le pregunté mientras nos dirigíamos a la cocina. -Se quedo con tu hermana, no la quiere dejar sola por el momento. Me pidió que le subiera un café.

Al llegar a la cocina mi mamá puso la tetera con agua. Mientras esta estaba vio la cena hecha. -Gracias mi niña se ve muy rica la cena. Dándome un beso en la mejilla. -Gracias mamá, ¿quieres que la guarde para mañana? -No mi niña. Si quieres ahorita te acompaño a cenar, porque de seguro no has comido nada. Y ahorita que suba a darle el café a tu papá le pregunto si quiere cenar. -Si mami, gracias. Nos quedamos en silencio mientras estaba el agua caliente, ya que estuvo mi mamá preparó tres tazas de café, uno para cada uno. Lo preparó según como nos gustaba a cada quien a mi padre café negro sin nada de azúcar, mientras para ella y para mi, café con leche y un poco de azúcar. Al terminar me dio mi taza y tomo una bandeja para llevar la taza de ella y de mi papá a la habitación de Delia. -Ahorita bajo para cenar juntas, tómate por mientras tu café ve calentando la cena. Tengo que platicar con tu papá de algo importante, ahorita nos vemos. -Si mamá. No te preocupes tomasen su tiempo.

Me dispuse a calentar la cena en lo que tomaba mi café, para cuando termine me fui a sentar un rato en el sillón a terminar mi café. Al inicio escuchaba susurros en la habitación. de Delia, luego un silencio absoluto. Cuando vi bajar a mi mamá de las escaleras y senté a un lado de conmigo mirándome. -Mederit hija, ¿quieres preguntar algo? Con confianza pregunta lo que sea. Titubeo un rato hasta que me decidí a preguntar. -¿Como murió May?. Me quedé en silencio aganchando la mirada viendo mi taza. Mi madre se aclaró la garganta para responder. -La encontraron abajo de un puente, toda tiesa. Cuando la llevaron a la morgue y le hicieron la autopsia vieron que estaba quemada por dentro como si hubiese sido electrocutada. Después de decir eso se quedó callada mirando al vacío pensativa. Yo rompí el silencio con otra pregunta.- ¿hay alguna pista de lo sucedido y de quien le hizo eso? Volteo a verme y nego con la cabeza. -No, no hay nada no ay ninguna evidencia ni muestra y la policía no ha encontrado ninguna pista de lo sucedido. Después de que llegó May a la morgue tu papá le tocó recibirla cuando vio que era ella. Primero me llamo para que fuera con el para hacer la autopsia y luego llamo a los padres de May para poder apoyar a su mamá. Que cuando llegaron y vieron a su hija quedaron muy devastados y su mamá se puso muy mal, tuve que ponerle un tranquilizante y la sentamos un rato para que estuviera bien. Después tu padre entregó su informe se lo entregó a su colega y nos fuimos a acompañar a su casa a los padres de May. Por eso llegamos tarde, En cuanto dejaron a todos los muchachos recibieron ellos la llamada. Tu padre los llamó que fueran a la morgue. Y ahí les dieron la noticia. Nos quedamos en silencio, mi mamá se levantó hacia la cocina y empezó a servir los platos puso la mesa y me habló. Me dirigí hacia con ella y vi en la mesa dos platos nada más. -¿y mi papá no va a comer?. Ella me miró y negó con la cabeza. -Hay que cenar tu y yo. Tu papá no se ha sentido bien desde que le tocó revisar el cuerpo. Para él, fue un trabajo muy difícil y más porque la conocíamos. Necesita también tranquilidad ahorita no va a poder probar bocado alguno. Empecemos a cenar que necesitas descansar tu también. -Gracias mamá tu tambien necesitas descansar ¿ mañana vas a ir a trabajar? -No iré. Pedí licencia de unos días quiero estar con ustedes y más con Delia. Y también quiero apoyar a los papás de May.

Terminamos de cenar en silencio ninguna de las dos artículo ninguna palabra. Hasta que terminamos. -Estuvo deliciosa la comida, gracias hija. Ve y descansa yo levanto todo. Necesito aún estar despierta y ahorita voy a acompañar a tu padre. -Si mami gracias. Buenas noches que descansen.

Me subí a mi habitación. Sentía que cada paso que daba era muy pesado. Cuando llegue a mi habitación entre y solamente avente la puerta para cerrarla y me tumbe en la cama y de inmediato me quedé dormida.

            
            

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