Capítulo 3 Mi euforia

La vida es como un diario en donde las páginas del cuaderno es el viento y el espacio, el lápiz nuestros labios y el pensamiento escribiendo nuestro pensar, aquellos sentimientos ocultos que solo los atardeceres saben y las noches sienten, escuchan y ven.

Hoy el día se siente diferente sentí la luz del sol entrar por la ventana, el cantar de las aves, me desperté temprano tome mi taza de café como siempre mis padres ya se habían ido, solo estaba sentada en esperando que el llegara

Toc toc -sonó la puerta principal-

-Puedes entrar -anuncie-

-Hola señorita Carol, buenas tardes

Le extendí mi mano y este la recibió

-Bien comencemos

Nos adentramos a la sala de estar me ayudo a sentarme en el asiento delante del piano

-Bien comencemos, lo básico ya lo sabes, sabes como ubicar bien las teclas desde Do menor hasta Do mayor, quiero que toques la tecla do, sol y mi

Me sentí nerviosa al momento mis manos tocaron uno de los teclados del piano, toqué todas desde do mayor hasta el menor, cuando iba por la mitad solo pare el nervio me había ganado

-No temas

Mariano se sentó a mi lado posiciono sus manos encima de las mías, dándole lento a cada tecla del piano mientras me indicaba bien las notas musicales, en ese momento me perdí en el tacto de sus manos hasta que lo escuché llamándome

-Señorita Carol, señorita Carol -chasquea los dedos- ¿si entendió lo que le dije?

-Disculpe, ¿podría repetir?

- ¿Pasa algo, hay algo que le ande molestando?

- Si, solo estoy un poco nerviosa, hace tiempo no lo tocaba

-Puedo comprenderte, es como que si estuvieras aprendiendo de nuevo a como tocar el piano que tal si hablamos asi te relajas, ¿te parece?

-Si.

Él se separó de mi lado y tomo asiento en otro lugar, no sabia que decir en ese momento me quede en si me quede en blanco.

-Quiero que te relajes, no te preocupes es normal sentirse nerviosa de nuevo después de no a ver tocado aquel instrumento por mucho tiempo

Este de nuevo se acerco y posiciono sus manos encima de las mías

-Inhala y exhala -asiendo la acción con ella-

podía sentir su respiración en mi hombro escuchar su voz grave, pero a la vez tranquilizante, después de calmar mis nervios

-Bien, empecemos

Sus manos me dirigían por todas las teclas del piano haciendo que aquel sonido melodioso recorriera todo el lugar, solo me deje llevar por el momento -no puedo mentirme siempre esto me ha complementado- hable conmigo misma en mis pensamientos

Los momentos pueden ser únicos e irremplazable sin importar con quien estes, volver a hacer o ser en donde eres feliz es un sentimiento de paz irremplazable, aunque sea momentáneos y solo sea un solo segundo para sentir esa euforia de nuevo

-Muy bien hecho

-Gracias señor Bernard -sonríe amablemente- por cierto, ¿puedo hacerle una pregunta?

-Si, claro adelante

- ¿Desde cuándo da lecciones de piano a personas como yo?

-Buena pregunta, siempre me ha gustado enseñar a las personas, pero lo que mas me motiva es ver la pasión que tiene estas personas que quieren aprender o que quieren seguir aprendiendo como es tu caso, sin importar sus condiciones miran la vida con otras perspectivas

-Pensé que solo impartía clases a personas con condición como la mia -se muestra sorprendida-

-No, trabajo con diferentes tipos de persona con condiciones particulares y distintas me llena de orgullo ver cuando se expresan a través de las notas musicales

-Wow, nunca pensé que lo vieras de ese modo

-Si, mejor continuemos

-De acuerdo -hablo animada-

Después de nuestra lección de hoy Mariano se despidió y solo me quede en casa sonriendo como una tonta, aun sintiendo sus manos sobre las mías, su respiración en mi nuca me quede asi por horas

-Pero que estas pensando Carol Thomson -hablo consigo misma-

-Eso misme me pregunto yo -hablo Carmen-

-¿Tía? -se sorprende-