Capítulo 4 Cap 4

-Esta envenado...

-¿Qué quieres decir con que esta envenenado? -refuto Xiao con nerviosismo.

Xiao Ba miro atentamente a su amigo Chen que estaba a su lado mirando aquel tarro de vino, ambos habían pasado por un momento bastante extraño y todavía no salían del asombro, ni siquiera sabían cómo explicárselo a los demás.

-¿Nos van a decir qué Diablos paso? -Xiao exclamo y Wong Chuye quien se encontraba en la sala descansando se acercó para enterarse de lo ocurrido, ya todos reunidos en el mismo lugar Chen dejo a un lado el misterio y empezó a contar la inquietud.

-Creo que tenemos un pequeño problema, el tarro de vino que trajimos estaba envenado...

Todos miraron al tarro que sostenía Xiao Ba, Wong Chuye no entendió del todo lo que estaban diciendo por ende indago más en el asunto. -¿Y saben quién fue?

-Xiao Ba y Zhao Chen guardaron silencio por unos instante hasta que Zhao Chen dirigió primero la palabra. -¿Recuerdas la noche en que el emperador murió?

Chuye asintió muy confuso mientras que Chen seguía explicando. -La misma joven que interrumpió en el baile de Yin también apareció junto al Emperador, se suponía que había muerto ya que fue encontrada sin vida debido a las múltiples heridas encontradas en su cuerpo... Pues, fue la misma jovencita que nos atendió abajo en la posada.

-Zhao Chen fue quien la descubrió por la misma cicatriz en su cuello, aquella noche cuando la encontramos en el dormitorio del Emperador aparte de las heridas en su cuerpo también tenía una en su cuello del lado derecho, ella tenía esa marca, la ocultaba muy bien, pero aún era visible, además las facciones no mienten, tenía la mima cara y la misma figura. -le siguió Xiao Ba, Xiao no pudo ocultar su asombro, había terror y miedo en sus ojos, y como no, solo era un niño que recién había cumplido la mayoría de edad, creció en un ambiente completamente alejado de la realidad y de la fantasía, en su vida jamás imagino ver esta clase de escenas.

-¿Quieren decir que la misma mujer muerta hacen semanas es la misma que hoy intentó envenenarlos?... -pregunto Xiao casi que estupefacto. -¿Pero es esto posible?

-Si lo es. -afirmó la Sinsaya y todos dirigieron su atención a ella. -Lo que ustedes vieron allá bajo no es más que solo el cuerpo. Su memoria, su razón de raciocinio, su capacidad de pensar y tomar decisiones por si mismas están muertas.

-¿A qué te refieres con que están muertas? ¿Si así lo fuera entonces como explicas que le llevo a la mesa de Xiao Ba y de Zhao Chen una botella de vino envenado? -refuto Xiao.

-Se llama manipulación. Para que lo entiendan los humanos lo hacen pero con muñecos de tela solo para brindar un buen espectáculo, pero las deidades solo lo hacen con cuerpos humanos muertos, son perfectos cuando no tienen conciencia, se convierten... en simples títeres andantes listos para recibir órdenes.

-¿Q~Quieres decir que la mujer de abajo es solo un cuerpo andante sin pensamientos? -Tembló Xiao.

-¿Sin pensamientos propios? Si, así es Xiao.

Dicho esto fue como una noticia de terror, ninguno se imaginó que esta clase de prácticas fuera posible, aun así lo que vieron abajo se los confirmo, pero todavía quedaban asuntos y dudas sin responder, asunto que tenían que quedar claros antes de hacer lo que pensaban hacer.

-Esto va hacer aún más difícil...-Dijo Xiao Ba. -Nunca me imaginé que venir a esa misión nos llevaría a esto, pero ya estamos aquí y no podemos simplemente huir, nosotros no somos así, así no fue como nos entrenaron... Esto no fue lo que nos enseñaron... En la escuela nos dijeron que si queríamos tener éxito debíamos ser fuertes, debíamos tener orgullo y ambición, no podemos simplemente irnos y ya... porque esto es por Yin... aun así admito que esto es muy peligroso...

-Y no podemos arriesgar la vida de Xiao. -todos vieron a Xiao. -Sería injusto cuando al principio ni siquiera querías venir, asique aprovecharemos esta oportunidad para dejar todo claro, que levante la mano el que decida seguir con hasta el fin, el que decida seguir quiero que spa que ya no habrá vuelta atrás, pelearemos hasta el fin ¿están de acuerdo? -dicho esto Xiao Ba dio un paso al frente levanto su mano derecha, así dio a entender que el seguiría.

Segundos después el que le siguió fue Chuye, levanto su mano y dio un paso al frente, luego Chen le siguió sin dudarlo ni un segundo, más tarde Xiao se armó de valor y también dio un paso al frente, ante este acto todos quedaron sorprendidos debido a que Xiao no tenía experiencia alguna de defensa personal, pero a estas alturas no podrían darse el lujo de exigir asique lo aceptaron.

Por último, todos miraron a ala Sinsaya quién los observaba con preocupación ¿Acaso una mujer con ella podía sentir preocupación por seres tan frailes como nosotros? -se preguntaba Chuye, la Sinsaya quién podía oír los pensamientos más escondidos de los humanos rio al escuchar al de Chuye.

-¿Me crees una monstruo verdad? -dijo ella y los demás no comprendieron porque lo había mencionado.

Dicho esto la Sinsaya se dirigió a los chicos. -Hare lo que pueda para que ustedes cumplan sus planes, pero no puedo quedarme, ese no es mi trabajo, ahora que mi señora no se encuentra mi orden es no interferir, aun así prometo ayudarlos en lo que ustedes decidan hacer.

Después de esto todos se juntaron y llegaron al acuerdo de que nadie se iban retractar, todos estarían juntos para esta misión y así todos juntos saldrían de esta.

-¡Bien! ¿Cómo lo haremos? -inquirió Zhao Chen.

-Lo primero que debemos hacer es perfeccionar nuestros nuevos trajes, no podemos siquiera permitir que el señor Wu nos reconozca, luego debemos crear un plan, un plan como los que hacen en el ejército, debemos calcular cada movimiento cada paso cada palabra cada obra, ninguno debe mover un dedo sin que los demás lo sepan así estaremos sincronizados. -indico Xiao Ba.

-Pero debemos contar con el hecho de a que algo puede salir mal. -interrumpió Chao Chen.

-Es aquí cuando contamos con la intuición de cada uno. -agrego Chuye. -El general siempre nos repetía algo muy importante que al principio a todos nos parecía tonto ¿Lo recuerdan?

Todos se miraron sonriente y asintiendo era como si pudieran comunicarse solo con sus pensamientos, todos menos Xiao, quién con la cara de confusión interrumpió el momento. -¿Disculpen puedo saber de qué hablan?

Todos rieron dirigiéndose a Xiao sin remedio. -El general siempre nos decía en la manera como debía actuar un agente, siempre nos comparaba con dos animales, al principio nos parecía gracioso, después ya nos parecía irritante...

-Pero ahora, nos parece el ejemplo perfecto. -le siguió Xiao Ba y Chuye y Chen asintieron. -Mi padre siempre nos comparaba a un Águila y a una Serpiente.

-¿Águila o serpiente? Odio las serpientes...

-¿Y quién no? Son los animales más letales del mundo. -Vacilo Chen. -Pero lo que el General nos quería mostrar era su prudencia y su astucia, una serpiente sabe cómo esconderse, camuflajearse en cualquier roncón, y no hacen el mínimo ruido antes de atacar.

-Y en el caso de un Águila. -siguió halando Chen. -Se caracterizan por tener un vista aguda, una vista casi perfecta, eso hace que sus mentes se centren en un objetivo desde miles y miles de kilómetros de distancia al suelo, tener esa vista les beneficia en que una vez que tengan fija su presa ellas no la dejan ir con facilidad, van directo a ella.

Al escuchar tales explicaciones Xiao quedo aún más confundido. -¿Sigo sin entender cómo es que tienes estos animales relación alguna?

Todos rieron al compás, Xiao Ba se acercó a el y le dio palmadas en su hombre mientras que Chuye le desordenado el cabello. -Ya aprenderás chiquitín.

-¡Oigan no soy chiquitín ya cumplí la mayoría de edad!... exijo igualdad.

Mientras tanto a las afueras de aquella posada más allá del bosque donde era difícil la visibilidad debido a los altos y grandes árboles que la interferían se encontraba una mujer, alta delgada y con tez joven, su larga cabellera sobresalía de su capa blanca, se encontraba montada en una de las copas de los grandes árboles pero lejos de cualquier vista.

Aquella mujer oía y escuchaba con atención cada palabra de los jóvenes y su vista perfecta le permitía verlos con claridad, a lo último terminó dejando una leve sonrisa de lado, aquella capa le cubría sus ojos y la mitad de su cara pero solo dejaba expuesta la otra mitad por ende se podía ver sus expresiones de boca y mentón.

Momentos después llego otra mujer más joven y más dócil, venia vestida con un tono negro, al llegar hasta aquel árbol se elevó y paro en una de las ramas, se dirigió ante esta mujer cubierta por la capa e hizo una leve reverencia. -Saludos mi señora...

-Llegas un poco tarde. Te acabas de perder una noticia un tanto interesante. -respondió la mujer con un tono sarcástico. -Al parecer el consejo uso uno de los métodos prohibidos por orden celestial, y lo más irónico es que estos humanos resultaron ser más listos que el mismísimo "Rollo"

-Supongo que el consejo ahora debe sentirse inútil al fallar contra unos insignificantes humanos. -respondió la joven.

-¿Inútil? No, esos asquerosos ancianos no saben el significado de esa palabra. -explico la mujer.

Después de unos momentos la joven detrás de la mujer con capa continúo con sus palabras. -Mi señora... No tiene mucho de haber despertado, por favor vuelva para reposar su cuerpo y así pueda adaptarse con facilidad a su nuevo estilo.

-Gracias por tu preocupación pero no la necesito, estuve dormida por tres mil años lo último que quiero pensar ahora es volver a descansar.

La joven lo acepto y asintió. -Me disculpo por mi incompetencia... -Por último se retiró del lugar dejando a su señora sola.

Aquella mujer no se movió, siguió mirando aquellos jóvenes que reían y pasaban el rato, leía sus mentes y en las de todos solo había una persona, una mujer que en otros tiempos sería igual a ella, empuño ambas manos y espero unos segundos. -Pase tres mil años dormida en un cubo en medio de la nada gracias a ti... -La mujer levantó la vista dejando al descubierto gran parte de su cara y de sus ojos, agudizo su vista en una persona, en Chuye y se centró en el -Ahora es mi turno de devolverte el favor...