La Sinsaya movió la cabeza asintiendo la petición. -Está bien -aunque lo había aceptado siguió mirándolo a los ojos directamente, tenía pensado decir algo mas pero justo en ese momento le llegó un recuerdo, o más bien un pensamiento p, aquello le causo cierto dolor que incluso se tocó la sien quejándose
-¿Estas bien? -Xiao Ba notó su incomodidad.
-No. -respondió la mujer y negando con su brazo la ayuda de Xiao Ba, espero unos segundos y aquel dolor despareció. -Esto no está bien...
-¿Que no está bien? –impuso Xiao Ba
Momentos después el dolor había desparecido, Xiao Ba aun tenía dudas pero la Sinsaya no se las respondía, Wong Chuye había escuchado algunas quejas de la Sinsaya asique se levantó para ver que ocurría.
-Estábamos hablando bien hasta que comenzó a quejarse por un dolor de cabeza. -le informo Xiao Ba a Chuye pero la Sinsaya seguía sin responder.
-¿Dolor de cabeza? -preguntó Chuye algo confundido
-Sí, eso dije ¿es tan raro?
-Chuye no lo confirmo, en cambio miro directamente a la mujer frente a ellos en posición de meditación. -Las Sinsayas... No sufren dolores de cabezas, al menos no como los nuestros
Xiao Ba capto rápidamente el mensaje y dirigió su vista a la mujer. -Entonces... ¿qué fue lo que tuvo?...
Ambos se centraron en ella. -Tuvo una visión. -afirmo Chuye segundos después
Inmediatamente la Sinsaya volvió a quejarse por el mismo dolor de hacen unos momentos, ambos se acercaron ayudarla pero nada podían hacer, debían dejar que todo fluyera como tenía que ser.
Aquella escena despertó a todos en la habitación, todos permanecían en silencio preocupados ya que era la primera vez que la veían en ese estado algo incómodo aquella mujer, ya lo habían visto en Yin pero nunca en su sierva.
Xiao corrió para preparar algo de té y Zhao Chen corrió para traer algo de medicina, aun así ella lo rechazo...
-Nada de lo que ustedes le den la ayudara. -dicho esto la mujer había acabado con el tortuoso dolor, luego acomodó su postura y se levantó, pidió un espacio a solas dentro de la habitación y los chicos se la dieron, luego cruzó sus piernas y cerro sus ojos, movía sus manos para luego dejarlas sobre sus rodillas cruzadas.
-¿Qué es lo que está haciendo? -cuestiono Xiao con su frente arrugada y una mueca en sus mejillas.
-Está neutralizando su Qi esencial. -explicó Chuye. -Cada Sinsaya debe hacerlo a la hora de tener este tipo de inconvenientes como los que acaba de tener, si no lo hacen... -todos miraron a Chuye preocupados mientras que chuye mantenía su vista directamente e a la Sinsaya. -habrá consecuencias. -los demás después de escucharlo miraron lentamente a la mujer sentada con sus rodillas cruzadas.
-¿Cuantas Sinsayas hay?... -indago Xiao Ba
En ese momento Chuye pudo conectarse con los pensamientos de la Sinsaya, pudo ver ahí a tres Sinsayas, incluida la sierva de Yin, cada Sinsaya con sus portadoras. Pero en la visión... había una mujer más... Una detrás de las tres... esta iba vestida de blanco con una capa que cubría su rostro y detrás de aquella mujer había otra Sinsaya vestida de negro.
"Pero... ¿Sera posible?"
-¡Chuye! Hermano... -le contestó la mujer en sus pensamientos. De inmediato ambos se desconectaron dejando caer a Chuye sobre una de sus rodillas, para no caer por completo se apoyó sobre sus puños.
-¿¡Chuye que te ocurre!? -los chicos se apresuraron a ayudarlo.
En la mente de Chuye solo había una imagen, la de aquella mujer con capaz. "Esto no puede ser posible..."Esto no es real" -Chuye temblaba, cada balbuceo salían con jadeos.
-Si lo es -la Sinsaya abrió sus ojos y se levantó como si nada hubiera ocurrido. -Por eso Yin te quería fuera de esto -levantó su vista y miro a los chicos. -A todos, los quería fuera de esto. -luego siguió caminado asía la mesa donde Xiao había dejado él Te, se sirvió y se dirigió a Chuye, lo ayudo a levantarse y le entrego la copa de Té.
-Yin sabía que esto pasaría, por eso hizo todo lo que hizo; para que no tuvieras participación alguna pero igual ocurrió. -dio media vuelta y se dirigió a la puerta de la habitación, la abrió y antes der irse giro su cabeza. -Ahora piense muy bien lo que hará príncipe, porque la segunda fase de la profecía ya empezó.
Culmino de hablar y cerró la puerta saliendo detrás de ella, Chuye se había sentado gracias a su ayuda pero su expresión era como la de un hombre que había sido testigo de un seceso atroz, sus ojos se habían cristalizados y su respiración se había tornado pesada y sus ojos parpadeaban y miraban de un lado a otro, deliraba, expresaba confusión y cierta aturdidez
Y era entendible, la mujer que había visto con capa en aquella visión debía de estar encerrada, esa fue la orden del consejo hacen 4.000 años atrás, pero el veredicto no se cumplió si no hasta que Yin la envió al agujero de infinita oscuridad encerrándola en un cubo de hielo 1.000 años después.
"Ella... Ya despertó..." -se repetía en silencio, los chicos lo escuchaban murmurar con algo de miedo en su expresión pero no entendían que le ocurría, se miraban confundidos y preocupados no sabiendo que hacer.
-Así no tenía que ser, ¡Así no tenía que ser! -grito y trató de hallar consuelo en su mente con auto golpes pero los chicos le sostuvieron los brazos.
-Chuye calmate, nos estas preocupando. -Contesto Chen quién le daba leves palmadas para relajarlo
-¿Qué fue lo que vistes amigo? -contesto Xiao
-Yo... la vi... Ella ya despertó, ella volvió. -después de soltarlo una lagrima corrió por su mejilla asiendo que su corazón latiera a mil por horas, de repente sintió un vacío, un vacío nunca antes experimentado en su pecho en compañía de aquella lagrima que baja poco a poco por su cachete
-¿Pero quién?... -Era la primera vez que Chuye soltaba una lagrima, aunque fuera delgada y vaciá aquella lagrima expreso mucho, expreso lo mucho que sentía Chuye en ese entonces.
-Feng-Shui (Ex-portadora) Diosa de la guerra y la destrucción.
Todos lo miraban confundidos sin saber a quién se refería, pero no se atrevían a interrumpirlo asique guardaron silencio.
La mente de Chuye viajo a mil horas a un evento poco común, con la manta que lo cubría la empuñó y terminó de cubrirse el resto de su cuerpo, de la nada soltó un suspiró largo y pesado, sus ojos dejaron salir aquellas pequeñas gotas saladas que aguantaban para no delatarlo...
Todos los miraban desconcertados sin saber que le ocurría, que pasaba por aquella cabeza, que pensaba y sobre todo... que lo atormentaba, que le causaba aquel escalofrío, que causaba aquellas lágrimas, y porque de la nada actuaba como un niño, un niño solo y asustado cuando en general Chuye era un hombre, un hombre bien formado tanto en artes marciales como en estudios en general...
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-"Tenemos que hacer un juramento... -Los cinco jóvenes asintieron.
-¿De qué tratara? -pregunto Mingjie.
-Tratara de un juramento en el que si uno lo rompe, el castigo es morir. -opino Shui
Shangdi, Yun, Yuher, Mingjie y Yin la escuchaban con atención mientras que ella traía una daga, insto a sus hermanos a salir afuera al jardín donde podían disfrutar de la hermosa vista de la luna azul.
-Tenemos que jurar ante la presencia de la Luna azul, que pase lo que pase, no importa si los tiempos son malos o buenos, no importa si al final nuestros recuerdos quedan nulos, no importa si nuestros destinos son sellados, y sobre todo, no importa si al final nos odiamos, tenemos que jurar que pase lo que pase seguiremos siendo hermanos tanto en alma como en sangre, y por ese simple hecho debemos jurar que nos cuidaremos mutuamente, que nos buscaremos y que nos mantendremos unidos, no importa si nuestros destinos es estar lejos o cercas, si ser aliados o enemigos, no podemos romper la promesa...
Ducho esto todos bajaron la cabeza en señal de que aceptaban la promesa, Shui procedió a pasar aquella daga sobre su mano asiéndose una línea que separa a la superficie de su carne exterior dejando salir sangre pura.
Luego, le paso la daga manchada de sangre a su hermano Shangdi, y antes de que, o hiciera este hablo. -Antes de hacer el juramento quiero añadir algo. -Todos lo miraron. -Prometo que cundo sea Emperador no dejare que nadie los intimide ni mucho menos que los lastimen, seré un Rey devoto para los tres reinos y ustedes me ayudaran a gobernarlos, prometo que juntos seremos invencibles. -dicho esto el joven de 8 años paso la misma daga sobre su palma provocando la misma reacción, luego le paso la daga a su hermano Mingjie.
-Yo prometo que seré un buen hermano, y que junto a Yin cuidare del portal de los tres reinos.
Cada uno dijo repitió su juramento para que luego juntaran sus manos cortadas, solo así sellaban un juramento que duraría de por vida, que duraría hasta la muerte...
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Chuye acabo de tener aquel recuerdo, de hecho en aquel instante tuvo otros recuerdo mas de su niñez junto a esa mujer que apenas empezaba a recordar.
"Incluso cuando nuestros recuerdo lleguen hacer nulos seguiremos siendo hermanos..."
Hermanos en la vida... Y hermanos en la muerte.