sun me había dicho antes de dejarme en mi casa - que las decisiones que tomara me apoyaría sin importar que- y eso me hacía sentir bien. Era lo que necesitaba, una amiga que escuchará el fiasco de mi vida.
Ahora mismo me encontraba comiendo pizza en el sillón, había decidido ver una película sobre un bosque de terror, como no iba a salir me dejé mi camisón un poco corto color blanco y unos calcetines altos y calentitos.
El teléfono sonó, en el momento de suspenso de la película, más el repentino sonido del teléfono hizo que saltará en mi lugar.
Me levanté corriendo al identificar el número de mis padres. No había hablado con ellos desde hace mucho tiempo.
-Hola..
-mamá, ¿Cómo has estado?
-Muerta podría estar y tú ni en cuenta niña malagradecida-dijo dramáticamente
-Ah, mamá, he estado algo ocupada por el trabajo.
-Y?... No has encontrado un tiempo para tu madre? -señalo acusatoriamente-
-Bien, lo lamento, es mi culpa, para recompensarlos iré de vacaciones con ustedes. ¿Qué les parece?
-Bueno... lo tomo aunque me ofende muchísimo.
-Jajajá, que dramática madre.-declare.
-Te hablaba porque quería decirte que tú hermana va a casarse y quiere que tú la entregues-dijo en un susurro penoso-
-Y yo espero que sea una broma de mal gustó -gruñí enojada.
-Tn... es tu hermana -dijo firmemente
-Yo no tengo hermana desde el momento en el que se metió con mi prometido el día de antes de la boda- suspiré reteniendo las lágrimas que suplicaban por caer.
-Hija...-suspiro
-¿Ya la embarazo? ¿Por eso se va a casar?
-Tn!!
-¿Qué? No puedo decir lo que pienso?-gruñí molesta.
-Basta, ya entendí, no quieres hablar de ella.
-Ella no existe para mi mamá. No vuelvas a mencionarla por favor- supliqué en un susurró lastimero.
-Lo lamento. No volverá a pasar. Me voy se me está quemando la comida. Te quiero, cuídate. -demando, no le contesté, simplemente colgué, mis ojos estaban llorosos.
Solté un suspiro y me fui a recostar para ver la película hasta quedarme profundamente dormida.
✨
Ya me encontraba en mi puesto de trabajo, desde el lunes pasado no había visto a jimin, pues nuestra costumbre de evitarnos y eso era un gran alivio para mí.
Solo faltaba exactamente tres horas para que comience mi hora de almuerzo, ya había quedado de salir a comer con varios compañeros del sexto piso.
Estaba hambrienta, me había levantado tarde por qué mi alarma no había sonado, así que no me dio tiempo a desayunar algo.
Jimin no se había presentado a trabajar o eso, creo yo, no lo había visto desde que llegué. Usualmente, a la primera hora pasaba a dejarle su café, pero esta mañana la puerta estaba cerrada, eso significaba algunas veces que no quería ser molestado o no había venido.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que alguien estaba enfrente de mi recargado en el escritorio y sonriendo, realmente era guapo y su sonrisa era muy bonita. Salí de mis pensamientos y decidí hablar primero.
-Lo lamento no me di cuenta cuando llegaste -sonreí incómoda- Te puedo ayudar en algo? - dije con una sonrisa -
-Buenas tardes, no te preocupes, yo también me distraje al ver alguien tan hermosa -me dijo con una sonrisa coqueta y guiñándome un ojo, en ese momento pude sentir como mi cara se ponía toda roja. Lleve mis manos a mi cara tratando de disimularlo, pero cuando soltó una risita me di cuenta de que había sido demasiado obvia - me llamo Jackson Wang, un placer señorita -espero unos minutos para que le dijera mi nombre, después de unos segundos capte -
- Me llamo Tn _____
-Un placer conocerte linda, podrías decirme si se encuentra el señor Park Jimin? - sonrió coqueto
-Ah h ...no estoy segura, permítame tantito - tomé el teléfono del escritorio aún con mi cara roja por la vergüenza. Después de unos segundos suspiré resignada a que nadie me contestará.
- que sucede Tn? -dijo con su voz masculina y ronca
-Un chico quiere verlo, señor...
-¿Te menciono su nombre?
-Me dijo que se llama Jackson Wang señor.
-Dile que pase y por favor trae dos cafés a la oficina -Dijo en un suspiro molesto, me colgó el teléfono y yo le di el pase al guapo espécimen -
Después de verlo pasas a la oficina, me tranquilicé, podía sentir como mi pulso estaba elevado. ¿Como no? Con semejante chico y diciéndome cumplidos ¿quien no estaría como yo?
Me calmé y me levanté para ir por los cafés que me hacía pedido jimin y siguiendo a la voz de mi diablillo interior le coloque sal al café de jimin.
Sí. Es infantil, pero era lo único que podía hacer en estos momentos.
Una vez listo me dirijo hacia la oficina de jimin, toque y espere pacientemente a qué jimin me dejará entrar, una vez adentro me acerqué al escritorio con los dos hombres viéndome fijamente, haciendo que me ponga nerviosa.
-Su café señor...
-Gracias dulzura- dijo Jackson coquetamente guiñándome un ojo.
-Ponlo en el escritorio y retiraré -demando enojado-
-Y dime Jimin como hiciste para tener a semejante chica como tu secretaria? -al escuchar sus palabras me puse roja y cerré los ojos incómodamente.
-Cuida tus palabras Wang, además no sé que le ves... No tiene nada bueno -dijo repasando me con la mirada.
¿-Eso crees? Porque a mí me parece una chica bastante guapa- sonrió engreída mente.
-Retírese, señorita - Demando sin apartar la mirada furiosa de Jackson, mientras él lo miraba con una sonrisa en sus labios.
-Por supuesto, Que lo disfruten -señale con una sonrisa diabólica dibujándose en mis labios.
La atmósfera está increíblemente tensa. No quise quedarme más tiempo, así que hice una reverencia y salí lo más rápido posible.
Suspiré dejándome caer en mi silla, ¿hice bien en ponerle sal?
Por supuesto que sí.
Él me había llamado poca cosa nuevamente, no tenía nada de que arrepentirme. Por otro lado, mis acciones eran muy poco éticas, cabe decir.
Sacudí mi cabeza sacando todos esos pensamientos y me puse a redactar todos los contratos posibles, agendar más y más citas y atender llamadas de jimin.
-Hola -susurro la castaña viéndome fijamente con una gigantesca sonrisa-
-Hola, en que té ayudo? -dije sonriendo-
-Tú eres tn supongo. Me mandaron a dejarte estos papeles -agito la carpeta morada de su mano derecha-
-Si, no preocupes dámelos -tome la carpeta- Ahora jimin está en una reunión, pero se los daré cuando termine.
-Genial -dijo sonriendo- Tengo que irme, pero me llamo Eun por si necesitas algo.
-Gracias, te tomaré la palabra - señalé sonriendo contenta de tener a alguien con quien contar.
Después de como una hora y media Jackson salió, se acercó confidencialmente a mí y me señaló pidiendo que me acercara.
Inclinó su cabeza y susurro en mi oído, logrando nada... Quisiera decir que me dio una descarga y todo eso que los cuentos dicen, pero no. Nada.
-Muy buena tu broma del café solo... Sé más casual o indescifrable -sonrió juguetonamente -Adiós, guapa, espero vernos pronto - declaró sonriendo-
-Hasta luego señor Wang- dije de la misma manera, pero al último hice una reverencia, cuando levanté la mirada él me sonrió, agitó la mano y se fue, yo seguía con una sonrisa gigante en el rostro, con un pequeño diablillo satisfecho en mi hombro-
Mi hermosa y maléfica sonrisa desapareció lentamente después de haberme percatado de que alguien me observaba. Inocentemente y con mi cara de angelito que no rompe ningún vaso, voltee.
Jimin me observaba fijamente desde la puerta de su oficina, tenía la mandíbula apretada y una mirada sería, sin apartar la mirada fulminante de mi rostro.
-Venga a la oficina inmediatamente- dijo apretando la mandíbula y soltando llamas por su boca, asentí y me levanté siguiéndolo -
Cuando llegue a la puerta, él estaba ahí parado, viéndome e intimidándome con la mirada.
¿Y si me despedía?
¿Por qué tenía que ser tan impulsiva?
En cuanto pase el cerro de un portazo, dejándome en claro su enojo a mi persona.
-Siéntese.
No dije nada, simplemente me senté suspirando y esperando mi final.
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