-Por fin llegas secretaria, jimin quiere que le lleves, no sé qué papeles y un café. -su prepotencia salía por todo su horrible rostro- muévete que para eso te pagan idiota.
Y dicho eso salió como toda una diva al elevador, no sin antes haberme repasado con la mirada y hacer una cara de asco.
Suspiré sonoramente y fui por el café de mi jefe. Para llegar a la cafetería tenía que tomar el elevador una planta abajo. Pero no quería estar con la rubia hueca, así que me fui por las escaleras.
Mis zapatos bajos ayudaban mucho en no cansarme, pero sinceramente el medicamento ya estaba haciendo efecto. Tenía mucha hambre conjunta con sueño.
¿Puedo demandar a jimin por maltrato laboral?
Seguramente sí, pero él tiene millones de dólares y yo soy pobre, ni caso tendría.
Varias personas ya empezaban a bajar a comer y yo en unos minutos tenía que hacer lo mismo. No estaba lleno el lugar, pero si lo suficiente para hacer fila.
Me pasé a todos y fui directamente por el café.
-Oye, me puedes dar un café negro sin azúcar caliente o hirviendo si se puede. -susurre al chico de cuerpo muy bien trabajado y guapo.
-Necesitas formarte -murmuro ignorándome.
-Oye idiota es para el jefe, como no me lo des va a despedirte -dije incrédula-
-jefe o no fórmate, ¿Eres sorda?
-pero qué...
-hey tn, ¿cómo estás? Ya nos enteramos de lo que pasó. -susurro, el chico más tierno que conocí hace una semana-
-Bien, gracias por preguntar, me podrías dar el café para el jefe, por favor, no quiero hacer que se enoje más-susurre moviendo mi pie haciendo un ruido un poco molesto-
-Claro en un segundo- voltee a ver al chico malo y le saque la lengua infantilmente-
Él solo sonrió levemente y continúo ignorándome.
-Aquí tienes tn, suerte -levanto la mano dándome ánimos-
-Posiblemente, este muerta en unos minutos, pero bueno, -susurré, y salí corriendo para no llegar más tarde.
El ascenso estaba lleno y no ponía más, así que tome las escaleras nuevamente, tenía suerte de haberme traído unos zapatos de plataforma.
Para cuándo llegue a la oficina, jimin ya estaba recargado el respaldar de la puerta, me veía fijamente matandome en proceso.
-¿En dónde estabas?
-Fui por su café señor, había mucha gente, así que tarde más de lo normal -dije viéndolo fríamente. -
Eso tn, sé frívola y provocadora.
No. no, no, Provocadora no
-Me imagino que ya terminó su trabajo para estar de un lado para otro.
-De hecho si, ya lo terminé. Y como ya acabé me retiro a mi almuerzo-susurre dándole el café y tomando mi bolsa.
-Señorita...
-¿Si señor? -pregunte sin voltear a verlo
-Ya perdió media hora, solo le quedan veinte minutos-susurro sonriendo de lado.
-Entonces no me quite más el tiempo en tonterías -susurre malhumorada.
Lo ignoré totalmente y esta vez tome el ascensor, tendría que comer en la cafetería, si no, no tendría tiempo para ir y regresar y con el genio que se carga el jefe el día de hoy mejor no lo provocó.
Eun yacía formada para pedir su comida, me acerque a ella para pedirle que pida mi almuerzo.
-pss, oye - susurré bajitamente viendo de reojo al chico guapo con cara de demonio, ella sonrió viéndome- me podrías hacer un favor por fiss
-Que sucede guapa. -sonrió.
-Me podrías pedir un sándwich de pavo y un jugo de naranja, por favor. Es que el chico nuevo no me cae muy bien que digamos-susurre viéndola suplicante -
-Claro, no hay problema, y el chico sexy se llama Azazel, es guapo si tu estereotipas es el del chico malo -susurro juguetonamente-
-Lo guapo no le quita lo idiota- susurré con mi cara de asco.
-bien, aparta una mesa, ahora voy.
Le hice caso y me senté cerca de la barra y con consecuente cerca del demonio de cuerpo escultural. Por unos segundos nos quedamos viendo fijamente hasta que le saque la lengua infantilmente.
Él sonrió de lado viéndose increíblemente apuesto, mis muslos se cerraron entre ellos al sentir una incomodidad.
Dios en que me he convertido.
Una pervertida seguramente. Señor, apiádate de mí, una pobre mortal, y no la dejas caer a manos de la tentación andante.
Amén.
Suspiré levemente y esperé pacientemente por Eun. Mi cabeza dolía, pero eso era a consecuente de la pastilla que me había tomado para aliviar el dolor.
-¿Qué sucede, te sientes mal?
-No he comido nada y me tomé mi medicamento, seguramente es eso.
-Que idiota eres, no debes tomar medicinas si no tienes nada en el estómago. Toma come -susurro dándome mi sándwich y jugo- ¿oye que te traes con Azazel?
-¿Nada, por qué?
-Me pidió tu número a cambio de unas papas. -susurro moviendo la bolsa de papas en su mano -
-¿Y aceptaste? Que fácil eres -dije indignada con una mano en el pecho de forma dramática-
-Claro, además te conseguí una cita. Deberías agradecerme -susurro sonriendo y subiendo y bajando sus perfectas cejas-
-No necesito que lo agás de cupido -susurre viendo discretamente al chico de ojos avellana-
-O vamos, se verán bien, seguramente. Podrían ir como pareja al baile de mañana -dijo
-¿De qué fiesta hablas? -dije comiendo mi delicioso sándwich.
-Cada año se celebra una fiesta en la casa de la familia del jefe.
-¿De qué es la fiesta?
-Por el aniversario de los padres del jefe -subió sus hombros quitándole importancia-
-Qué raro, no sabía nada
-Eso si es raro. Pero volviendo al tema Azazel y tú podrían ir como parejas, la temática de este año es la época medieval, podrías ser una hermosa princesa y él un conde de galante nobleza.
-Valla, en serio ves muchas películas-dije riendo y tirándole una papa-
-Idiota -sonrió - yo iré con un compañero, seremos dos hermosas princesas y dos condes. Será genial.
Sí, será genial. Esta sería la última vez que me rebajo por jimin. Cumpliría la promesa que le hice a Sun y estaría libre.
Será una grandiosa noche.
¿Qué podría salir mal?
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