Capítulo 5 Capitulo 5

Karol: Eh... Gracias... Ustedes también son muy lindas, vaya tienes una piel muy suave. -Le dice a Caro mientras toca su brazo. Mike me codea y alza su pulgar, todo está saliendo bien. __Y tu cabello es genial. -Le dice a Valu. Ella ríe y la abraza una vez más.

Caro: No te creas, tu también tienes una piel muy suave...

Vale: Y tu cabello también es genial. -Le sigue y las tres se sumergen en una conversación entretenida para ellas.

Agus: Parece que tu Reina ya encajó con nuestras Reinas, felicidades hermano esa mujer es perfecta para ti. -Palmea mi hombro y suspiro ilusionado. Es más que perfecta.

Ricci: Señor. -Me llamó y volteo a verlo. __Lo necesitan en el almacén, ya descubrieron al traidor. -Informa y asiento satisfecho.

Rugge: Perfecto, voy en un instante. -Contestó y asiente para luego retirarse. __Tenemos trabajo que hacer chicos, vamos. -Ordenó. Ambos se levantan y se despiden de las chicas para después irse, observo a mi mujer reír y me levanto para ir hasta ella. __Amore, tengo unas cosas que hacer pero vuelvo en un rato, puedes quedarte con las chicas y hacer lo que quieras, menos irte porque eso ya lo sabes. -Susurro y acaricio su hombro. Ella voltea a verme y sonríe amargada.

Karol: Puedes hacer lo que quieras, no me importa en lo más mínimo si regresas o no. -Me da una sonrisa falsa y niego serio.

Rugge: Ay mi Reina, luego hablaremos de esa soberbia tuya. -Prometo y beso su hombro. Ella me mira molesta y le sonrió sin mostrar los dientes, me encaminó hasta el estacionamiento y me subo al auto donde Mike y Agus me esperan, Ricci conduce hasta el almacén y en cuanto llegamos cargo mi arma y la pongo detrás de mi espalda por dentro de mi pantalón.

Mike: Ya me huele a sangre wey, no mames que puto asco. -Exclama asqueado y ruedo los ojos.

Agus: Pareces mi abuelita bro. -Se burla y entramos. Alzó una ceja ante lo que veo.

Rugge: Así que el traidor es nada más y nada menos que Colombo. -Mencionó mientras lo veo. El muy infeliz esta atado a una silla con las manos atrás, su rostro esta todo golpeado y observo que mis hombres le han disparado en una pierna ya que esta no deja de sangrar.

Bianco: Lo chicos se dieron cuenta que era el, el que reclutaba parte de la mercancía para venderla en su barrio. -Informa y lo miro incrédulo.

Agus: Sabes lo que les pasa a los traidores ¿No Colombo? -Menciona mientras lo toma del cabello y lo hace alzar la mirada.

Colombo: Lo siento mucho señor, yo solamente quería ganar dinero extra. -Se excusa. Se que miente, los tipos como el se creen los dueños del mundo solo por vender algo de droga a los más idiotas, pobre estúpido que no sabe ni donde está parado.

Mike: Wey con lo que ganas aquí te compras un puto penthouses si quieres, animal. -Dice serio y de cruza de brazos.

Colombo: Siempre se puede pensar en grande ¿No es así jefe? -Me mira y sonríe con burla. Hago un sonido con mi boca en negación y saco mi arma.

Rugge: Entre tu y yo hay una gran diferencia Colombo, tu eres un simple aficionado. Yo soy el puto Rey de Italia y nadie puede igualarse a mi, mucho menos un don nadie como tu. -Digo serio y lo apuntó directo a su frente. El muy idiota traga saliva asustado y cierra los ojos.

Colombo: No me arrepiento de nada. -Susurra y rió.

Rugge: Por supuesto que no. -Murmuro y disparo el arma. El cuerpo de Colombo se deja caer sin vida en la silla. __Esto es para que se den cuenta que conmigo no se juega, y el que me traiciona paga las consecuencias. -Digo mirando a todos. __Limpien todo y deshaganse del cuerpo. -Ordenó y salgo del almacén con Agus y Mike detrás. __Quiero darme un buen baño y dormir abrazado a mi mujer. -Mencionó cansado.

Agus: Pues vámonos que yo también quiero lo mismo. -Concuerda y nos subimos al auto para partir a casa. Una vez que llegamos los tres subimos las escaleras y cada quien se distribuye a sus habitaciones, al entrar a la mía me sorprendo al ver algunos colores esparcidos por esta, mi habitación era toda de azul marino, pero ya no es así gracias a mi huracán personal.

Rugge: Ya veo que hiciste de las tuyas mi Reina. -Comentó haciendo que ella salga de la habitación del clóset. Alzó una ceja divertido al ver si expresión. __También veo que Valu y Caro se encargaron de traerte todas las tiendas de ropa que existen en Roma. -Digo mientras observo la gran cantidad de ropa.

Karol: Te recuerdo que fuiste tú el que dio la orden para esto querido. -Contesta con altanería. Alzó una ceja y me acercó a ella.

Rugge: Todo se hará como tu quieras pequeña, tu solo pide lo que quieras, menos...

Karol: Menos que me dejes ir, si ya me lo has dicho un millón de veces. -Interrumpe y rueda los ojos. __Eres muy estresante Ruggero. -Susurra y sonrió.

Rugge: Es la primera vez que me llamas por mi nombre, que bonito se oye viniendo de tus labios. -Susurro y acaricio sus labios con mi pulgar. Ella me mira nerviosa.

Karol: ¿Que hacías? -Pregunta para cambiar de tema y niego sonriendo.

Rugge: Cosas. -Me limitó a contestar y ríe irónica.

Karol: Claro cosas. -Dice con sarcasmo y bufo.

Rugge: Sabes perfectamente a lo que me dedicó mi amor. -Digo serio. La tomó de la cintura y se agita llevando sus manos a mi pecho. __Muero porque seas mi esposa. -Susurro y acercó mis labios a los suyos. Ella jadea y cierra los ojos. __Por hacerte mía, por recorrer cada espacio de tu escultural cuerpo, me encantas y mucho mi Reina. -Abre sus ojos y me mira fijamente.

Karol: Sigue soñando que-ri-do. -Susurra rozando mis labios y separa dejándome con las ganas.

Rugge: Muy pronto mi Reina.

Muy pronto.

Karol Sevilla:

Me miro al espejo y suspiro. Cierro los ojos y aprieto mis puños, Dios mío quiero salir de este lugar, esto una completa locura yo no quiero estar aquí y mucho menos con ese delincuente, es un hombre frío lo he notado, pero por una extraña razón conmigo se comporta de manera diferente. Es obvio Karol, el muy imbécil esta obsesionado contigo, porque eso es lo que es, obsesión no amor, no puedo negar que el muy maldito esta más bueno que el pan, y que cuando lo tengo cerca me hace sentir nerviosa pero no pienso demostrar nada.

Rugge: Eso es todo Ricci, ponte de acuerdo con Bianco. -Lo oigo hablar en la habitación. Hoy en casi todo el día no lo ví, lo que me dijo antes de irse es que tenía "Asuntos" que resolver, obvio actúe como si no me importara, pase todo el día con Valentina y Carolina, son muy lindas y las únicas con las que he tratado hasta ahora, a excepción de aquel idiota que se metió a mi departamento para traerme hasta aquí, ese tipo resulto ser el esposo de Valentina y hasta los momentos cada vez que lo miro me dan ganas de matarlo.

__Karol ¿Estas ahí? -Dice mientras da unos toques a la puerta. Ruedo los ojos fastidiada.

Karol: Desafortunadamente lo estoy. -Contesto mientras tomó mi cepillo de dientes y le pongo la pasta dental.

Rugge: Bien, te espero en la cama. -Anuncia y bufo.

Karol: Que gran felicidad siento por eso. -Murmuro con ironía y terminó de cepillarme los dientes. Al terminar mi rutina salgo del baño y cierro la puerta detrás de mi, observo sin expresión al idiota que esta acostado en la cama con su torso desnudo, sus brazos detrás de su cabeza y mirándome con una sonrisa sin mostrar sus dientes, esta más bueno que el pan el condenado.

Rugge: Hola mi amor. -Me saluda. Trato de relajarme porque la manera en que me habla me hace temblar, esta es la segunda vez que dormimos juntos, la primera vez lo amenace y le deje muy en claro que si me tocaba iba a tener un gran problema conmigo, el muy idiota me obedeció pero al día siguiente misteriosamente amanecí abrazada a el... O más bien amaneció abrazado a mi, bueno el punto es que fue la primera vez que dormí tan bien después de tanto tiempo, pero eso es algo que no le diría.