Capítulo 8 Capitulo 8

Karol Sevilla:

Llegamos a Milán. Hace un día estamos aquí, la mansión es mucho más grande que la de Roma, obvio eso a mi no me importa pero me fastidia el hecho de que a cada rato Ruggero me repita que soy la dueña absoluta de todo lo que el tiene, por Dios nada de esto me pertenece. Yo no soy ninguna criminal, no quiero tener nada de estos mafiosos, lo peor de todo es que ahora me encuentro bajando las escaleras con un vestido de novia puesto y con Agustín esperando por mi para entregarme a su hermano, no tengo salida por ningún lado, por más que lo evite terminaré llevando el apellido Pasquarelli.

Agus: No estés nerviosa. -Murmura y lo miro incrédula. ¿Nerviosa? ¿¡NERVIOSA!? ¡Estoy secuestrada y obligada a casarme con alguien que yo no quiero! ¿¡Como pretende este idiota que no este nerviosa!?

Karol: Para nada, todo es normal por aquí. -Digo entre dientes con ironía. Agustín me mira y suspira.

Agus: Se que es difícil, pero mi hermano te quiere de verdad. Es muy complicado que lo comprendas ahora pero te prometo que junto a el vivirás llena de felicidad. -Sonríe y ruedo los ojos. Obvio voy a vivir feliz al lado de un delincuente, no pasa nada total, a ninguno los persiguen y los dejan tranquilos cuando los ven por ahí como si nada, y junto a Ruggero viviré plena y sin nadie que quiera matarme.

Karol: Claro, muy feliz. Es que también el juez y el sacerdote que estoy viendo están felices de estar aquí y casarme con tu hermano. -Mencionó con ironía. Los pobres hombres tienen cara de aterrados, y como no si todos los hombres de Ruggero los están apuntando con sus armas, así cualquiera le gustaría casar a una pareja.8

Agus: Tuvimos que secuestrarlos y traerlos hasta aquí, es imposible salir a una iglesia. Ya sabes nuestra condición, pero tranquila que no los vamos a matar. -Contesta y niego. Claro eso me deja más tranquila, el hecho de que me voy a casar por obligación y que nos tengan secuestrado a todos no quiere decir que haya algún problema, todo bien por aquí.

Karol: Tus palabras son tan reconfortantes. -Susurro con sarcasmo. Ya nos estamos acercando a donde se encuentra Ruggero, Valentina, Carolina y Michael también están aquí, y los muy idiotas tienen una sonrisa plasmada en el rostro.

Agus: Hermano aquí te entrego a tu Reina, se feliz. -Menciona sonriendo. Ruggero sonríe sin mostrar los dientes y toma mi mano, Si filiz claro como no es el que tiene que seguirle la corriente a este maniático.

Rugge: Wuao, sei bellissima amore. -Susurra fascinado. Hago una mueca y asiento. La verdad el muy imbécil tampoco se ve mal, el traje se le ve muy sexy y su porte de hombre serio me excita un poco, pero solo un poco porque a parte de todo esto quiero matarlo y poder escapar definitivamente de este circo tan ridículo que este hombre monto. __D'Angelo puede comenzar. -Le ordena al juez. Este asiente asustado y aclara su garganta.

D'Angelo: Estamos aquí reunidos para celebrar la unión del señor Ruggero Pasquarelli y la señorita Karol Sevilla. -Empieza. Estoy viendo todo mi pasado frente a mis ojos y porque más que busque que error, que maldad o que mal acto cometí no encuentro nada, esto es una tortura. __Señor Ruggero Pasquarelli, ¿Acepta usted como esposa a la señorita Karol Sevilla? -Esa pregunta me saca de mis pensamientos. Observo a Ruggero y muy sonriente asiente.

Rugge: Aceptó. -Contesta y me sonríe a mi.

D'Angelo: Señorita Karol Sevilla, ¿Acepta usted como esposo al señor Ruggero Pasquarelli? -Me mira. Trago en seco y miro a Ruggero.

Karol: La verdad es que no señor juez pero no tengo otra alternativa, el mundo está lleno de psicópatas así que... Aceptó. -Comento sin dejar de ver a Ruggero. Su mirada se torna sería, el juez me mira algo impresionado por mi valentía y asiente.

D'Angelo: Bueno por el poder que me confiere la ley yo los declaro marido y mujer, firmen por aquí por favor. -El primero en firmar es Ruggero. Al termina me entrega el lapicero y lo tomo de mala gana para terminar firmando la dichosa acta, seguido de eso Michael y Valentina firman como nuestros testigos.

Rugge: Ahora falta la ceremonia religiosa mi Reina. -Menciona y volteo a verlo. Mi pulso se acelera y lloro por dentro. __Padre Carlo por favor comience. -Ordena. El pobre hombre asiente nervioso y da inicio a esta gran farsa, nuevamente me pierdo en mis pensamientos, mi mente aún no procesa nada y no me doy cuenta de cuanto tiempo pasa hasta que...

Carlo: Karol Itzitery Sevilla Cisneros, ¿Aceptas como esposo a Ruggero Pasquarelli? ¿Para amarlo, respetarlo, en la salud, en lo adverso, el la riqueza y el la pobreza hasta que la muerte los separe? -Lo miro fijamente. El hombre me mira con lastima, hasta el se imagina lo que voy a vivir con Ruggero, Dios mío no me desampares más por favor.

Karol: Aceptó. -Susurro cabizbaja. El padre suspira y asiente.

Carlo: Por el poder que me confiere la iglesia yo los declaró marido y mujer, puedes besar a la novia Ruggero. -Ruggero se acerca a mi. Levanta mi mentón con delicadeza y planta un suave beso en mis labios, escucho los aplauso de los chicos pero no tengo fuerzas para mirarlos a ninguno.

Rugge: Eres mía mi Reina, completamente mía. -Junta su frente con la mía. Una lágrima se escapa pero la quito con rapidez. __Ahora tenemos que celebrar, tendremos una fiesta. -Sonríe pero niego.

Karol: No, no quiero fiesta solo quiero descansar. -Susurro y niega serio. __Por favor Ruggero, solo quiero subir a mi habitación a descansar, ya obtuviste lo que tu querías, estamos casados soy tu esposa ya está. Quiero descansar por favor. -Pido frustrada. El suspira y asiente.

Rugge: De acuerdo mi Reina pero solo te lo haré pasar está vez. -Advierte y asiento. Doy media vuelta y avanzó.

Vale: Karol ¿A donde...

Karol: Ahora no Valu, estoy muy cansada. -La corto antes de que me detenga. Sigo mi camino, subo las escaleras y entró en mi habitación, me aviento a la cama y lloro, lloro como si no hubiese un mañana porque he perdido, perdí mi vida y eso no tiene vuelta atrás. Media hora más tarde decido tomar un baño, me miro al espejo y mis ojos están hinchados, término de preparar la bañera y entró suspirando, por lo menos aquí si puedo estar tranquila.

Rugge: Te ves hermosísima ahí dentro. -Era demasiado bonito para ser verdad. Estaba tan bien aquí sola, la loca idea de hundirme en el agua y no salir me pasa por la cabeza pero me aguanto.

Karol: Quiero estar sola Ruggero. -Susurro. Lo oigo suspirar y lo observo, se inclina para quedar a mi altura y me mira con amor.

Rugge: Somos marido y mujer ahora Karol, estoy para apoyarte en lo que sea, si te sientes mal dímelo y haré lo posible para hacer que te sientas bien. -Susurra con ternura. Ay pobrecito el no entiende nada, se hace el tonto porque obvio sabe lo que me pasa.

Karol: No tengo nada ¿Si? Ya déjalo así. -Digo cansada. Sus manos de dirigen a los botones de su camisa blanca y los quita uno por uno sin dejar de mirarme.

Rugge: Tomaré ese baño contigo, la verdad es que yo también estoy algo agotado. -Menciona y abro los ojos de más.

Karol: De hecho ya termine, puedes bañarte tu si quieres. -Hago el intento de levantarme pero me detiene por mi brazo sin ser brusco.

Rugge: Lo haremos juntos amor, será nuestra primera vez. -Sonríe sin mostrar los dientes. Trago en seco y me siento nuevamente, lo observo terminar de desvestirse, cuando baja sus boxer apartó la mirada, no soy capaz de verlo completamente desnudo, me pongo un poco hacia delante para darle espacio, el entra y se pone detrás de mi, un escalofrío me recorre todo el cuerpo, su cercanía me pone muy nerviosa. __Ven mi amor. -Rodea sus brazos en mi cintura y me abraza a su pecho. Jadeo y cierro los ojos. __Mi Reina preciosa, no sabes cuantas veces me imaginé tener así, eres tan hermosa. -Susurra en mi oído. Mantengo los ojos cerrados, sus manos acarician mis brazos mientras sus labios besan mi cuello despacio.