Y este momento en que ya la noche se acerca y el frío es mucho mayor sé que casi nulas las posibilidades de que alguien este por este lugar.
Suelto un respiro y me concentró en calmar a mi lobo desde la mañana a hadado dado muy inquieto feliz diría yo y emocionado desearía sacar a desestresarse, pero en esta ciudad no es seguro así que después de mi reunión encontré un sitio alejado de las personas un parque con muchos árboles y una pequeña laguna, pero lo que más me gusto fue un pequeño claro que era tapado por los árboles cubiertos de nieve.
-Podrías aclamarte Carter- la hablé a mi lobo ya desesperado por su forma de actuar.
-Es que no lo entiendes está cerca- dijo lo mismo que viene diciendo desde que llegamos hace una semana a Canadá y no le entiendo nada.
-podrías ser más específico- le ordené ya harto.
-NO-me gruño y corto la conexión.
Lobo ridículo nada fuera que es el problema es que su nerviosismo o su felicidad me las pasa y mi temperamento explota, ya que soy fácil de irritar.
Me quede unos segundos más en el claro, pero un sonido me interrumpió trate de saber quién eres, pero en viento estaba en mi contra así que no podría usar mi olfato y cuando quise ver la persona se ocultó tras el árbol.
Así que de manera sigilosa como el depredador que soy me acerqué. Mayor fue mi sorpresa al ver a una niña de espaldas viendo a la dirección que hace unos momentos me encontraba y peor al ya estar cerca de ella su esencia me pego con fuerza.
Las cerezas más dulces que nunca he probado en combinación con sandia y algodón de azúcar a eso olían, jodidamente bien.
Cárter reaccionó de golpe creo que tanta fue la impresión que se había quedado en shock.
-¡Mía! ¡Mía! ¡Jodidamente, mía! - rugía en mi interior tratando de poseer mi cuerpo y marcar, pero entonces en medio de esa deliciosa fragancia el olor a humana me llego -No importa que lo sé no hemos esperado tanto para que hoy solo por eso la dejes ir- mi lobo me hizo reaccionar y era verdad.
La chica a la que solamente le podía ver la espalda una que iba enfundada en un grueso abrigo que dejaba ver su cabello castaño y en sus piernas un pantalón ajustado fruncí el ceño hacía frío y eso no le daba el calor que necesita.
Ella se dio la vuelta y pude ver un ligero bronceado así que supuse que no era se está país y ha de estar de vacaciones su nariz estaba roja por el frío y sus mejías tenían un toque rojizo en ella. Ella comenzó a caminar con la cabeza gacha sin percatarse de mi presencia lo que provocó que chocara con mi pecho.
Por muy breve que fue el toque en mi cuerpo me estremeció a mi lobo lo hizo soltar un ronroneo era una suerte que ella no lo escuchara.
Al decirle que es de mala educación espiar a las ella se puso nerviosa y sus mejías se pintaron de rojo al no perderla de vista sentí a mi lobo dispuesto a todo por reclamarla así que con toda mi fuerza de voluntad lo controlé, pero sé que mis ojos casi cambian de color y en los ojos de ella brillaron.
Estaba tan fascinado, pero al ver como se estremecía por el frío acerque mi mano y toque su frente ella cerro sus ojos como si solo mi tacto la hiciera sentir mejor. Al tocarla espere sentir su piel helada por el frío, pero no fue así estaba ardiendo me preocupe entonces ella perdió estabilidad así que la sostuve entre mis brazos para darle de mi calor.
No puede evitar el reclamarla como mía.
Porque sí.
Ahora ella era mía y nadie me la va a quitar.
°+° °+° °~°
Una hora después.
Una hora había pasado después de que mi mate se desmayara en mis brazos y que yo corriera hacia mi auto y que en menos de veinte minutos llegara a al hotel donde me estaba quedando en bueno ser el dueño de estas de este modo evito preguntas del porqué llevo una adolescente desmayada.
Y otros diez minutas para llamar al médico y con una sutil amenaza de que si no estaba en cinco minutos le iría mal.
Todo eso pasó en tampoco tiempo, ya que en este momento me encuentro esperando en el living a que el médico salga para que me diga como esta ella.
Después de unos minutos él sale y no tiene buena pinta. Espero que no me diga nada malo porque su cabeza peligra y también él al ser lobo lo sabe.
-Alpha la señorita estuvo mucho tiempo bajo las bajas temperaturas y producto de esto tiene hipotermia la alta temperatura también está ligada a esto y también al no haberse alimentado en el día provocó mucha más debilidad- dijo y estaba a punto de preguntar cuando él me interrumpió -ella estar quejándose por el frío así que será mejor llevarla a un hospital para mayor atención- hablo y yo fruncí el ceño eso no lo iba a permitir.
-Será mejor que me des otra solución para que ella esté mejor sin más terceros- porque con el aquí había hecho un esfuerzo descomunal para contener a Carter que lo quería despedazar por estar cerca de nuestra mate. Y solo se había controlado por el bien de la salud de ella.
-Otra alternativa seria que usted le diera de su calor corporal de forma natural para que así ella vuelva a su temperatura normal y después de este la fiebre se prestara en mayor grado y bajar con paños- asentí de acuerdo eso haría-En la mesa le deje unos medicamentos por si ella despierta- me dijo mientras se alejaba hacia la puerta - si la situación empeora no dude en llamarme- y con eso su presencia se dejó de sentir.
A pasos rápidos me dirigí a la habitación aun lado de la cama esta su pequeña maleta y por no violar su privacidad no la revise. Mi vista se concentró en la cama de la habitación, ya que en ella se encontró mi punto débil.
-Tan linda mi mate- hablo Carter.
-Nuestra- le corregí y él solo me gruño.
Me le quede viendo por unos minutos, pero al ver que temblaba de frío me acerqué a la cama que quita la camisa sabía que eso sería suficiente, pero tendría que quitarle la ropa a ella no puede evitar preocuparme ella no había comido en el día y eso me hizo preguntarme: ¿Cuánto tiempo estuvo fuera?
Me metí debajo de la sabana después de hacerle quitado su camisa hice un esfuerzo sobre humano para no ver de lo que debería. Al ya estar iguales la acerqué a mi cuerpo sabía que estar junto a ella mi calor corporal aumentaría.
Y eso pasó ella después de unos minutos dejo de temblar y se acurrucaba más a mí, estar con ella es la mejor sensación y hoy no sé cómo haré, ya que si más no me equivoco ella no pasa de los diecisiete eso sería un problema sin contar de que estaba sola y su responsable la ha de estar buscando pensando lo peor.
Y si yo no hubiese encontrado cualquier cosa le hubiese pasado así que yo me la llevaré para que siempre esté segura.
¿Pero qué rayos estoy creyendo? No puedo hacer eso
~¿Cómo qué no? Estamos en nuestro derecho ella es nuestra.~ Rugió Carter.
~Debes entender de que no la podemos obligar, ya que ella nos odiaría~ le dije y no escuche más respuesta de su parte.
Porque era verdad yo parecía muy mayor para ella y no sé cómo are para decirle que soy un lobo y que desde el momento que nos conocimos nuestras almas están unidad por toda la eternidad y que hoy no nos podemos alejar, porque si lo hacemos uno de los dos morir.
Solté un suspiro esto se está tornando más complicado, pero la felicidad de por fin encontrarla nadie me la quita.
No importa los problemas que tenga que atravesar el saber que ella está a mi lado me hace ver la vida de otra forma.
Tome mi celular que estaba en la mesita y sabía lo que tenía que hacer. Este viaje se extenderá más de lo planeado.
Uno...
Dos.
Tres tonos después contestaron ~necesito que te hagas cargo de la mañana por más tiempo mi viejo se extendió más y no sé cuándo regresaré~ le dije sin darle tiempo de procesar nada.
~¿Todo está bien?~pregunto después de un rato.
~Si solo has lo que te digo manda a que equipen la habitación principal para que esté lista para mí regresó~ le dije y colgué.
Sabía que entendería el porqué de le pedí que la arreglaran esa habitación nunca la he usado y solamente la usaría al encontrar a mi mate.
Únicamente esperaba que todo a partir de ahora mejorara pueda estar con ella sin limitaciones.
Sin poder evitarlos los sentimientos comienzan a surgir.
La bestia ha encontrado a su bella. ¿Pero? A que costo.