Luego de mis recuerdos, me concentré en su rostro, se veía tan relajado. Me quedé observándolo por unos minutos más, hasta que mí mirada se desplazó hacía su cuerpo el cual estaba descubierto por las sábanas, pude ver que estaba en bóxer, pero de este sobresaltaba un bulto duro, él estaba claramente excitado. Tenía una idea de lo que debía hacer con una polla en ese estado, gracias a las películas que veía, las miraba más que todo para auto educarme y no parecer tan inexperta al momento de tener intimidad. Quería en ese momento demostrarle que podía complacerlo y que lo necesitaba tanto como él me necesitaba a mí. Pasé mis manos por su firme estómago, a pesar de su edad tenía un cuerpo realmente sexy y conservado, cualquier mujer fácilmente se volvería loca con tan solo mirarlo. Tentativamente agarré su polla dentro de su bóxer, luego deslicé mí mano hacia arriba y hacia abajo.
-Amelia-lo escuche decir mí nombre con una voz temblorosa y áspera que me hizo levantar los ojos para encontrarme con los suyos. Estaba muy duro, pero parecía que le gustaba lo que le estaba haciendo. Le di unas cuantas caricias más, el gimió suavemente-.Vas a tener que apretar esa manito más fuerte alrededor de mí polla si quieres hacer que mi semen salga- comentó, tenía que mostrarle que podía hacerlo. Así que tomé su polla con más fuerza, lo apreté y acaricié con dedicación, su respiración se aceleró. Empezó a gemir un poco más fuerte-. Quítate la camiseta-me pidió excitado, dejé su polla momentáneamente para quitármela, después continúe con mí labor. Mientras yo deslizaba mí mano hacia arriba y hacía abajo, él tocaba mis pezones con su mano dándoles un pequeño tirón, eso hizo que me comenzará a excitar-.Eso es, trabaja la polla de tu hombre-agregó, en ese momento aceleré mis movimientos, vi una gota que se escapaba de la parte superior de su polla, eso hizo que me hiciera la siguiente pregunta: ¿Qué pensaría si le diera una lamida rápida? Me encantó cuando él me comió mí coño, estaba segura que a los hombres les gustaba que le dieran el mismo placer. Tomé la decisión de hacerlo, le di una rápida lamida a su punta húmeda, llevándome el sabor salado a la boca- .Continúa-me pidió con la voz cortada, en ese instante abrí mí boca y me metí levemente su polla -.Tómalo hasta el final - gruñó-.Quiero sentir esos labios estirarse por mí polla-añadió, sus palabras me animaron hacerlo, era la primera vez que le hacía un oral a un hombre, pero estaba dispuesta aprender todo que tuviera que ver con el sexo. Deslicé más boca hasta cubrir su polla por completo, pude sentir la punta golpear la parte posterior de mí garganta-. ¡Joder!-exclamó él de placer. Sus palabras me animaron más, haciendo que le chupara más fuerte y más rápido su polla. Cuanto más duro chupaba, más parecía él disfrutar del placer que le estaba dando, hasta mí propia necesidad aumentaba, podía sentir la humedad acumulándose entre mis piernas-. ¿Estás lista para el semen por el que trabajaste tan duro? -preguntó-.Vas a beber hasta la última gota. No dejes que ni una gota se escape de esos labios o sino le daré una palmada a ese pequeño coño tuyo si lo haces -me advirtió, la idea de Daniel azotando mí coño me hizo gemir alrededor de su polla, sacudiendo la cabeza para que supiera que entendía su orden, continúe chupando tan fuerte como podía. Él rápidamente agarró mí cabeza, manteniéndola en su lugar-. ¡Joder!-dijo en un gruñido, poco después sentí un líquido caliente golpear mí lengua, supuse que era su semen, así que lo trague lo más rápido que pude para complacerlo. Cuando lo último de su liberación brotó, lo lamí hasta dejarlo limpio, dejé su polla y luego lo miré, no pude evitar colocarme arriba de él, hasta llegar hacía su rostro, él de inmediato me beso deslizó su lengua en mí boca con movimientos largos y lentos. Todavía estaba tan necesitada de él que no pude evitar frotarme sobre su polla dura.
-Por favor, te necesito tanto-le dije excitada, quería sentirlo dentro de mí.
Él dudo un momento.
-Tendrás tu orgasmo, pero no de la manera que esperas. Todavía no puedo follarte como yo quisiera, tengo mis razones para no hacerlo, luego hablaremos sobre esto-respondió, no comprendía su palabras, pero no era momento para reprocharle sus razones-. Ahora sigue montándome y frotándome, quiero mirar esos hermosos y exuberantes senos tuyos rebotar-me dijo, en ese momento me moví un poco rápido rozando mí clítoris sobre su polla que descansaba sobre su abdomen. Daniel, estiró mis pezones y yo gemí en voz alta-.Eso es, eres tan jodidamente hermosa. No puedo esperar a verte cabalgando mí polla dentro de tu apretado coño-. Sus palabras solo hicieron que me excitara aún más, me moví más rápido no podía evitar gemir del intenso orgasmo que salía de mí cuerpo, una vez que lo obtuve él me jalo hacia él y me beso con pasión.
***
Después de nuestro increíble encuentro, nos levantamos de la cama. Él me dijo que prepararía el desayuno, mientras me vestía no pude evitar preguntarme porque Daniel no quiso follarme. Mí deseo era que él me quitara mí virginidad. Cuando salí, pude ver jugo, huevos revueltos, pan tostado y tocino sobre la mesa.
-Siéntate, el desayuno está listo-me dijo terminando de colocar los vaso, luego de eso nos sentamos, tomé el cubierto y comencé a comer.
Luego de unos segundos no pude resistir más, necesitaba una respuesta de inmediato.
-¿Puedo preguntarte algo?-le dije.
-Si, por supuesto-respondió.
-¿Por qué no puedes follarme ? Me dijiste que tenías una razón-quise saber.
Él dejó a un lado su cubierto y luego se preparó hablar.
-Amelia, mí razón es muy sencilla-comenzó diciendo-. Necesito que tu estés completamente decidida a estar conmigo, necesito saber que tipo de relación quieres que tengamos, sé para qué ti esto es más difícil porque está en juego tu relación con tu padre-mencionó-. Pero quiero que sepas que lo que siento por ti es real, estoy dispuesto a enfrentar a Fabián y al mundo entero por ti; sin embargo, no puedo quitarte la oportunidad o la opción de estar con alguien de tu edad. Por esa razón no puedo follarte para poseer tu virginidad, eso es algo que debes entregárselo a la persona que amas y no solo por deseo o por pasión-respondió seriamente-. No quiero que me des una respuesta en estos momentos, debes pensarlo con la cabeza fría, recuerda que estás en una etapa que necesitas tomar decisiones para tu futuro, yo no quiero ser el causante de que no los cumplas, no quiero distraerte en tus metas piénsalo bien y luego me das una respuesta-agregó-. Ahora termina de desayunar, debo llevarte a tu casa antes que tu padre se preocupe y haga un escándalo si no te localiza en la casa de tu amiga-finalizó.
Él tenía razón en muchas cosas, nuestra relación era prohibida, mí padre era todo para mí y si él se llegará a enterar sobre un posible romance entre su mejor amigo y yo se que moriría del disgusto. Daniel tenía mucho que perder también, era muy considerado por pensar sobre mí futuro. Estaba segura que no solo sentía pasión por él, muy dentro de mí sabía que lo que sentía era amor. Sin embargo, mí padre era un stop para nosotros. No pude decir nada simplemente me quedé callada.
-De acuerdo, lo pensaré-pude decir después de unos angustiantes segundos.
Él simplemente asintió con la cabeza. Luego de eso, salimos de su departamento, su chófer estaba afuera, Daniel y yo ingresamos a la parte de atrás. Durante el camino ninguno de los dos dijo nada, miré por el vidrio las casa pasar lentamente, en ese momento sentí su mano sobre la mía.
-Lo que pasó ayer y hoy fue hermoso y significó mucho para mí, quiero que sepas eso-dijo dejando luego un beso sobre mis nudillos. Me quedé viéndolo por unos segundos, perdiéndome en su mirada. En ese momento el auto se detuvo, habíamos llegado Frente al portón de mí casa-. Llámame luego, cuando tomes una decisión-agregó soltando mí mano.
Su chófer abrió la puerta y no tuve otra opción que bajar, ni siquiera pude darle un beso o decirle algo, me sentía confundida y nostálgica. Cuando llegué a la acera, el auto arrancó, mientras lo veía alejarse no pude evitar sentirme vacía y nostálgica. La decisión que tomaría cambiaría mí vida, si decidía tener un romance con Daniel debía enfrentar a mí padre, no quería que eso ocurriera no quería tampoco que él y Daniel se pelearán por está situación. En ese momento pensé en una idea: Le propondré a Daniel mantener nuestra relación en secreto ¿Él estaría dispuesto a estar conmigo de está manera? Porque yo si lo estaba, necesitaba de su cuerpo, de sus besos, lo necesitaba por completo.
Llegué a mí habitación y me tiré sobre la cama. Cerré los ojos e inmediatamente el rostro de Daniel se plasmó en mí mente ¿Por qué debía ser tan difícil todo esto? Luego de unos minutos de debate interno, tomé mí celular, tenía tres llamadas perdidas de mí padre, me imaginé que quería saber cómo me encontraba, no era muy frecuente que él me diera permiso para salir con mis amigas, era un padre sobreprotector, suspiré. Luego vi que tenía un correo electrónico de la universidad donde deseaba estudiar, me enviaron su pensum académico. Mí padre era un gran inversionista y ha trabajado duro para conseguir lo que tiene, la administración y los números me gustaban y por eso estoy decidida estudiar Negocios Internacionales. Las inscripciones universitarias comenzarían en un par de semanas, luego del verano, así que tenía algo de tiempo para divertirme.
Decidí ducharme y cambiarme, cuando estaba lista bajé a almorzar, al llegar pude ver por la ventana a mí padre que estaba leyendo el periódico en el patio. Salí de inmediato, los domingos generalmente él pasaba más relajado y se olvidaba de su trabajo.
-Hola papi-le dije abrazándolo por detrás de su cuello.
-Hola princesa, ¿Hace rato llegaste?-me preguntó-. Cómo estuvo tu noche?-agregó con curiosidad.
En ese momento lo solté y me senté a la silla de metal que estaba frente a él.
-Bien, me divertí mucho con las chicas -le mentí, no le podía decir la verdad, esta causaría la tercera guerra mundial-. Perdón si no te regresé las llamadas-me disculpe.
Él me vio fijamente por un momento.
-No te preocupes por eso. Sé que soy muy sobreprotector contigo, pero soy así porque tu eres lo único que tengo en mí vida y no me perdonaría si algo te sucediera-dijo con amor-. Pero ¿Sabes? lo he pensado mucho y estoy dispuesto a no restringir más tus salidas, sé que acabas de cumplir la mayoría de edad y comprendo que quieras tener más libertad, así que estoy dispuesto a darte tu espacio comenzado a partir de ahora que comienza el verano-me informó.
No podía creer lo que me estaba diciendo.
-¿Es enserio?-le pregunté emocionada.
-Claro que si-afirmó-. Pero con una condición-comentó.
-¿Cuál?-quise saber.
-Debes poner toda tu energía en la universidad-dijo-. El estudio es importante, tu madre y yo siempre tuvimos como propósito darte las mejores herramientas para que tuvieras un futuro feliz y próspero-agregó.
Lo entendía perfectamente, sé que él quería un futuro para mí e internamente no quería decepcionarlo.
-Gracias, eso haré-le dije con una sonrisa aceptando su condición.
Ahora tenía un poco más de libertad y eso me hizo pensar en muchas cosas y eso incluía escabullirme hacía el departamento de Alec.
-De nada princesa-respondió de igual manera, en ese momento su vista se desvío hacía mi pecho donde se visualizaba el collar con el ave fénix que me había regalado Daniel-.¿Y ese collar?-interrogó.
No recordaba que lo tenía puesto, tuve que pensar en algo en ese momento.
-Lo vi en una tienda y lo compre, se que a mí madre le gustaba esta ave-conteste tocando el dije con mis dedos, este había sido un regalo muy tierno de parte de Daniel y eso me había cautivado.
-Es muy hermoso-dijo él con algo de tristeza, su mirada era de nostalgia cada vez que hablábamos sobre mí madre su reacción era la misma.
En ese momento se acercó Carlota, la ama de llaves.
-El almuerzo está listo-nos avisó.
-Gracias-le respondió mí padre, poniéndose de pie, yo también hice lo mismo-. Ven mí princesa te escoltare-dijo dándome su brazo como un caballero, reí ante su acción, mí padre era realmente encantador y muy dulce, mí madre había escogido a un buen hombre para su vida y un gran padre para mí, es por ello que me sentía confundida y no me atrevía totalmente a tomar una decisión con respecto a Daniel.
***
Han pasado siete largos días en estos he estado pensando en la respuesta que le daría a Daniel. Finalmente había decidido decirle que quería estar con él, pero de un manera oculta, sin que nadie se diera cuenta, esto solo sería temporal hasta que decidiéramos decírselo a mí padre y a la sociedad. Tomé mí celular y marqué su número.
-Hola-respondió.
-Tengo una respuesta para ti-le dije de inmediato-. ¿Podemos vernos?-le pregunté.
-Claro que si, ven a mí departamento mañana a las tres de la tarde-respondió sin titubear.
-De acuerdo ahí estaré-agregue terminando la llamada.
Miré hacía el vacío, en estos días había asistido a una cita con una ginecóloga, donde me planteó varios métodos anticonceptivos, opten por la inyección, ahora estaba preparada para follar con él. Entregarme a Daniel era mí sueño. Luego pensé en la reacción y la respuesta que él tendría al escuchar mí propuesta. Quería que nuestra relación fuera sin escondernos, pero no tenía otra opción que pedirle que lo hiciéramos de está manera, él era mí amor platónico y lo amaba de verdad, estaba dispuesta a todo por él.