-¡Dije que te largaras! - exclamo haciendo que dé un gritito y se fuera corriendo con sus tacos altos. Marco la extensión de Drake que contesta tarde algo fatigado a lo que giro mis ojos. -No mandes más de tus estúpidos regalos, se buscarme una mujer. Y despide a tu puta secretaria si lo único que sabe hacer es fornicar. - cuelgo, pero lo vuelvo a llamar. -Me iré temprano, así que te dejo el trabajo.
-Ay, por favor, Nathan, no me puedes regañar de tal manera... - le cuelgo mientras seguía quejándose.
Me centro mi trabajo, noto que son las una y quince de la tarde, sonrió de lado. Llamo al chofer que busca Noah para avisarle que hoy lo buscaré. Vuelvo a centrarme en las estadísticas que por alguna razón se les hace difícil realizar a mis empleados.
Estaciono la guagua afuera y me encamino hacia la entrada de la escuela. Padres, abuelos, tutores de los demás niños hacen fila en sus autos. Pero mi meta es otra, deseo conocer a la otra maestra de escuela superior y quien sabe si observar un poco a González.
-No te atrevas a avisarle a Cabrera. - espeto molesto a la guardia que asiente sin rechistar.
Camino con seguridad hacia el área de escuela superior. Escucho a lo lejos como se abre una puerta y ahí está... la nueva maestra de historia con un viejo verde. Sus mejillas están ruborizadas y el señor está muy satisfecho, empiezo a tomarlo ahora como un reto. Ambos se fijan de mi presencia, la maestra le tiemblan las piernas. Alejo mi mirada con lentitud seguro que no quería saber nada de ese viejo cuando este yo dentro de ella.
Es una mujer común, ojos marrones, tez trigueña, delgada y tiene sus buenas nalgas, pero no tiene muchos senos como que tiene González. Me doy un puñetazo mental al darme cuenta que estoy pensado en la nueva maestra tutora, que no debo tocar. Así que me centro en la pareja que se nota que acaban de tener sexo.
-Te espero afuera, no tardes mucho. - manda el señor para luego irse, al pasar por mi lado me lanza una mirada amenazadora.
Ahora si lo reconozco es uno de mis asociados, dueño de una pequeña empresa. Pobre, debe saber que su jovencita caerá ante mi dentro de poco. Tal vez me reúna con él... me acerco a la maestra.
-¿Pasándola bien? - cuestiono esta me mira con seriedad, pero no tanto como la nueva maestra de mi hijo.
-Creo que eso no le incumbe señor Domenech. - responde recogiendo sus papeles. -Emmanuel ya me menciono lo peligroso que es y ya tengo un contrato con él. - afirma a lo que rio bloqueo la puerta con mi cuerpo.
-Se adelantó muy bien Camacho. - comento mirándola de arriba abajo, otra vez sus piernas tiemblan, el timbre suena. -Salvada por el timbre gatita.
Sigo mi camino hacia el salón de mi niño, pero puedo ver bien el culo precioso de la maestra de historia. Ay, Camacho, pronto no será tuya. Esta se gira para enfrentarme a lo que señalo la puerta del grado de mi hijo.
-Vengo a buscar a mi hijo, no se haga ilusiones. - respondo mirándola coqueto. -Pero no te preocupes pronto nos veremos. - aseguro guiñándole un ojo a lo que sus mejillas se ruborizan, entro al salón.
-¡Señor Domenech! - exclama emocionada la maestra de español, la cual acabo su contrato y esta extorsionando a Cabrera.
-¿Dónde está Noah? - cuestiono enojado buscándolo con mi mirada.
-Dijo que tenía que ir al baño. - responde algo tensa por mi actitud. -Aunque le puedo asegurar que tiene que estar con la maestra tutora nueva.
Esta se sienta sobre su escritorio y estira sus piernas, los otros niños están concentrados en sus cosas, se asoma una sonrisa seductora en sus labios que están pintados de rojo. La falda que lleva puesta sube enseñando sus bragas. Suspiro mirando hacia otro lado, la castigaría azotando su culo, pero no puedo caer nuevamente entre sus piernas.
En ese mismo momento escucho como alguien carraspea detrás de mí. Me giro para encontrar a mi hijo siendo cargado por April quien cubre sus ojos y observa la situación muy molesta. La maestra cierra rápidamente sus piernas, la joven maestra mira con asco a la de español y luego hacia mi agudizando esa expresión.
-Mira que sorpresa, tu padre ha llegado a buscarte. - expresa April asegurándose que todo se vea normal alejando su mano del rostro de mi hijo que me mira con ilusión, ya que desde hace años no vengo a recogerlo.
-Buenas tardes, padre. - saluda Noah con respeto, April lo deja en el suelo, pero mi hijo no quiere soltar su mano.
Los ignoro y busco la mochila de mi hijo, paso del largo de la maestra de español y tomo la mano de mi hijo. Jalo a ambos para que me sigan, hace mucho no tomaba la mano de mi hijo. Lo miro de reojo, esta algo sonrojado y tiene una sonrisa tonta en su rostro. Se forma una sonrisa en mi rostro, pero se borra al encontrarme en la entrada a Cabrera.
-Nathan. - saluda, siento como April suelta rápidamente la mano de mi hijo.
-Señorita González, necesito hablar con usted. - expongo enfrentándome a sus ojos color verde olivo lo cual me evitan, observo como niega.
-Tengo trabajo que hacer, cuando pueda envíe la autorización firmada. - responde con sequedad, centra su mirada en Noah lo cual le sonríe. -Nos vemos mañana, Noah. - asegura sacando su pulgar y sin más se va... de forma normal, si fuera como las demás menearía sus caderas con seducción.
-Tal parece que no quiere tranzar contigo, Nathan. - sonríe satisfecho Cabrera recostado sobre el pasa mano de las fuentes que decoran el colegio a lo que lo miro con seriedad, paso de largo sin responderle nada.
-Me escuchará en la noche... - susurro mientras camino hacia el auto.
-¿Puedo ir al frente hoy? - cuestiona Noah emocionado, antes lo dejaba ir al frente, claro sin que su madre se enterara si no estaba muerto.
-Claro. -respondo abriéndole la puerta del copiloto a lo que entra emocionado. -Ponte el cinturón bien y cuando veamos guardias...
-Me escondo, lo recuerdo bien. - completa lo que iba a decir, asiento y enciendo el auto. -¿Podemos comer un helado? - cuestiona.
-Si me contestas algunas preguntas primero. - respondo sonriendo. -¿Cómo te fue con la señorita González?
-Muy bien, entiendo cuando me explica las cosas. Dice que soy inteligente, me permite usar el baño del salón de Yarimar, también me permitió almorzar con ellos. - responde mirando por la ventana.
-¿Te trata bien? - pregunto a lo que asiente.
-Es callada, pero me ayuda mucho. Desde que la conocí supe que era la indicada para mí. - contesta haciendo que aguante una risa, lo miro con el ceño fruncido a lo que se asusta.
-No me la robes Noah. - amenazo en forma de chiste a lo que se ríe.
-Es mía papi. - contesta, pero se pone serio. -No quiero que la trates como las demás maestras, misi April es diferente y es mía. No voy a permitir que nadie la toque. - me sorprendo al escucharlo decir eso, parece todo un hombrecito.
-Pues entonces trataré de no tocarla, hombre celoso. - escucho como se ríe y el silencio se apodera.
Desde ayer he hablado más de lo normal con mi hijo, es como si la presencia de la nueva maestra tutora cambiara todo. Observo como Noah mira por la ventana, sus ojos son iguales a los de su madre, su pelo es lacio también igual al de ella, pero mi gen domino es tenerlo siempre revolcado y en cuerpo... eso lo veremos cuando este en la adolescencia. Estiro mi mano y acaricio su cabeza en forma de juego para luego sonreírle para luego encaminarnos a por los helados.
Al llegar a casa nana ya nos tiene la comida hecha, así que como y me encierro a trabajar un poco. Recuerdo el email de autorización, pienso si no firmarlo para molestar a la maestra tutora o fírmalo y llamarla para avisarle. Seré condescendiente... lo firmo y lo envío. Tomo el celular y la llamo, no responde haciendo que me arrepienta de ser condescendiente. Insisto como dos veces, a la tercera me daré por vencido.
-Buenas noches. - responde algo cansada luego de tres timbrazos.
-Ya pensaba que tenía que averiguar donde vivía. - no saludo a lo que siento como pone sus ojos en blanco. -Le envíe la autorización firmada. - informo... no recibo respuesta. -¿Esta ahí?
-Lo estoy, pero estoy entre decirle algo o no. - responde dejándome intrigado.
-La escucho. - incito.
-Me preocupa su hijo. - responde, me quedo en silencio. -Lo que vi hoy puede ser uno de los detonantes que este ahora inseguro. No quiero imaginarme si ha visto muchas cosas... - trata de buscar las palabras pertinentes. -Ya sabe.
-Le aseguro que no ha visto nada de eso. - respondo serio, ya no me gusta por donde va el tema.
-¿Esta seguro? No digo esto para faltarle el respeto o dudar de su forma de criar a su hijo. Sino que me preocupa mucho... - ambos nos quedamos en silencio, saco un suspiro.
-No ha visto nada. Que, si lo han tratado de forma diferente por estar relacionado sexualmente con sus maestras, pues si, ha pasado. - no sé porque le respondo con sinceridad.
-Debería tener más cuidado entonces, no por lo que pensaran de usted, sino por su hijo. Por eso respondí la llamada, que tenga buenas noches. - se despide.
-¡Espera! - exclamo, no escucho que haya colgado. -Gracias, por cuidar de mi hijo. - agradezco.
-No tiene que agradecer, es un excelente niño y me brinda seguridad. Además, que hace que este pendiente a él... es como si fuera un hermanito. - responde a lo que pienso que podría ser su hijo. -Bueno...
-¿Sabe de estadística? - suelto la pregunta, no quiero que cuelgue.
-Am... se algo. -responde. -¿Necesita algo?
-Si, alguien que sepa de estadística, sea responsable, rápido, que este libre fin de semanas. Obviamente le pagare por su servicio... - me interrumpe.
-Me encantaría, pero no puedo tener una relación ni de compañeros de trabajo con usted. Si se de alguien le hare saber.
-¿No puede tener una relación conmigo? - pregunto riendo. -¿Ya los de tu equipo te asustaron mientras hablaban de mí? Solo la necesito para el trabajo, juro que no la tocare. - escucho como vuelve a negarse.
-Hago eso y estoy despedida del colegio. - responde dejándome confuso.
-¿De que habla? - pregunto sin entender nada, escucho como llega un mensaje de April mi celular, es una foto. -Sabía que no puede resistirse a mi... - trato de molestarla, pero al ver de que trata la foto me hierve la sangre. -¿Les han dado este contrato a otros maestros? - pregunto molesto
-No, soy la única. - responde. -Sigue teniendo la oportunidad con otros maestros. - asegura.
-Eso lo veremos. - comento leyendo el contrato con detenimiento. -Me comunico contigo si llego a un acuerdo con Cabrera. - informo.
-Si encuentro a alguien para su trabajo también me comunicaré. - avisa a lo que no respondo. -Buenas noches, señor Domenech. - se despide.
-Buenas noches... - sin más cuelga dejándome a mitad de despedirme. -Dios, estoy loco de educarla.
Les envió la foto a unos de mis abogados. Si se lo envió a Drake empezara a molestar de que quiero cerca a April. Salgo de mi oficina encontrándome el hogar en silencio, me encamino a la habitación de Noah que está durmiendo plácidamente. Me siento a un lado y acaricio su cabello lacio.
-Lo siento. - me disculpo pensando en lo que April dijo. -No he estado pendiente en esas cosas y soy tu padre. Ella que no queda nada tuyo vela por ti, como si fueras su hijo.