Devuélveme el corazón
img img Devuélveme el corazón img Capítulo 7 Futuros amantes
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Capítulo 8 Me lo vas a agradecer algún día img
Capítulo 9 ¿Matrimonio o matricidio img
Capítulo 10 O te haré pagar img
Capítulo 11 Eres un idiota img
Capítulo 12 Proteger a Ellie img
Capítulo 13 ¿Qué pasa con Augusto img
Capítulo 14 Detente Sandro img
Capítulo 15 Sandro y el trabajo img
Capítulo 16 ¿Qué hacer con Ellie img
Capítulo 17 ¿Qué quieres Josías img
Capítulo 18 No hagas eso img
Capítulo 19 ¿Qué me pasa img
Capítulo 20 Solo intenté ayudarte img
Capítulo 21 No más, padre. img
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Capítulo 7 Futuros amantes

Ellie, fue poco lo que logró dormir en aquel lugar, sonidos extraños provenían de las demás habitaciones, eran sonidos de mujeres que trabajaban en las calles de noche y sus acompañantes, hombres adinerados que buscaban consuelo.

"¿En qué momento se vino a éste lugar?" -para ella, venir a este hotel había sido una mala decisión, aunque siendo un hotel de buena reputación, dejaba mucho que desear.

"Quiero dormir" -replicaba con tristeza, aunque fue a eso de la una de la mañana que logró conciliar el sueño, siendo vencida por el cansancio, los golpes y el dolor de los mismo.

-¿A dónde irás tan temprano? -le cuestionó Augusto a Sandro, estaba avergonzado por su actuar del día anterior, fingiendo ser un hombre recto cuando sabía que lo único recto que tenía él, era la carrera que dividía su cabello a un lado.

-Iré por Ellie, y posteriormente iré a trabajar, tengo cosas que hacer padre.

Sandro, tenía algunos negocios por aquí y por allá que daban buenos frutos, y, aunque ahora tenía que hacerse responsable de la empresa familiar y todo el patrimonio Casso, no dejaría lo que inició por sus propios medios de lado, por algo que solo le daba dolores de cabeza.

-Recuerda que haremos una cena de compromiso en la oficina, será pasado mañana y ambos tienen que estar presentes, habla con Ellie, necesito que se comporte como debe de ser.

Sandro arrugó su frente por las palabras déspotas de su padre, para él, era una hipocresía de su parte que le hablara así de Ellie, siendo ellos unos mal portados con mucha suerte.

-Nos vemos luego padre.

Así como así, Sandro salió de su casa sin asuntarle más sobre el tema a Augusto.

-Qué extraño actúa Sandro desde que le dijimos que debía casarse con Ellie, ¿no crees Renata?

Renata lo miró y levantó sus hombros en son de no saber nada.

-La idea no es de su agrado, eso es todo -respondió ella.

Sandro llegó al hotel en busca de una Ellie que aún dormía, subió a la habitación y se adentró en ella, colocó las pertenencias de Ellie en la mesa y un desayuno para los dos.

En la segunda cama, desocupada, Sandro se tumbó en ella y se quedó dormido, pues tampoco logró dormir.

Ellie por el ruido en una de las habitaciones, se despertó y al ver a Sandro dormido, se acercó a él para mirarlo más de cerca.

"Tiene una bonita nariz" -se dijo a sí misma sin darle mucha importa a Sandro.

Tomó sus cosas y fue por un baño que le urgía tomar.

-Te has levando -mencionó ella cuando regreso ya lista -¿sabes algo se mi padre?

-No -respondió Sandro estirando su cuerpo y bostezando -aunque creo que ya puedes regresar a casa, se ha dado fecha para la presentación del compromiso, tu padre estará más tranquilo con eso.

Era decepcionante que su padre fuera tan canalla con ella, ¿cuánta cosa vivió su madre a causa de Albert?

-Desearía no volver, supongo que no tengo más opción que hacerlo, no sería bien visto que me quede en un hotel por unos cuantos días.

Con suavidad Ellie se sentó en la cama, pensando en qué diría su padre cuando le viese llegar, ¿actuaría igual o simplemente se haría el indiferente? como si nada pasó el día anterior.

-Son solo tres días para el compromiso, la boda se hará el siguiente fin de semana, son pocos días, ¿crees que puedas aguantar estos días que faltan?

-Supongo -mencionó ella sin ganas y con un poco de desprecio.

Sandro le dio una mirada fulminante y se levantó de la cama, tomó las llaves de su auto, dispuesto a salir de la habitación.

-Tienes todas tus pertenencias, vete a casa, por la noche iré a tu casa con el contrato, debemos entregarlo cuanto antes.

Sin esperar respuesta, Sandro salió de la habitación dejando su desayuno intacto, donde Ellie sólo lo maldijo por tener que casarse con él.

"Algún día los haré pagar por hacer esto" -se dijo así misma, y quien encabezaba esa lista era su padre.

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.

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Augusto, esperaba a su hijo con gran desespero, tenían una reunión de suma importancia y él se le había olvidado mencionarlo.

Marcaba el número de Sandro y que lo enviaba directo a buzón: -Ay Sandro, maldición, responde -refutó él, tirando su celular en el escritorio.

-Ya estoy aquí padre, no tienes por qué maldecir, ¿qué deseas?

-¿A dónde estabas? -Sandro tomó asiendo en la silla y lo miró.

-Estaba en un hotel con Ellie, y antes que tu cabeza piense alguna estupidez, no, no pasó nada, simplemente le fui a dejar algunas pertenencias que necesitaba.

Augusto, muy contento no estaba, pero qué podría decir cuando tuvo mucha culpa en lo que hizo Albert.

-Bien, apúrate, tenemos una reunión y no podemos posponerla más, Sandro.

En la sala de justas, dos mujeres hermosas junto al resto de caballeros, esperaban con ansias conocer a Sandro, ambas tenían un solo objetivo, llegar a ser las amantes del nuevo director Casso.

-Buenos días -saludaron ambos al entrar.

Las mujeres se levantaron y caminaron hacia Sandro, con una sonrisa pícara y un baile juguetón se presentaron.

-Soy Julia -dijo la chica de pelo castaño y de ojos marrones.

-Soy Janela -mencionó la otra, muy diferente a Julia, ojos verdes, pelo amarillo y muy delgada.

-Mucho gusto -respondió Sandro, para luego dejarlas solas allí de pie mientras buscaba donde sentarse.

"No caeré en esos sucios juegos" -se aseguró a sí mismo, mientras las miraba con un poco de desprecio, ¿cómo dos mujeres tan lindas podían llegar a eso?

-No te hagas del rogar hijo -susurró su padre.

-No lo hago, simplemente no quiero -le respondió aun sin dejar de observar aquellas mujeres que no hallaban que pose tomar para excitar a Sandro y ser la amante número uno -¿acaso tuviste que ver con esto padre? -cuestionó.

-Vas a necesitar mucho consuelo -esas palabras eran más que una confirmación para Sandro.

-No las quiero padre, no son lo suficientemente hermosas -mintió -no me hacen sentir alguna sensación -eso era verdad -solo provocan lástima, no quiero una amante, mucho menos dos padre, que quede claro.

En casa de Ellie todo parecía normal, lo comprobó cuando entró sin haber objeción de parte de su padre, y cuando vio a su hermana, simplemente la ignoró.

Elizabeth tenía una actitud bastante perversa, si así podía llamarse, era codiciosa, avara y sobre todo, le gritaba a Ellie lo que pensaba sin tenerle una pizca de miedo.

-No quiero hablar contigo Elizabeth -soltó Ellie al verse rodeada por una Elizabeth -Déjame en paz y búscate algo que hacer.

Entró a su habitación y se encerró en ella, durante el día no fue molestada por su padre o por su hermana, a excepción de las encargadas de limpieza o de la cocina que le hacían el llamado para que bajara a comer.

-¿Hace cuánto llegaste? -preguntó su padre, después de gran silencio en la mesa.

-Temprano en la mañana -respondió sin mirarlo.

-¡Ah! ¿Y Sandro?

Ellie sintió furia por la pregunta de su padre, ¿era Sandro más importante que ella? ¿era Sandro el ser que llevaba sangre de su sangre?

-La boda sigue en pie, si eso es lo que te preocupa -le gritó -nada se a cancelado, no morirás siendo pobre.

Se levantó de la mesa, tiró la servilleta en la misma y subió a su habitación.

-Ellie es muy ridícula padre, muy ridícula -Albert no respondió al comentario de Elizabeth, solo se marchó a su habitación donde recordaba la vida miserable que llevó su esposa a su lado, por haberse enamorado de un hombre antes de contraer matrimonio con él, tal y cómo estaba sucediendo con Ellie.

"¿Cuánto más tendré que sufrir?" -se preguntó a sí mismo, debido a que él se había enamorado de su esposa, pero ella lo detestaba con todas sus fuerzas, concibieron dos hermosas hijas, sin embargo, él precio fue muy grande, y solo dos veces sus cuerpos se tocaron en lo que duró su matrimonio.

-Josías, en este momento no quiero saber de ti, deja de enviar mensajes, deja de llamarme, en pocos días me voy a casar y no quiero más problemas -eran las palabras contundente de Ellie a un Josías que la había visto regresar a casa, por lo que aseguró que las cosas habían vuelto a la normalidad.

-No logré responderte, lo siento cariño, lo siento -fue tan convincente sus disculpas que Ellie no dudó un segundo en decirle que todo estaba bien con un "pero" de por medio.

-Aunque, de ahora en adelante es mejor no vernos, no hablarnos, sabes bien que mi futuro ya está decidido, por favor, busca el tuyo Josías y sé feliz -colgó la llamada.

"No será así tan fácil Ellie, incluso puede ser que me convierta en tu amante" -pensó el hombre, muy molesto por la actitud de Ellie, a él nadie se atrevía a desafiarlo de esa manera, su mirada estaba en Ellie y no le importaba si estaba por casarse o no, seguiría pujando a por ella hasta conseguir su objetivo.

                         

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