Richkan, se siente más tranquilo, pero al ver como el macho que antes le había devuelto su collar empieza a golpear con fuerza el campo que se creó para que no escapen provoca cierto tipo de nerviosismo. En lo único que puede pensar es que cuando recuerden que sigue en el lugar lo mataran, o lo usaran de rehén para escapar. La segunda idea le gusta mucho más, pero nadie del ejército sabe que pertenece a una familia importante.
-¿Puedes abrirla Tahiel? -Pregunta el macho bastante enojado y desesperado y es algo que Richkan puede notar con facilidad. Además, el joven se pregunta que clase de fugitivos serán.
-Es muy avanzado para mí, pero lo intentaré.
-Aukan, podríamos romper este campo de fuerza...
-No funcionará Naji, son cinco quienes lo están reforzando, si fuera uno solo sería muy fácil. Únicamente será una perdida de energía.
El joven de dieciséis al escuchar los nombres se congela por completo y siente que no puede respirar, ha escuchado sobre ellos varias veces, son un tema bastante popular entre los jóvenes y un dolor de cabeza para los altos mandos, incluyendo al emperador.
Según tiene entendido ambos lograron escapar de una cárcel ultra protegida, la cual pertenecía a la familia Wales.
-El niño... Dijo que viene de una familia noble, si es de esa manera podremos irnos fácilmente. ¿De qué familia venía?
-Stewark, fácilmente podría ser el hijo de un marqués, aunque dudo que lo hubieran escogido para este tipo de misión. Niño, ¿qué título tienen tus padres?
-Conde... -Susurra sin poder mirarlo.
-Podemos intentarlo... -Aukan agarra bruscamente al menor y busca con su mirada al que debería ser el de mayor rango para negociar, poco le importa que lo atrapen a él, ya que no encuentra que tenga algún valor, lo único que quiere es que su hija sea quien se salve.
Para él, fue bastante fácil reconocer quien está al mando. Se acerca hasta el borde con una mirada desafiante y le muestra a Richkan con burla, lo que quiere decir es bastante claro para la otro parte que se encuentra bastante pálido por la situación.
-¿Conoces a este mocoso? Dice ser un miembro de la familia Stewark, por tu cara puedo deducir que es asi. Libertad por libertad, sin trampas, estamos muy mayores para los juegos sucios.
-¿Richkan? -El joven al escuchar la voz de su padrastro se tranquiliza bastante, iba a estar a salvo por el momento. -Tengo la orden de un alto mando de llevarme al muchacho. No tengo ninguna intención de capturarlos hoy, y poco me importa la verdad, puesto que no son mi prioridad en estos momentos. La libertad de él vale mucho más que la de ustedes, pero hay trato.
-Expenderán esta cosa hasta más allá de la frontera, dejaré al muchacho en el límite y nos liberarán.
Orion asiente con su cabeza y se dirige hacia donde se encuentran sus compañeros para hacerles saber la decisión que ha tomado, nadie estuvo muy de acuerdo, puesto que la cabeza de esos fugitivos vale bastante. Sin embargo, no escucho ninguna queja, ya que al final aunque entreguen a esos dos a ellos no le darán el dinero y su familia al menos no lo necesita, así que le da igual la recompensa.
-Tendrán 10 minutos para desaparecer... -Advierte Orion.
-Eso es más que suficiente...
Aukan se dio cuenta de que el domo empezó a tener más espacio y se llevó consigo a Richkan hasta la frontera como había prometido, lo dejo bruscamente en suelo y se inclinó para quedar a su altura.
-Tus ojos me parecen conocidos... -Le dice Aukan para después volver a levantarse e irse corriendo junto a Naji, Tahiel y Kelira.
El joven se quedó de rodillas extrañado por las últimas palabras de ese tal Aukan, no recuerda haberlo visto nunca en su vida y no parece del tipo de persona con la que su madre se juntaría.
-¡Richkan! -El joven dirige su mirada hacia su padrastro y le sonríe de manera nerviosa. -Tendrás mucho que explicar cuando lleguemos a casa, pudiste haber muerto si no hubieras llegado a tiempo.
-Lo siento señor... -Richkan en realidad no cree que lo hubieran matado, tuvieron varias oportunidades, pero nunca le hicieron nada, aunque de igual manera no descarta la posibilidad de que pudo haber pasado.
-No debes disculparte conmigo, sino más bien con tu madre. ¿Estás lastimado?
-No señor.
-Por precaución, iremos de igual manera antes de ir con tu madre para que pueda estar tranquila.
-Si señor...
Orion Stewark nunca ha sido alguien muy cariñoso con Richkan, pero tampoco es alguien que lo haya repudiado alguna vez e incluso, fue el único pretendiente de Lyssca que estuvo dispuesto a darle su apellido aun cuando este no era aceptado por el emperador como un miembro de los Wales y nadie creía que fuera posible que Richkan fuera aceptado. Aun así, la relación entre ambos es un poco complicada por la falta de comunicación entre ambos, pero pueden vivir con eso.
En el camino ninguno de los dos estableció una conversación y de lo único que hablaron fue sobre Lyssca y los dos pequeños, después de eso se quedaron en silencio hasta que llegaron al médico de cabecera. La visita a este fue bastante corta, solo se aseguraron de que Richkan estuviera bien y después se pusieron en marcha hacia su hogar.
-¿Cuánto tiempo estaré castigado?
-¿Eso te preocupa más que el regaño que te dará?
-No quiero pensar en eso.
-Bueno, si te hace sentir mejor, solo va a castigarte un año. -A Richkan le habría gustado tomarlo como una broma, pero conoce demasiado bien a Orion para saber que no lo es.
-Algo es algo...
Cuando llegaron a casa ya era demasiado tarde, ambos supusieron que posiblemente Lyssca se hubiera ido a dormir en vez de estar esperándolos y eso los tranquilizo. Orion se encuentran bastante casado por el viaje y por la larga búsqueda, su cuerpo quiere relajarse al menos antes de tener que estar al lado de su esposa regañando a Richkan, mientras que el joven quiere buscar una buena excusa y como podría persuadir a su madre.
Se bajan del carruaje y antes de poder abrir las grandes puertas el mayordomo lo hizo por ellos, este aún se encuentra con su ropa de trabajo y recto como un palo, eso fue suficiente para saber que Lyssca aún se encuentra despierta.
-Bienvenido señor y señorito. La señora pidió que tuviéramos el baño listo para ambos y algo para comer en sus habitaciones, ¿quieren leer la carta para descartar de inmediato lo que no quieren?. -El mayordomo termino hablando tan rápido que ninguno de los dos entiendo bien lo que dijo, pero juntando pequeñas partes pudieron saber lo que quiso decir.
-Por mí está bien cualquier cosa que haya. ¿En dónde se encuentra mi esposa?
-Después de acostar a los niños dijo que se sentía mal, así que se encuentra descansando.
-¿El médico la reviso? No me dijo nada al respecto cuando lo fui a ver.
-Si lo hizo, ella le dijo que no le dijera nada para no preocuparlo, pero le ha subido un poco la fiebre y tuvo dolor en el cuerpo, así que me veo en la obligación de contarle por la seguridad de la señora.
-Gracias por tu trabajo, puedes ir a descansar, solo manda a una mucama a llevarme la cena... Bueno, desayuno en una hora.
-Si señor. ¿Y usted joven amo?
-Yo... -Richkan se quedó pensando en la salud de su madre, así que no presto demasiada atención y no entiende lo que está sucediendo. -También quiero la comida en una hora...
El mayordomo hace una reverencia y se despide de ambos, después de eso cada uno se dirigió a su respectiva habitación en silencio.
[...]
Orion cuando llego a su habitación intento ser lo más silencioso posible para no despertar a su esposa, pero no lo logro, puesto que Lyssca al sentirlo de inmediato abrió los ojos cansada y se le quedó viendo esperando a que este se diera cuenta de su presencia.
-¿Esposo? -Le dice llamando su atención, este se encuentra junto a la chimenea de la habitación buscando un habano para fumarlo en la bañera.
-¿Te he despertado?
-He estado despertando hasta con el sonido de una mosca.
-¿Te duele mucho la cabeza?
-Un poco, ya se me pasará. ¿Encontraste a Richkan?
-Esposa, te prometí que lo traería y eso he hecho. Ahora se está dando un baño, después comerá y descansará correctamente. Mañana cuando ambos estén mejor podrán volver a sus discusiones matutinas. -Lyssca no puede evitar reírse por la naturalidad de sus palabras. -¿Has cenado? -Ella niega cansada. -¿Quieres hacerlo conmigo?
-¿Hacer que cosa? -Le pregunta juguetona únicamente para ver el rostro de sorpresa que siempre hace su esposo con cosas de doble sentido.
-¿Qué? -Orion se sonroja y se traba al intentar decir algunas palabras.
-No tengo mucha hambre, me comeré solo el postre.
-Mitad del plato y el postre. Si quieres regañar a Richkan necesitarás fuerzas.
-Puede que tengas razón...
[...]
Richkan pensó que cuando entrara a su habitación se sentiría extraño, como si no perteneciera a ese lugar. Sin embargo, cuando entro todo estaba tal y como lo dejo. Es como si nunca se hubiera ido.
Camina por el sitio para recordar algunos momentos en la habitación, son bastante teniendo en cuenta que ha dormido en aquel sitio desde que tiene cinco años y no ha cambiado demasiado.
Una cama grande, un armario lleno de ropa de lujo, su propio estante lleno de libros de estudio, un chimenea y su propio baño. También hay sillones y demás decoraciones, pero nunca le ha dado mucha importancia.
Cansado se dirige hacia el baño de su habitación para darse un baño y poder comer, para luego descansar y así estar con menos entres para cuando se desate el infierno.
Se mete al agua completamente desnudo, se sumerge bajo el agua cansado de todo... Su cuerpo se relaja por el agua tibia y el absoluto silencio del baño. Sin embargo, de alguna manera se siente vigilado y eso no deja que su mente esté completamente en blanco.
[...]
Por la madrugada Lyssca dejo que ambos machos siguieran descansando, ya que después de todo ella tiene varias cosas que hacer por la madrugada. Desde que se casó se hace cargo de la casa, de las cuentas, el pago y como se ejecuta cada cosa. No hay nada que se haga sin su permiso, sabe hasta el más mínimo detalle de todo, incluyendo la vida de sus empleados, pero eso es algo que ellos no tiene por qué saber. Además, de vez en cuando ayuda a su pareja con cosas de su trabajo mientras que este pasatiempo con los niños.
-Mi señora, el joven amo ha despertado y el señor pregunto sobre el almuerzo.
-Dile a ambos que vayan al despacho, no dejes que los niños vayan.
-Si señora.
Lyssca se levanta del sillón y camina con elegancia hasta el despacho de su esposo que es en donde normalmente discuten las cosas familiares cuando no quieren que los niños escuchen, para su suerte llego antes que su esposo e hijo, así que se sentó y espero con paciencia.
La puerta se abrió cinco minutos después.
Su esposo es el primero en entrar, seguido de su hijo.
-Querida. -Saluda este dirigiéndose hacia ella, le besa la frente y se sienta a su lado.
-Madre...