Los hijos de la BESTIA
img img Los hijos de la BESTIA img Capítulo 6 Me debes algo
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Capítulo 7 - Kelira - img
Capítulo 8 - Tahiel - img
Capítulo 9 Infiltrado img
Capítulo 10 Hermanos img
Capítulo 11 Sobrevivir img
Capítulo 12 ¿Padre img
Capítulo 13 - Richkan - img
Capítulo 14 - Lyssca - img
Capítulo 15 - Kelira - img
Capítulo 16 Adios, padre. img
Capítulo 17 - Tahiel - img
Capítulo 18 Una nueva cara img
Capítulo 19 ¿Rata con alas img
Capítulo 20 Muerte... img
Capítulo 21 - Kelira - img
Capítulo 22 - Kelira - img
Capítulo 23 Papá... img
Capítulo 24 Dolor permanente img
Capítulo 25 La luz al final del túnel img
Capítulo 26 - Aukan - img
Capítulo 27 ¿Que sigue img
Capítulo 28 - Aukan - (Parte 1) img
Capítulo 29 - Aukan - (Parte 2) img
Capítulo 30 - Aukan - (Parte 3) img
Capítulo 31 Rotos img
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Capítulo 6 Me debes algo

ANTES DE LEER: Recuerden que para que esta novela siga debe ser apoyada y tengo Instagram en donde subo dibujos de los personajes capricornioblack_wtp.

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Richkan no puede y no quiere creer que aquella chica con la que estuvo peleando se encuentra en su habitación con una mirada curiosa tocando todo lo que encuentra, y de vez en cuando debe alejarla de algunas cosas por temor a que se lo robe.

-¡Por el amor de la diosa ya deja de agarra esa armadura! -Exclama enojado y desesperado por alguna explicación. Además, quiere que se vaya antes de que su madre se dé cuenta de ella. -¿Qué quieres de mí? Desde ya te digo que no tengo dinero.

La joven ignora los reclamos de Richkan y sigue jugando con la armadura que hay en la habitación, ya que nunca había tocado una tan cara. Le parece de muy buen material, pero sería muy poco efectiva para camuflarse.

-¿No tienes dinero? Es gracioso que digas eso cuando vives en una mansión. -Kelira se mueve por la habitación viendo cada detalle para memorizarlo, no puede evitar sentirse fuera de su zona aunque su madre podrá estar viviendo con muchos más lujos. -Yo crecí sin hogar, teníamos que movernos cada cierto tiempo y nunca era en lugares como este. Cabañas llena de polvos, graneros en mal estado, cuevas... Es estúpido que me digas a mí que no tienes nada cuando creciste y tienes todo.

-¿Nos vamos a poner sensibles? -Se queja Richkan cabreado. -El dinero es de mi madre y su pareja, yo solo soy el parásito que viene pegado a ella.

-Vaya, tu vida suena horrible. -Dice con un notorio sarcasmo que hizo enojar a Richkan. -Ya quisiera yo haber crecido como un parásito bajo el brazo de mi madre rica.

-¡Vale! Entiendo. Mi vida es el paraíso comparado con la tuya, ahora dime que haces en mi casa.

-Dijiste que podías ayudarme a buscar a mi madre, me lo debes.

-¿Qué? ¡Me voy a volver loco!

-Casi nos atrapan por tu culpa, mi padre pudo haber ido a la guillotina. Asi que me lo debes, llévame a conocer a mi madre.

-Es un fugitivo, no puedes culparme de nada. Además, ¿cómo quieres que te acerque a tu madre? No eras una noble, ni un soldado, no eras nadie para la aristocracia. ¿Al menos sabes quien es?

-Mi padre nunca me ha dicho su nombre, pero siempre me ha dicho que me parezco a ella. -Richkan no puede evitar poner una mueca. -Al principio dudé bastante que yo fuera la hija de una aristócrata, todos los del imperio del sur son de piel clara, pero cuanto dijiste que eras aristócrata pensé que podría haber alguien parecida a mí.

-Creo que te saltaste la parte en donde te hago saber que soy un bastardo. Mi padre era alguien del imperio del norte, al igual que el tuyo es un fugitivo. ¿Tienes algo más?

-Mi padre dijo que es alguien débil físicamente, pero que eso no evita que sea la hembra más hermosa del imperio...

-Esto será un dolor de cabeza.

Richkan, no quiere ayudar a la joven fugitiva. Siente que será un problema que no podrá manejar de la manera correcta, y fácilmente podría decirle que no para después llamar a los de seguridad para que se la lleven y asi poder descansar. Sin embargo, no puede hacerlo, no se atreve.

-¡Joven amo! Tenemos que arreglar la ventana. ¿Podemos entrar?

-Lo que me faltaba... -Richkan de tanto pensar en lo que podría hacer le duele la cabeza, no quiere meterse en problemas y tener a la hija de un fugitivo con él es lo único que traerá. Sin embargo, no puede evitar simpatizar con ella. -Está bien, escuche señorita.

-Kelira.

-Escucha Kelira, mi madre organizará una fiesta debutante. Te vestirás de guardia y te filtrarás, es lo único que podemos hacer, después de eso te quiero fuera de mi vista. La convenceré de que invite a todos los aristócratas. ¿Estás de acuerdo?

-Claro. -Responde con una sonrisa satisfecha, aunque no pensaba cumplir del todo con su palabra, también le pedirá que la presenten.

-Bueno, ahora por el momento sal de mi habitación y vuelve en una semana.

-¿Qué? ¿No puedo quedarme aquí? -Kelira en el momento de escapar de la vista de su padre pensó que podría quedarse con aquel macho, no creyó que fuera un problema teniendo en cuenta que si pueda permitírselo. Además, no quiere vivir fuera por una semana.

-¡¿Joven amo?!

-Mierda, escóndete en el baño.

Richkan empuja a la joven dentro del baño y le susurra que si siente que alguien abre la puerta que se esconda en el armario de las toallas, para después cerrar la puerta bruscamente dejándola sola.

Al igual como hizo en la habitación empieza a pasearse por el baño, es bastante grande y fácilmente podría ser más grande que todas las casas de las familias pobres.

No puede evitar preguntarse por qué el joven buscaría a un fugitivo que lo máximo que podría darle sería un "Hola", ya que no cree que haya muchos machos que les alegre enterarse de que tienen un hijo con alguien del imperio del sur, aunque la idea de que sea alguien rico si podría gustarles.

¿A su madre le gustaría volver a verla? Según su padre, su madre la amaba mucho y era muy cuidadosa con ella para no lastimarla. La idea de conocerla, aunque sea de lejos hace que su corazón lata con fuerza. Sin embargo, su mente le hace malas jugadas y se pregunta varias veces "-¿Y si en realidad está muerta?"

Eso es algo que su padre siempre le ha repetido e incluso le mostró la cicatriz que dejo la marca, pero nunca ha creído que haya muerto e incluso ni siquiera su padre es capaz de creerlo, ¿por qué ella tendría que hacerlo?

Quiere conocer a su madre, sentir ese afecto del que su padre siempre habla y preguntarle miles de cosas, incluyendo porque no a ido a buscarlos para ser por fin una familia o porque no le ha escrito para saber sobre ellos.

-Estoy buscando un fantasma... -Se queja sentándose sobre el suelo. -Mi padre me va a matar cuando me encuentre...

-Kelira, ya puedes salir del baño.

-Eso fue rápido.

-Lo arreglaron con maná. En fin, vuelve en una semana. -Kelira lo ignoro y se sentó sobre la cama, al ver notar lo cómoda que es no puede evitar dar pequeños saltos para después acostarse como si fuera su cama. -¿Qué haces?

-Lo he decidido... Me quedo aquí.

-¿Tú no me escuchas verdad?

-No tengo ganas de dormir en la calle, ni siquiera cuando era "fugitiva" lo hacía.

-¿Y dónde crees que dormiré yo?

-Tienes un sofá del largo de una calle. Puedes dormir allí, para ser aristócrata eres muy poco caballero.

-Lamento escuchar eso, es que cuando entran a mi habitación y la invaden no me sale ser amable.

-No esperaba menos de alguien tan mimado. En fin, tengo hambre, tráeme de comer.

[...]

Richkan en toda la tarde hizo todo lo que su nueva compañera de habitación le pedía, le faltarían manos para contar todas las veces que ella le pedía diferentes postres como si estuviera en un restaurante. Aquello lo irrito bastante, puesto que su madre fue varias veces a preguntarle si se sentía bien a lo que solo contestaba que sí, fue bastante difícil ser tan cortante con su madre.

-No deberías hablarle de esa manera... -Le dice Kelira mientras se acomoda para dormir. De cierta manera no le gusto que su compañero haya sido tan distante con aquella mujer de voz dulce.

-No lo habría hecho si no estuvieras aquí. Además, no creo que estés en posición de recriminarme algo, después de todo tú estás aquí en la casa de un desconocido sin el permiso de tu padre, el cual es un fugitivo que no puede pisar estas tierras y aun así fue capaz de venir a buscarte una vez... ¿Acaso crees que él no lo hará de nuevo?

-Por eso después de hablar con mi madre volveré con él...

-¿Y si ella te pide que te quedes con ella?

-No soy tan estúpida para creer que sucedería algo Asi. Posiblemente, ni me quiera en su vida.

-¿Entonces porque la buscas?

-¿Por qué razón buscas a tu padre?

-Quiero saber su versión de los hechos, hacerle preguntas y... -Richkan se quedó callado y se acomodó en el incómodo sofá.

-Lo mismo... -Un silencio melancólico inunda la habitación. -¡No esperes que te dé las gracias por ayudarme! Me lo debes, que no se te olvide.

-Tampoco lo necesito...

-¿Me contarías sobre tu vida?

-¿Para qué?

-Para saber que tan diferentes somos...

-Será otro día... ¿Cómo escapaste de tu padre?

                         

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