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Estaba nerviosa, no sé cómo alguien como el
me provocaría este sentimiento, la última vez que estuve así de nerviosa fue
cuando tuve que hacer una presentación de oratoria en que mis nervios me
jugaron un mal rato y no salió nada bien, se me olvido la mitad del discurso.
Revise mi reloj solo faltaba media hora, agarre mi bolso y mis llaves, salí de
mi casa camino al café bar, durante el camino me pregunte como sabre que es
Mauricio ya tiene tiempo desde la última vez que lo vi, habrá cambiado
demasiado, eso me preocupaba un poco.
Estaba en la puerta del café busque con la
mirada rápidamente a un chico que estuviera solo en la mesa, para mi suerte
todas los que estaban ahí eran parejas, amigos y nadie se ajustaba a lo que yo buscaba,
sin darme cuenta alguien se detuvo justamente detrás de mí.
-Hola Elian-. Reconocí esa voz, era inolvidable
su tono de voz, comencé a tener demasiados nervios, podría jurar que se me
saldría el corazón del pecho, así que lentamente gire para mirarlo, ahí estaba parado
con una sonrisa hermosa, llevaba unos jeans color mostaza y una playera blanca,
unos zapatos negros, lo hacía ver tan atractivo, pero no solo eso sus ojos
color cafés que cualquiera que los mirara se perderían en ellos, el pelo negro
como la noche y un poco despeinado lo hacían ver tan despreocupado, como era
posible estar así de hipnotizada por un hombre de tez morena y alto, tarde un
poco en contestarle.
-Hola Mauricio, ¿verdad? -. Lo mencione casi
titubeando.
En eso parecen otros 2 chicos lo más extraño
era que uno de ellos tenía un parentesco con Mauricio, pero no podían ser
gemelos, se podía sentir lo diferente que eran.
-Estas en lo correcto, soy Mauricio y estos
otros 2 idiotas vienen conmigo, te presento este que parece mi gemelo es mi
primo Gabriel este otro es amigo de mi primo se llama Esteban, pero ellos se
sentaran en otra mesa ¿verdad Gaby? -. Sentí algo de hostilidad en esa
pregunta.
-No queremos que tu cita se vea estropeada
por nosotros 2 así que nos sentaremos en otra mesa-.
-Por cierto, es un gusto conocer a la hermosa
Elian-. Cuando escuche eso me sonrojo y baje la mirada, como sabia mi nombre si
Mauricio nunca lo menciono.
-Elian que te parece si nos vamos a sentar en
una mesa y platicamos un rato hay tanto que quiero contarte-. Lo seguí, pero
con la mirada abajo, pensando en mil cosas a la vez.
-Mauricio quiero saber cómo es que obtuviste
mi número de teléfono-. Cuando termine de decirle eso levante la mirada y lo vi
fijamente a los ojos.
-Fue muy difícil conseguirlo, pero no
imposible, lo que paso es que te vio mi primo Gabriel caminando con Santiago,
me llamo diciéndome que te había encontrado, fue la mejor noticia del mundo-.
Cuando la vi a los ojos pude confirmar que estaba enamorado de ella, su mirada
tan tierna era como mirar a un hermoso ángel bajado del cielo.
-Me estás diciendo que Gabriel es el amigo de
Santi, pero porque Santi no me dijo nada-. No podía entender nada.
-qué te parece si pedimos algo y te sigo
contando como pasaron las cosas-.
-me parece bien-. Me intrigaba cada vez más.