Capítulo 5 Conociendo a la familia

Una tarde quede de hacer un trabajo con un compañero

amigo de Santi, en su casa así que le avise a Mauricio de que estaría ahí haciendo

un trabajo, las cosas estuvieron calmadas hasta que le pedí ayuda en la parte

del trabajo que no entendía, se acercó a explicarme y de la nada me beso. -

¿Por qué lo hiciste? Mejor me voy, nos vemos en la universidad-. Lo que hice

fue agarrar mis cosas y salir de ahí, en el camino me encontré con Mauricio.

-Hola amor, iba camino a recogerte a casa de

tu compañero, le pedí la dirección a Santi y me la dio, creí que tardarían en

terminar el trabajo-. Tenía la mirada en el suelo no sabía que decirle, estaba

dudando en no decirle lo que había pasado, pero si lo ocultaba eso sería peor, además

mi sentido de culpa no me dejaría estar en paz.

-Me deje salido de ahí porque me beso, no sé qué

demonios le pasa por la cabeza que me beso, según estábamos ahí para hacer un

trabajo, le pedí ayuda en una parte donde no comprendía y se acercó así de la

nada me beso-. Comenzaron a correr lágrimas por mis mejillas, sabía que eso lo

vería como una infidelidad, pero no le podía ocultar algo tan delicado como

eso.

-Elian quiero que levantes la mirada y me

veas los ojos, sé que fue algo que tu no provocaste, confió en ti mi amor, que

te parece si para la otra que tengas que hacer un trabajo con algún compañero

que no sea Santi me avisas y yo con gusto te acompaño para que no vuelva pasar

eso de nuevo-. Me seco las lágrimas y me abrazo. -yo estoy aquí para protegerte

y creer en ti, porque te amo-.

Me sentí tan aliviada cuando me dijo todo eso.

Me acompaño hasta mi casa tomados de la mano. Durante los 8 meses juntos se

volvieron mágicos, cada día conocía más de él y eso me encantaba.

Era víspera de navidad iría a casa de mis

abuelos a pasar una temporada ahí, son 2 horas de camino, le avise a Mauricio, él

sabía que toda mi familia estaría ahí mis padres, mis abuelos, tíos y primos,

mi familia solo sabía que salía con un chico pero no estaban enterados que era

mi novio, esa misma tarde salí con una de mis tías a comprar algunas cosas,

cuando ya estábamos en la casa de mis abuelos escuche que alguien tocaba el

timbre y era Mauricio, con un hermoso ramo de flores, un ramo tan hermoso, lo

hice pasar y me dijo que quería hablar con mis padres, es ahí donde pidió

permiso para ser novios, me sentí tan feliz, que se quedó a cenar con todos

nosotros, después de la cena busco su mochila y saco un hermoso corazón hecho

de caracoles de mar, era una cajita muy hermosa, no podía ser la mujer más

feliz del mundo teniendo a mi lado al hombre más perfecto de este planeta,

todas las mujeres en la casa estaban maravilladas con tan hermoso regalo, pero

dentro de esa pequeña cajita tenia los dulces que me gustaban, en especial unos

que tenían chocolate.

-por cierto, perdón amor, le había puesto

varios de esos dulces que tienen chocolate, pero como estaba esperando el día

apropiado para darte la cajita en forma de corazón, entonces cada que los veía

me comía uno, lo siento-. Me dio risa saber que ese niño tan romántico le

pasaban ese tipo de cosas, ese día fui la mujer más feliz del planeta y aquel

hombre con el cual tanto convivía se estaba convirtiendo en mi vida entera.

Durante esos días procuraba ir a visitarme a

casa de mis abuelos en mi estadía ahí, una noche llego con un lindo tigre muy

lindo, cada que podía me llevaba una rosa, lo más hermoso era cuando nos

despedíamos lo acompañaba hasta el portón de la casa y como había escaleras él

se bajaba un escalón para estar a la misma altura y me besaba, era nuestro

momento especial, nadie podía robarnos ese momento, en donde se detenía el

tiempo y los 2 estábamos juntos amándonos.

Una tarde iba caminando por el centro del

pequeño pueblo donde mis abuelos viven, vi en el mostrador un hermoso perrito

de peluche, no lo dude y entre a esa tienda, estaba feliz porque le regalaría

algo especial para él.

Él ya había llegado a casa de mis abuelos y

yo feliz de la vida, porque le regalaría un lindo perrito de peluche.

-hola, mi amor, quiero que cierres los ojos

tengo una sorpresa para ti-. Estaba algo nerviosa así que me apresure a sacar el

peluche. -ahora si abre los ojos-.

-que hermoso peluche mi amor, no era

necesario que te tomaras esa molestia-. Pero sonreía de la felicidad no dejaba

de hacerlo.

            
            

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